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sábado, 4 de junio de 2016
SENADOR PABLO MIERES “EL PAÍS NECESITA LA CONSOLIDACIÓN DEL ESPACIO SOCIALDEMÓCRATA PORQUE EL FRENTE AMPLIO SE AGOTÓ Y LA GENTE NO QUIERE VOLVER AL PASADO”
Escribe Juan José Pereyra Twitter@juano500
“Yo no creo en el Todos contra el Frente que es la idea de Novick y la de Larrañaga. No creo en eso de plantear que hay que juntarse todos los que no somos Frente Amplio para sacarlo del gobierno. Eso fue lo que se intentó en Montevideo y no anduvo. Creemos otra cosa, creemos que el Espacio Socialdemócrata no es Todos contra el Frente. Es enfrentar al Frente Amplio en su situación actual con una propuesta coherente, seria y de centroizquierda y eso implica sumar gente del Frente que está en una posición moderada, razonable, y también de los partidos tradicionales”.
Con estas palabras el líder del Partido Independiente resumió por qué, a su juicio, “seregnistas, wilsonistas y batllistas” deben encontrar los caminos para votar juntos.
“Para lograrlo es necesario tomar decisiones audaces como las que en 1971 adoptaron Zelmar Michelini, Rodríguez Camusso y Alba Roballo que abandonaron sus partidos para ir a algo nuevo y como lo hizo Juan Pablo Terra quien, desde la Democracia Cristiana, dio el paso de unirse a los comunistas para hacer posible un camino que en aquel momento fue una gran esperanza para la gente”, destacó.
Este es un resumen de una extensa entrevista exclusiva con el blog.
UN GOBIERNO PRESO DE SUS PROPIOS ERRORES
Está claro que hay un cambio de época en el país. Se terminó el momento de las vacas gordas, se terminó el ciclo expansivo fantástico que tuvimos, de crecimiento espectacular nunca visto en la historia del país en esa magnitud . Quedan visibles, en exhibición, los graves errores cometidos durante ese período y la falta de previsión y la pérdida del aprovechamiento de oportunidades.Se perdieron oportunidades porque en estos tiempos de crecimiento no se hicieron las grandes reformas que el país tenía que hacer. La educación, la mejora de la seguridad, la inversión en infraestructura, en caminería. Ahora el presidente Vázquez ha dicho que con las lluvias tenemos un problema de deterioro de la caminería. Le carga la cuenta a las lluvias de ahora pero en realidad las lluvias de hora generaron un aumento del deterioro pero sobre una realidad de un deterioro anterior vergonzoso con un Ministerio de Transporte y Obras Públicas que no hizo nada en el período de mayor crecimiento del país.
Por otro lado, al mismo tiempo que no se hicieron las reformas fundamentales estructurales, se la gastaron toda y más, y este país hoy está ante un ajuste fiscal. Yo voy a discutir el diagnóstico, esto sucede no porque el país tenga una coyuntura internacional complicada, que la tiene, sino porque si el país tuviera las cuentas equilibradas no habría necesidad de un ajuste fiscal.
Para decirlo más claro, solo con que Ancap no se hubiera desbarrancado ya no habría necesidad de un ajuste fiscal. Ancap le significó al país pérdidas enormes y la obligación de capitalizar la empresa por 622 millones de dólares y ahora estamos haciendo un ajuste fiscal por 500. Solamente con que no se hubiera necesitado destinar esos 622 millones, ya tendríamos una situación distinta. Es más, el gobierno de Mujica no cumplió con su propia proyección de gasto que establecía, cuando empezó, que al final de su período de gobierno el déficit fiscal iba a ser 0.8 por ciento del PBI. Terminó siendo el 3.6 por ciento, es decir, cuatro veces y media más. Y además, es un PBI que creció más de lo esperado.
“CREYERON QUE ERA LA FIESTA INTERMINABLE, PERO LA FIESTA TERMINÓ”.
Uno empieza a sumar el agujero de Ancap, las inversiones perdidosas, el despilfarro total, diez millones de dólares de publicidad en 2013 más otros diez en 2014, más una multiplicación de las horas extras, los contratos, inversiones equivocadas. Todo el tema puede ser todavía peor. Yo no sé, porque no le hemos puesto la lupa a otras empresas públicas, pero me gustaría saber qué pasa si hacemos el mismo análisis en Ute, en Antel, en Ose. Esto fue la gran fiesta, una fiesta interminable pero en realidad terminaba y terminó.
