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miércoles, 29 de octubre de 2014

Pedro Bordaberry: "Estamos todavía con las consecuencias de un golpe muy duro.Es obvio que fracasamos"

ENTREVISTA DE EMILIANO COTELO

EN PERSPECTIVA

espectador.com.uy

Pedro Bordaberry: "La falta de apertura de Vázquez es peor que la falta de experiencia de Lacalle Pou"

 

 

Tras una de las peores votaciones del Partido Colorado de este último domingo, su líder Pedro Bordaberry deberá evaluar qué rumbo tomar luego del balotaje. Hasta ahora ya se sabe que apoyará a Luis Lacalle Pou, pero ¿hará campaña junto con él? ¿De manera separada? ¿Asumirá su banca el año que viene? Estas y otras preguntas estuvieron en la entrevista en En Perspectiva, en la que asumió su responsabilidad por los resultados del domingo. "Me habré equivocado, pero quienes me conocen saben que yo procedo siempre de forma leal". Con respecto a su futuro, el líder de Vamos Uruguay dijo que lo decidirá luego de diciembre.

 (emitido a las 8.52 hs.)

EMILIANO COTELO:
Las elecciones del domingo depararon varias sorpresas. Entre las principales, sin duda, la votación del Partido Colorado (PC), 13%, el segundo peor registro de su historia.

No era lo que indicaban las encuestas, y mucho menos lo que esperan sus dirigentes y militantes, que apostaban a consolidar la recuperación que se había iniciado cinco años atrás, cuando Pedro Bordaberry se presentó por primera vez como candidato presidencial.

Con el senador Bordaberry, líder de Vamos Uruguay (VU), vamos conversar para examinar lo que pasó y lo que vendrá.

¿Cómo anda?

PEDRO BORDABERRY:
Estamos todavía con las consecuencias de un golpe muy duro, que recibimos todos. Pero hay que enfrentar la vida siempre, la vida sigue, así que hay que enfrentarla y mirar hacia delante.

EC - Decía que el PC tuvo el domingo la segunda peor votación de su historia. En 2004 había tocado el piso con 10%; en 2009, ya bajo su conducción, levantó hasta 17%. La semana pasada, cuando lo entrevistábamos aquí En Perspectiva, usted confiaba en superar aquella votación. Es más, ¡peleaba por ubicar al PC en el balotaje!

PB - Sí.

EC - Sin embargo, finalmente, la votación fue de 12,9%, cuatro puntos de caída. O, visto de otra forma, perdió una cuarta parte de sus votantes.

PB - Sí.

EC - ¿Qué ocurrió?

PB - No lo sabemos todavía. Obviamente fracasamos, eso está claro. Lo que ocurrió es eso, cuando uno retrocede y retrocede de esa forma y no cumple sus objetivos, fracasa. Vamos a tener que hacer un análisis muy profundo. Ayer resolvimos en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) hacerlo después de que termine el período electoral y cuando asuma el nuevo CEN. Porque el CEN que tenemos hoy es fruto de la interna de hace cinco años. Va a haber una elección de segundo grado en diciembre, en la que se van a elegir las nuevas autoridades, y ellas liderarán el análisis de lo que sucedió y las autocríticas, para tratar de identificar lo que se hizo mal y empezar de nuevo.

EC - Esta vez no cabe la queja sobre las encuestas. Por lo visto, en esta oportunidad las encuestas sobredimensionaron al PC en las semanas previas.

PB - No es una cuestión de si caben las quejas sobre las encuestas. Las propias encuestadoras también están haciendo una suerte de revisión de lo que está pasando. Creo que hubo algo raro que quizás todavía nos cuesta interpretar por parte de las propias encuestadoras y de nosotros mismos. En el caso nuestro tuvimos la mayor participación en actos que recordáramos. Todo parecía indicar lo contrario. Y las encuestadoras también nos daban más de lo que finalmente votamos. O sea que todos fuimos tomando decisiones sobre la base de información que claramente no fue correcta.

EC - En la práctica, el único partido que pierde votantes es el PC, y esos votos se distribuyen entre los demás. ¿Tiene una interpretación para ese hecho?

PB - Si usted mira lo que votamos blancos y colorados hace cinco años y lo que votamos ahora, es más o menos lo mismo, un punto menos. Si suma los dos, nosotros bajamos cuatro puntos y el Partido Nacional (PN) subió tres. Creo que hubo una polarización que se dio entre muchos uruguayos con un sentimiento de apostar a quien tenía posibilidades de sacar al FA. Se dio esa polarización, nosotros percibimos que se venía e intentamos romperla en la campaña. Pero si uno ve la sumatoria de uno y otro, más o menos… El Frente Amplio (FA) votó un punto menos que hace cinco años también.

EC - Casi igual, termina votando prácticamente igual.

PB - Casi igual. Pero parecería que gana un punto la Unidad Popular (UP), gana un punto el Partido Independiente (PI), perdemos tres nosotros y gana tres el PN.

EC - En el caso concreto del PC, esa línea de interpretación de que habría incidido una polarización que había llevado a muchos seguidores suyos a terminar volcándose por Lacalle Pou ahora, supongo que también puede atarse a otra posibilidad, la de que Lacalle Pou haya encarado la renovación para muchos votantes que hace cinco años representaba usted.

PB - Aclaro que todo lo que estoy diciendo es en condicional. No digo que haya sido la polarización, aunque a mí muchos me hicieron sentir que teníamos que privilegiar sacar al FA, había un sentimiento muy fuerte en ese sentido. Pero todavía no lo sabemos, hay que dejar pasar un poco el agua bajo el puente, que corra un poquito más.

EC - Pero esas líneas podrían explicar una parte de la fuga de votos colorados. ¿La otra no puede tener que ver con lo que ocurrió en la interna del partido, con la designación de Germán Coutinho como candidato a vicepresidente? Eso cayó mal en los sectores batllistas, y dicen los dirigentes de Batllistas de Ley (BL) que fueron escuchando ese malestar mientras recorrían el país durante estas últimas semanas.

PB - Sí, puede ser todo. Con seguridad debo de haber cometido algunos errores, porque obviamente la responsabilidad es del candidato, así que esa puede ser otra explicación. Nunca es una sola causa, de repente hay que buscar más en muchas, no decir que es solamente una. Pero sí, habrá que analizar todo eso después de diciembre, cuando termine este período electoral, con tranquilidad y asumiendo las responsabilidades cada uno. Yo el primero, ni que hablar.

EC - Y a propósito de comprender lo que está pasando en la sociedad uruguaya en los últimos años, agrego un punto más. Aparentemente, con los resultados del domingo a la vista, se nota que la sociedad uruguaya se corrió más hacia la izquierda. Porque el FA prácticamente mantiene su votación, pese al desgaste que implica gobernar y pese a los pronósticos; el PI aumentó su caudal de votos; UP creció e ingresa al Parlamento; hasta el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) nació y tuvo sus chances, y dentro del FA, a su vez, se fortalecen los sectores del grupo de los ocho, en el que Mujica, el Movimiento de Participación Popular (MPP) y el Espacio 609 juegan un papel de locomotora. ¿Puede estar allí una de las causas de la baja del PC, que se lo visualiza lejos de ese nuevo ambiente de izquierda o centroizquierda?

PB - Le agradezco la invitación a venir hoy a conversar aquí con usted, pero es muy pronto como para analizar las causas con seriedad y fundamento. No me animo a hacerlo en este momento. Todavía no enterramos el cuerpo, hagamos el duelo primero y después veamos qué herencia quedó. No podemos empezar a hablar de la herencia en la mitad del velorio, no es humano.

Pero sí, evidentemente pasaron muchas cosas. Pueden ser algunas de las que usted está mencionando. Pero me gustaría dejar pasar unos días para, sin el calor y la pasión y los dolores del momento, analizarlo con responsabilidad. Muchas cosas pueden haber pasado, sin duda.

EC - Como para terminar de romper hielo, hablemos del otro mal resultado que tuvo usted el domingo. Porque usted fue claramente el impulsor de la reforma que proponía la baja de la edad de imputabilidad a 16 años. No se aprobó: llegó al 47% y no al 50% de los votos emitidos, que era lo que se requería. ¿Cómo vio ese dato?

PB - Para empezar, es un dato importante. Yo no recuerdo cuánto obtuvieron los dos plebiscitos que impulsó el FA hace cinco años, que fracasaron también, el de la ley de caducidad y el del voto epistolar, pero me parece que no obtuvieron ese nivel de votación que obtuvo esta propuesta.

No se logró el objetivo, pero 1.100.000 uruguayos lo acompañaron. Es distinto de la votación del PC, hay que interpretarlo de forma distinta. Ahí hubo una manifestación de 1.100.000 uruguayos, 47% de los uruguayos, que no es poca cosa. Recordemos cómo es el sistema: usted absteniéndose o votando en blanco u olvidándose de colocar la papeleta está votando en contra. En esa circunstancia el 47% es una cifra muy importante. Esos 1.100.000 uruguayos fueron más que los votos de los blancos y los colorados…

EC - Fueron más que los votos de los blancos y los colorados, porque además dentro del PC y dentro del PN había sectores que no votaban el Sí.

PB - En el caso del PC eran muy pocos, pero en el PN eran una parte importante. Y muchos ciudadanos del FA votaron. Con lo cual creo que ahí hay un mensaje que nosotros los políticos tenemos que escuchar en materia de seguridad pública. No es una cuestión de mérito quién lo propuso, yo no puedo decir "mi propuesta la votaron 1.100.000 uruguayos" como mérito mío. Creo que la interpretación es que hay un sentir de los uruguayos acerca de lo que los políticos, la clase política y el gobierno tienen que hacer en materia de seguridad pública. Si hay 1.100.000 uruguayos pidiendo un cambio en la normativa, me parece que es algo que debiera escucharse. No para hacer eso que fracasó, pero sí como mensaje.

