La “Campaña de desnudo” (o Bare Compaign) es una iniciativa de la estadounidense Michelle Fetsh, que reivindica que la valía de una mujer no reside únicamente en su belleza y tiene por finalidad difundir imágenes que incentiven a alejarse de los modelos impuestos por el canon de la moda y las publicidades.
A la campaña se unieron mujeres de diferentes edades, alturas, fisonomías, peso, etc., que accedieron a posar desnudas, orgullosas de sus cuerpos y aportaron mensajes para ayudar a otras que, como ellas, alguna vez sufrieron los prejuicios de la sociedad por no cumplir con los estereotipos de belleza predominantes.
Se trata de mujeres que aman sus estrías, sus arrugas y sus rollitos, pues forman parte de su ser; son personas que han aprendido a quererse y aceptarse tal como son, explica Fetsch.
Se busca incrementar el amor propio de las mujeres, difundiendo las experiencias y opiniones al respecto de algunas, con el fin de que otras se sientan identificadas y respeten quienes son, tanto como personas individuales como dentro de su ámbito social.
Las fotografías van acompañadas de testimonios. El sueño de Bonnie, de 61 años, es que “las mujeres no tengan nada contra lo que luchar como resultado de ser mujeres, que nuestro mundo haya aprendido a abrazar y amar a las mujeres exactamente tal y como somos y como no somos”.
Más historias:
Hilary, 37, comenta: “Mi capacidad de ser un ser sexual después de haber sufrido abuso sexual está construyendo en mí un fondo de amor propio, y me niego a remodelar cualquier parte de mí para encajar en el ideal de quien sea”.
Mykale, 27, exclama: “¡Poso para todas las mujeres que odian quienes son!”. Tanya, 39, dice sobre las mujeres que vendrán: “Veo la simiente de una próxima generación fuerte, capaz de barrer todos nuestros sin sentidos”.
Lakshmi, 75, valora su cuerpo: “Me encantan mis ojos, mi pelo azul, mis pechos, mis piernas y mis pequeños pies”. Xioomara, 37, espera “que en el futuro la mujer pueda verdaderamente aceptar y estar orgullosa de las curvas que tenemos que, por naturaleza, tener”.
A Vanessa, 37, le encanta que “mi cuerpo está siempre a mi servicio, los milagros que constantemente realiza para mantenerme viva. Me encantan mis curvas suaves y redondez femenina, ¡mis poderosas caderas!”
Ilana, 26, afirma: “Me encantaría ver una generación en la que las mujeres se cuidasen entre sí, se apoyasen unas a otras en vez de atacarse. Somos a menudo nuestras peores enemigas, siendo las primeras en comentar sobre los defectos de otras o juzgar por la ropa o el tamaño de nuestro cuerpo. Con cada comentario crítico y despectivo, perpetuamos la misma cultura que tanto nos duele. Reducimos nuestra autoestima y promovemos estereotipos irreales. Quiero ver un mundo en el que celebramos la mujer real, y en el que los medios de comunicación reflejen el verdadera arco iris del cuerpo femenino”.
Jen, 37, posa desnuda “Porque NO nos definen nuestros cuerpos. Tenemos mucho más que ofrecer y la idea de que hay un solo tipo de cuerpo perfecto es engañosa y perjudicial para todas las mujeres, mayores y jóvenes. Me encanta esta campaña de desnudarnos, de desnudarme, porque está mostrando como son los cuerpos reales, todos, de todos los tamaños y formas”.