Escribe Juan José Pereyra Twitter@juano500
Este mediodía recibí un llamado del señor Juan Pablo Rodríguez, socio
del Restaurante Pionono de La Paloma. Estuvimos de acuerdo en hacer una
entrevista en la que él daría su versión de los hechos.
Una hora después el señor Rodríguez me envió un mensaje de texto en el que me dijo: “Juanjo, me llamaron de Presidencia de la República, que no dé notas ni haga nada. Si tú ya aclaraste en el Facebook, dejémoslo así y que pase rápido”.
Pido disculpas al señor Juan Pablo Rodríguez por hacer público su mensaje, debo hacerlo para cuidar mi credibilidad) y porque la información que publiqué pudo haber afectado a él, a su socio y a su negocio que es, además, un negocio familiar.
La información que publiqué fue chequeada con varias fuentes, algunas de las cuales me merecían total credibilidad. Reitero, me merecían credibilidad. Tengo registro de todos esos contactos.
En lo esencial ratifico que el vicepresidente de la República fue invitado a no estar en el restaurante.
El hecho, que no había trascendido, ocurrió en los primeros días de enero de este año. Por motivos que desconozco, esto fue dado a conocer anoche, domingo 28 de febrero a través de fuertes trascendidos según los cuales ocurrió el sábado 27 de febrero y que "el propietario del restaurante estaba detenido". Nunca hubo nadie detenido y no ocurrió esta semana, aclaro esos errores escritos en mi nota.
El hecho sí ocurrió en enero en forma pacífica y las partes no lo hicieron público. De lo por mí publicado lo que no es cierto es que se haya pronunciado la palabra ladrón, que hubiera sido el 27 de febrero y que el dueño del comercio hubiera estado detenido. Pido las disculpas del caso por ello al señor Raúl Sendic y a los propietarios de Pionono, señores Juan Pablo Rodríguez y Daniel Urioste.
Historia complicada,fuentes que dijeron, se desdijeron después y se contradijeron . No son cualquier fuente, son personas muy vinculadas al ámbito periodístico y político.
En lo que a mí respecta reitero mis disculpas al restaurante Pionono y sus propietarios.
Ratifico que el hecho existió. El vicepresidente de la República no pudo permanecer en un restaurante en La Paloma y debió retirarse
Una hora después el señor Rodríguez me envió un mensaje de texto en el que me dijo: “Juanjo, me llamaron de Presidencia de la República, que no dé notas ni haga nada. Si tú ya aclaraste en el Facebook, dejémoslo así y que pase rápido”.
Pido disculpas al señor Juan Pablo Rodríguez por hacer público su mensaje, debo hacerlo para cuidar mi credibilidad) y porque la información que publiqué pudo haber afectado a él, a su socio y a su negocio que es, además, un negocio familiar.
La información que publiqué fue chequeada con varias fuentes, algunas de las cuales me merecían total credibilidad. Reitero, me merecían credibilidad. Tengo registro de todos esos contactos.
En lo esencial ratifico que el vicepresidente de la República fue invitado a no estar en el restaurante.
El hecho, que no había trascendido, ocurrió en los primeros días de enero de este año. Por motivos que desconozco, esto fue dado a conocer anoche, domingo 28 de febrero a través de fuertes trascendidos según los cuales ocurrió el sábado 27 de febrero y que "el propietario del restaurante estaba detenido". Nunca hubo nadie detenido y no ocurrió esta semana, aclaro esos errores escritos en mi nota.
El hecho sí ocurrió en enero en forma pacífica y las partes no lo hicieron público. De lo por mí publicado lo que no es cierto es que se haya pronunciado la palabra ladrón, que hubiera sido el 27 de febrero y que el dueño del comercio hubiera estado detenido. Pido las disculpas del caso por ello al señor Raúl Sendic y a los propietarios de Pionono, señores Juan Pablo Rodríguez y Daniel Urioste.
Historia complicada,fuentes que dijeron, se desdijeron después y se contradijeron . No son cualquier fuente, son personas muy vinculadas al ámbito periodístico y político.
En lo que a mí respecta reitero mis disculpas al restaurante Pionono y sus propietarios.
Ratifico que el hecho existió. El vicepresidente de la República no pudo permanecer en un restaurante en La Paloma y debió retirarse