A diferencia de otras peticiones que aparecen en la famosa plataforma, la que exigía una respuesta al caso del autor de la novela Respiración artificial era tan breve como contundente. En unos pocos párrafos (puede firmarse y leerse completa aquí: <https: medicus-sa-urgente-suministre-los-medicamentos-para-el-escritor-ricardo-piglia="" p="" www.change.org="">), reclamaba el inmediato cumplimiento de la sentencia en la que, el 9 de noviembre pasado, el juez Iván E. Garbarino, del Juzgado en lo Civil y Comercial Federal Nº 8, falló a favor del reconocido escritor argentino.
"La demandada Medicus deberá adoptar las medidas pertinentes para otorgar al Sr. Ricardo Emilio Piglia, afiliado numero 10285042006, DNI 5.321.386, en el término de dos días y por la vía que corresponda, la cobertura del 100% de la medicación e insumos prescritos por el médico tratante", explica la cita incluida en la petición. La reacción en las redes sociales sí fue inmediata: tanto anónimos amantes de la literatura como aclamados artistas se sumaron a la demanda. La ola de adhesiones en Facebook y Twitter dio resultado: según le confió a Tiempo Beba Eguía, la mujer del escritor (ver recuadro), Medicus se comprometió a cumplir el fallo. La tardía decisión, de todos modos, dejó en claro que a la empresa encargada de velar por la salud de Piglia –entre otros miles de afiliados– le importa más el repudio de la opinión pública que el desacato ante la orden de un juez.
Lo cierto es que el caso de Ricardo Piglia, viralizado por el prestigio de su trayectoria, es tan sólo la punta de un iceberg que, debajo, tiene tantísimos reclamos similares de pacientes anónimos que deben transitar un conflicto mucho más prolongado hasta obtener una resolución satisfactoria para su salud.
"Este no es un caso extraordinario o que salga de lo normal: lo que sale de la media es que se trata de una persona muy conocida y eso le da una gran difusión en las redes sociales. La realidad es que existen muchos casos de este tipo de incumplimientos", explicó a este diario el abogado Claudio Boada, director de la Unión de Usuarios y Consumidores.
Según aclaró el especialista, la mayoría de los casos de desacato –tanto por parte de prepagas como de obras sociales– tiene que ver con el incumplimiento del Programa Médico Obligatorio (PMO), una canasta básica pero actualizada de prestaciones a través de la cual los beneficiarios tienen derecho a recibir prestaciones médico-asistenciales. "El 90% de los casos de incumplimiento que recibimos tienen que ver con que no se respeta el PMO o las leyes que lo actualizan incorporando prestaciones, como las vinculadas a la celiaquía, la diabetes o la fertilización asistida –agregó Boada–. La gente debe saber que el PMO es irrenunciable: aunque un afiliado haya firmado que acepta pagar alguna prestación, la prepaga u obra social debe cubrirla igual. Se trata de una ley de orden público en la que el Estado, por ser el garante de la salud de población, está interesado en el establecimiento de ciertos niveles de salud." Y aunque –según detalló el abogado– la mayoría de los casos termina resolviéndose a favor de los afectados, el camino siempre es largo, incierto, tardío e injusto. «
Extraído de: http://tiempo.infonews.com</https:>