EC - Entonces no es un tema laudado, para usted volverá a la agenda.

PB - No, no, no, la propuesta de la baja de la edad de imputabilidad es un tema laudado por el pueblo, yo no lo planteo más.

EC - Está bien la puntualización.

PB - Eso ni que hablar, está laudado por el pueblo, y voz del pueblo, voz de Dios. No creemos que la mayoría se equivoque, tiene que ser respetado lo que se decidió. No vamos a plantear una nueva modificación a eso. Sí creo que, aun no habiendo alcanzado la mayoría, hay una voz de 1.100.000 uruguayos que están diciendo: "Che, no estoy conforme con esto, creo que hay que cambiar en esto". Tenemos que buscar la forma de interpretarlo para darle mayor seguridad.

EC - ¿Por ejemplo, en la campaña rumbo al ballotage? ¿Ese puede ser un acento de la campaña en pos de Lacalle Pou?

PB - Sí, lo dije el domingo de noche. Dije: "La posición del partido será fijada el martes que viene, yo voy a dar mi parecer personal, que no obliga al partido. Creo que el Uruguay necesita cambio en la seguridad y cambio en la educación". El FA propone seguir en el mismo camino en la seguridad, tanto que va a dejar al mismo ministro, y seguir el mismo camino en la educación. Y el doctor Lacalle, al igual que nosotros, propone cambiar en seguridad y en educación, que son dos sentires muy grandes de los uruguayos. Por eso personalmente voy a apoyar al doctor Lacalle.

EC - En los dos temas que manejó desde el FA le van a contestar que no, que en materia de enseñanza están proponiendo reformas. En esta campaña electoral han salido ideas que hasta ahora el oficialismo no había manejado.

PB - Hace 10 años que están en el gobierno. Me alegra que ahora cambien. En materia de seguridad no, dicen que van a seguir con Bonomi. Si gana Tabaré Vázquez vamos a tener cinco años más de Bonomi, cinco años más de estas políticas de seguridad. Me parece que no es bueno.

***

EC - Ayer el CEN del PC resolvió exhortar a los votantes que acompañaron a esa colectividad el domingo a que ahora respalden en la segunda vuelta la candidatura de Lacalle Pou. ¿Hubo algún acuerdo previo con el candidato del PN?

PB - No, no, no. Tanto que ayer se agregaron cuatro elementos a los ya mencionados de los cambios que queremos en educación, en seguridad, que entendemos que el FA no representa. Se agregó, a solicitud del sector BL, la parte impositiva, el tema del IRPF. Y se agregó también una noticia de ayer, que fue el anuncio del FA de que en esta etapa no va a buscar acuerdos o entendimientos con otros partidos, lo cual nos pareció que no era bueno. Se agregaron esos cuatro elementos.

Ahí yo salí, llamé al doctor Lacalle y le comuniqué que con esos cuatro elementos en los que queremos poner el énfasis lo vamos a recibir el lunes que viene a las dos de la tarde en la Casa del Partido Colorado. Eso fue toda la conversación que tuvimos.

EC - Se manifiesta el apoyo antes de que haya una negociación programática.

PB - Es que nos estudiamos las propuestas unos y otros durante toda la campaña. Entonces buscamos esos cuatro puntos en los que sabemos que vamos a tener entendimiento, porque conocemos las propuestas de ellos y ellos conocen las nuestras. Vamos a poner el énfasis en eso.

También es importante destacar que estos son apoyos sin pedir nada. Porque normalmente se decía: "Vamos a hacer un acuerdo, si vamos al gobierno a mí me toca esto…". No, esto es hacer lo correcto, la misma noche. Son formas de proceder que me parece que son distintas. Porque a veces cuando uno se reúne y sale de ahí y salen los apoyos alguno puede interpretar que es a cambio de algo. Esto no es a cambio de nada, esto es a favor del país. Nos parece que la mejor opción hoy es el doctor Lacalle con el doctor Larrañaga, frente al doctor Vázquez y el señor Sendic.

EC - El CEN aprobó esa posición, pero hubo protestas de varios dirigentes colorados por la forma en que usted se comportó en la noche del domingo, cuando anunció –aunque aclaró que era a título personal– que ya estaba respaldando a Lacalle Pou, e incluso fue, se hizo presente en el comando del PN en el hotel NH Columbia.

Menciono algunas de esas críticas. Fernando Amado, de su propio grupo (VU), y Tabaré Viera (BL) se quejaron de que esa decisión se adoptó sin haber consultado al CEN ni a los otros sectores del partido legitimados en las urnas.

Y hubo más, Alberto Iglesias (BL) renunció a su cargo en el CEN en protesta por esas decisiones suyas del domingo de noche que, dijo, son un ejemplo más de una costumbre suya de generarle hechos consumados al PC.

PB - Esas objeciones parecen ser más formales que de fondo. Sobre el fondo de la decisión no hay ninguna objeción de ellos, es sobre la formalidad. Creo en ese sentido –y hay mucha gente que lo puede atestiguar– que fui muy claro en cómo procedí en la parte formal. A los integrantes del grupo nuestro los llamé a todos el sábado, antes de la elección, para invitarlos personalmente a que vinieran el domingo para tomar la decisión juntos, y con muchos me junté. Con los que estaban en el interior no, porque no se podía, pero con los de Montevideo, caso Cantero, caso Amado, me junté en la sede nuestra e intercambiamos opiniones, y los invité para venir el domingo. A los otros los llamé personalmente, a Tabaré Viera, para que hiciera el esfuerzo de venir, como hacían otros dirigentes del partido el domingo de noche. Me dijo que iba a venir.

EC - Ayer cuando lo entrevistamos dijo que estaba en Rivera. Como es su costumbre, él espera los resultados electorales en su ciudad, Rivera.

PB - Yo sé, pero lo invité a venir.

EC - De todos modos, fue claro que de BL no fue nadie a la sede de VU.

PB - Está bien, pero déjeme terminar porque la parte formal es muy importante. Yo también invité al senador Amorín a que viniera el domingo de noche con su equipo. Invité al doctor Sanguinetti. Como Amorín no me confirmaba, le pedí al doctor Sanguinetti que hablara con él, y el doctor Sanguinetti habló con él y el senador Amorín dijo que iba a venir y no vino. Quiero que eso sea claro. Los invité a todos.

EC - Había un punto ahí que era por qué las reuniones tenían que ser en la sede de Vamos Uruguay, y no en la Casa del Partido Colorado.

PB - La sala de la convención del PC, por no haber tenido mantenimiento durante muchísimos años, no está en condiciones de recibir gente. Entonces una reunión de ese tipo se tenía que hacer en el pequeño patio que hay adelante, donde no entrábamos. Y nosotros teníamos esa sede ahí, que aparte habíamos resuelto, todos de acuerdo, hacer toda la actividad de la fórmula ahí, siempre. Lo hicimos, hicimos todas las presentaciones, vinieron todos a las presentaciones y las hicimos conjuntas, las presentaciones de programas, etcétera. Es más, hicimos el acto de cierre el jueves ahí y vinieron todos. O sea que no había objeción sobre eso. Y si el problema era reunirse ahí, me hubieran dicho: "Mirá, vamos a reunirnos en otro lado". Pero nosotros invitamos a todos. Fíjese la pequeñez de esto.

EC - Eso da la pauta de que los roces VU-BL, BL-VU siguen ahí.

PB - Sin lugar a dudas hay diferencias. Lo que quiero dejar claro es cuál fue mi forma de actuar, que fue clara, honesta, transparente, e invité a todos como correspondía. Invité a todos a tomar la decisión juntos. Y no lo digo hoy, hay testigos muy calificados de esas invitaciones y compromisos a concurrir. Ahora, si íbamos a tomar una decisión después de conocer el resultado, donde estábamos era donde había que tomarla. Con todos los que concurrieron, absolutamente todos, incluso con los de Ala Batllista, que concurrieron, nos fuimos a una sala, nos sentamos con los de VU y dije: "Esto es lo que sucedió, ha sido muy malo. Me parece que yo no puedo dar una opinión a título del partido, pero debo darla a título personal, debo hacer esto, por esto, esto y esto".

Le pregunté al expresidente Sanguinetti, que estaba presente, qué opinaba y él dijo: "Me parece que es así"; pidió la palabra Didier Opertti, habló; le pedí a Germán Coutinho su opinión, dijo: "Lo que vos decidas me parece bien". Le pregunté expresamente a Fernando Amado –y éramos 17, 18 ahí–, y él dijo: "Pedro, lo que tú decidas está bien, me parece bien". Otros intervinieron, terminamos, nos pusimos de acuerdo, salí e hice lo que habíamos convenido hacer todos los que estábamos ahí y los que concurrimos.

Obviamente no pude escuchar a los que no concurrieron, porque directamente no concurrieron. Pero sí quiero destacar la parte formal. En eso no erro. Me podrán decir que me equivoco, sin dudas, pero no que no actúo lealmente, no que no invito, no que no escucho. Escuché a todos, que quede bien claro. Después cada uno sigue su camino, pero cada uno se expresó y los que no vinieron… ¿qué voy a hacer?

EC - Llama la atención en especial la crítica que salió de su propio grupo, la de Fernando Amado.

PB - Está bien, si él no está de acuerdo que lo diga, no tengo problema. Pero en ese momento éramos 17, 18 personas y yo expresamente los miré, pregunté uno a uno, y él y Germán Coutinho me dijeron: "Lo que tú decidas está bien".

EC - ¿Por qué actuó de esa manera tan contundente en lo personal en la noche del domingo? ¿Por qué ya mismo manifestó el respaldo a Lacalle Pou y además fue al hotel NH Columbia? Vamos a la decisión personal, tal cual usted acaba de describirla. ¿Quiso marcar una diferencia con lo ocurrido hace cinco años?

