Escribe Juan José
Pereyra Twitter@juano500
AUDIO AL FINAL DE LA
NOTA.
(SE PUEDE
DESCARGAR).
¿Cómo era la vida
de aquellas primeras familias judías que llegaron a Rocha desde
fines del siglo XIX?
¿Por qué la gente
les dice turcos? ¿Cuál fue su primer herramienta de trabajo?
¿Cuánto recorrían cada semana con sus canastas vendiendo
“baratijas” a la gente que vivía en las zonas rurales?
¿Por qué pudieron
prosperar, instalar sus tiendas y crecer comercialmente?
¿Cómo trasmitían
a sus hijos la necesidad de estudiar? ¿Se sentaban con ellos y les
hacían un discurso?
¿Cómo se
organizaron para llevar adelante su actividad religiosa? ¿En qué
consistía?
¿Por qué un día
cerraron la Sinagoga que construyeron frente a la plaza de Los Pinos?
¿Qué hacen hoy los
judíos rochenses?
Para conocer esta
parte de la historia rochense que poco conocemos, Hay otra historia,
el programa de radio Fortaleza, recibió al Dr Saúl Brener,
referente y estudioso de la comunidad que cobró vigor en Rocha a
partir de 1930, cuando llegó su padre.
Brener en un
prestigioso médico cardiólogo, exdirector del Hospital de Rocha y
de la Cooperativa Médica. Ya retirado, vive con su señora Milka en
La Paloma. También es dirigente político, edil por el Partido
Socialista, Frente Amplio.
ESTAS SON ALGUNAS DE
SUS EXPRESIONES
“Esta es una
historia oral, es muy poco lo que se ha escrito. Probablemente las
primeras familias judías se instalaron en el país y en Rocha a
fines del siglo XIX y principios del XX. Si se profundiza, es muy
probable que personas con sangre judía ya estuvieran acá desde la
época de la conquista porque coincide con la expulsión de los
judíos de España y naturalmente algunos debieron haber venido hacia
estos lares”.
“Las familias que
se afincaron en Rocha después de la Segunda Guerra Mundial fueron
pocas . Ya había una comunidad judía asentada desde mucho tiempo
atrás. Huían de una realidad que les era adversa, había mucha
pobreza en Europa por esos tiempos y también un antisemitismo muy
fuerte. Buscaban mejorar y la frase hacerse la América puede resumir
también el por qué de su viaje a estas tierras”.
Alejandro Brener, su
padre, llegó a Uruguay en 1930 . Ya vivía en Rocha su primo Isaac
Pienica y ese fue un motivo fuerte para que se radicara en esta
ciudad. Otras familias que fueron llegando fueron los Chmiel, que
también eran primos suyos, y familias como Marcovich, Korseniak,
Kochen, Katz , Cymbler,Wattemberg y Kaplan, entre otras.
“Algunos se me
escapan porque no eran de mi tiempo y no eran de mi lugar”,
explicó.
“Se reunían para
sus actividades religiosas primero en la casa de la familia Marcovich
y después construyeron una pequeña Sinagoga, cuyo edificio aún
existe , en Eliseo Marzol casi Angel María Rivero, frente a plaza de
Los Pinos.
Allí se cumplían
las tareas religiosas y también se aprendían las primeras letras
del hebreo, se hacían lecturas, se aprendía historia y algo de
idiomas. La comunidad estuvo vigente y dinámica durante mucho tiempo
hasta que la primera generación fue desapareciendo”.
El primer trabajo
del joven Alejandro, de 22 años, fue el que hacían casi todos,
salir con sus canastos a las zonas rurales donde caminaban leguas .
Como antes eso lo hacían los turcos, los sirios, los libaneses que
ya vivían acá, para la gente todos eran turcos.
“El Batllismo
generó un país abierto y con oportunidades y eso seguramente
influyó a que mi padre, que debió emigrar a Bégica desde su
Polonia, donde vivió un año, finalmente optara por Uruguay.
