El
caso ANCAP ha ameritado comentarios de la más diversa especie y
desde los ámbitos más variados. Hemos asistido a las sospechas de
la oposición respecto de posibles irregularidades que ameritaban la
conformación de una investigadora, hemos asistido a todo el proceso
de la comisión, y finalmente a los informes y conclusiones de los
partidos políticos y el debate sobre ellos en el Parlamento, y en
medio de todo ese proceso la discusión abierta y apasionada a nivel
de la ciudadanía. Y eso, desde mi punto de vista es positivo, le
hace bien a la democracia, porque una ciudadanía informada es una
ciudadanía más capacitada para tomar decisiones.
Claro
que no a todo el mundo le gusta o le conviene este nivel de discusión
pública; sobre todo al oficialismo, que es quien está bajo la lupa.
Hoy
quisiera tomar algunas consideraciones hechas por la senadora
Constanza Moreira, del Frente Amplio, porque dan pie sin duda a
algunos comentarios.
Ha
dicho Constanza Moreira que “se
ha instalado un falso “sentido común” sobre Ancap, que es más
lo que oculta que lo que sabemos. Dice por ejemplo que “el primer
falso "sentido común" instalado es el de "la lata
está vacía", al decir del Senador Delgado”.
Y
no Moreira, no es un falso sentido común, es la realidad de lo que
sucedió; si el gobierno no hubiera decidido recapitalizar la
empresa, hoy estaríamos hablando de una empresa en quiebra, así de
simple, porque no tendría dinero para enfrentar sus obligaciones ni
acceso al crédito para hacerlo. Cuando una empresa tiene pérdidas,
es porque hay dinero que no está, que se perdió (por eso es una
pérdida), y por tanto lo de la lata vacía no es un falso sentido
común, es la cruda realidad.
Moreira
agrega que “La
danza de los millones que ha salido en la prensa, ha dejado más que
preocupados a muchos ciudadanos. La imagen del "vaciamiento"
ha quedado allí, escrita en piedra, reforzada por la ley de
"capitalización" de ANCAP por parte del Estado”.
Y
tiene razón, los ciudadanos estamos preocupados, muy preocupados, y
no es para menos. Lo que perdió ANCAP (y que los uruguayos tuvimos
que poner para tapar el agujero), es el doble de lo que aumentó el
presupuesto; cuántas cosas se podrían hacer en salud, en educación,
en políticas sociales, con lo que dilapidaron quienes estaban a
cargo de ANCAP?
“Es
que había que invertir” -nos dicen- porque en 2005 ANCAP era una
empresa inoperante. Bien, puede ser, no voy a defender acá las
gestiones de los partidos tradicionales, pero cumplía con su función
de producir combustibles, alcohol y portland y no daba pérdidas.
Vino el FA, invirtió 1.200 millones de dólares en ella y consiguió
hacerla perder 800 millones de dólares en poco tiempo. Unos genios.
Es como si me prestaran un auto que está pinchado (inoperante), yo
le invierto 5 mil dólares, le hago chapa y pintura y lo dejo como
0k, salvo que lo devuelvo con deuda de seguro y de patente y con el
motor fundido. Cuando me increpan por el estado del vehículo, les
contesto: ah, sí, pero ustedes me prestaron un vehículo pinchado.
Tremendo.
Constanza
Moreira reconoce que “ANCAP
acumuló 600 millones de dólares de déficit en estos cinco años, y
tiene 1.200 millones de dólares de deuda, a número gruesos. Es
muchísimo dinero, sí. Pero nadie dice que ANCAP factura 3.200
millones de dólares por año. Algo así como 10 millones de dólares
por día. Toda la inversión realizada en el período no llega a la
tercera parte de la facturación de un año; 421 en la
desulfurizadora, 251 en las plantas de cemento portland, 141 en los
biocombustibles, y 147 en la planta de cal."
Y
claro señora senadora!!! eh ahí justamente lo bochornoso del
asunto: la administración de su partido logró algo insólito,
fundir una empresa que vende combustibles y portland y que factura
3.200 millones de dólares, y lo logró en la época de mayor bonanza
del país, cuando sus insumos (el petróleo) descendieron a precios
históricos, cuando se batieron record de venta de combustibles y en
medio de un boom de la construcción....pavada de méritos que tiene
la administración de su fuerza política.