PB - No, hace cinco años en la misma noche hice lo mismo. Salvo ir a ver al doctor Lacalle.

EC - Ahí está, no fue a ver al doctor Lacalle. Y después siempre hubo quejas de que usted apoyó, pero en la campaña en sí no puso toda la carne en el asador.

PB - Le voy a contar un par de detalles de hace cinco años y de ahora. Actuando lealmente también, antes de salir a expresarlo, llamé al doctor Tabaré Vázquez –él lo dijo incluso en su discurso– y le dije: "Doctor Vázquez, lo felicito por la votación que ha tenido". Él me lo agradeció mucho, hasta me dijo: "Usted es un caballero", a lo que le digo: "No, no, es lo que corresponde", y agregué: "Pero quiero advertirle que en lo personal voy a salir a dar mi apoyo al doctor Lacalle para que no haya sorpresas". Se lo dije expresamente. Porque me parecía que era lo que había que hacer.

Llamé al doctor Mieres para felicitarlo, no lo encontré, después le mandé un mensaje de texto, él me contestó un mensaje de texto. Y llamé al doctor Lacalle y le dije eso: "Te felicito, voy a dar mi parecer y voy a ir".

Hace cinco años, cuando pasó eso, resolví dar mi parecer y después les avisé a Mujica y a Lacalle padre que los iba a ir a ver. Me subí a mi camioneta y me fui a ver a Mujica, que estaba en el NH Columbia, y en el camino, cuando iba rumbo al NH, Mujica mandó decir que ya no estaba, que no fuera. Yo ya había anunciado que iba a apoyar a Lacalle. Entonces cuando me mandó decir eso, hace cinco años, en ese momento dije: "¿Qué hago? No voy a ver a Mujica, voy a ver a Lacalle…". Y avisé que no iba a ver a ninguno de los dos y me fui.

EC - Interesante, no conocía esos entretelones.

PB - Le estoy dando una primicia, eso no lo sabía nadie más que mis colaboradores. Esta vez, con la experiencia de hace cinco años, le avisé a Tabaré Vázquez: "Voy a hacer esto, voy por este motivo y por eso voy a tal lado". Me parecía que era la forma de proceder, que era lo correcto. Yo me he equivocado muchas veces en la vida y seguro me he equivocado en esta campaña; si no, no habríamos tenido este resultado. Pero en ningún momento me pueden decir que no he procedido lealmente. Me debo de equivocar, pero avisé siempre, cité siempre, convoqué siempre. Me habré equivocado, pero quienes me conocen saben que yo procedo siempre de forma leal y avisando. Tanto que a muchos me encargué de citarlos personalmente el sábado de mañana para el domingo, para tomar la decisión.

***

EC - En su discurso del domingo de noche, anunció que va a hacer campaña por Lacalle Pou durante todos los días que faltan para el 30 de noviembre. Concretamente, ¿cómo?

PB - En primer lugar, lo vamos a recibir el lunes que viene para comunicarle nuestro apoyo formalmente en el partido. Después recorreremos cada departamento explicándoles a nuestra dirigencia y a los adherentes los motivos por los cuales el doctor Lacalle Pou es el mejor candidato de los dos que quedaron, que por eso lo vamos a acompañar con el voto.

EC - ¿Va a realizar actos en el interior?

PB - Si es necesario lo vamos a hacer. Lo que tenemos que hacer es ir a hablar con la dirigencia. Ya muchos de nuestros dirigentes se han comunicado con los dirigentes del PN y les han comunicado que los clubes nuestros van a permanecer abiertos, se va a dar el apoyo en la entrega de la lista, etcétera. Y obviamente vamos a conversar con todos. Después de lo que sucedió decir que vamos a "hacer actos" es un poco ampuloso, pero lo vamos a acompañar, y si él quiere que lo acompañemos en algún acto, lo vamos a hacer, sin duda. No nos vamos a guardar nada.

EC - Todo indica que van a ser dos campañas paralelas. Ayer lo decía en esos términos el diputado Álvaro Delgado, cuando lo entrevistábamos aquí. No va a haber una campaña unificada.

PB - Yo soy muy respetuoso de esas cosas. Quien dirige la campaña es el candidato a la Presidencia, uno no se va a poner en esta instancia a decirle lo que tiene que hacer. Nosotros vamos a hacer una recorrida por todo el país, por cada departamento, en el propio Montevideo, explicándoles a la dirigencia y a los adherentes los motivos por los cuales creemos que el doctor Lacalle Pou es mejor candidato, porque propone muchos más cambios en la educación, porque propone cambios en materia de seguridad, porque está convocando a un acuerdo mucho mayor y más allá de las fronteras. Eso habla de las necesidades de la gente, de lo que los uruguayos necesitan, mejor educación y mejor seguridad. Por eso lo tenemos que acompañar.

EC - ¿Y la falta de experiencia de Lacalle Pou en cargos de gobierno? Ese fue un argumento que usted esgrimió para compararse con él hasta la semana pasada. ¿Ahora ya no cuenta?

PB - Cuenta, sí. Así como decía que ese era un punto a mi favor con Lacalle Pou, también decía que la falta de articulación y de apertura al resto de la sociedad de Tabaré Vázquez, que gobierna solamente con su partido, era un problema. Llegado ese momento, cuando hay dos instancias, uno pesa, uno espera que si gana Lacalle Pou podrá aportar la experiencia que tiene. Tabaré Vázquez dijo ayer que solamente va a buscar acuerdos dentro de su partido. Quedaron dos candidatos –uno esperaba ser uno de los que quedaran–, los dos con sus pros y con sus contras, y en este sentido creemos que los contras de Tabaré Vázquez, este esencial, que es no buscar un acuerdo del 100% de los uruguayos sino de una parte de los uruguayos, no es bueno. Eso es más importante que cualquier otra crítica que le hayamos hecho al doctor Lacalle.

EC - Suponiendo que se diera el triunfo de Lacalle Pou, ¿el escenario no sería enormemente complejo? ¿Cómo hace usted para pedir el voto por Lacalle Pou y Larrañaga en la segunda vuelta, cuando, suponiendo que ganaran, deberían gobernar con un Parlamento en el que no tendrían mayoría ni en el Senado ni en Diputados?

PB - En el Senado sí.

EC - Sí, pero un condicional. En el Senado podrían llegar a tener mayoría si acordaran además con el PI.

PB - Y con nosotros, con los colorados.

EC - Tendría que ser PN, PC más PI, si no, no habría mayoría en el Senado. Y en Diputados no solo la mayoría va a ser del FA, sino que además hay un diputado de la UP al que no veo acordando con Lacalle Pou.

PB - Ni con Tabaré Vázquez.

EC - ¿Entonces?

PB - Usted está hablando con alguien que fue ministro en un gobierno en absoluta minoría. Ese gobierno buscó acuerdos con otros partidos. Se buscarán acuerdos, supongo, por quien sea presidente. Primero el PN buscará un acuerdo con el PI, con el PC y con el FA para aprobar las leyes que haya que aprobar. En este período que termina el FA necesitaba votos más allá de sus mayorías para renovar los ministros de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal de Cuentas, de la Corte Electoral, etcétera, los vino a buscar y acordamos más allá de las fronteras del FA, generosamente. Supongo que eso será el arte de la política que tendremos que desarrollar todos, buscar acuerdos con muchos. Usted hoy temprano cuando entrevistaba al senador Agazzi iba por esa línea también, le preguntaba: "¿Y ustedes en ese caso van a hacer una oposición…?", y él decía: "No, no es tan así". Hago mías las palabras suyas hace un rato con el senador Agazzi. Me veo tentado a preguntarle a usted lo que usted le preguntó a él.

EC - Es que voy haciendo las preguntas simétricas según el caso.

PB - Lo entiendo, pero voy escuchando.

EC - Porque uno de los riesgos es el de un gobierno bloqueado.

PB - Siempre son los riesgos los gobiernos bloqueados. Está en la habilidad de cada uno lograr los desbloqueos y trabajar para eso. Pero creo que hacemos mal en plantear esos escenarios bipolares de bloqueos, porque nos haría mucho mal como sociedad, nos meteríamos en el camino de Venezuela, con una sociedad totalmente enfrentada, partida al medio. Una sociedad que no escucha a la otra mitad. No es lo que queremos. Ese es uno de los motivos por los cuales nos parece que sería bueno plantear este escenario de un gobierno del PN obligado a buscar acuerdos con todos, los colorados, los independientes y los frenteamplistas, y los de UP también, con todos. Uno tiene que plantearse siempre esa posibilidad.

Ahora, fíjese cuál fue la respuesta que le dio el senador Agazzi a usted: "Ah, bueno, pero ese gobierno no va a poder gobernar". ¿Cómo no va a poder gobernar? Si yo le traigo una buena ley, senador Agazzi, ¿usted no me la va a votar si es buena para el Uruguay? Creo que me la tendría que votar, si es buena para el Uruguay la vamos a votar. Nosotros hemos votado en este período leyes que presentó el FA que nos parecían buenas. Yo supongo que el FA, y el senador Agazzi, si la ley es buena, por más que provenga de un gobierno de otro partido, la van a votar. Porque el Uruguay está primero.

EC - A propósito de cómo va a hacer campaña usted, ¿qué importancia hay que darle a ese anuncio que hizo el domingo de noche a Pablo da Silveira y que fue grabado por un periodista de Océano FM…

PB - (Se ríe.) ¡Uy, qué complicado está usted hoy!

EC - … "vine para que hagan mierda a Tabaré Vázquez"?

PB - Eso fue un error, fue relacionado con algo que está pasando hoy, que es una información que hay sobre Ancap muy importante. Ancap perdió 200 millones de dólares –están diciendo que 169– el año pasado. Y aumentó su pasivo en 1.600 millones de dólares en los últimos años. Tenemos todo un estudio hecho por nuestro equipo. Pero yo no tendría que haberme referido de esa forma. Usted sabe que cuando es tal el ruido ambiente se escucha menos y uno trata de ser más gráfico.

