El Este
La costa atlántica del departamento de Rocha tiene unas
mil construcciones ilegales y restan retirar unas cien en el balneario
de Punta del Diablo. La afirmación pertenece al Intendente
Departamental, Aníbal Pereyra, quien sostiene que las posibilidades de
crecimiento y mejora de recaudación están basados en superar esta
realidad.Para nadie es desconocido, que las dificultades en la costa de Rocha no son menores y que los riesgos de perder capacidad ambiental y por lo tanto crecimiento, obedecen principalmente al lastre de las construcciones ilegales que fueron apareciendo como hongos en los distintos balnearios. La realidad de Punta del Diablo en donde se estableció un plan de excelencia, la situación de Cabo Polonio, Valizas o la propia Aguas Dulces, son muestras claras de como se fue forjando una dura realidad a vista y paciencia del estado, incluso llegando este con servicios como luz y agua para quienes se fueron adueñando de los diversos lugares.
Para el Intendente de Rocha, Aníbal Pereyra, desde hace algunas horas haciendo uso de la licencia, tener una vista aérea de Aguas Dulces, impresiona por el grado de tugurización de una costa con indudable proyección, una situación que también la padecen balnearios brasileños próximos a la Barra de Chuy.
Afirmó, que ir superando estos inconvenientes a través del ordenamiento de las tierras y un adecuado uso de las mismas, cuando se sabe, que desde este lugar se puede obtener un crecimiento y una mejora sustancial para los habitantes ubicados en distintos puntos del territorio rochense, resulta prioritario.
Para el Intendente, Aníbal Pereyra, las acciones llevadas adelante en el territorio de las lagunas de Garzón y Rocha en cuanto a la planificación del territorio habilitó proyectos desarrollistas con probados resultados.
Por ese camino parece transitar el presente y futuro de Rocha, según lo expresado, de la visión del Intendente, Aníbal Pereyra.