Escritor y periodista Julio Dornel
Con material recogido en el Museo de la Memoria (Montevideo) hemos ofrecido en notas anteriores, algunos detalles sobre la historia de una empresa de transporte, que transitó durante 46 años entre Montevideo y Chuy. En esta oportunidad, como lo señalara el periodista Bernardo Pilatti desde El Fanal, “ al sentarnos nuevamente junto a la vieja Remington, bajo la luz del moderno tubo de acrílico, nos disponemos a escribir sobre lo que significo para el país “el último viaje” de la O.N.D.A. De todas maneras debe haber sido una tristeza infinitamente menor a la de los 1.200 empleados de la empresa que se quedaron sin trabajo.
Una tristeza más pequeña que la de aquellos que tuvieron en el viejo galgo un pedazo de su corazón y de su vida. Lo dijeron todos los titulares de la prensa, todo hacía suponer que al termino de las próximas 24 horas todo terminaría. El país sabía que la empresa no debería morir, porque era patrimonio de la historia. Sin embargo el editorial de Pilatti, se transformo en la crónica de una muerte anunciada, y el martes 4 de junio de 1991 a las 16 y 39 partía desde Chuy el último coche. Si bien no pretendemos ingresar en forma muy documentada puesto que existen varias versiones, queremos simplemente recordar situaciones y algunos personajes que fueron protagonistas y contribuyeron con su esfuerzo al desarrollo fronterizo. Todo había comenzado el 15 de setiembre de 1945 cuando se produjo la inauguración de COPE (Cooperativa de Ómnibus Punta del Este) entre Montevideo y esta frontera. Un año más tarde y como sucedía en todo el territorio nacional O.N.D.A absorbió la línea instalando su primera agencia sobre la calle Gral. Artigas. La importante labor desarrollada por la empresa en beneficio de todas las localidades del interior, facilitó su crecimiento cumpliendo con eficacia el servicio de pasajeros, cargas y correspondencias. En la memoria de viejos pobladores han quedado los nombres de quienes permanecieron al frente de la agencia durante 40 años; Evangelina Gamón, José González, Ramón Silva y un número importante de colaboradores entre los que recordamos a Jorge Castillos, Sergio Prato, “Bico” Decuadra, Ever Larrosa, Alcides Romero, Carlos Sorozabal, Rivera Correa, Beltran Rodriguez, Ernesto Feola, Wilson Peralta, Jorge Nieves, Estela Laborda, Roberto Almada, Javier Laborda, María Bobadilla, Gustavo Hero, Danirio Santos. Aramis Pereyra, Eva Amarilla, Conrrado Fernandez y muchos otros que durante 46 años integraron los cuadros de la empresa. Si tuviéramos que enfrentarnos a la difícil tarea de tener que elegir un funcionario para rendir un homenaje recordatorio de la empresa, nos detendríamos en el guarda Julio Pérez, que conjuntamente con el “Toto” Spadoni fueron los que inauguraron la línea entre Chuy y Montevideo. Esto sucedía el 15 de setiembre de 1945, cuando cuatro pasajeros y varios invitados realizaban la jornada inaugural, para encontrarse en la capital departamental frente al Club Social con el ómnibus que venía desde la frontera. Fueron más de 40 años ininterrumpidos por la ruta 9, durante los cuales el guarda Julio Pérez, vio crecer, estudiar y recibirse después a una generación que también acompañó en sus primeros pasos en la capital. Fueron jornadas interminables, con antiguas unidades y caminos en malas condiciones donde no siempre se llegaba. Por eso señalamos que aquellos funcionarios de O.N.D.A, fueron testigos y protagonistas de los principales acontecimientos que se registraron en esta población a partir del año 1945.
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Para el historiador local Lucio Ferreira la presencia de O.N.D.A. en esta frontera marcó una etapa importante en el desarrollo de la comunidad, en una época de muchas carencias y dificultades. “Aún no hemos olvidado el logo del perro overo, fueron muchos años que marcaron una época muy importante en el desarrollo del país y la vida de le gente. En cualquier camino y a cualquier hora pasaría un ómnibus de O.N.D.A. y con una valija o un apero para ensillar, nos solucionaba el problema del transporte. Muchas anécdotas, muchos funcionarios correctos y cordiales dispuestos a solucionar entre los que recordamos a Julio Pérez (el Cacharpa) el gordo Spadoni, Vierita, Molina y el “loco” Horacio Correa. En el caso concreto de Julio Pérez, fallecido, hicimos todo lo posible durante varios años para construir un refugio en la ruta 19 que conduce a 18 de Julio que llevara su nombre, cosa que todavía no hemos logrado”. Señalaba Ferreira que promediando el siglo pasado O.N.D.A. llegó hasta 18 de Julio cumpliendo de esta manera con una sentida aspiración de los habitantes de esta localidad. “El primer local estuvo habilitado en la casa de Walter Etchart a cargo de la señora Celeste García y posteriormente en dependencias del Hotel “HIPAVAN” de Segundo Ferreira, donde se desempeñaba como funcionario Wilson “Lolo” Romero. Luego funcionó en forma alternada frente a la plaza principal, junto al “Club Social 18 de Julio”, clausurando sus actividades el 30 de junio de 1991. Un recuerdo también para los funcionarios que desempeñaron tareas en estas agencias y que como Humberto Pérez, Sara Gatti, Titiño Torres y Leida Beorlegui”.