Sigamos viendo, con el Fondes se prestó a mano abierta sin calcular si había capacidad de repago y de hecho hoy hay cincuenta millones de dólares que no se van a recuperar. Antel Arena, 70, 80 millones de dólares puestos en una obra que nadie sabe muy bien para qué sirve más que para mayor gloria de la actual ministra de Industria que tiene ciertos delirios de grandeza.
Todo eso es lo que explica el ajuste. Está bien que la gente se indigne porque ahora le están diciendo que se va a aumentar el impuesto, impuesto al sueldo, el impuesto a la jubilaciones y la verdad que la razón por la que le van a aumentar el impuesto es porque se gastaron todo en cuestiones superfluas durante muchos años en vez de hacer las cosas que el país necesitaba hacer.
PREGUNTA: ¿Cómo va el trabajo que el Partido Independiente está realizando en torno a la creación de un Espacio Socialdemócrata?
Estamos muy optimistas, tenemos la convicción de que el Uruguay necesita un espacio político alternativo que el Partido Independiente ocupa pero que no alcanza con nuestra sola presencia. Nuestro diagnóstico es que desde hace muchos años hay gente en el Uruguay en los distintos partidos que piensa muy parecido y que sin embargo a la hora de votar lo hacemos todos separados. Justamente eso es lo que quermos terminar, queremos lograr la lógica de que los que pensamos igual votemos juntos. Eso significa convocar gente del Frente Amplio, del Partido Nacional y del Partido Colorado. Para hablar sintéticamente digo seregnistas, wilsonistas y batllistas porque es una manera fácil de identificarlos.
Es una vieja cuestión . ¿Qué hubiera pasado si en 1971 Zelmar Michelini y Juan Pablo Terra se hubieran juntado con Wilson Ferreira? El país probablemente hubiera tenido un camino distinto y seguramente mucho mejor. Es el drama de las personas de centroizquierda, de izquierda democrática, socialdemócratas, que terminan votando separados. Wilson votó con Aguerrondo y Juan Pablo Terra y Zelmar Michelini terminaron votando con la ultraizquierda y los sectores más radicales del Frente Amplio y Vasconcellos votaba con Pacheco.
Eso que para la gente de mayor edad es muy claro se ha reiterado durante todos estos años y se reitera hoy. Hoy hay gente wilsonista que a la hora de votar lo hace con los sectores conservadores del Partido Nacional y están los frentistas moderados que terminan dominados, no solo votando, sino dominados por los sectores radicales del Frente Amplio y están los batllistas que terminan dominados por los sectores conservadores colorados. La apuesta es lograr una alternativa que genere esperanza, que genere entusiasmo y que convoque a los que pensamos igual para votar juntos. ¿Podremos hacerlo? En fin, vamos avanzando. hay algunas señales. Por lo menos con el grupo de Tabaré Viera, Espacio Abierto, que es un sector batllista, estamos organizando un ciclo de debates sobre la Agenda Socialdemócrata. No quiere decir eso que haya un acuerdo electoral, simplemente es una coordinación política para hacer estos eventos pero es una señal. Es una señal también que un grupo en el departamento de Cerro Largo liderado por un ex diputado del Partido Nacional, Jorge Coronel, haya manifestado su decisión de participar del Espacio Socialdemócrata y de trabajar en coordinación con nosotros para promoverlo.
“SOY OPTIMISTA, EL PAÍS ESTÁ EN UNA ETAPA DE CAMBIO”
Y hay muchas conversaciones con mucha gente de distintos partidos que uno tiene que guadar reserva porque cada uno está en su partidoy cada uno es dueño de decir lo que parece.Yo soy optimista, creo que hay espacio , creo que el país está en una etapa de cambio. El Uruguay es tradicionalmente muy estable desde el punto de vista político electoral y de hecho llevamos diez años de estabilidad completa, de tres gobiernos frenteamplistas con mayoría absoluta y con resultados electorales que prácticamente, con muy poca variación, son muy parecidos, pero ahora cambia la cosa.