Mi padre aprendió
solo el idioma, no tenía quién le enseñara y en todo su primer
tiempo, vendiendo con las canastas en el campo, se hacía entender
más por señas que por otra cosa. Aprendió luego a hablar y leer.
Le gustaba mucho leer, en mi casa nunca faltó un diario.
Nos motivó mucho a
mi hermana y a mí para la lectura y para orientarnos hacia la
cultura y el estudio. Miro hacia atrás y admiro a aquel muchacho de
22 ños que lloraba en las noches porque estaba solo, lejos de su
familia y su tierra y que tuvo fuerzas para construir su nueva vida.
Años después conoció a mi madre, que había llegado a Rocha
también desde Polonia para cuidar a su padre enfermo que estaba ya
acá desde hacía un par de años.
Mi padre ya tenía
por entonces una tienda establecida y se empezaba a interesar en
negocios de tipo rural. Vio que había un contraste muy grande entre
el valor de la tierra en el Uruguay y en Polonia. Allá una persona
con cuarenta hectáreas era un estanciero. Acá, él circulando por
esas soledades mientras salía a vender, conoció gente que vivía
muy humildemente y tenía dos mil cuadras de campo, por ejemplo. El
decía que, por entonces, un metro de tierra valía menos que un
metro de papel de diario y consideró un buen negocio comprar tierras
y alguna casita, fue introduciéndose en ese ámbito comercial”.
“La condición de
judío tiene una definición muy amplia .Se puede ser judío por
haber nacido judío y sobre todo por ser hijo de madre judía. En la
tradición judía es la madre la que trasmite a sus hijos la
condición de judío”.
“La religiosidad y
la tradición se han ido perdiendo y eso tiene que ver con lo que
comenté antes. Uruguay es un país hospitalario que recibe distintas
culturas. Esto es algo que a veces temo que se esté perdiendo por lo
que vemos de clima intolerante y xenófobo, lo vemos fundamentalmente
en las redes sociales.
La condición de
recibir al extranjero como uno propio y asimilarlo rápidamente ha
sido fundamental para que los judíos se integren . El judío
rápidamente se sintió igual al resto de los uruguayos y eso ayudó
a que se fueran perdiendo las viejas tradiciones culturales”.
“Rocha tenía una
característica que siempre me asombró y es la cantidad de comercios
que había, la mayoría pertenecientes a judíos.
Todo el mundo
conocía la tienda de mi padre como la tienda Alejandro . El fue un
personaje muy reconocido y querido en Rocha . Cuando me instalé acá,
ya recibido, cuando decía soy el Dr Brener mucha gente me recibía
con cierto recelo, pero cuando decía soy el hijo del turco
Alejandro, me abrían los brazos y ahí me reconocían como un hijo
de Rocha y eso por lo que mi papá había generado”.
“Era una Rocha que
tenía una gran pujanza comercial, había un movimiento comercial
que permitía que todas esas tienditas prosperaran . Hoy me sorprende
que hubiera tantos comercios en la ciudad y todos trabajaban bien”
.
“La segunda
generación de aquellos primeros judíos comerciantes y las
siguientes, en su gran mayoría, son hoy profesionales: médicos,
abogados, dentistas. Otros han seguido desarrollando actividades
comerciales siguiendo la tradición de sus padres”.
“Los judíos nos
hemos integrado a la vida y la sociedad .Algunos han emigrado a
Israel, otros a otros países en busca de otros horizontes llevados
muchas veces por las mismas circunstancias que muchos uruguayos
tuvimos que vivir en tiempos oscuros y no tan lejanos”.
“Participamos de
la vida del país, aquí seguimos, Dios dirá por cuánto” .
LES INVITO A
ESCUCHAR LA CHARLA ENTREVISTA COMPLETA CON EL DR SAÚL BRENER