Texto: Tomás Fox / Fotos: Mariano Mascotto
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En la costa uruguaya hay un lugar místico que se llama Cabo Polonio. Y en el Polonio hay un rincón que condensa toda esa mística desde hace muchos años. Es el bar de Joselo.
De afuera parece un arbusto gigante, la madriguera de algún animal extraño mezcla de perro y lobo de mar. Solo el que lo busca logra abrirse paso entre plantas y grandes flores blancas de floripondio que
cuelgan como campanas. Desde la primera vez que fui con algunos amigos a pasar unos días el último verano, Joselo se sentó en nuestra mesa con sus pupilas transparentes.
De afuera parece un arbusto gigante, la madriguera de algún animal extraño mezcla de perro y lobo de mar. Solo el que lo busca logra abrirse paso entre plantas y grandes flores blancas de floripondio que
cuelgan como campanas. Desde la primera vez que fui con algunos amigos a pasar unos días el último verano, Joselo se sentó en nuestra mesa con sus pupilas transparentes.
-Joselo, ¿nos recomendás tomar floripondio? -preguntó uno de mis amigos, un poco exaltado por ser la primera noche.
-¡Noooo! ¡Es tóxico!
-¡Noooo! ¡Es tóxico!
La leyenda cuenta que Joselo Calimares perdió la vista tras mirar fijo al sol durante un viaje de floripondio.
La leyenda cuenta muchas cosas. La figura de Joselo me fascinó desde el principio y me propuse conocerlo. El Cabo me atrapó y un poco por
casualidad o destino había conseguido una entrada sobre la marcha para ver a los Rolling en Montevideo, que me obligaba a extender mi estadía
uruguaya. Así que no tuve otra opción que quedarme más tiempo y trabajar. Y si trabajaba en algún lugar del Polonio, no podía ser en otro que no sea ahí, en lo de Joselo.
La leyenda cuenta muchas cosas. La figura de Joselo me fascinó desde el principio y me propuse conocerlo. El Cabo me atrapó y un poco por
casualidad o destino había conseguido una entrada sobre la marcha para ver a los Rolling en Montevideo, que me obligaba a extender mi estadía
uruguaya. Así que no tuve otra opción que quedarme más tiempo y trabajar. Y si trabajaba en algún lugar del Polonio, no podía ser en otro que no sea ahí, en lo de Joselo.
El personaje clave de Cabo Polonio, Joselo Calimares: “Sobreviví al huracán, ahora tengo que solucionar algunas cosas” - Almagro RevistaAlmagro Revista