Escritor y peiodista Julio Dornel
Llegó el último ciclista de la Vuelta y entramos en la recta final, con miras a las elecciones municipales para elegir al próximo Intendente que tendrá la responsabilidad de gobernar a uno de los departamentos más hermosos y con mayores potencialidades del país. El resultado incierto está demostrando la paridad existente entre algunos candidatos, lo que hace imposible aún para los encuestadores asegurar resultados y analizar planes de gobierno que suelen quedar en promesas electorales. De todas maneras, si bien no podemos hacer futurología ni manejar nombres, tenemos la obligación de utilizar nuestros derechos (como lo tienen ustedes) y manifestar nuestra libre expresión del pensamiento, en relación a las administraciones que han gobernado el departamento a partir del año 1985. Nuestro contacto diario con los sectores más representativos de la política local nos permite observar la gestión de los gobernantes sin tener en cuenta los colores partidarios. En primer término un tema cíclico que no podemos atribuir a la administración local y que está relacionado con la recolección de residuos. Lo dijo el vicepresidente de la República, Gonzalo Aguirre en 1992, “Chuy es una de las ciudades más sucias del país”, cosa que nos molestó porque nos estábamos acostumbrando a convivir con los basurales callejeros, con una recolección sin periocidad cotidiana ni horarios adecuados. Con el paso de los años y la incorporación de nuevas unidades la situación fue mejorando lentamente sin conformar a los contribuyentes. La llegada de 130 contenedores destinados a los residuos domiciliarios que si bien no eran suficientes para cubrir la ciudad, representaron una nueva conquista para la alcaldía local. El Encargado de Obras del Municipio, José Luis Rocha, señalo en esa oportunidad que “somos conscientes de que tendremos una tarea muy difícil por delante. No tenemos ninguna duda de que el aporte de de los vecinos será fundamental para mantener el cuidado de los contenedores, teniendo en cuenta que los mismos pertenecen al estado. Le pedimos a la población que cuide mucho el nuevo sistema de recolección y apoye la gestión que viene realizando el Municipio local”. Sin embargo la situación se mantiene inalterable, con algunos contenedores destrozados o quemados en algunas oportunidades, consolidando basurales ya tradicionales en los baldíos y calles de distintos barrios. Cabe señalar que al margen del panorama desagradable que se ofrece a la población, cuando llueve se obstruyen las bocas de tormentas, creando verdaderas lagunas en distintas zonas de la ciudad. La situación de las veredas y el pavimento dejan mucho que desear, con baches cada vez más hondos y peligrosos. No dudamos de la buena voluntad de las autoridades municipales, pero por el momento todo se reduce a diversos proyectos, ensayos y la puesta en marcha de nuevas experiencias que solo sirven para aumentar el precio de las tarifas, contribuciones, patentes etc.etc. Nos resultaría muy fácil recurrir a las notas gráficas para documentar la existencia de pozos, inundaciones, basureros y veredas intransitables. Tampoco se trata de un tema nuevo, seríamos injustos si no compartiéramos la responsabilidad con otras administraciones.