La ciudad expresa su ansiedad por la ginecóloga desaparecida hace dos semanas
FLORIDA
LETICIA COSTA
30 may 2015
El País
La mañana está despejada en Florida. La
niebla se disipó y el cielo aparece de un color azul intenso, aunque el
aire fresco de la mañana todavía se hace sentir. Bajo el techo de la
estación Sintel los empleados de la Ancap se protegen con sombreros y
camperas holgadas y aprovechan a guardar sus manos en los bolsillos en
cuanto tienen una pausa en el surtidor.
Mañana se cumplen 15 días desde que Milvana Salomone se
detuvo bajo este techo a cargar combustible. "Cargó ahí, ¿ves?", indica
Danis, el empleado que atendió a la médica la tarde del domingo 17 de
mayo.
"No
hay mucho que contar", dice con el mate en la mano, mirando hacia el
surtidor vacío por la ventana de la pieza en la que cumple su media hora
de descanso. "Llegó, la atendí, me pidió 1.000 pesos de nafta premium,
entró, salió, me pagó y se fue". Levanta la mirada y pregunta con los
ojos bien abiertos: "¿Se sabe algo nuevo?".
Al recibir un "no" por respuesta, mueve la cabeza de
lado y ceba otro mate pensativo. "Ella es la que aparece en el video",
dice señalando a su pareja, sentada a su costado, quien realiza tareas
de limpieza en el autoservice de la estación. En la filmación de las
cámaras de seguridad que fueron divulgadas por la Policía se distingue a
una mujer lavando el piso mientras la médica hace las compras.
"Me acuerdo que había re poquita gente y habíamos
estado charlando con Susana, que era la cajera, porque esa tarde era el
clásico", rememora en diálogo con El País y agrega mirando a su pareja:
"Hay gente que dice que se cambió, pero no hay lugar para cambiarse, yo
no la vi cambiarse, para mí que se ató un saco", y se para
complementando su hipótesis con un ademán como si pasara las mangas de
un buzo alrededor de su cintura.
Consultados sobre si recuerdan si estaba con alguien o
había alguien que la observara, Danis se encoge de hombros y vuelve a
aquella tarde: "No, yo le lavé el vidrio y de adelante no vi a nadie.
Ella tenía vidrios negros, no sé si había visto si hubiera habido
alguien atrás pero
no parecía", y su señora agrega: "Si hubiera estado
con alguien no entra a comprar así de lo más tranquila, buscaría algo
para defenderse".
Adentro, en la caja cerca de la puerta, Susana cuenta
boletas sin muchas ganas de volver en la memoria hacia aquella tarde.
"Es horrible, te da rabia por el niño", dice casi en un murmullo sin
levantar la mirada. Ella también tiene un hijo y se imagina lo que sería
pasar por algo así.
Junto a su compañera, detallan que Milvana compró
cinco cosas: merengues, nueces, garrapiñada, pasas de uva y sándwiches.
Susana entró a trabajar hace un año y nunca imaginó que atendería a
alguien que desaparecería. "Yo nunca la había visto", comenta con la voz
casi apagada.
Omnipresente.
No hay floridense que no sepa con lujo de detalles
lo que se sabe del caso. Y cada floridense tiene su hipótesis de cómo
fue el desenlace.
Es que detrás de la calma de esta ciudad serena,
donde muchos aún detienen sus actividades al mediodía para almorzar en
su casa y dormir la siesta, donde los autos no circulan a más de 40
kilómetros por hora y donde, literalmente, todo el mundo se conoce, la
desaparición de Milvana, (a quien muchos llaman "la hija del Bicho", en
referencia al apodo de su padre), está presente en cada reunión, charla
de bar, encuentro casual en la vereda, cumpleaños o asado familiar.
"Vos sabés que el tema siempre sale, ¿no? Está ahí
latente. No hay lugar al que vos llegues donde alguien no comente qué
horrible lo que le pasó", cuenta Doris, gerente del autoservice de
Sintel.
Doris llegó el lunes 18 y encontró a la policía
revisando las imágenes de las cámaras con la foto de Milvana en la mano.
No es extraño que las autoridades se acerquen a pedir colaboración para
aclarar un caso, pero hasta ahora siempre había sido un robo.
"Pensé que sería igual, nunca creí que se alargara
tanto. Uno escucha historias así y no te mueve, pero ver que es alguien
conocido, que le pasó a gente de acá...", abre grande sus ojos oscuros,
levanta los hombros y hace una pausa: "Es horrible, horrible".