Creo que están dadas las condiciones para un cambio político, un cambio de la oferta, es decir de los partidos y un cambio de la demanda, es decir, de los electores. En ese esquema de enfrentarse al cambio nosotros sentimos la responsabilidad de ofrecerle al Uruguay una opción nueva que es esa del Espacio Socialdemócrata.
PREGUNTA. De sus palabras se desprende que hay una acuerdo cada vez mayor, más sectores, más personalidades que están de acuerdo en eso, pero si no hay un cambio de las reglas electorales vía reforma constitucional, es muy difícil que cada uno diga renuncio a mi partido y formamos el partido...si el otro era de la Concertación... el del socialprogresismo o socialdemocratismo. Es un tema muy complejo y difícil,¿no?
Sin duda, pero es lo que hay, como se dice. No creo que haya condiciones para una reforma del régimen electoral particularmente en este sentido donde obviamente todos juegan y los que pueden sentirse amenazados con reglas de juego que permitieran un acuerdo de este tipo las van a impedir. Yo asumo que las reglas son las que tenemos hoy.Eso implica sí, decisiones difíciles, decisiones de creación de un nuevo espacio político y de una nueva coalición política que implica, a su vez, que haya gente dispuesta a abandonar su partido de origen y a su vez que nosotros dejemos de estar solos y tengamos acuerdos con terceros.En el país han habido casos o momentos en donde esas cosas ocurrieron y particularmente eso es lo que explica el surgimiento del Frente Amplio.
“AQUELLOS LÍDERES SE ANIMARON Y CREARON UNA NUEVA REALIDAD”
El Frente Amplio ocurrió porque Zelmar Michelini se animó a salirse del Partido Colorado, Rodríguez Camusso del Partido Nacional, Alba Roballo también del Partido Colorado, porque Juan Pablo Terra se animó a hacer una alianza de la Democracia Cristiana con los comunistas, cosa que en el mundo de la Democracia Cristiana fue una sorpresa bastante grande. Todos tomaron decisiones audaces, complejas y difíciles y construyeron una esperanza en el Uruguay que fue la de aquel momento.
Creo que hoy estamos ante una situación parecida. Se necesita construir una nueva esperanza porque hay una sensación clara de que el Frente se agotó en su experiencia de gobierno, que llegó a un punto en el que ya no hay mucho más para ofrecerle al país y han habido además grandes errores y la gente se decepciona y tampoco se siente muy atraída por la vuelta al pasado, por las alternativas que hoy ofrecen mayoritariamente los partidos tradicionales.
Este es un buen momento para construir el cambio y yo confío en la mirada audaz e inteligente de muchos dirigentes políticos con los que uno comparte, con los que uno tiene una relación y tengo la esperanza de que podamos llegar a esta situación y que en el 2019 las opciones de cambio para el país no sean meramente el retorno a las lógicas del pasado.
PREGUNTA.El Partido Independiente está siendo convocado públicamente por otro actor, alguien que parece estar creciendo en la opinión pública que es el señor Novick. Él también habla de, a través de alguna ingeniería electoral o algún mecanismo, unir a blancos, colorados, independientes y frenteamplistas en una opción que saque al Frente Amplio del gobierno.¿Cómo ve ese planteo?
Nosotros no hemos tenido ningún diálogo con Novick, prácticamente no lo conocemos. Lo conocimos en oportunidad del diálogo sobre seguridad porque Vázquez lo invitó.
PREGUNTA. Vázquez le dio una entidad política muy importante,¿no?.
