Acompañará las recorridas de Topolansky por ferias capitalinas
El Observador
En distintas intervenciones públicas que realizó durante su gobierno, el presidente José Mujica admitió llevar sobre sí un “sayo” que le pesa y lo limita, en relación al cargo de jefe de Estado. Considerado por oficialistas y opositores como un bicho político, durante su administración Mujica debió convivir con la prohibición constitucional de participar en actividades proselitistas.
Aunque en ocasiones se las ingenió con alguna moña como pasar “a saludar” en su Fusca por la puerta del festejo del 25 aniversario del MPP y en otras emitió mensajes desde su audición radial, ni bien deje el cargo Mujica saldrá a la cancha con todo para apuntalar la campaña de los postulantes oficialistas a las distintas comunas para las elecciones municipales de mayo.
Además del apoyo a su esposa y candidata en Montevideo, Lucía Topolansky, el presidente planea recorrer hasta tres veces el interior para acompañar a los otros candidatos oficialistas. La actividad será mayor en la capital por ser el lugar en que reside. De hecho, según contó ayer Topolansky en entrevista con El Observador TV, Mujica la acompañará a recorrer ferias en la capital.
“Mujica arranca a hacer campaña por el FA en todo el país y como integrante de la 609, militará además por la 609”, dijo Topolansky al ser consultada sobre sí el mandatario tomaría algún día de descanso tras dejar el cargo.
“Son dos meses. Él va a estar en los 19 departamentos con más o menos dos o tres actividades por departamento. Algunas van a ser del FA y otras de la lista 609. En Montevideo es probable que haya más porque él vive aca. Entonces es probable que me acompañe a alguna feria”, agregó.
La primera senadora electa por el oficialismo planifica comenzar su “campaña fuerte” el 2 de marzo, el día después que Mujica, fundador del MPP, deje la presidencia.
La utopía
El propósito de los líderes del MPP es lograr el triunfo del FA en las 19 comunas y que, en Montevideo, se obtenga mayoría especial en la Junta Departamental.
“Yo me propongo pelear por las 19 intendencias. Soy utópica a veces pero en política tenés que ir al máximo”, dijo Topolansky.
Para eso, la actuación de Mujica puede ser clave otra vez.
La ascendencia del mandatario en la ciudadanía fue determinante para el triunfo oficialista de octubre de 2014 con mayoría parlamentaria. En esa instancia su sector, el Espacio 609, obtuvo casi un tercio de todos los votos a la coalición de izquierda.
Además, en las últimas parlamentarias el oficialismo ganó terreno en el interior como nunca antes al lograr el triunfo en 14 de los 19 departamentos.
El FA solo perdió en Tacuarembó, Durazno, Lavalleja, Treinta y Tres y Flores. Entre otros bastiones blancos, la coalición triunfó en octubre en Cerro Largo.
En mayo el FA buscará repetir en ese departamento a través de la candidatura del presidente del Instituto Nacional de Carnes y hombre de confianza de Mujica, Luis Alfredo Fratti.
En el presente período el FA gobernó en Montevideo, Canelones, Maldonado, Rocha y Artigas.
Para elegir
En relación a los candidatos del FA en Montevideo, Topolansky afirmó que, pese al programa común, las opciones son “bien distintas”. El FA habilitó por primera vez las múltiples candidaturas múltiples en la capital. Sus rivales serán el socialista Daniel Martíez y Virgina Cardozo del PVP.
“Le digo a la gente que nos escuche y preste atención a los énfasis. Somos bien distintos. En el FA tenemos para elegir. Tenemos jóvenes viejos, rubios, pelados, morochos, con pelo, sin pelo, con profesión y sin profesión”, ironizó.
“En la elección pasada teníamos dos candidatos (el socialista Daniel Martínez y el astorista Carlos Varela) y ninguno de los dos llegó a cumplir el estatuto del FA y nosotros no tuvimos la ductilidad de decir que vayan los dos y que la gente decida. Y la gente respondió de esa manera. Ahora hicimos la autocrítica. Esa gente que nos dio esa señal va a sentir que la escuchamos”, sostuvo. En las últimas municipales de la capital hubo 13% de votos en blanco, lo cual se interpretó como una señal de malestar del electorado frenteamplista .
