Las buenas temperaturas de las aguas oceánicas en las playas de Rocha y una interesante actividad de pesca artesanal ya forman parte de una estimulante invitación para los turistas que llegan de manera adelantada en la inminente temporada de verano.
El Este
Desde el laboratorio de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), la médica veterinaria, Graciela Fabiano, indicó que este ha sido un año peculiar, distinguiéndose por las buenas temperaturas de las aguas. «Han estado altas de manera sostenida, con lógicas variaciones, hoy un poco más frías se ubican en 22 grados y medio, con una salinidad de 20 gramos por litro de agua», informó.
En cada fin de semana ya son miles los rochenses que disfrutan de su paraíso y empiezan a llegar los turistas con segunda residencia para acondicionar las casas y cabañas, al tiempo que no faltan quienes disfrutan de la pesca.
Los pescadores artesanales constituidos en un motor económico con más de doscientos empleos a través de la captura, alistes de las artes de pesca, fileteado, transporte y vendedores se encuentran en plena actividad en el puerto de La Paloma y en las respectivas lagunas costeras. Su actividad se torna también en un atractivo para los turistas y una posibilidad de alcanzar una corvina, un gatuso y hasta una brótola definida como la reina del verano.
Pero si se camina por cualquiera de los arcos de playa desde El Gavilán, La Aguada y La Pedrera en el área de influencia de La Paloma o por Valizas, Aguas Dulces, La Coronilla hasta La Barra de Chuy, se pueden apreciar las almejas y los berberechos.
La frescura que otorgan estas aguas del Atlántico dan opción de poder observar las oleadas de caracoles negros que en el pasado reciente sufrieron una pesquería de significación.
Mientras tanto a nivel científico los expertos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos están llevando a cabo dos programas de monitoreos: biológico y ambiental tanto en las lagunas costeras como en el litoral atlántico.
La actividad se da en un período considerado clave respecto a las aperturas de las barras de las lagunas de Rocha y Castillos. El hecho que éstas se encuentren abiertas para el pasaje de las aguas atlánticas hacia las lagunas permite que los camarones en su estadio larvario o como jóvenes ingresen a los reservorios de crecimiento de las lagunas. En esos espejos de agua, de 8 mil hectáreas en el caso de la laguna de Castillos y de 9 mil hectáreas en la de Rocha, hay lugares donde se desarrolla el camarón como también existen áreas de reproducción para los peces estuarinos que se incorporaron al lugar, tales como: corvinas, lenguados, lachas o lisas. A estas últimas en las tranquilas aguas de la laguna de Rocha a media mañana se las ven saltando sobre la superficie en un espectáculo singular.
Hay sitios de las lagunas que ofician de cría de las especies y la semana que viene se realiza una primera evaluación para tratar de cuantificar ingresos o no del conjunto de peces. Los datos que vayan surgiendo se constituyen en una valiosa herramienta de información científica que se une a la empírica que disponen los pescadores artesanales que son entre 60 a 70 permisarios en las lagunas y un número similar con sus respectivas embarcaciones en el litoral atlántico del departamento de Rocha.