Es un pícaro Vázquez, está claro que lo que busca es remover el avispero en los partidos tradicionales. Tengo la impresión de que Novick es una opción que disputa o que pelea espacios con los partidos tradicionales en sus sectores más clásicos. Es una situación distinta, estamos en lugares distintos. Yo no creo en el Todos contra el Frente que es la idea de Novick y la de Larrañaga, no estoy de acuerdo con eso de plantear que hay que juntarse todos los que no somos Frente Amplio para sacarlo del gobierno. Eso fue lo que se intentó en Montevideo y no anduvo. Creemos otra cosa, creemos que el Espacio Socialdemócrata no es Todos contra el Frente. Es enfrentar al Frente Amplio en su situación actual con una propuesta coherente, seria y de centroizquierda y eso implica sumar gente del Frente que está en una posición moderada, razonable, y también de los partidos tradicionales. Es más difícil lo nuestro, seguramente, es también más difícil de explicar. Pero lo otro es crear una nueva colcha de retazos. Es crear una gran coalición a la que nosotros no nos sentimos llamados a integrar porque tenemos diferencias político ideológicas. Es gente respetable con la que yo tengo una buena relación, con todos ellos, pero tenemos diferencias, es la vida democrática. Como tenemos diferencias con el mujiquismo . Yo no haría una alianza con el mujiquismo, tampoco la haría con el herrerismo o con el bordaberrismo. Nos llevamos bien, podemos acordar y votar proyectos juntos, hemos presentado una denuncia penal en forma conjunta por el tema Ancap, pero de ahí a ser un partido único o una gran coalición no. Yo creo que esos modelos hiper amplios y tan diversos y hetereogéneos pueden ser pan para hoy pero son seguro hambre para mañana. No vamos a entrar en esa jugada
lunes, 30 de noviembre de 2015
La búsqueda de una alternativa al Frente Amplio o la construcción de un espacio socialdemócrata Oscar A. Bottinelli
Diálogo con Fernando Vilar
Radiocero y Radio Monte Carlo - noviembre 20 de 2015
Para la oposición es sin duda muy importante
construir una alternativa al Frente Amplio […] Construir un proyecto
político no necesariamente supone construir un proyecto electoral. Un
proyecto alternativo se puede expresar en un solo o en diversos
proyectos electorales […] han partido tres iniciativas desde la
oposición en cuanto a la construcción de un espacio socialdemócrata: en
el batllismo, del Partido Independiente y de Jorge Larrañaga.
OAB: Para la oposición es sin duda muy importante
construir una alternativa al Frente Amplio. Es su propio destino, su
objetivo lógico. Toda oposición tiene que tener como meta el sustituir
al gobierno al cual se opone.
Construir una alternativa puede verse de distintos
puntos de vista. Uno, que es el que se piensa inmediatamente, es armar
un espacio electoral fuerte que empareje y supere al Frente Amplio, es
decir, un frente opuesto, una alianza, una concertación. Otro punto de
vista de construcción de alternativa tiene que ver con la estrategia y
con la táctica; por dónde se va, qué camino se sigue, qué pasos se dan
en cada momento por ese camino, cómo se golpea al oponente.
Pero hay otro punto de vista, sustantivo:
construir un proyecto alternativo, diferente. Se dice que muchas veces
un mal gobierno no cae porque no tiene una alternativa mejor, y otras
veces un buen gobierno es desplazado porque aparece una alternativa
mejor o más potente. Desde este punto de vista, construir una
alternativa supone armar un proyecto que concite la adhesión de una
parte significativa de la gente, de la ciudadanía, como para
entusiasmar a unos, a los que nunca estuvieron con el Frente ,y a otros,
a los que lo han acompañado y puedan estar disconformes.
Construir un proyecto político no necesariamente
supone construir un proyecto electoral. Un proyecto alternativo se puede
expresar en un solo o en diversos proyectos electorales. En principio,
son dos cosas diferentes; interrelacionadas, pero diferentes.
FV: ¿Y qué es eso de construir un proyecto político alternativo?
OAB: Cuando hablamos de proyecto
político hablamos de un proyecto en cierto modo ideológico, que refleje
determinados valores y propuestas en términos de fondo, en términos
sustantivos. Me refiere no a los clásicos programas de gobierno, que en
general son catálogos de medidas concretas y parciales, sino a la
exposición de un modelo de sociedad, un modelo de Estado y un conjunto
de valores en los cuales apoyarse.
Un ejemplo es el de fines de los ochenta: se
construye en Uruguay un proyecto político alternativo tanto a la
ideología dominante en el Uruguay como a la izquierda. Por ideología
dominante uno se refiere a esa visión de un Uruguay con un fuerte papel
del Estado, de un Estado protector y un Estado como importante actor de
la economía, con un alto propósito social. Es lo que se denomina la
visión del welfare state, del estado social, del estado benefactor. Este
modelo fue el dominante en Uruguay a lo largo del siglo XX,
particularmente desde los tempranos años diez del siglo pasado hasta
culminar los años ochenta. Un largo periodo de más o menos ocho
décadas.
