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sábado, 21 de mayo de 2016
VIOLENCIA EN LA FRONTERA. LOS RINOCERONTES ESTAN LLEGANDO. Por Julio Dornel.
Escritor y periodista Julio Dornel
La Comisión Internacional de Derechos Humanos ha presentado recientemente un informe regional sobre la Violencia, Crimen Organizado y Actividades Delictivas. Tres temas que en los últimos años han merecido la atención de las autoridades, preocupando seriamente a la población de ambos municipios. Sin embargo es evidente que las medidas adoptadas no han contribuido a reducir en tiempo y forma el clima de inseguridad que se vive en algunos sectores de la sociedad. Tampoco contribuye la falta de colaboración de los vecinos que deberían aportar información y denunciar ante los organismos competentes a los autores de esta violencia, y no lo hacen porque TODAVIA los mismos no se han registrado en su entorno familiar.
No es la primera vez que el tema de la violencia en esta ciudad, merece un espacio, para plantear una situación reiterada que se manifiesta de ambos lados de la línea divisoria preocupando seriamente a las autoridades competentes y a la población en general.
Esta situación que está denunciando un cambio en el comportamiento de algunos sectores de la población y que viene generando diversas movilizaciones de las fuerzas vivas está demostrando además la gravedad y la falta de respuestas que deberían poner coto a estos hechos delictivos. El índice de personas vinculadas a estos hechos, está demostrando que existen múltiples causas que vienen generando en forma reiterada estas situaciones de violencia.
Es evidente que si se crean las condiciones sociales, culturales y económicas que ataquen la raíz del problema es posible que el tema se vaya encausando paulatinamente, puesto que solamente con leyes represivas no será solucionado el problema. Será necesario que la población tome conciencia de que estas cosas pueden suceder en cualquier hogar fronterizo. Nadie está libre de vivir situaciones de violencia, aunque por lo general mientras las cosas se desarrollan fuera de nuestro entorno somos meros espectadores y hasta miramos con indiferencia los problemas ajenos. Si tenemos salud, vivienda y trabajo nos sentimos “casi realizados” y resulta muy difícil que nos detengamos a pensar en las injusticias que se cometen diariamente, ni en la posibilidad de que en cualquier momento podamos perder estas cosas que hoy nos tranquilizan. Hace algunos años en otro medio de comunicación dábamos lectura a una dramática pieza de Ionesco que se refiere precisamente a la indiferencia con que algunas veces observamos estos acontecimientos. La pieza hace referencia a la vida tranquila que transcurría en un pequeño pueblo francés hasta el día que aparece un rinoceronte caminando tranquilamente por la calle.
Si bien se trataba de un hecho insólito porque el pequeño pueblo no tenía zoológico, los habitantes no tomaron ninguna medida y comenzaron a discutir sobre la procedencia del animal. Al otro día algunos habitantes comenzaron a sentir algunos malestares físicos y manchas en la piel, emitiendo sonidos guturales muy distintos a los humanos. Recién en ese momento empiezan a preocuparse, surgiendo la idea de que tenían que aislar a las personas afectadas para evitar el contagio. Pero en forma simultánea surgen nuevos rinocerontes y por extraño que parezca comienzan a organizarse para destruir el pueblo. Como algunos habitantes todavía no se habían contagiado, terminaron convenciéndose de que a ellos no les iba a suceder nada y por la tanto no tomaron ninguna actitud. Los otros por su parte se fueron resignando y aceptando la situación como algo normal. Mientras otros siguen discutiendo, los rinocerontes se van multiplicando y la población se va acostumbrando a observar cómo los rebaños recorren las calles destruyendo todo lo que encuentran a su paso. Todo continuaba dentro de la “normalidad” hasta que un vecino enciende la radio y solamente escucha los ya conocidos sonidos guturales de los rinocerontes. Lo primero que hace es llamar a la policía para denunciar el hecho, pero le responden con el mismo lenguaje. Recién en ese momento se da cuenta de que el pueblo estaba en manos de los rinocerontes…pero ya era demasiado tarde. Como señalamos al principio se trata de una magnífica obra de Ionesco que nos hace pensar en los pequeños problemas o situaciones que surgen diariamente y a los cuales no les damos importancia porque todavía no están en nuestro entorno. Como lo decía un conocido poeta; EL INCENDIO TAMBIÉN TIENE SU BELLEZA, PERO DEBEMOS MIRARLO DESDE LEJOS.”
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