Me recordaba uno de mis asesores que venía conmigo en el auto que yo le había dicho "nos hicieron mierda" en la elección. Pero no es una forma de hablar, y si ofendí a alguien, al doctor Vázquez o al FA, pido las disculpas del caso, como corresponde.

EC - Pero yendo al fondo del asunto, ¿efectivamente una de sus líneas de acción en la campaña rumbo a la segunda vuelta será esa, la utilización de documentos y estudios propios sobre los balances de Ancap que comprometerían a Raúl Sendic, que fue presidente de esa empresa?

PB - Sí, pero es lo que ya hice en la campaña previa. Obviamente, si alguien aspira a ser vicepresidente de la República y en su último año de gestión en una empresa pública perdió 200 millones de dólares y endeudó a esa empresa en 1.600 millones de dólares, es un argumento para decir: "Mire, el vicepresidente de la República, que muchas veces asume como presidente cuando el presidente viaja y toma decisiones, es una persona que en el manejo de una empresa monopólica del Estado en un año perdió 200 millones de dólares". No se va a enojar nadie, ni siquiera los del FA, si uno señala una debilidad de alguien que va a tener la máxima responsabilidad y resulta que perdió 200 millones de dólares el año pasado y aumentó el pasivo en 1.600.

EC - Ayer el diputado Álvaro Delgado decía que a su sector no le convence ese tono para la campaña, insiste con "la positiva".

PB - Está bien, pero esto se lo estoy diciendo, me parece que no es bueno ocultarlo. Lo voy a decir, lo he dicho.

EC - ¿Esa va a ser una de sus argumentaciones?

PB - No, no, creo que el camino nuestro pasa por educación, seguridad, lo que los uruguayos necesitan. Educación, seguridad, tenemos que cambiar. Es en lo que vamos a insistir en este tiempo. Búsqueda de acuerdos.

EC - Pero este asunto de Ancap va a estar en el discurso.

PB - En realidad no en el mío, hoy está en el Parlamento, en estos momentos. El senador Pasquet le está pidiendo al ministro Kreimerman que le dé las explicaciones de esto y de otras cosas que se han hecho en Ancap.

***

EC - ¿Qué pasará con usted como dirigente después de una performance tan floja como la que mostró el PC el domingo en las urnas?

PB - Yo he aprendido que uno nunca tiene que tomar las decisiones en momentos de euforia o de depresión o tristeza. Porque si las toma en momentos de euforia, de repente se compromete a más de lo que se tiene que comprometer. Y si las toma en momentos de tristeza o de depresión, como este, por ahí no toma la decisión correcta. Así que voy a dejar pasar un tiempo…

EC - Eso quiere decir que está tentado de irse.

PB - No, quiere decir que voy a dejar pasar un tiempo para analizar la situación con mucha autocrítica.

EC - Pero la banca en el Senado, ¿la asume?

PB - Voy a dejar pasar un tiempo para analizar todo y ahí voy a dar la respuesta. Hoy no se la puedo dar porque no la tengo. Tengo que analizar eso. La política es la representación genuina de otras personas, y si uno asume la representación genuina de otras personas, ideas, principios, convicciones, en los que cree, asume una responsabilidad. Entonces uno va a poner todo eso arriba de la mesa y asumirá su responsabilidad y tomará la decisión. Pero no es bueno tomarla en este momento, sobre caliente. Le decía gráficamente a un amigo que ayer me lo preguntaba: "Todavía está el cuerpo en el cajón, no lo enterramos, estamos en el velorio. Vamos a no discutir por la herencia en este momento". Primero tenemos que velarlo, hacer el duelo, tomarnos un tiempo y después ver cuál es el futuro. Y asumirlo sin ningún tipo de drama ni nada.

***

Transcripción: María Lila Ltaif

martes, 30 de septiembre de 2014

" Luis Lacalle Pou no es capaz de dirigir un quiosco"


Si de algo debemos alertar a todos los uruguayos, es de que Luis Lacalle Pou, dicho esto con la mayor seriedad, no es capaz de dirigir un quiosco. La primera reflexión que debiera hacerse sobre esta candidatura es que está construida sobre una tremenda irresponsabilidad. En primer lugar del padre y de la madre quienes –convencidos de que Lacalle Herrera no podría ser nuevamente electo presidente por su imagen pública– hicieron jugar todo su peso político para que su hijo fuera el candidato.


POR: Alberto Grille - PUBLICADO el Domingo 28 de septiembre, 2014 
 
Editorial
En segundo lugar, de los otros popes del Herrerismo que pusieron al muchacho pa’presidente desentendiéndose del futuro; y en tercer lugar, del propio candidato que cuando se mira al espejo debe de ser consciente de que al menos le falta algo.
Este muchacho que ya recibido de abogado, a los 26 años, se autodefinía como “un mantenido profesional” y que no pudo sostener un debate con jóvenes estudiantes de la Universidad de Montevideo por su incapacidad para responderles, hace algunos días tuvo que participar en una reunión de nueve horas en su mansión de La Tahona, nada menos que para ponerse de acuerdo con sus propios asesores (casi todos ex compañeros del British y de los parties de Carrasco y José Ignacio, o de excursiones de surfing en playas exóticas). La reunión con sus asesores más directos fue un verdadero gallinero. Esta vez el escándalo no lo armaron los mellizos del dueño de casa, sino los más grandecitos.
Los chicos del British hicieron silencio porque de antemano sabían que el propósito de los que dirigían la campaña era mantenerlos callados. Los expertos en elecciones, y particularmente el jefe de campaña, Nicolás Martínez (quien representa al padre del candidato), y el publicista Roberto Lafluf hacían malabares para mantener callado también a Cuquito, a quien silenciar –sobre todo en una reunión en su casa– es una proeza para titanes. Al día siguiente, uno de los asistentes interrogado por mí en un bar céntrico, me dijo lacónicamente: “Es lo que me tocó”.
Ahora bien, el peligro es que ese conjunto de personas lideradas por el “joven maravilla”, si llega al gobierno, podría llevar al país a una situación crítica –si no caótica– por lo improvisado del candidato y la debilidad del programa y la coalición que enarbola, y por la fortaleza política del bloque antioligárquico. De ahí a otro “pachecato” regido por medidas prontas de seguridad –las que siempre quiso imponer su padre para enfrentar las movilizaciones obreras que provocaron sus medidas económicas y antisindicales– hay sólo un paso.
La conducta muy autoritaria del gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera fue contenida por un más prudente contrapeso colorado. De ser electo Luis Lacalle Pou en esta elección, Bordaberry –cuya ideología está muy en sintonía con el autoritarismo– no oficiaría de contención a la tradición herrerista. Muy probablemente Bordaberry será su ministro del Interior; máxime si prosperara la aspiración de los colorados y particularmente el ofrecimiento que le hiciera Cuquito el día que visitó a Bordaberry en su casa para pedir disculpas.
Ese profundo desorden en sus equipos, si es que así puede llamárselos –ya que gente como la designada ministra de Economía, Azucena Arbeleche, y el candidato a presidente del Banco Central, Juan Dubra, viven escondidos–, no impide que el candidato sea coherente en un programa profundamente reaccionario que viene de muy lejos, en el cual está ensobrar el “Sí a la baja”, reducir el gasto público (en realidad, la inversión social) en 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto (825 millones de dólares) y no aumentar impuestos a la actividad agropecuaria.
Detrás de esas medidas declaradas estarán, seguro, las destinadas a reducir, debilitar y si se puede privatizar, empresas y bancos públicos, y destruir en lo que se pueda la educación pública para tener solamente una educación “para ricos”, teniendo en cuenta frases como que con las ceibalitas “estamos generando idiotas informáticos, o mejor dicho, idiotas recreadores”, pronunciada por la bella y amable Graciela Bianchi (aunque después fue desautorizada por el candidato que, sin embargo, la colocó como candidata a ocupar un lugar en el Senado y eventualmente una banca en Diputados). Vayamos a los hechos.

Anochecer de una semana agitada

El 11 de setiembre el Cuquito cantó ‘Mi noche triste’, ya que en el torbellino de soberbia pituca en que venía envuelto no tuvo mejor idea que afirmar que iba “a dirimir en los juzgados penales” su pleito con Juan Pedro Bordaberry, que lo había acusado de “extorsión” según fuente tan insospechable como el semanario Búsqueda. Se arrastró a la residencia de Avenida de la Playa y ahí consiguió, tras dos horas de ruegos y la mención de que en caso de ganar le ofrecería el Ministerio del Interior, el piadoso silencio del hijo del dictador, uno de cuyos hermanos estuvo ennoviado en su momento con Pilar Lacalle Pou, antes de que ella se casara (por unos meses) con un príncipe europeo, cumpliendo un sueño nobiliario que conmovió a todo Carrasco. Durante algunas semanas hubo dos familias reales en la calle Murillo: la princesa D’Arenberg y la familia Lacalle Pou. Así, a la mañana siguiente (viernes 12), Luis pudo sentarse al lado de Pedro en el estrado de la Rural y pasarse toda la mañana intentando hablarle, sirviéndole agua, tocándose la nariz y arreglándose un pelo más rubio que nunca, mientras intentaba hacerse el malo con el doctor Tabaré Vázquez, el gran vencedor dialéctico de la jornada, que sólo le dispensó un frío y lejano silencio. Tanta agua le sirvió Luis a Pedro esa mañana que el candidato colorado le imploró que se detuviera antes de tener que levantarse a orinar.
El sábado 13 mantuvo una reunión en su mansión del lujoso barrio privado La Tahona con unas quince personas, entre las 10.00 y las 19.00 horas. Algunos conocedores del Partido Nacional señalaron que lo ocurrido era rarísimo y una prueba de las dudas e incertidumbres que aquejan al candidato. “Es inimaginable que Herrera, Lacalle padre o Wilson estuvieran tan pendientes y necesitados de sus asesores y laderos”. No es que no escucharan, pero sus reuniones eran breves y siempre resolvían por sí y ante sí, insistió un veterano conocedor de las internas blancas. En realidad, sí se adoptó una decisión no sin discutirla bastante acaloradamente. Larrañaga adquiriría protagonismo en ese tono pendenciero que lo aleja tanto de la positiva y Lacalle guardaría silencio, lo mismo que sus asesores más directos, evitando cometer errores.
Creyendo superados estos papelones y desdichas, Cuquito volvió a su alegre vida de candidato “puro marketing”, que oculta el pasado, se apodera de lo bueno de los contrarios y promete “un mañana que canta”, y el lunes 15, en Kibón, en uno de esos actos a todo trapo y llenos de banderitas, luces, estruendo y porristas con sabor a gringo presentó el programa impreso a color y en papel satinado. Todos contentos esa noche. Nada fuera del libreto.
Pero ya al día siguiente, para compensar a Pedro, Cuquito anunció que ensobraría la papeleta del “Sí” a la baja de la edad de imputabilidad penal de los 18 a los 16 años, y el bueno de Larrañaga tuvo que salir a ratificar que rechaza esta propuesta y que su sector no va a ensobrar. Linda muestra de unidad de pensamiento entre candidato a presidente y vice. Y tras cuernos, palos, porque ahí comenzó un coro de disonancias que no deja de chirriar.

