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jueves, 21 de agosto de 2014

La nueva motosierra Esteban Valenti


Lo que hay que brindarle a los ciudadanos es información de calidad para que puedan decidir y optar en las elecciones de la mejor manera posible, con la mayor libertad. No es una tarea simple, pero es fundamental.


Estas elecciones serán una gran batalla entre dos concepciones políticas y democráticas: por un lado los que creen (no solo nosotros en la izquierda) que aún con visiones parciales e interesadas hay que informar, hablar de la realidad y está la otra concepción, la que conociera que hay que concentrar todo en el mensaje, para simplificar: todo en el marketing.
Este choque de concepciones se manifestó integralmente en las internas, incluso dentro del Partido Nacional. A Jorge Larrañaga le ganaron con ese mecanismo, aplicado en especial en Montevideo y el área metropolitana. Y vaya si a Luis Lacalle le dio resultado.
En general la derecha utiliza ese método para presentar un candidato de afuera del sistema, generalmente un empresario exitoso y dinámico con un razonamiento simple y efectista: lo mismo que logró en sus empresas lo puede lograr en el manejo del país. En Uruguay eso es imposible, por la propia estructura política nacional, su proceso electoral y la propia densidad política de la sociedad. Así que eligieron a Lacalle Pou. En Chile utilizaron a Sebastián Piñera. Al finalizar su mandato la derecha obtuvo el peor resultado de su historia. Todo un balance.
El punto de partida en Uruguay es su juventud, como gran novedad y a partir de eso es instalar la renovación. Para que ese discurso funcione hay que ocultar prolijamente el pasado debajo de toneladas de palabras, videos, slogans, jingle y eventualmente discursos de autoayuda.
"Por la positiva" es el resumen de esa estrategia. Lo insólito es que el candidato de la oposición pudo elegir esa consignar porque el país funciona, avanza, obtiene resultados, como dijo Danilo Astori en una reciente columna. En ninguna elección anterior nadie de la oposición o incluso oficialista hubiera podido utilizar esa consigna. Por la positiva, es el reconocimiento más claro de que lo POSITIVO, es la situación general del país. Es la mayor operación de encubrimiento marketinero electoral que yo haya visto.
Incluso con un giro realmente insólito, el último video elaborado por la campaña de Lacalle se apropia de todo lo que hicieron los gobiernos frenteamplistas, mientras algunos compañeros siguen casi por la misma senda del malhumor. Cuando se despierten del gobierno en disputa, será tarde.
No hablar del pasado, no hablar de economía y hacer gestos. La designación de la contadora Azucena Arbeleche, ex directora de la unidad de deuda del Ministerio de Economía y Finanzas es una de esas movidas-gesto, simbólicas. Si se la analiza en profundidad, el tema asume otras características.
Nadie duda que es una excelente profesional especializada en el manejo de deuda del estado y que demuestra que los dos gobiernos del FA que crearon por primera vez una Oficina profesional de ese tipo tenían una actitud de apertura y de utilización de todas las capacidades nacionales, al servicio de una política económica y social y de un Proyecto Nacional. Es una designación que quiere reforzar la idea de que la conducción económica es una cuestión "técnica" y que en el fondo todos estamos de acuerdo en el manejo "macro económico"
Primero, nunca entendieron ni van a entender que por encima de la macro economía, está el macro país, su sociedad, su estrategia, la relación con la producción y el trabajo. Es la confirmación de una visión supuestamente técnica, pero profundamente política y conservadora. Es la economía desde la óptica de la deuda. Pero no de la deuda social, de la deuda productiva, de la deuda, laboral, de la deuda educativa y de la inversión pública. Es la estrecha visión desde las finanzas.
Una buena funcionaria, sin ningún peso ni experiencia política. Es toda una definición.
La economía, su estrategia y su relación con el Proyecto Nacional, lo hizo el gobierno. Es más se pudo aplicar una política de manejo de deuda que dio muy buenos resultados, porque el macro país funcionó, creció el PBI, creció el consumo porque la gente tuvo más plata y hubo más gente que se incorporó al consumo y al empleo (300.000 personas más).
