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lunes, 25 de julio de 2016

AGENDA ELECTRÓNICA. EL NEGRITO DEL PASTOREO. Por Julio Dornel.




Estamos viviendo una verdadera tragedia, que puede llevarnos a la depresión existencial, en caso de que no encontremos el cuaderno que nos había  servido de agenda para mantener el contacto periodístico que reclama esta profesión. Hemos perdido el viejo cuaderno que nunca quisimos relegar para dar paso a la moderna y sofisticada agenda electrónica del celular. Nos parecía imposible que un aparato tan pequeño pudiera almacenar tanta información, con el agravante de no saber cómo eliminar los contactos inútiles que sirven solamente para recordar destinatarios que ya se fueron. El cuaderno en cambio facilita las cosas con solamente ir tachando en rojo los nombres de amigos y familiares cuyos números jamás discaremos. Por el momento estamos anotando nombres y direcciones en pequeños papeles que luego pasaremos a otro cuaderno o quizás a la agenda electrónica del celular, si nuestro nieto (6 años) nos ayuda. No podemos negar que estamos viviendo una gran desorganización, teniendo en cuenta que teníamos en el cuaderno algún e-mail que necesitamos URGENTE porque no lo tenemos. Sera muy difícil sobrevivir sin el cuaderno, teniendo en cuenta que ya hemos recorrido sin éxito los lugares donde posiblemente los hubiéramos dejado. Por el momento recordamos solamente el número de dos familiares distantes a quienes llamamos solamente en sus aniversarios. También nos asalta el temor de llamar a un amigo que ya no comparte la vivienda, cayendo en el error de hacer preguntas inoportunas. Hasta el momento ninguna información que nos pudiera llevar al paradero del cuaderno. Estamos pensando seriamente en el Negrito del Pastoreo, cuya imagen se transformó en el mejor amuleto para encontrar objetos perdidos. Se trata de una historia muy triste, relacionada con unas ovejas que se le perdieron al Negrito mientras las custodiaba. Según nos contaba el abuelo Celedonio en el siglo pasado, el castigo infligido al pobre Negrito, consistió en atarlo sobre un hormiguero donde murió calcinado por el sol. Como podrán imaginar tendremos que suspender la búsqueda del cuaderno y abocarnos de inmediato a la búsqueda de la imagen del Negrito del Pastoreo que nos pueda servir de amuleto…