Esa mañana, cuando llegó la Policía todos los que
estaban debieron ver la foto y contar qué recordaban. La exposición en
los medios también despertó el humor de algunos clientes: "Tenemos que
andar cautelosos acá ahora porque estamos de moda", dijo un parroquiano.
Un colega de la médica asegura cada vez que llega a
Montevideo por el camino que hizo Milvana recuerda el caso. "No me da
miedo, pero me viene a la cabeza que ella pasó por donde yo voy. Estoy
manejando y me acuerdo de ella".
Sin videos.
En el peaje de Mendoza, a pocos kilómetros, no
sienten que el caso los toque de cerca. "Qué tanto Florida, si ella
vivía en Montevideo; el tema no fue en Florida, fue allá, averiguen
allá", se queja un funcionario, quien recibió la llamada de la Policía
el domingo 17 de noche preguntando si había visto pasar la camioneta.
El peaje tiene cámaras que se ven a simple vista
pero, según el funcionario, se activan solo si el sistema detecta una
irregularidad en el cobro. "Si los sensores captan que alguien pagó
menos la cámara saca una imagen para registrar la irregularidad pero no
son cámaras de videovigilancia que estén filmando permanentemente como
en otros peajes", cuenta.
Para ellos la preocupación no está en si la doctora
pasó o no, sino en que "no vengan a robar", dice otra funcionaria. Por
eso no quisieron contar que no había cámaras filmando.
Esta semana un popular almacenero de Florida recibió
dos heridas de bala mientras lo robaban. Su caso viene a la mente de
los floridenses cuando hablan de Milvana para concluir que "Florida está
bravo".
"Si alguien hubiera visto algo acá, sé que lo diría".
Doris Rodríguez, gerente de Sintel estación Ancap, cree que hay algo que todavía diferencia a Florida de Montevideo y es que la población no siente miedo a la hora de dar un dato que ayude a la policía a resolver un caso. "Yo sé que si cualquier empleado de acá hubiera visto algo lo diría, estoy segura, porque en el interior no tenemos todavía ese miedo a dar datos que tienen en Montevideo. ¿Por qué nadie dice nada? En Montevideo alguien tuvo que haber visto algo, ¿por qué no dicen nada? Porque tienen miedo, eso acá todavía no pasa", asegura.
Página de Facebook y un blog mueven a miles.
Más de 14.000 personas se unieron en solo 24 horas a la página de Facebook "Buscando a Milvana", creada para facilitar a que el público aporte datos sobre la médica desaparecida. También se creó un blog con el mismo fin.
La cuenta de Facebook incluye tres fotos de la
doctora donde se la ve en distintas situaciones: leyendo un diario en
una plaza con lentes de sol, sonriendo vestida de fiesta y sentada en un
café con el celular en la mano.
También incluye una carta en la que describen
detalles físicos y de la personalidad de Milvana Salomone. El texto
comienza diciendo que el 6 de junio (dentro de una semana exactamente)
la médica cumplirá 48 años, y que es de estatura media, tiene ojos y
cabello negros, "es amable, gentil, alegre" e "irradia mucha energía".
El texto destaca condiciones suyas como profesional
que se dedicaba atentamente a sus pacientes. "Milvana es médico por
vocación y por su especialidad, que es la ginecología, atiende a
muchísimas mujeres que la adoran y respetan. Basta con tratar de
conseguir una hora para su consulta, que debe ser de las más solicitadas
de los centros en donde trabaja", precisa la carta difundida.
Desde la red social cientos de usuarios han escrito
mensajes de apoyo y solidaridad con la búsqueda. Entre ellos, decenas de
mujeres recordaron cómo la médica las ayudó a traer a sus hijos al
mundo, incluso publicaron fotos del momento del parto donde se ve a la
médica floridense con gorra, mascarilla y guantes entregando un bebé
recién nacido a la flamante madre.
En la misma línea, pacientes que se atendían con la
especialista han lamentado interrumpir la atención con ella. "Hoy por
hoy estoy en la ciudad de Florida a la deriva sin médico responsable
cursando mi séptimo mes de gestación", lamenta una mujer en la red
social y se refiere a la doctora como "maravilla de ser humano".
Hoy hubo un tiempo de oración en la Catedral de Florida, para pedir por que aparezca la médica floridense.
Según informó Subrayado en la mañana de hoy sábado falleció la madre de Milvana, en Florida. Estaba enferma desde hacía tiempo.
Según informó Subrayado en la mañana de hoy sábado falleció la madre de Milvana, en Florida. Estaba enferma desde hacía tiempo.