Es la mejor síntesis de una visión de la política económica y sus prioridades en un hipotético gobierno blanco y colorado. La macro economía por encima e imponiéndose al macro país.
Los gestos de Lacalle, que algunos consideran un error, son parte de la estrategia se lo joven contra el pasado. No hay pasado, no hay responsabilidades, hay "Ahora". Y ese es el mensaje fundamental que transmitirán durante todos los próximos días. El marketing por encima de la política, es más, el marketing  contra la política.
Si alguno en la izquierda considera que nosotros tenemos que chocar en el mismo terreno, está muy equivocado, tenemos que chocar en el terreno de la realidad, no de la ficción y la imagen. Eso no quiere decir que tengamos que hacer una campaña de mala calidad. Al contrario, la realidad permite a hacer cosas mucho más profundas, serias y convincentes. Bien hechas.
Lacalle Jr. Dijo que se vendió la motosierra y compró fertilizante. Podría haber dicho abono...En realidad comienza a aparecer la motosierra rejuvenecida, refulgente. Es una motosierra camuflada de fertilizante, pero tiene hoja de sierra rotativa y corta lo mismo o peor, aso si acompañada de una buena musiquita y de rostros sonrientes porque no saben la que se viene. Y se viene.
Es la motosierra tratando de cortar todo el tema de los derechos humanos, como ya lo hicieron antes. Hay que olvidar, en eso el herrerismo tiene una historia llena de contradicciones para olvidar.
La política económica y social actual se cortará por lo más importante, por lo social y por lo laboral. Porque el costo laboral hay que cortarlo de raíz en el proyecto "Positivo", como hay que cortar las ceibalitas hasta dentro de diez años, o las transferencias para políticas sociales, como buscarán el sistema de debilitar las empresas públicas y hacerlas lo más raquíticas posibles.
Ajustar la economía desde esa visión obliga nuevamente a transformar el empleo, las leyes sociales y por lo tanto salarios y jubilaciones en el factor de ajuste. Ellos, los filósofos del liberalismo proponen reducir el déficit fiscal y reducir impuestos. Y eso no solo es imposible, es falso, esa es edulcorada la receta que nos llevó al desastre.
El gobierno de Jorge Batlle en el 2004, creció el PBI en el 7% por el rebote contra el piso de la crisis y sin embargo, ese mismo año 50 mil uruguayos cayeron en la indigencia y por lo tanto en la pobreza y alcanzamos el 39.6% de pobreza, 4 de cada 10 uruguayos eran pobres y entre los menores de 18 años la pobreza alcanzó el horror de 6 de cada 10 uruguayitos en la pobreza y la indigencia.
Lo que ustedes no verán en la publicidad de Lacalle, es hablar de igualdad, de derechos, de justicia social, de políticas sociales.
Las campañas electorales a veces convocan a la simplificación y a veces hasta la truculencia, pero lo más peligroso es que se transformen en grandes mentiras disfrazadas desde la política con envases engañosos y falsos. Ese es el mayor peligro de estas elecciones.
Lacalle es la vieja tradición conservadora, hasta por su propia experiencia personal, educativa y política empaquetada con un buen envase por la publicidad y la adaptación de todo, del discurso, de las propuestas, de los gestos a ese envase.
Entre otras cosas también van a ocultar el pasado de su propio partido. No hay más herrerismo y wilsonismo, todo es "ahora". Es el relato de un país nacido de un repollo, sin sociedad, sin historia, sin pasado y sin responsabilidades. Un relato falso de un país que no existe y que el 1 de marzo obligatoriamente volverá a la realidad. De nosotros depende que la realidad no sean cinco años de motosierra en nuestras vidas, en nuestros derechos, en la sensibilidad hacia los más débiles y que no vuelva a sobrevolar sobre el Uruguay la oscura nube de la desconfianza y de la duda, la peor de todas: si el país es viable.
Aún las verdades de a puño, necesitan defensores, promotores, luchadores.
PD. La idea de la motosierra no es original, me surgió escuchando a dos vecinas de La Teja. Me comentaron que ellas tenían preocupación por un eventual gobierno de Lacalle por la motosierra, una en su plan social de vivienda y la otra en el aumento constante de su jubilación durante los gobiernos progresistas.