El líder blanco Jorge Larrañaga quiere evitar que el mujiquismo avance y recorre el interior para intentar arrebatarle departamentos que están en manos del Frente Amplio
Leonardo Pereyra @LeoPereyra5 -
El Observador
Por estas horas, el líder blanco Jorge Larrañaga está un poco preocupado y bastante ocupado. Sucede que las circunstancias electorales lo están obligando a convertirse en una de las principales puntas de lanza en una batalla con rivales que tiene bien identificados: el expresidente José Mujica, el Movimiento de Participación Popular (MPP) y sus aliados en todo el país.
“Esto es entre el Partido Nacional y el MPP”, dijo a El Observador uno de los principales asesores del orientador de Alianza Nacional, quien está recorriendo el interior para respaldar a los candidatos municipales de todos los sectores blancos.
Entre otras batallas, Larrañaga deberá plantar bandera particularmente en “la heroica” Paysandú y en la siempre nacionalista Cerro Largo en donde los referentes del Movimiento de Participación Popular han puesto los ojos.
“(Ganar en Cerro Largo) sería como tomar el cuartel general en medio de una batalla”, ha comentado el expresidente Mujica a sus allegados según informó el semanario Búsqueda.
“Mi mayor satisfacción sería que el Frente ganara Cerro Largo porque los blancos se nos suicidan. El pago de Aparicio… jajaja”, comentó y se rió la esposa de Mujica, Lucía Topolansky, quien se postula como candidata a la intendencia de Montevideo.
En la capital, el avance de Topolansky preocupa a los dirigentes blancos y colorados quienes temen que muchos votantes de esos partidos sufraguen por el socialista Daniel Martínez para evitar que la comuna quede en manos de la exguerrillera.
En Cerro Largo la principal pugna se dará entre el nacionalista Sergio Botana que va por la reelección y el director del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Luis Alfredo Fratti, un hombre leal a Mujica.
En Paysandú, el blanco Bertil Bentos pelea por quedarse en el gobierno y lo amenaza el emepepista y exvicepresidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Juan José Dominguez.
Pero, además, los blancos pretenden recuperar la intendencia de Rocha que disputan con bastante paridad el diputado mujiquista Anibal Pereyra y el diputado nacionalista José Carlos Cardoso.
El nacionalismo también quiere desembarcar en Artigas en donde la emepepista Patricia Ayala pretende ser reelecta y el exdiputado blanco Julio Silveira le pelea el poder. En Maldonado, el diputado mujiquista Darío Perez es el frenteamplista favorito para suceder a Oscar de los Santos, y los blancos buscan quedarse con ese departamento a través de una tríada formada por Enrique Antía, Rodrigo Blas y Martín Laventure.
De ganar esos departamentos, los blancos estarían logrando un doble cometido: recuperar terreno perdido y sacárselo al MPP que ha tenido una creciente hegemonía dentro del Frente Amplio.
El Partido Nacional gobierna hoy 12 intendencias (Soriano, Río Negro, Tacuarembó, Cerro Largo, Treinta y Tres, Flores, Paysandú, Colonia, Durazno, Florida, Lavalleja y San José).
En declaraciones a El Telégrafo de Paysandú, Larrañaga lamentó que “desde algunos sectores del Frente Amplio se recorra el camino de la descalificación, del agravio, de la adjetivación como instrumento político descalificante”.
“Hay sectores del Frente Amplio que apuestan a esa suerte de enfrentamiento sistemático que divide al país, que profundiza el tajo de la sociedad”, dijo en referencia al MPP.
Allegados a Larrañaga recordaron que el exintendente sanducero ya acordó “pelear espalda con espalda” con el otro líder blanco, Luis Lacalle Pou (Todos), para detener el avance del MPP en el interior y arrebatarle algunos de sus feudos.
Sin embargo, Larrañaga siente una responsabilidad extra en esa pelea ya que dirigentes de su sector gobiernan en ocho de las 12 comunas en manos nacionalistas
Larrañaga ya recorrió San José, Paysandú, Tacuarembó, Rivera y Cerro Largo, y la próxima semana estará en Florida.
“¡A la cancha!”, es el lema con el que los afiches de esa gira convocan a jugar al ataque.
