El legislador Alejo Umpiérrez probando AlmaMía,
el perfume de ANCAP
Hubo mucha pirotecnia acorde con esta época del año; acusaciones hirientes;
consideraciones políticas que poco o nada tienen con el asunto;
exageraciones diversas y palabras dichas a los gritos.
La sesión en la que la Cámara de Diputados votaba ayer la capitalización de ANCAP,con los 50 votos del oficialismo y por un monto de US$ 622 millones de dólares, tuvo todo lo que suelen tener este tipo de sesiones pero casi nada de lo que se dijo durante la extensa sesión, más de diez horas, fue
novedoso.
La defensa del oficialismo y las críticas de la oposición ya habían sido ampliamente difundidas en los medios decomunicación antes del encuentro parlamentario. Todo sazonado con
comentarios irónicos de blancos y colorados dedicados a la prisa del Frente Amplio por aprobar esta iniciativa. Prisa que incluyó una especie de"operación retorno" para lograr que el diputado Enzo Malán regresara de
Cuba a las apuradas para poder otorgarle el voto 50.
Lo único que ayer no estaba previsto era que, después de haber hecho todo el esfuerzo para votar este proyecto contrarreloj, el oficialismo no
pudiera evitar que la Cámara de Diputados se convirtiera en un escenario más de sus disputas en torno a quién tuvo la responsabilidad en las
pérdidas millonarias de ANCAP.
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ANCAP y un debate largo y empetrolado | ANCAP, Frente Amplio, gobierno