Dice
Constanza que “El proceso de la Investigadora se transformó en un
drama público” (y sí, no se transformó, lo es, porque sus
consecuencias nos afectan a todos, porque hubo que aumentar las
tarifas de UTE para tapar el agujero fiscal que dejó el desastre que
su fuerza política hizo en Ancap, porque los comubustibles no bajan
por esa misma razón, lo cual afecta a toda la economía del país, y
claro que es un drama!!), dice también que ese drama tenía “centro
en ANCAP, con un agonista (protagonista) que fue el Vicepresidente
Raúl Sendic y los gobiernos del FA” (y sí, claro, quien quiere
usted que sean los agonistas...) y un coro compuesto por los medios
de comunicación, las redes sociales (sí, por suerte no quedaron
estos desaguisados entre cuatro paredes, y todos pudimos enterarnos a
través de los medios de comunicación y compartir la información
discutirla y analizarla a través de las redes sociales; las mismas
redes sociales que le sirvieron a usted para estar sentada en el
senado), las declaraciones públicas, y la exhibición
cuasi-pornográfica de los entredichos del gobierno -anterior y
actual- sobre las razones del déficit y endeudamiento (los actores y
actrices de las películas pornográficas en general no se lamentan
de que sus films sean exhibidos al público,´pero tiene razón,
algunos entredichos del propio oficialismo debieron ser divulgados en
horario de protección al menor).
Dice
Constanza “El Partido Nacional, por su parte, mantuvo las mismas
denuncias que presentara a la Comisión, luego de larguísimas
comparecencias y más de cinco meses de debate, como si allí, nada
hubiera pasado. Ninguna explicación sirvió, ningún argumento”.
Y
bien, eso no es válido también para el FA? El día que se habilitó
la formación de la comisión investigadora, el senador Oteguy dijo:
“
se habilitó la instancia pero no por asumir que hubo irregularidades
ya que del pedido de informes del senador nacionalista Álvaro
Delgado no se desprende ningún indicio” . Y
luego de cinco meses de debates, del cúmulo de informaciones que se
fueron agregando, de las declaraciones de múltiples implicados en
todo el proceso, no sirvió de nada? El FA continúa diciendo que
aquí no pasó nada. No es ciertamente vergonzosa esa actitud de
defender lo indefendible?
Y
dice también la senadora Constanza Moreira: “Pero la confianza es
un intangible. Y aunque lo actuado haya sido conforme a la norma, se
incurre en un mecanismo de sospecha más amplio.
¿Hubo
integridad en todas las decisiones? ¿Hubo cuidado con el "bien
común"? Estas son las preguntas que quedan en el aire. Este es
el espíritu que dominó la Investigadora, y entre las declaraciones
públicas de unos y otros, se empezó a ejercer la organización de
la desconfianza. No sólo contra ANCAP, sino y principalmente contra
un gobierno legítimo (éste, cuyo Vicepresidente ha sido tan
maltratado). La pregunta que se instaló es: ¿es éste un gobierno
confiable? Sin duda es legítimo, pero ¿es confiable?"
La
respuesta a su pregunta es no. No es confiable como administrador de
los recursos del pueblo. Es a todas luces evidente que no hubo
cuidado del bien común, que se utilizaron los mismos oscuros
recursos que quienes gobernaban antes, aunque con resultados más
desastrosos. Ahora se dice que las colaterales que actúan en el
derecho privado no las creó el FA sino que ya existían. Bien, pero
está bien o está mal el uso de ese tipo de empresas? Si está mal,
qué hicieron para cambiarlo? Si está bien, por qué todo es tan
oscuro y por qué todo termina en pérdidas para el Estado?
Deberíamos confiar en quienes le dan dinero a un correligionario
para propaganda en una radio que no existe? Deberíamos estar
tranquilos que están cuidando el “bien común” quienes organizan
fiestas a 5 mil dólares por cabeza en un barrio humilde como La Teja
para inaugurar una planta.
También
dijo Constanza cosas valiosas, aunque parecen dichas por otra persona
en otro contexto, o tal vez sea que el “como te digo una cosa te
digo la otra” prendió fuerte entre los progresistas. Dijo por
ejemplo: “Exijamos una gestión más democrática, participativa,
descentralizada y con el mayor control social posible. No queremos
más "pactos" entre partidos para determinar dónde empieza
y dónde termina lo público. No queremos que la renta petrolera sea
decidida por un puñado de ex Presidentes. La clave de una política
de izquierda es involucrar a la ciudadanía en la decisión sobre los
temas que importan. Y la ciudadanía debe opinar sobre las empresas
públicas. Y sobre el petróleo. Deben opinar la academia, las
organizaciones sociales, los gobiernos locales, las comunidades”.
De
eso se trata, y para eso sirven también estas comisiones
investigadoras que el FA ha negado constantemente, como lo negó en
el caso Pluna o en el tema de ASSE, ambos terminados con
procesamientos.