Inconsistencias con sus asesores, agite en el Herrerismo

El 18 de setiembre la eventual ministra de Economía de Lacalle Pou, Azucena Arbeleche, para desmentir el creciente rumor de que “se borró” respondió una entrevista concedida a El Observador, en la que debió reconocer una monumental pifia referida a la cifra que supuestamente se podría ahorra por eliminación de los “muchísimos cargos de confianza”. Dijo El Observador: “En una primera instancia los blancos plantearon que sus recortes serían sobre los cargos de confianza. Hablaban de US$ 43,8 millones para recortar en esta área. Sin embargo, un trabajo del equipo de datos de El Observador determinó que los cargos de particular confianza en la administración central son sólo 164 y generan un gasto anual de US$ 9,7 millones. Además mostró que parte de los cargos que el Partido Nacional contaba en esa ecuación –considerados ‘imprescindibles’ en el último Presupuesto–, eran concursables y algunos ya se encuentran presupuestados”.
“Estoy al tanto del trabajo de ustedes, que fue muy bueno. En donde además se separó gobierno central de intendencias. Y se separó créditos presupuestales de las vacantes. Era información que en ese momento no teníamos”, dijo Arbeleche. Así de simple responde esta muchacha que ya le dijo a Lacalle: “Terminada la campaña política, bastó para mí”.
El jueves 18 el Pit-Cnt realizó un gigantesco acto en el centro de Montevideo, en el cual la central sindical señaló mediante el documento “Para que el Uruguay de los cambios no se detenga”, que si bien se mantiene independiente, no es ni puede ser neutral ante el acto eleccionario. El texto condenó a los “restauracionistas” por sus propuestas contra los intereses de los asalariados, como los que refieren a las negociaciones colectivas, accidentes de trabajo, presencia en organismos de dirección pública, etcétera. Otro frente para Cuquito, que cada vez que puede afirma con su soberbia de siempre que “no compartirá el poder” con los trabajadores. La noche del jueves 18, reiterando una actitud despectiva que ya es conocida, la Ec. Azucena Arbeleche faltó sin aviso a un debate sobre “Propuestas económicas de los partidos de cara a las elecciones”, realizado en la Facultad de Ciencias Económicas y organizado por la Sociedad de Economistas. Por el Frente Amplio concurrió el Ec. Gabriel Papa; y estaban en primera fila el ministro Mario Bergara; Pablo Ferreri, ex director de la DGI; y el jefe de la Asesoría Macroeconómica del MEF, Dr. Andrés Masoller. Por el Partido Colorado concurrió el Ec. Horacio Bafico, y por el Partido Independiente el Cr. Iván Posada. La “futura” ministra de Economía ya “no quiere Lola”.
Pero el viernes 19 estallaron para Cuqui chico problemas que pueden serle peores, ya que hacen a la interna de su propio partido, de por sí dividido en dos fracciones que todo el país sabe que se detestan, por decir lo menos, cordialmente. El veterano senador y ex intendente de San José, Juan Chiruchi, hombre que fue intendente de San José en la dictadura y que militó desde la primera hora de Lacalle Herrera, se pasó al larrañaguismo. Fue una de las tantas respuestas al sistemático relegamiento que Cuquito, envuelto en la fantasía de su liderazgo, viene haciendo de los “viejos” herreristas. “El príncipe encantador” encumbró a figuras como Arbeleche, Pablo da Silveira y Juan Dubra, que se suman a su pequeña “corte real” formada por Martín Lema, Felipe Algorta y Stefano Facio; y a los también “jóvenes políticos” como Álvaro Delgado, Javier García y Carlos Enciso. Estos encumbramientos, junto con el de Graciela Bianchi y Jorge Saravia, ambos compensados por su traición a la izquierda, así como el desplazamiento de Armando Castaingdebat, ex intendente de Flores, suponen la marginación de la “vieja guardia de hierro”, como el publicista Antonio Mercader, Ignacio de Posadas; y de los “barones” de la lista 71, como Gustavo Borsari, Jaime Trobo, y los senadores Luis Alberto Heber y Gustavo Penadés, relegados nada menos que a los lejanos quinto y séptimo puesto en la lista al Senado. De los derrotados en las internas ni hablar: no hay horizonte ninguno para el hoy senador Francisco Gallinal, Analía Piñeyrúa y muy poco para Jorge Gandini, Lafluf, Zimmer y la intendente de Lavalleja, Adriana Peña. Acaso haya sonado la hora de viejas venganzas: en las elecciones de 2004, siendo Larrañaga candidato a presidente, Heber, Chiruchi y Penadés no permitieron que Luis Alberto Lacalle fuera senador, así como antes habían “matado” la candidatura presidencial de mamá Julita, e incluso dificultaron la elección del propio Lacalle Pou. Pero en política nada es gratis, y la ida de Chiruchi, un hombre con votos y peso propio, es una muestra clara de ello. “No hay que descartar que alguno de los ‘muertos’ vote en blanco en el balotaje” se escuchó decir en mentideros del Herrerismo. Y tampoco que muchos wilsonistas voten al final a Tabaré, si hay balotaje…
Desde el larrañaguismo los tiros ya parecen haber empezado, y directo a la cabeza. Según informó Búsqueda el jueves 18, el candidato a la vicepresidencia, Jorge Larrañaga, criticó severamente la actuación como “lobbysta” del Dr. Ignacio de Posadas, figura consular del Herrerismo, ex senador y ex ministro de Economía por este sector entre 1992 y 1995, debido a que su estudio defiende los contratos firmados en 2010 por Ancap con la estatal PetroEcuador y la multinacional holandesa Trafigura. Si bien habló “en nombre de la fórmula”, lo que puede haber sido fruto de presión porque es muy difícil pensar en Lacalle Pou atacando a “sus primos” los Posadas (descendientes de aquel Gervasio de Posadas que fue derrotado por Artigas en la Batalla de Las Piedras), fue durísimo al declarar al semanario mencionado que: “Más allá del ejercicio de su profesión, el Dr. De Posadas está protagonizando una interferencia política manifiesta e inaceptable que nos provoca un profundo malestar”. Criticó “la duplicidad” de De Posadas que “por momentos se pone el traje de político en la prensa y en otras ocasiones usa la política para la defensa de intereses particulares en el marco de su profesión [...] Sus tratos con el Estado y con multinacionales acusadas de corrupción nada tienen que ver con el Partido Nacional”, finalizó, olvidando que hizo oídos sordos a las denuncias que se hicieron mientras De Posadas fuera ministro de Economía durante el gobierno de Lacalle Pou, cuando la diputada Elisa Carrió lo acusó de usar su investidura de ministro para detener un allanamiento en la Ciudad Vieja en la que se investigaba las denuncias que ella hiciera ante la jueza Cervini de Cubría por lavados de activos en los que participaban empresas off-shore creadas, asesoradas y administradas desde el estudio de Posadas, Posadas y Vecino.
Por lo pronto y volviendo al círculo más recoleto, a pesar de que El País señaló que las descabelladas afirmaciones de Juan Dubra Estrada y Bianchi serían respaldadas por el candidato, Cuquito tuvo que salir a desautorizarlas por “políticamente incorrectas” (léase: compartibles pero inconvenientes). En el programa de Canal 4, Uruguay decide, Lacalle Pou sostuvo que “es evidente que en 2004 no estábamos mejor”, y también refutó las afirmaciones negativas sobre el Plan Ceibal. Defendió dicho programa y manifestó que lo mantendrá y mejorará en caso de ganar. Cuando se le insistió sobre la postura de Bianchi, respondió: “La posición es esta que digo yo”.
Quien golpeó duramente, como se merecen, esas tonterías, por llamarles de alguna forma, fue el vicepresidente Danilo Astori, quien declaró a la prensa: “Discrepo totalmente con esa interpretación. Me parece que la política económica que practicó el Frente Amplio en estos diez años se enmarcó en un conjunto de transformaciones estructurales e institucionales sin las cuales no hubiera sido posible obtener estos resultados económicos. [...] Uruguay hizo muchos cambios que se debieron a políticas públicas especialmente diseñadas al efecto. No puedo aceptar que se formule una interpretación de ese tipo. Uruguay vivió una crisis muy importante en 2001 y 2002, una crisis que en gran medida se debió a errores de política económica de aquel entonces. Luego se salió de la crisis, a mi juicio por un camino que incluso apoyamos en su momento, pero no se puede decir que lo que vino después se debe a eso. Lo que vino después se debe a las transformaciones que se hicieron en el país y que no existían antes”.
Finalmente, Cuquito recibió también un palo de su “aliado” electoral, el Partido Colorado. El asesor en tecnología y telecomunicaciones de Pedro Bordaberry, Óscar Ventura, acusó a Azucena Arbeleche de plagiar la propuesta de no cubrir el 25 por ciento de las vacantes que se produzcan en la administración pública: “Acá vemos a la propuesta ministra de Lacalle copiando medidas de Bordaberry sobre no provisión de vacantes”, distribuyó por twit.