La alternativa, el nuevo proyecto, apareció con
absoluta nitidez desde dos corrientes de los dos partidos tradicionales.
De un lado de Jorge Batlle, de la Lista 15 del Partido Colorado, y del
otro lado de Luis Alberto Lacalle, blanco, del nuevo herrerismo, del
herrerismo reformulado. El punto central, en común, de ambos proyectos
fue la apuesta al libre mercado, a la desregulación, al achicamiento del
papel del Estado, a la privatización de empresas públicas o de sectores
de la administración pública y a la apertura de la economía.
Como análisis histórico se puede decir que esos
proyectos en mucho no lograron su propósito, pero en otros sí, como
cosas hoy muy aceptadas como la apertura de la economía, la necesidad de
una inflación baja o de un cierto equilibrio fiscal.
Pero ahora lo que domina es una visión de
izquierda, o del viejo Uruguay estatista y de protección social, pero
más sesgado a la izquierda de lo que fue tradicionalmente en las ocho
décadas que mencionamos del siglo XX.
Este modelo se expresa en el Frente Amplio y en sus dos gobiernos más el tercero en curso.
FV: Tú en el título mencionas una alternativa o espacio socialdemócrata ¿A qué te refieres?
OAB: Digamos que han partido tres
iniciativas desde la oposición en cuanto a la construcción de un
espacio socialdemócrata, en los colorados, en los blancos y en el
Partido Indpendiente. Por un lado en el Partido Colorado mediante la
búsqueda de reflotamiento y reflorecimiento del batllismo como
concepción. Los grupos nítidamente batllistas sienten la necesidad de
reflotar el Partido Colorado desde el batllismo, es decir, desde un
discurso y una concepción socialdemócrata.
Por otro lado el Partido Independiente ha avanzado
hacia una definición socialdemócrata. Un partido construido sobre un
basamento socialdemócrata y otro basamento socialcristiano, confluyó en
las últimas semanas en la convocatoria a exponentes de distintas fuerzas
políticas para discutir la socialdemocracia en el Uruguay.
Y ayer Jorge Larrañaga, en su presentación en ADM,
lanza la necesidad de formular reflexiones para construir una
alternativa basada en valores, de tinte republicano y ,agrega,
socialdemócrata.
Es decir, que se perfila un espacio que permite
trazar un círculo dentro del cual en principio caben las corrientes
nacionalistas de pensamiento socialdemócrata, el batllismo y la gente
del Partido Independiente. Lo que es claro que no se formula como un
proyecto electoral, sino como un espacio de construcción de un proyecto
alternativo, programático, ideológico, un proyecto diferente y opuesto
al del Frente Amplio. Sin dudas basado en las propias convicciones, pero
también en el aserto de que al Frente Amplio no se le gana por la
derecha -afirmación que hacen muchos dirigentes de los dos partidos
tradicionales- y que para ganarle es necesario disputarle el centro
político, con una visión socialdemócrata.
FV: ¿Y qué quiere decir un espacio socialdemócrata?
OAB: Eso es lo que queda por
definir con absoluta precisión, Por socialdemocracia se entiende como
mínimo un Estado fuerte, protector, con activa participación en la
economía, con fuerte apego al valor del trabajo y de fuerte arraigo
democrático-liberal.
Y posiblemente por allí coincidan muchos en esa definición de socialdemocracia. Hay otros aspectos de la socialdemocracia, al menos en la visión predominante en Europa a lo largo del último siglo, que habría que ver si está presente, relativa al tema de la fuerte laicidad política, que es precisamente uno de los ejes que divide a los partidos socialdemócratas de los socialcristianos.
Y posiblemente por allí coincidan muchos en esa definición de socialdemocracia. Hay otros aspectos de la socialdemocracia, al menos en la visión predominante en Europa a lo largo del último siglo, que habría que ver si está presente, relativa al tema de la fuerte laicidad política, que es precisamente uno de los ejes que divide a los partidos socialdemócratas de los socialcristianos.
Hay mucho para aguardar. Hay que ver hasta dónde
se llega, cómo se define la socialdemocracia, qué alcance se le da. Pero
lo cierto es que a partir de estas tres impulsos surge el propósito de
construcción de un espacio programático opuesto al Frente Amplio pero
ubicado hacia el centro del espectro político.
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