Con este pensamiento de Lamartine, que ya habíamos utilizado en EL FANAL de Bernardo Pilati, queremos divagar sobre un tema polémico, y sobre el cual cada lector tendrá su opinión. Como sucede todos los años hemos llegado al 2 de noviembre y tendremos que repetir la visita obligada a los cementerios, porque así lo determina la tradición y los almanaques. De todas maneras las lápidas se cubrirán de flores, cumpliendo con el ritual, encendiendo velas y dejando mensajes imaginarios, que sirven para atestiguar un encuentro fugaz con la muerte eterna. Sentidos epitafios recordarán circunstancias y acontecimientos irrepetibles, que sirven en algunas oportunidades para reflexionar sobre el pequeño tránsito terrenal que debemos recorrer si tenemos en cuenta la eternidad que nos aguarda. Alguien dijo y lo compartimos: “Si no conoces la vida, no te preocupes con la muerte”, dejemos que los grandes pensadores nos ayuden a comprender mejor, el verdadero significado de la muerte.
“El morir es una cosa tan natural, como nacer; solo los hombres se han empecinado en darle otro carácter”. (Bacón)
“El temor a la muerte obedece al miedo de lo desconocido”. (Borgese)
“Vivir es una enfermedad; el sueño es un paliativo y la muerte el remedio infalible”. (Chamford)
“La vida de los muertos no cabe en el ingenio de los vivos”. (Cicerón)
“La naturaleza no es más que una sucesión de nacimientos y muertes”. (Diderot)
“Nacer es comenzar a morir”. (Gautier)
“Todo nace, todo pasa, todo llega a su término: la ola termina en la playa, a la hoja se la lleva el viento, la aurora termina en la tarde y el hombre en la muerte”. ( Lamartine).