Consistencia en el conservadurismo

Donde sí concurrieron contentos Cuquito y “Azucena la ausente”, y se mostraron seguros, consistentes y firmes, fue a una actividad organizada por El País, la consultora Seragro y el IICA, titulada “Los candidatos responden al agro y a la sociedad”, que tuvo lugar el viernes 19 en la sede del edificio Mercosur. Allí, ante un auditorio repleto de empresarios rurales, latifundistas, Lacalle (jr) reafirmó que si resulta electo presidente no incorporará más impuestos al sector agrícola-ganadero, ya que sería profundizar la dicotomía campo-ciudad, y enfatizó que anunciar impuestos al campo en tiempos electorales “vende, pero es injusto”. Después de cargar las tintas en las propuesta del FA, cosa que sí “vende” entre la oligarquía ruralista, afirmó que “es partidario de que nadie pague el Impuesto de Primaria”, pero que “a Azucena no le va a gustar”. En realidad la opinión de la citada, que sonreía a su lado, no se supo, como no se sabe casi nada de su pensamiento, salvo que “los ministros de Economía no deben tomar decisiones políticas”, frase que pronto estará en el libro Guinness de mayores burradas económicas. Llorón como todos los de su clase social, Lacalle Pou Herrera Brito del Pino lamentó que las condiciones del agro han dejado de ser favorables: ¡pobrecitos! Uno no entiende por qué no regalan los campos a los peones y se van a trabajar a otro sector más rentable. Usando una enigmática expresión que utilizó en la Rural el viernes 12, afirmó que su eventual gobierno hará “una devaluación logística” para disminuir los costos de producción y producirá un “shock” de inversión en infraestructura vial. No indicó cómo lo financiará, porque seguro que con el ICIR no. Como todas las propuestas que pergeñan los Lacalle Herrera: serán los trabajadores, los jubilados y los verdaderos empresarios los que pagarán su insaciable voracidad y la de sus socios.

Conclusiones para la lucha

Cuquito no podrá o no sabrá manejar a sus asesores y candidatos y tendrá que salir a desmentirlos cada tanto para seguir siendo “políticamente correcto”, pero donde mantiene una férrea coherencia es en sus postulados reaccionarios: ensobrará el “Sí a la baja” para que los menores que crecieron en la pobreza y delinquen sean borrados de la superficie de la Tierra y encerrados en cárceles, para que no los vea la “gente bien”, o sea los espíritus cristianos del British, la Universidad Católica y la Universidad de Montevideo; reducirá el gasto, es decir, aplicará la motosierra (que no menciona porque es políticamente incorrecto), en especial en la inversión social en 1,5 por ciento del PIB (unos 825 millones de dólares) y no aumentaría impuestos a la agropecuaria, la actividad que se ha enriquecido en estos diez años y que sólo sabe pedir más reintegros en una voracidad vergonzosa, como se vio en el cierre de la Rural.
Se equivocan los que dicen que no hay que ver el pasado, pero más se equivocan los que no ven el presente de sus propuestas, claro como el agua: el dream team de los terratenientes está listo para diseñar a golpes el Uruguay más injusto posible, al gusto del 0,01 por ciento más rico de la población.
Es necesario lanzar “una admirable alarma” como en los tiempos del Protector: todo contra la oligarquía, y aquí están los antecedentes que la justifican.

*Publicado este viernes 26 de setiembre de 2014  en Caras y Caretas.

ELECCIONES: URUGUAY ES PORTADA HOY EN DIARIO ITALIANO

Elezioni
Uruguay: un momento storico

Il 26 ottobre si può scrivere la storia










El diario digital italiano L indro publicó hoy un artículo escrito por este periodista a un mes de las elecciones de octubre.
Este enlace lleva al artículo original, uno de los destacados de la jornada.

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 http://www.lindro.it/politica/2014-09-30/144251-uruguay-un-momento-storico#sthash.ob2PicNb.dpuf


Esta es la versión en español.

26 DE OCTUBRE: ELECCIONES NACIONALES
URUGUAY ANTE UN MOMENTO HISTÓRICO

Escribe Juan José Pereyra Twitter@juano500

Los próximos treinta días serán decisivos para determinar el rumbo político que tomará este pequeño país sudamericano. Uruguay tiene hoy gran visibilidad internacional por la peculiar personalidad de su presidente, por varias reformas garantes de nuevos derechos, por una política macroeconómica exitosa y por cambios en las políticas sociales.
Leyes como la despenalización del aborto,la legalización de la venta de marihuana y el casamiento igualitario han puesto al país en el centro de las miradas de medios de comunicación, gobiernos y ciudadanos en todo el mundo.

HECHO HISTÓRICO : EN 2005 LA IZQUIERDA LLEGÓ AL GOBIERNO

El pasado 22 de julio, L indro publicó un artículo que planteó la pregunta ¿“La izquierda continuará gobernando Uruguay”?
Se analizó allí la llegada al gobierno por primera vez en marzo de 2005 del Frente Amplio, una coalición de partidos y sectores de izquierda y centro izquierda fundada en 1971.
El fenómeno del Frente Amplio es ampliamente estudiado en el mundo porque es la única alianza político electoral de la izquierda que se ha mantenido por más de cuatro décadas con importantes experiencias de gobierno, tanto en Montevideo desde 1989, el mayor distrito electoral del país hasta la actualidad, como a nivel nacional y de otros departamentos (provincias) desde el 2005.
El primer presidente frenteamplista fue el médico Tabaré Vázquez, dieciséis años después de haber asumido como intendente de Montevideo.
Al culminar su primer mandato, el Frente Amplio logró un segundo período de gobierno de cinco años con el triunfo de José Mujica, uno de los líderes en los sesenta y setenta de la guerrilla tupamara
En aquel artículo del 22 de julio se hizo un análisis de la llegada del Frente Amplio al gobierno y la nueva situación que el país enfrenta hoy.
El sistema de partidos en Uruguay está compuesto además por el Partido Colorado y el Nacional (los dos partidos históricos), el Partido Independiente, Unidad Popular (coalición de pequeños partidos a la izquierda del Frente Amplio) y varios partidos testimoniales.
Tabaré Vázquez es nuevamente el candidato del Frente Amplio y su postulación ha sido resistida al interior de la fuerza política aún después de haber triunfado en la elección interna de junio pasado. Un número desconocido de frenteamplistas , contrarios a la figura del ex presidente, podría votar en blanco o anular su voto en la elección nacional. Cuántos son y qué incidencia puede tener su decisión en el resultado electoral es algo que nadie conoce.
El Frente Amplio es la primera fuerza política de Uruguay desde hace casi veinte años.
Una reforma constitucional estableció en 1996 nuevas exigencias para llegar al gobierno. Para ganar la presidencia se debe obtener el 50 por ciento de los votos válidos. Si ningún candidato lo logra, el presidente se elegirá en una segunda vuelta o ballotage entre los dos más votados,un mes después.
En octubre de 2004 Tabaré Vázquez ganó la presidencia con el 50,45 por ciento de los votos válidos, lo hizo por lo tanto en primera vuelta y el Frente Amplio obtuvo mayoría absoluta en ambas cámaras legislativas.
En octubre de 2009 José Mujica no pudo ganar en la primera vuelta, debiendo enfrentar un mes después al candidato del Partido Nacional. El Frente Amplio, con el 49,34 por ciento, mantuvo en esa elección,la mayoría tanto en Diputados como en el Senado.
Durante los últimos años las encuestas de opinión pública indicaron que el Frente Amplio superaba a toda la oposición sumada, lo que sugería un posible tercer triunfo en primera vuelta o, en todo caso, una primacía tranquila en un eventual ballotage. En la segunda vuelta de noviembre de 2009 el presidente Mujica fue votado por el 54,63 por ciento mientras que su rival, el ex presidente Luis Alberto Lacalle, obtuvo el 45,37 por ciento.

2014: PANORAMA INCIERTO PARA EL FRENTE AMPLIO

En los últimos meses las encuestas de intención de voto comenzaron a anunciar que la oposición sumada empezada a superar al Frente Amplio y , casi en forma unánime, plantearon que si bien el Frente Amplio sigue siendo la primera fuerza política,es muy probable que no obtenga mayorías parlamentarias y que se deba ir a un ballotage .
En ese artículo publicado por L indro el 22 de julio, se explicó lo que algunos analistas señalan como “desgaste” del Frente Amplio y el surgimiento de una figura nueva en la oposición, Luis Lacalle Pou, hijo del ex presidente que en 2009 perdió la elección con el actual presidente José Mujica.
El candidato presidencial del Partido Nacional ,de 41 años, tiene un planteo renovado y “por la positiva”, alejado del discurso conservador tradicional de su partido . Está apoyado en una muy importante movilización y una intensa campaña publicitaria en la que los spots televisivos han tenido fuerte impacto en especial entre los más jóvenes.
Desde el Frente Amplio se intenta mostrarlo como la “la vieja derecha disfrazada con ropaje renovado” y de ser un candidato “más producto de las técnicas publicitarias que de la realidad política”.
A mediados de agosto pasado una de las encuestadoras midió una intención de voto del Frente Amplio del 39 por ciento, lo que causó una conmoción a nivel de la izquierda. Si esas cifras se confirmaran el Frente Amplio no solo no podría ganar en primera vuelta, para lo que se necesita el 50 por ciento de los votos válidos, sino que podría perder en el ballotage.
Un mes después las cifras de las encuestadoras marcaban un incremento de dos puntos de la izquierda y una pérdida similar en la intención de voto de los partidos tradicionales.

