Una ráfaga poética debe
haber pasado por las sierras petrificadas de San Miguel, dejando una
estela luminosa en dirección al Picudo, haciéndonos pensar en las
misteriosas herramientas que utilizan los artistas de la Villa
Histórica en el momento de su creación. Hoy vuelve nuevamente
Alcides Romero, joven para la poesía, confirmando la vieja sentencia
de que el poeta aguarda en soledad la llegada de la musa, para
verla luego transitar despacio por las calles de la imaginación.
Alguien dijo que el escultor dispone de la piedra y el cincel, el
músico de los instrumentos, mientras la poesía y la pintura
esperan en soledad la inspiración creadora, como sucedió con
Manolo y hace lo propio con Alcides, su alumno preferido. De la mano
de su “compinche” Alexander Cardoso nos llega su último trabajo,
donde el Profesor Néstor de la Llana, nos dice en la presentación
que “la mesa está servida y no para la última cena. Sobre la
mesa ahora, en la casa de tierra, agua, fuego y viento, está la vida
misma”. Trece invitados van llenando las páginas “solidarias”
que Alcides ha querido compartir, con jóvenes y consagrados poetas
que no siempre tienen la posibilidad de publicar. Por allí desfilan
Abel Garcia, Julio Victor González, Alexander Cardoso, Raquel Corbo,
Mariella Huelmo, María de Lourdes Cabrera, Rodrigo Acosta, Julio
“Pico” Decuadra, Bruno San Martín, Ignacio Suarez, Gerardo
Techera, Omar Laso y Carson Mc Cullers. Tampoco faltó la pintura de
Gilson Oliveira y el agradecimiento al periodista chuiense Carlos
Castillos, “zurcidor de quehaceres cotidianos”. Solo nos resta
pregúntanos, de donde le viene a San Miguel ( 18 de Julio) esa vena
cultural que ha parido tantos escritores, poetas, músicos,
historiadores, maestros y profesionales de todas las disciplinas.
LA CASA DE AGUA Y VIENTO.
La casa de agua y viento
No tiene paredes
No tiene cimientos;
Peri palabras
Y sentimientos.
La casa de agua y viento
No tiene cerrojos
Y ninguna llave;
Qué suerte que tiene
Aquel que la halle.
A veces el agua
Que limpia la herida,
A veces el agua
Que te da la vida.
A veces el viento,
Que te lleva lejos,
Más allá del sol
Más allá, ¡ más
lejos!...