Escribe Juan José
Pereyra Twitter@juano500
Valeria Talayer es
muy joven. Trabaja y estudia desde hace años. En marzo pasado
decidió iniciar un nuevo emprendimiento: una verdulería y frutería
muy especial, que fue agregando nuevos servicios a la gente de la
ciudad de Rocha.
Desde muy chica “le
tiró” la venta: “mis padres tenían almacén, yo a veces lo
atendía cuando no me veían, tenía unos cuatro o cinco años. No
sabia sumar ni contar pero la atención al cliente... ¡un
espectáculo!”, cuenta entre risas.
“Me gustaba mucho
vender, vendía cualquier cosita. Cuando tenía cinco años escribí
en una piedra “se venden caracoles” y claro me compraban solo por
dejarme contenta. A los siete le pedí a mi madre que me hiciera
plantas y con un carrito con ruedas de bici recorría la vuelta de
casa vendiendo plantas con dos amigas y eso lo repetí varios
años...me encantaba poder comprarme mis cosas. Además hice
artesanías, collares, hasta comida para vender.
Aunque no tenía
nada conscientemente planeado para mi, podría decirse que igual he
continuado con la línea, me gustaba vender y hoy en día lo sigo
haciendo”, asegura.
En entrevista
exclusiva con el Blog, Valeria contó por qué decidió poner un
comercio tan especial, por qué pintó un mural en el que homenajea a
sus artistas preferidos y qué siente al ver cómo reacciona la
gente al llegar a su comercio y encontrarse con esos genios de la
pintura.
Doña Rosa está en
la esquina de Florencio Sánchez y Sarandí, un lugar histórico de
la ciudad. Allí funcionó durante décadas el famoso Almacén de
Ramos Generales de don Carolino Féola, una postal de la ciudad y la
vida comercial del siglo pasado.
Este es un resumen
de la charla con Valeria Talayer.
-Eres muy joven para
estar al frente del negocio. ¿Cuántos años tienes y qué hacías
antes de Doña Rosa?
Tengo 27 años,
antes de Doña Rosa estudiaba y trabajaba, aun trabajo en el mismo
lugar que es la Dirección Nacional de Transporte. En el estudio he
hecho un paréntesis por el momento pero no lo siento para nada
definitivo.
-Cuéntame algo de
tu familia, de tus recuerdos de la escuela y el liceo y qué te
gustaba más, qué planes hacías para ti.
Soy la menor de
cinco hermanos, somos tres mujeres y dos varones, nos criamos en un
hogar bastante tradicional. Mis padres tenían almacén, yo a veces
lo atendía cuando no me veían, tenía unos 4 o 5 años, no sabia
sumar ni contar pero la atención al cliente... ¡un espectáculo!
(risa)
Siempre fui muy
tímida y aplicada en la escuela, quería llegar a Sexto y ser
abanderada, cada año estaba pendiente de terminarlo con
sobresaliente… fui escolta, no fue muy grato para mi en ese
momento, pero igualmente estaba orgullosa de acompañar los
pabellones.
El paso por el liceo
ya fue diferente, hubo épocas de rebeldía, no tenía muchas
esperanzas de irme a Montevideo a estudiar lo que me gustaba y en
5to abandoné. Luego retomé al año siguiente para poder estudiar
algo terciario, aun no estaba decidida qué, pero lo importante era
estar preparada para un próximo paso. Terminé el liceo e hice un
curso técnico terciario en UTU, a su vez trabajaba y me mudé a
Rocha para estar cerca. Al terminar el curso, para mi felicidad,
llegó Bellas Artes al Cure y enseguida me inscribí. Tenía muy
buenos compañeros y de todas las edades, una experiencia muy
enriquecedora. El año pasado estaba cursando administración y
contabilidad en el Cure, en este momento hice un paréntesis en los
estudios por no poder dedicarle el tiempo que conlleva.
Nunca tuve planes
claramente definidos, pero me gustaba mucho vender, vendía cualquier
cosita. Cuando tenía cinco años escribí en una piedra “se venden
caracoles” y claro me compraban solo por dejarme contenta. A los
siete le pedí a mi madre que me hiciera plantas y con un carrito con
ruedas de bici recorría la vuelta de casa vendiendo plantas con dos
amigas y eso lo repetí varios años...me encantaba poder comprarme
mis cosas. Además hice artesanías, collares, hasta comida para
vender.
Aunque no tenía
nada conscientemente planeado para mi, podría decirse que igual he
continuado con la línea, me gustaba vender y hoy en día lo sigo
haciendo.
- Algo que llamó
la atención fue que una verdulería en un barrio tenga un mural
pintado por ti en homenaje a Picasso, Frida Kahlo , Van Gogh y Dalí.
¿Por qué se te ocurrió inaugurar el negocio con una obra de arte?
Siempre me gustó
dibujar, siempre me llamó la atención el arte. Antes de abrir se me
ocurrió pintar algo e invité a mi hermana Nelly. Lo que hicimos fue
un humilde homenaje a nuestros artistas favoritos, no sé si es una
obra de arte pero es una forma de sentirlo propio, me encanta lo que
hicimos, el momento compartido mientras se desarrollaba.. es un
conjunto de cosas… y es nuestra forma de expresarnos, no pretende
ser copia fiel, sino algo propio.