SE DESPERTÓ EL BORRACHO”

Lucía Topolansky, primera senadora del Frente Amplio y esposa del presidente Mujica, dijo que la militancia frenteamplista, estaba “confiada y adormecida” y que esas cifras provocaron un susto que hizo “despertar al borracho”, usando una conocida expresión popular.
Con esas palabras explicó la situación de “cimbronazo” que sacó, dijo, a la fuerza política del letargo.
A partir de ese momento Tabaré Vázquez encaró la campaña electoral con una intensidad que no tenía, con más planteos programáticos y la fuerza política toda comenzó a desplegar una movilización mucho más fuerte, con una participación popular mayor a la tibia registrada hasta entonces.
Del lado de la centro derecha se han presentado también dificultades. Pedro Bordaberry, el candidato conservador del Partido Colorado, que aparece claramente como tercera fuerza en todas las encuestas, acusó a Luis Lacalle Pou de intentar “extorsionarlo” en un episodio político confuso que tensionó las relaciones entre los dos partidos.
Bordaberry intenta que si su partido queda tercero una vez más , tenga en octubre ,al menos un respaldo que le permita ser una fuerza con cierto peso a nivel parlamentario. Ambos políticos compiten por el mismo electorado contrario al Frente Amplio, lo que genera rispideces entre quienes serán socios en una segunda vuelta y en un eventual gobierno, si el Frente Amplio es derrotado.
El candidato más fuerte de la oposición, Luis Lacalle Pou, debió desautorizar a dos de sus asesores por caer en contradicciones con su discurso. Ha enfrentado también preguntas incómodas de periodistas y hubo un hecho que pegó con dureza de manera negativa en su imagen. Reconoció públicamente que hizo “alguna llamada” para que no fuera emitido un fragmento de unas declaraciones que había realizado unas horas antes ante todos los medios televisivos del país. Solo el canal oficial emitió esa parte de la entrevista mientras que los tres canales privados la silenciaron.
A medida que gana intensidad, la campaña electoral va ingresando al debate de los temas que más preocupan a la gente:seguridad,educación y economía, aunque no son los únicos.

UN IMPORTANTE NÚMERO DE “INDECISOS” INCLINARÁ LA BALANZA

Con las estimaciones al día de hoy, a treinta días de las elecciones, no es posible afirmar quién ganará la presidencia ni si el próximo gobierno tendrá mayorías parlamentarias.
Según las mediciones de las encuestadoras, el 15 por ciento de los habilitados para votar está “indeciso” o no manifiesta a quién votará. Son 330 mil personas en unas elecciones que se pueden ganar o perder por décimas de punto. Cada punto porcentual corresponde a 22 mil votos.

Sea cual sea el resultado,Uruguay está ante un momento histórico. Lo será si el Frente Amplio logra retener el gobierno con o sin mayorías parlamentarias y también lo será si la centro derecha logra recuperar el gobierno luego de diez años de administración del bloque progresista o de centro izquierda.
Si el gobierno que asuma el 1º de marzo de 2015 no tiene mayorías parlamentarias, el país puede vivir tensiones políticas y sociales muy importantes.
Uruguay tiene un sistema presidencialista, no parlamentario. El Presidente de la República es el Jefe de Estado y no necesita apoyo del Parlamento para formar su gabinete y definir sus políticas.
Lo que sí necesita es los votos para aprobar las leyes que le permitan gobernar. El escenario es el de dos bloques enfrentados ,cada uno representante de la mitad del país, obligados a negociar.
En este difícil panorama político aparece con fuerza un hasta ahora pequeño partido socialdemócrata, el Partido Independiente, algunos de cuyos principales referentes integraron en algún momento el Frente Amplio.
Este partido se define como de “izquierda democrática no alineada con ninguno de los dos grandes bloques dominantes”. El Partido Independiente fue fundado hace diez años y asegura ser el único “capaz de tender puentes” que permitan la gobernabilidad, su disposición a negociar y su apoyo a los proyectos políticos que coincidan con sus principios.
El Partido Independiente, según las encuestas, puede lograr cuatro diputados (hoy tiene dos) y un senador. Eso podría transformarlo en la llave que permita formar mayorías parlamentarias a un bloque ( el de la centro izquierda) o al otro, (el de la centro derecha), o facilitar acuerdos en ciertos temas entre los dos bloques.
Este peculiar escenario político también hace que Uruguay esté en la antesala de un momento histórico.
En treinta días comenzará a develarse lo que hasta hoy sigue siendo una incógnita.







lunes, 29 de septiembre de 2014

Oposición critica contratos directos pero intendencias blancas son las que más lo hacen


Cuatro comunas blancas concentran dos tercios de los vínculos laborales sin concurso desde 2011

  Federico Comesaña y Martín Viggiano 
El Observador

Los partidos de oposición pusieron sobre la mesa el crecimiento en el número de empleados públicos durante las últimas dos administraciones de gobierno, y el aumento de los cargos de confianza, como bemoles de la gestión frenteamplista. Sin embargo, los datos municipales muestran que la proliferación de vínculos con el Estado y la designación directa como mecanismo de contratación no son hoy patrimonio de la izquierda. Muy por el contrario, son las intendencias coloradas y, en particular, las del Partido Nacional las que se destacan en esos aspectos.
Un estudio realizado por el Equipo de Datos de El Observador a partir de información de la Oficina Nacional del Servicio Civil (ONSC) muestra que cuatro intendencias del Partido Nacional concentraron en el promedio de los últimos tres años 62,8% de las designaciones directas que se incorporaron a nivel municipal.
Se trata de las intendencias de Soriano, Río Negro, Durazno y Lavalleja, que contrataron un promedio anual de 1.325 empleados sin pasar por concurso entre 2011 y 2013. Esas jurisdicciones concentran, en su conjunto, 15,5% del total de los vínculos laborales de los gobiernos departamentales.
Entre las intendencias que más personal contratan de forma directa, recién en el quinto lugar aparece Salto, que pertenece al Partido Colorado, mientras que en noveno puesto aparece Artigas, de bandera frenteamplista.
Los intendentes cuyos departamentos concentran más contrataciones directas justifican el mecanismo en la eficacia y rapidez de la gestión. Defienden que los funcionarios de áreas como vialidad, obras o mantenimientos tengan vínculo con el Estado, y se distancian de aquellas comunas que optan por contratar empresas y tercerizarlo. Guillermo Besozzi (Partido Nacional), intendente de Soriano hasta hace dos meses, dijo a El Observador que de sus 1.400 funcionarios, la mitad están presupuestados y los demás trabajan con contrato de un año a término. Prefirió cortar contratos con empresas y tomar de forma directa a los trabajadores, para cumplir con tareas como vigilancia, poda, o cursos de cocina, pintura y computación, entre otros. “Eliminamos el negocio de las empresas, que los mataban (a los trabajadores) con lo que pagaban. Entonces instalamos la figura del zafral. Hay muchas intendencias que tienen 700 funcionarios, pero la misma cantidad de personas trabajan con las empresas tercerizadas. Son maneras”, comentó a El Observador.
La diferencia en el tamaño de los distintos gobiernos municipales genera distorsiones a la hora de ponderar la importancia relativa de las contrataciones directas. Por eso el Equipo de Datos de El Observador optó por expresar esas designaciones en relación a la cantidad de vínculos laborales que tenía cada intendencia al cierre de 2013.
En ese sentido, Soriano lidera en el número de contrataciones discrecionales, con 370 casos en el promedio de los últimos tres años por cada 1.000 vínculos laborales al final del período. En segundo lugar se ubica Río Negro, con 161 vínculos. Muy cerca le siguen Lavalleja y Durazno, con 147 y 141 designaciones directas por cada 1.000 vínculos, respectivamente.
La Intendencia de Salto –del Partido Colorado– ocupa el sexto lugar, con 85 designaciones en promedio por cada 1.000 vínculos de 2013. El Frente Amplio aparece por primera vez en el noveno puesto, con 34 designaciones directas en la Intendencia de Artigas.
Mientras que las intendencias contratan 2.111 funcionarios en promedio por año sin pasar por concurso, en el gobierno central las designaciones directas son 772, la tercera parte. De las restantes, 854 se encuentran en los servicios descentralizados de la educación –principalmente en la Universidad de la República– y 109 tienen lugar en órganos del Estado –en el Poder Legislativo, en el Poder Judicial y en los entes.
En comparación con el tamaño de las plantillas de las diferentes áreas del Estado, en la administración central hubo nueve contrataciones directas por cada 1.000 vínculos laborales que mantiene, mientras que en las intendencias ascienden a 52.
“Al gobierno no lo puedo criticar. Lo entiendo”, dijo a El Observador el exintendente de Durazno, Benjamín Irazábal (Partido Nacional), sobre la contratación directa de funcionarios. Su comuna fue de las que más contratos directos celebró en los últimos tres años. El exjerarca asegura que no hay un incremento de vínculos, sino que la cantidad de contrataciones se debe a la opción de eludir los concursos en busca de agilidad en la gestión. “¿Vamos a hacer concurso para contratar a barrenderos?”, preguntó. Irazábal dijo que tiene una “bolsa” de gente a contratar para tareas como la de chofer, bacheo o distintas obras de vialidad.
Besozzi agregó en tanto que necesita contratar de forma directa funcionarios para las oficinas del gobierno central que se instalan en el departamento. “Me dicen que van a inaugurar tal o cual oficina en Soriano, pero los funcionarios lo tiene que poner la intendencia”, relató.
Por su parte, Omar Lafluf (Partido Nacional), intendente hasta hace dos meses de Río Negro, consideró más importante que destacar el número de contrataciones el peso que esos contratos tiene en el presupuesto general. “En Río Negro todas las obras se realizan de forma directa. Desde el estadio de fútbol hasta el teatro. En Montevideo no hacen una sola obra, contratan a empresas”, comentó. El exjefe comunal blanco puso el ejemplo de su colega nacionalista de San José, Juan Chiruchi, quien elige tener una plantilla menor y apelar a los contratos con empresas externas. “Siempre tuve esa discusión. Capaz que demoramos más, pero cuesta menos”, insistió Lafluf.

