CABO SUELTO
El hijo del esposo de la madrina dijo que le daba igual que apareciera o no
La Policía busca agotar las líneas de investigación sobre el crimen de Lola Chomnalez, la adolescente argentina de 15 años asesinada el 28 de diciembre entre Valizas y Aguas Dulces (Rocha). Se pretende que no quede ni un cabo suelto. Por esa razón, considera necesario cotejar el ADN de un adolescente de 14 años cercano a Lola con la sangre encontrada en la mochila de la víctima, informaron fuentes policiales a El Observador. Se trata del hijo del esposo de la madrina de Lola, que estuvo junto a la adolescente durante sus últimas horas de vida.
Lola llegó a Valizas el sábado 27 de enero, invitada por su madrina. En la casa, se quedaban además el esposo de su madrina y el hijo de su esposo.
El domingo, luego de almorzar, Lola salió a caminar rumbo a Aguas Dulces con una mochila sobre la hora 14. A la misma hora, salió el hijastro de la madrina (V.) junto a un amigo (D.), también de 14 años. “V. y Lola no salían juntos, no hacían planes juntos. Se llevaban pero no eran amigos”, declaró la madrina en el juzgado.
Los dos adolescentes (V. y D.) declararon en el juzgado en calidad de testigos. Sus declaraciones coincidieron. Explicaron que fueron a un cyber y que sobre la hora 18, de camino a la casa alquilada, se encontraron con el padre de V. y la madrina de Lola en la playa. Subieron juntos hasta la casa y al llegar notaron la ausencia de Lola. Comenzaron, al principio con cautela, su búsqueda.
En el juzgado, D. declaró que V. (el hijastro de la madrina) le decía que “le daba igual que apareciera Lola o no” , informaron fuentes del caso a El Observador.
El esposo de la madrina de Lola estuvo presente durante la declaración de su hijo. El hombre había declarado antes, en calidad de indagado. La Justicia le pidió muestras de ADN, que se obtienen a través de un exudado bucal. Policía Científica cotejó la muestra con la sangre encontrada dentro de la mochila de Lola y no hubo coincidencias.
En principio, esta prueba también podría descartar que se trate de la sangre de su hijo. Pero la Policía pretende no dejar ni un cabo suelto. Por eso, pretende obtener el ADN del adolescente de 14 años, ya sea de forma directa o a través del ADN de su madre.
La Justicia ya utilizó ese método alternativo para cotejar el ADN de otro adolescente con el de Lola. El artesano de Aguas Dulces que junto a uno de sus hijos encontró el cuerpo de Lola semienterrado en la arena aportó su ADN para cotejarlo con la sangre encontrada. Pero la Justicia solicitó que la madre del hijo del artesano también aportara su ADN. La mujer lo hizo y, de esa manera, Policía Científica descartó que la sangre hallada fuera del adolescente que junto a su padre encontraron el cadáver.
Este adolescente es pariente de otro que estuvo junto al hijastro de la madrina la noche del sábado 27 de diciembre, cuando fueron a escuchar un toque de tambores.
Por la forma en que se concretó el crimen (fue sofocada contra la arena y recibió varios cortes de arma blanca pero poco profundos), la Policía no descarta la hipótesis de que el homicida es una persona con poca fuerza física. Por eso, la indagatoria apuntó a varios adolescentes.
Jueza espera pericias pendientes
La jueza que le tomó declaración a la madrina, su pareja, su hijastro y el amigo de su hijastro fue Mercedes López. La magistrada intervino en el caso porque estaba de turno y, cuando el turno finalizó, el 12 de enero, tomaron el caso la jueza penal de Rocha Silvia Urioste y la fiscal Gabriela Sierra.
Ni la jueza Urioste ni la fiscal Sierra pudieron tomarle declaración a los familiares y allegados a Lola. Por esa razón, fuentes del caso no descartan que vuelvan a ser citados. Pero, en todo caso, la fiscal pedirá y la jueza dispondrá nuevas medidas probatorias luego de que lleguen al juzgado varios informes que aún están pendientes, entre ellos, los informes de Policía Científica sobre nuevos ADN realizados (ver apunte), el informe sobre los mensajes de texto enviados desde el celular de Lola y sobre un mensaje enviado a la familia, durante la búsqueda de la víctima, que aseguraba que estaba bien.
Al mismo tiempo, la Policía continúa la búsqueda de un exrecluso apodado “Huguito”, que fue visto a fin de año en Valizas por varios testigos del caso y que se fue del balneario cuando Lola desapareció.