-Doña Rosa trajo
una propuesta de frutas y verduras de primera calidad y además
productos que la gente cada vez mira más y comienza a utilizar y que
son muy difíciles de encontrar en Rocha. Granos, semillas, todos en
gran variedad y que la gente puede comprar en pequeñas cantidades
para ir probando. Hay una decisión cada vez más fuerte de elegir
alimentarse sanamente y esa posibilidad la ofrece Doña Rosa.¿Cómo
se te ocurrió embarcarte en algo que no sabías si la gente
valoraría?
Surgió de la propia
necesidad, de buscar y no encontrar, o de encontrar y que sea de mala
calidad, viejo o envasado en grandes cantidades… empezó el plan,
una tienda de alimentos con variedad y sobre todo calidad.
La parte de vender
frutas y verduras de calidad es por la misma razón. No hay que
olvidar que somos clientes también, el elegir uno mismo en el
mercado no lo cambio por nada, vamos al mercado con la idea de
conseguir calidad y cosas nuevas.
Si sería valorado
o no, eso nunca se sabe, y creo que gran parte de las cosas que no se
hacen es por miedo a que algo salga mal. Yo siempre digo que lo mejor
es arriesgar, y si eso va mal, hay que ir a por otra cosa.
¿Cuando abrió Doña
Rosa?
Doña Rosa abrió el
21 de marzo de este año.
-En estos meses se
ha ido dando un cambio muy interesante. Se mantiene la oferta de
frutas y verduras, incluso orgánicas, y con mucha fuerza el comercio
se ha transformado en una tienda de alimentos naturales como las que
se pueden encontrar en las grandes ciudades en todo el mundo.
Cuéntame cómo
fuiste desarrollando esta parte de tu negocio y cómo ha ido
creciendo el interés de la gente.
Lo que vamos
logrando es la vista que nos imaginamos desde los comienzos, nos
estamos acercando a la idea original, teníamos que ir acostumbrando
a la gente e ir haciendo la clientela para ir incorporando productos.
-En el último
tiempo, además de lo natural has incorporado productos para celíacos
y diabéticos. ¿Qué puede encontrar la gente que tiene estas
necesidades especiales en su alimentación o la de sus familiares?.
Tenemos para
diabéticos todos los sabores de mermeladas y dulces Los Nietitos,
gelatinas, postres para preparar, cereales, y queremos seguir
incorporando productos.
Contamos con gran
variedad en productos aprobados por ACELU; mezcla de tres harinas,
harina de arroz, variedad de féculas, goma guar y xantica, además
de las mezclas de bizcochuelo, pan, scones, y más.
-Cuando uno entra a
Doña Rosa ve una enorme variedad de productos, muchos desconocidos,
importados y hasta exóticos, como orejones de Turquía. ¿Se va
animando la gente a probar? ¿Cómo reacciona ante lo nuevo y variado
que ustedes ofrecen?
Escuchamos mucho el
comentario de que no prueban porque nunca comieron, pero damos a
probar, a veces no gusta y otras veces se han vuelto clientes de esos
productos que justo no conocían. La mayoría de la gente ha
reaccionado con entusiasmo incluso se armó hace poco en Facebook un
grupo para compartir platos, recetas y opiniones, se llama “Doña
Rosa - Tienda de alimentos”.
Hemos tenido buena
respuesta de la gente y eso nos inspira a seguir y mejorar.
-Un clásico ya de
Doña Rosa es el café molido a la vista, algo tan fácil de
conseguir hace algunas décadas y que hoy solo ustedes tienen. ¿Por
qué se te ocurrió y cómo responde la gente?
La ocurrencia del
café no fue mía, en un momento estaba hablando con una vecina, Ana,
y un amigo, Diego, quien fue el carpintero detrás de los muebles que
tenemos desde el principio y salió el tema del café molido a la
vista, y sinceramente me encantó y no se dudó ni un minuto y decidí
que era algo que debía incorporar a la tienda.
-Es muy importante
que quienes no conocen Doña Rosa sepan lo que van a encontrar. Te
pido que me des un detalle de lo nuevo, lo que difícilmente se pueda
encontrar en almacenes y supermercados.
Si te fuera a hacer
un listado seria muy grande en la parte de frutos secos y semillas
pero vamos a hacer un resumen;
Pasas de uva negra y
rubia, ciruela con y sin carozo, arándano, dátiles con y sin
carozo, orejones de durazno y damascos, fruta brasilera picada, mango
y jengibre deshidratado, Nueces, almendras, castañas, avellanas,
Semillas de zapallo, girasol, chía, lino, quínoa blanca y roja,
mijo pelado, cous cous y muchísimo mas
Variedad de harinas;
de arroz, de lino, de garbanzo, integral.
Productos para
celiacos, productos orgánicos en variedad..
Frutas y verduras en
variedad; papaya, arándanos, ananá, moras, caquis, chauchas,
chauchas alubia, arvejas, espárragos, mostaza, kale, rúcula,
espinaca, jengibre, radicheta, berenjenas ..
La lista es muy
larga, pueden visitarnos de lunes a sábados 8.30 a 13.30 y de 16 a
21 y los domingos de 8 y 30 a 13 y ver un montón de productos más
que no nombré.