La República
El politólogo y
director de Factum, Oscar Bottinelli declaró días pasados que el
Frente Amplio es el partido que tiene mayores probabilidades de
obtener la presidencia de la República en las próximas elecciones.
Sin embargo, afirmó que lo haría en un escenario político donde no
alcanzaría la mayoría parlamentaria.
Ante esta situación,
LA REPÚBLICA dialogó con el especialista, quien afirmó que el
problema del Partido Nacional es que no consigue conquistar a los
frenteamplistas, ya que una parte de los mismos, a pesar de su
desilusión, no irían hacia los Partidos Tradicionales. Incluso
mencionó que algunos de ellos están “buscando otras opciones”
en el Partido de la Gente, Partido Independiente y Unidad Popular.
Explicó que el
Partido Nacional “se ha debilitado porque ha cometido errores” al
no tener un manejo “prolijo” de su interna y del caso Bascou.
“Creo que le ha jugado un poco en contra la forma en que ha
procesado el tema. De alguna manera no aplicó a sí mismo lo que
reclamaba en relación al caso de Sendic y podría haberlo jugado
mejor”.
Según sus palabras,
el Frente ha logrado “recuperarse” del caso Sendic. Luego de este
asunto, “se notó un cambio de vientos y el Frente Amplio entró
claramente a mejorar. Se apaciguó parte del enojo y desilusión de
muchos frenteamplistas”.
¿Por qué usted
dijo que el Frente Amplio tiene más posibilidades de ganar las
elecciones?
Porque se ha
recuperado del caso Sendic. El problema principal es el siguiente: a
mediados del año pasado, el Frente Amplio estaba en dificultades:
tenía las mismas posibilidades de ganar o de perder las elecciones.
Después del caso Sendic, se notó un cambio de vientos y el Frente
Amplio entró claramente a mejorar.
Se apaciguó parte
del enojo y desilusión de muchos frenteamplistas porque dicho
partido no estaba ganando o perdiendo hacia fuera, sino que estaba
perdiendo dentro de sí mismo, era un problema con los
frenteamplistas. Sin embargo, en el correr del año se notó que el
Frente Amplio empezó, después del caso Sendic, a levantar y hoy
tiene mayores probabilidades que la oposición.
¿Es cierto que los
frenteamplistas nunca votarían a la oposición?
Sí. Muchos
frenteamplistas a pesar de estar desilusionados con el Frente Amplio
no votarían a los partidos tradicionales. La forma en que se
resolvió el caso Sendic se puede analizar de dos maneras: una como
la analizamos los especialistas viendo, si el Frente demoró mucho,
si hizo bien o mal las cosas o si el Plenario apoyó al Tribunal de
Conducta Política.
La otra forma es
cómo al final terminó viendo la gente. El Frente Amplio hizo un
informe lapidario contra Sendic y él se tuvo que ir. Es decir, el
Tribunal de Conducta Política salvó al Frente Amplio y dio la señal
que la gente esperaba. Eso bajó bastantes enojos y desilusiones,
pero no quiere decir que los haya eliminado por completo.
El grueso de la
desilusión que hay en el Frente Amplio se da con los votantes
históricos. Sin embargo, los partidos tradicionales no han generado
una opción de credibilidad hacia esos frenteamplistas. También es
cierto que están buscando otras opciones; por algo el Partido de la
Gente, el Partido Independiente y Unidad Popular han obtenido votos.
Por tanto, alguna parte del electorado frenteamplista se fue del FA
pero no han partido hacia los partidos tradicionales. Visto desde el
ángulo del Partido Nacional, diría que el problema que tienen es
que no consiguen que vengan los frenteamplistas.
¿Qué pasaría si
Mujica se presenta como candidato en las próximas elecciones?
Hay que tener mucho
cuidado en cómo el periodismo está manejando las declaraciones. En
ningún momento Mujica respaldó a Orsi sino que dijo que era un buen
candidato, pero también afirmó lo mismo de Bergara y de Carolina
Cosse. Entonces, cuidado con simplificar las declaraciones. Tampoco
dijo con claridad que no iba a ser candidato. Siempre dio mensajes de
que estaba muy cansado, viejo y de que había que buscar a nuevas
personas.
