“El
artículo 22 de esa ley, establece que las armas no deben emplearse
salvo que una persona ofrezca “resistencia armada” al accionar
policial. Esto es: un balazo. Digo que hay que cambiar eso y me
contestan: “vos querés gatillo fácil”. Y, lamentablemente, esas
son las dos opciones entre las cuales nos tenemos que manejar. La
opción actual limita al funcionario policial al punto de impedirle
usar al arma hasta que es tarde. La alternativa es gatillo fácil
como hay en Estados Unidos y Canadá, donde si a 50 metros un
individuo tiene un cuchillo se le puede pegar un disparo en medio de
la frente. Nos tenemos que manejar con una posición intermedia, pero
en el momento que estamos viviendo no nos queda más remedio que
modificar estas reglas preciosas para el Uruguay de 1950”.
“Tuve
un padre milico, un tío milico, otro tío milico y varios primos
milicos y no fui milico por esto (junta el pulgar y un índice a
prácticamente nada de distancia). Pero… ¡mi viejo era de los que
quería largar en 1979! Ustedes hablan con el hijo de un milico que
fue golpista y que luego quiso apagar el incendio. ¡Yo tuve la
clasificación “B” durante la dictadura, la de “sospechoso”!
¡Yo era considerado el comunista de la familia!
… ¿Saben
por qué tenía esa calificación en dictadura? Por mi vinculación a
grupos de teatro barriales independientes y tener amigos de
izquierda. Hoy soy músico y pintor, pero he sido actor, he dirigido,
he escrito cuplé para murgas. Detrás de este rostro hierático hay
un tipo que se divierte…”
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Gustavo Zubía: "La gente me quiere como ministro del Interior" - ECOS UY