Nacional - JUSTICIA
Buscan agotar las líneas de investigación, mientras la Policía busca a “Huguito”
Las líneas de investigación del crimen de Lola Chomnalez, la adolescente argentina de 15 años asesinada el domingo 28 de diciembre entre Valizas y Aguas Dulces, se agotan, pero la Policía y la Justicia intentan no dejar ningún cabo suelto. Por eso, esta mañana declararán en el juzgado de Rocha tres nuevos indagados, a quienes las jueza Silvia Urioste les pedirá una muestra de ADN para cotejar con la sangre encontrada en la mochila de la víctima.
El ADN hallado en la sangre es la única prueba firme para encontrar al autor del homicidio y, al mismo tiempo, para descartar la participación de los sospechosos. Todos los indagados aceptaron hasta ahora aportar muestras de ADN, que se extraen con un hisopado bucal para que Policía Científica lo coteje con la sangre encontrada en el pareo, la toalla y el libro que llevaba Lola en su mochila. Ninguna de las muestras extraídas coincidió con el ADN encontrado, reveló el informe de Policía Científica que llegó ayer al despacho de la jueza Urioste. Por eso, los 10 indagados hasta ahora, entre ellos la madrina de Lola y la pareja de la madrina que la acompañaron durante sus últimas horas de vida, perdieron su calidad de indagados y quedaron libres de responsabilidad penal.
La Policía pretende obtener y cotejar el ADN de todos los hombres que estuvieron en el escenario del crimen para descartar su participación en el homicidio.
Para extraer el ADN de un indagado, la Justicia necesita su autorización. La jueza se lo pedirá a los tres indagados que declararán hoy en Rocha.
Algunos de ellos ya declararon en calidad de testigos, informaron fuentes del caso a El Observador. Los tres estuvieron en (o cerca de) el escenario del crimen y uno de ellos aportó información sobre la presencia de “Huguito”, un hombre al que la Policía aún no ha identificado y sobre el que algunos testigos han aportados datos contradictorios.
Uno de los testigos declaró que “Huguito” estuvo recluido en el Comcar y que se lo vio en la zona a fines de diciembre, cuando desapareció Lola.
Sin embargo, la Policía verificó en la lista de reclusos del Comcar y ninguno llamado Hugo salió con medidas transitorias o logró la libertad a fines del año pasado. De todas maneras, las fuentes policiales consultadas advirtieron que el buscado “Huguito” puede no llamarse necesariamente Hugo, por lo que su identificación y búsqueda se torna más compleja.
El positivo o el freezer
El ADN encontrado en la mochila de Lola también está siendo cotejado con el de todos los procesados del país. El Ministerio del Interior cuenta desde 2011 con un banco de datos de huellas genéticas, integrado por el ADN de todos los que han sido enjuiciados desde entonces.
Esa pericia científica puede aclarar el caso incluso muchos años después. Sobre esto, ya existen antecedentes. A la hora 17.50 del martes 9 de octubre de 2012, un hombre encontró un feto en una volqueta en Montevideo. Tras varios interrogatorios en el barrio, el caso quedó congelado. Pero cada mes, Policía Científica cotejaba el ADN de los dos fetos encontrados en la volqueta (junto a uno, había otro) y el de otros bebés y fetos encontrados en volquetas con el banco de datos de los procesados. Dos años después de que aparecieran los dos fetos, la pericia dio positiva: el ADN de una mujer procesada con prisión por narcotráfico el 14 de febrero de 2013 coincidía con el de los bebés. La mujer vivía a cinco cuadras de donde aparecieron los fetos. A pedido de la fiscal Ana Tellechea, la jueza Julia Staricco la procesó con prisión en octubre del año pasado por un delito de aborto.
De la misma manera, el crimen de Lola podrá aclararse si el asesino es procesado por otro crimen y sus datos genéticos ingresan al banco. Ante la falta de otras pistas firmes, la pericia puede servir tanto para inculpar como para descartar sospechosos.