Pero creo que la
incógnita la va a mantener por largo tiempo, porque es un juguetón
y le gusta el chichoneo. Además, los estudios venían demostrando
que entre Daniel Martínez y Mujica, no estoy hablando de quién
tiene preferencia dentro del Frente Amplio sino en el imaginario
colectivo general, rendían más o menos lo mismo. Por tanto, hay que
ver, llegado el momento, si Mujica es un plus o es una contra para el
Frente Amplio.
Con respecto a la
interna del Partido Nacional, ¿usted cree que la división que se
vive le juega en contra?
Sí. Esa idea de que
el blanco es muy susceptible en caer en fuertes peleas internas es
negativa para el Partido Nacional. Venían manejando muy bien las
cosas, pero en estos últimos meses se ha equivocado. Sin embargo,
quiero aclarar que el Partido Nacional está más o menos en el nivel
de voto que tuvo en las elecciones pasadas y eso es muy raro, porque
siempre después de una elección se baja. El hecho de que esté en
el mismo porcentaje quiere decir que tiene una base estructural muy
sólida hacia las próximas elecciones, esto no hay que olvidarlo
aunque uno diga que se ha debilitado porque ha cometido errores.
¿Usted considera
que lo de Bascou le jugó en contra al Partido Nacional?
Creo que le ha
jugado un poco en contra en la forma que ha procesado el tema. De
alguna manera no aplicó a sí mismo lo que reclamaba en relación al
caso de Sendic y podría haberlo jugado mejor. Por ejemplo, el
Partido Colorado manejó el caso de Sanabria de manera impecable: en
24 horas resolvió el tema. El tema es cómo se reacciona. Hay que
ver cómo termina todo esto, el caso Sendic al Frente Amplio lo dejó
muy mal durante largo tiempo, fueron casi dos años y al final le
terminó saliendo bien. Tal vez el Partido Nacional, a pesar de estos
manejos desprolijos que está teniendo, encuentra rápidamente la
fórmula de salir de acuerdo a lo que sus votantes esperan.
En los últimos
meses se ha manejado la posibilidad de que exista un pacto entre
Alonso y los intendentes, ¿usted cree que puede ser posible y qué
consecuencias tendría?
Creo que la
probabilidad está en que se pongan un poco de acuerdo porque ha
habido un poco de confusión en los planteos detrás de esa tercera
vía. Sin embargo, creo que el hecho de que haya un tercer espectro
que pueda recoger a los ciudadanos que están distantes de Lacalle
Pou y que no estén satisfechos con Larrañaga, puede servirle al
Partido Nacional. Eso hay que verlo en su momento.
Usted dijo que el
Frente ha venido con una situación de degaste, ¿por qué el Partido
Nacional no puede recapitalizar esta situación?
El tema es el
siguiente: el desgaste está en la gente que creía que el Frente
Amplio podía hacer determinadas cosas o tener determinada conducta,
pero eso no implica que considere atractivo a los otros partidos con
los cuales tuvo siempre mucha lejanía. No es solo un tema de saber
jugar en la cancha política, también es que la gente considere que
la forma de hacer política, los valores o ideas estén próximas a
la persona. Si los ve lejanos, por mejor que juegue otro partido, no
lo va a captar.
Esa es una Ley, la
política no es un mercado. No cambio de jabón porque encontré otro
más barato y de mejor embase. Los partidos representan valores e
ideas diferenciados y en general los frenteamplistas, sobre todo los
de vieja data, tienen valores y posicionamientos que están distantes
tanto del Partido Nacional como del Partido Colorado y por mejor
actuación que tengan, a los frenteamplistas les costará captarla.
Siempre es
importante la cuestión del candidato, pero ¿cree que en las
próximas elecciones será una cuestión central?
Creo que sí tiene
su importancia. Es un aspecto medular en el ballotage porque ahí es
donde hay una masa de gente que tiene que elegir. En estos casos,
muchas veces importa no tanto qué virtudes tiene un candidato sino
qué rechazo provoca. Sin embargo, no hay que olvidarse que el voto
uruguayo es partidizado, el candidato lo que introduce es un plus o
puede provocar alguna resistencia, pero la gente se guía más en
votar a los partidos, no a las personas.