Programas
El planteo de los partidos de la oposición para recortar vínculos con el Estado y de esa forma financiar algunas de sus políticas está expresado en los programas puestos a consideración en la campaña electoral.
El del Partido Nacional, por ejemplo, critica el aumento de la plantilla del Estado y propone profesionalizar los mecanismos de ingreso. “El fuerte crecimiento del número de empleados públicos no estuvo acompañado de buenas políticas de reclutamiento, inducción y capacitación”, dice el programa blanco. Al mismo tiempo, algunos de los intendentes nacionalistas defienden la contratación directa como herramienta de gestión.
Del mismo modo, el Partido Colorado plantea “restringir” el ingreso de nuevos funcionarios públicos al “estrictamente necesario” para el cumplimiento del plan de gobierno. En ese sentido, promete no llenar el equivalente a 25% de las vacantes. Además, anuncia que, de acceder al Poder Ejecutivo, eliminaría 50% de los cargos de confianza “que los dos últimos gobiernos han creado, lo que ha implicado un importante incremento del gasto.
La Intendencia de Salto, que es colorada, se ubica quinta entre las 19 comunas del país en las que más contrataciones directas realizaron desde 2011.

“Muchas intendencias tienen 700 funcionarios (en su plantilla), pero la misma cantidad de personas trabajan con las empresas tercerizadas”
Guillermo Besozzi, exintendente de Soriano

“En Río Negro todas las obras se realizan de forma directa. En Montevideo no hacen una sola obra, contratan a empresas”
Omar Lafluf, exintendente de Río Negro

“¿Vamos a hacer un concurso para contratar barrenderos?”
“Al gobierno no lo puedo criticar. Lo entiendo”
Benjamín Irazábal, exintendente de Durazno

martes, 2 de septiembre de 2014

El vertiginoso ascenso de Lacalle Pou (parte 2)

Zoom Politikon
Columnas de Daniel Chasquetti
01.Sep.2014

En la primera parte de esta nota se realizó una breve descripción de la trayectoria política de Luis Lacalle Pou, con la intención de mostrar que: (i) el candidato no es un advenedizo en la política nacional; (ii) su periplo no ha sido un camino de rosas (ha tenido victorias y derrotas); (iii) cuenta con un gran talento y una asombrosa capacidad para sobreponerse a situaciones adversas; y (iv) su acceso a la precandidatura presidencial fue el resultado de una oportunidad bien aprovechada, donde debió enfrentar tanto al fuego enemigo como al fuego amigo.

Si bien ninguno de estos aspectos explica por sí solo su actual popularidad, sí nos aproximan a las condicionantes que originan el fenómeno. El momento mágico de esta historia (el vertiginoso ascenso) no está en el trayecto narrado hasta el momento sino un poco más adelante en el tiempo. Si todo hubiese ocurrido según el razonamiento esperado (por todos los observadores), Lacalle Pou debería haber sido derrotado por estrecho margen en la interna del Partido Nacional, convirtiéndose así en el compañero de fórmula de Jorge Larrañaga y en senador en la siguiente legislatura. Sin embargo, algo especial sucedió en algún punto del primer semestre del año 2014, que transformó a Lacalle Pou no solo en el ganador de la interna de su partido sino en el gran desafiante del candidato presidencial del gobierno.

Deshilvanando la madeja

Muchos tratan de entender lo ocurrido con Lacalle Pou pero muy pocos parecen dar en el clavo. En mi humilde opinión, el ascenso y popularidad de Lacalle Pou responde a dos factores combinados que operan sobre un escenario más o menos estable de la política uruguaya. Por un lado, el estado de ánimo de la sociedad uruguaya parece haber cambiado respecto a 2009, y por otro, Lacalle Pou fue el primero en percatarse de esa modificación y formular una estrategia apropiada para enfrentarla.

Comencemos con el factor estructural sobre el que operan estos procesos. Desde la crisis de 2002, Uruguay quedó dividido en dos grandes bloques políticos de casi similar tamaño. Uno de centro-izquierda, liderado por el Frente Amplio, y otro de centro-derecha, liderado por el Partido Nacional. En las elecciones de 2004, el bloque de izquierda fue apenas seis puntos mayor que el de derecha, y en la primera vuelta de 2009, la proporción se mantuvo en ese entorno. Si los votos que gana un bloque los pierde automáticamente el otro, podríamos pensar que la diferencia real entre bloques ha sido de solo un 3% del electorado. En otras palabas, los bloques son tan parejos en tamaño que pequeños movimientos del electorado pueden provocar diferencias en uno u otro sentido.

Algunas encuestas muestran que una parte de la sociedad ha mudado su estado de ánimo y parece exigir nuevos prospectos a la dirigencia política. El reclamo no se centra tanto en los contenidos de las políticas sino más bien en la forma en cómo la política se elabora, se comunica, y se vuelve realidad para los beneficiarios. La eficacia en los resultados cobra cada vez más vigencia. Así como hace cinco años los uruguayos creían que el siguiente gobierno debía mantener el rumbo, en la actualidad una mayoría piensa que la próxima administración debería introducir cambios (1).

En perspectiva, el reclamo social parece razonable pues la década de gobierno del Frente Amplio cambió al país (crecimiento, abatimiento pobreza, nuevos derechos, etc.). Esa mudanza ha sido tan significativa que lo que hasta ahora ha ofrecido el propio Frente Amplio parece poco, o simplemente más de lo mismo, respecto a las expectativas que en la sociedad se han desatado. Una parte de los uruguayos parece agradecerle al Frente Amplio por sus logros de gobierno pero ahora aguardan por algo realmente diferente. El slogan “Vamos bien” de la primera parte de la campaña de Tabaré Vázquez era lo opuesto a lo que una parte de la sociedad esperaba escuchar.

El cambio en el estado de ánimo no es el síntoma de una revolución latente. Parece ser un estado de sensibilidad donde los sectores medios hacen punta. Al reconocerse los logros del gobierno, estos uruguayos esperan una propuesta superadora y no contraria a lo que se ha hecho hasta el momento. Los discursos centrados en la reversión de políticas no tienen oportunidad con este estado de opinión pública. “El que vendrá”, parafraseando a Rodó, debe continuar con todo lo bueno que hizo hasta ahora el Frente Amplio, pero apuntar a más, lo cual significa completar, corregir y sobre todo, proponer nuevos horizontes. Esta lectura parece haberla hecho correctamente Lacalle Pou y su equipo de colaboradores en algún punto del primer semestre de 2013. El slogan “Por la positiva” sintoniza mejor con el estado anímico de esos sectores que las propuestas presentadas por la izquierda.

La confirmación de este diagnóstico lo brinda un ingenioso estudio de la empresa Factum, donde se compara la intención del voto del Frente Amplio hoy con la que tenía hace exactamente cinco años (2). Allí puede observarse que el partido de gobierno ha perdido 7 puntos porcentuales en Montevideo y solo 2 en el interior; que ha perdido 5 puntos entre las personas con enseñanza media y 9 entre los que cuentan con enseñanza superior; que ha perdido 6 puntos entre las personas con ingresos medios y 15 puntos entre los que cuentan con ingresos medio-alto. O sea, el perfil representativo de estos votantes sería el de un ciudadano montevideano, de ingresos medio o medio-alto con enseñanza media o terciaria completa. Ese ciudadano exige hoy novedades y ve en el candidato del Partido Nacional al portador del cambio.

Lacalle Pou tiene el mérito de haberlo comprendido antes que nadie, incluso que los analistas más avezados. Su estrategia ha sido extremadamente eficiente y podríamos caracterizarla como de baja polarización programática. Es decir, Lacalle Pou apoya —y promete continuar- todas las políticas populares del gobierno pero crítica únicamente las que generan mayor desconfianza. En su discurso solo hay lugar para el futuro y ni una palabra sobre el pasado, lo cual incluye a dirigentes (sobre todo de su partido) y a medidas desarrolladas por ambos partidos tradicionales. Lacalle Pou presenta unas pocas propuestas que generen más bien simpatía (asentamiento cero, rebaja del mínimo imponible del IRPF, etc.) y al mismo tiempo evitar discutir sobre eventuales decisiones que pueden generar conflictos en el futuro (por ejemplo, el importante déficit fiscal que acumula la economía uruguaya y la relación que éste guarda con la indexación salarial). Todo esto, combinado con un relato muy bien pensado que apela a la confianza en el futuro y sobre todo, en la forma en cómo este periplo se construye (la recompensa es el camino).

Con una base estructural compuesta por dos bloques del mismo peso, una pequeña modificación en las expectativas, interpretadas correctamente por el principal candidato del bando opositor, genera una elección más que reñida. El vertiginoso ascenso de Lacalle Pou responde entonces a una combinación de factores objetivos y subjetivos que operan sobre un escenario estable. El mérito de Lacalle Pou ha sido, sin dudas, adelantarse y realizar las movidas correctas. No obstante, nada indica que el candidato nacionalista haya ganado la elección pues los dos meses finales de campaña serán muy importantes. En la medida que su rival comprenda lo que está ocurriendo y actúe en consecuencia, puede darse el caso que el partido de gobierno alcance finalmente su tercer gobierno.

(1) Encuesta de Equipos Mori correspondiente al mes de agosto

(2) Ver http://www.factum.edu.uy/node/1529