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El coordinador del
Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, Felipe Michelini, criticó la
decisión del gobierno de no asistir a las audiencias de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en las que organizaciones
sociales tenían previsto, entre otros puntos, cuestionar la falta de
avances en las investigaciones sobre los crímenes cometidos durante
la última dictadura.
Al ser consultado
por Búsqueda, Michelini dijo que “por supuesto” que el Estado
debía haber tenido representantes en la reunión de la CIDH, que
tuvo lugar en Buenos Aires entre el 25 y el 26 de mayo. “Uruguay
tiene cosas para decir, respecto a avances y retrocesos en el
esfuerzo por romper con la cultura de la impunidad”, opinó el
coordinador del grupo que creó el presidente Tabaré Vázquez para
trabajar en el tema de las violaciones a los derechos humanos en el
pasado reciente.
Michelini no es el
primero que critica la postura del gobierno uruguayo. “Esta
ausencia sorpresiva, lamentable, preocupante, sin embargo, nos
permite afirmar que es la confirmación simbólica de lo que estamos
cuestionando hoy”, dijo el abogado Pablo Chargoñia al cierre de su
presentación en la CIDH. Raúl Olivera, coordinador del Observatorio
Luz Ibarburu, dijo que “en Uruguay persiste la impunidad” y que
le daba “vergüenza ajena” la ausencia de representantes del
Estado.
Los miembros de la
Comisión también aprovecharon la instancia para expresar su
preocupación por la decisión de Uruguay.
El ex embajador ante
la Organización de Estados Americanos (organismo del que depende la
CIDH) Milton Romani fue uno de los más duros con el gobierno, tanto
en declaraciones a la prensa como en intercambios que mantuvo con
dirigentes de izquierda. Integrante del Frente Amplio (FA) y hasta el
año pasado jerarca de la administración de Tabaré Vázquez, Romani
escribió una columna de opinión, publicada el lunes 29 de mayo en
“La Diaria”.
“No se puede hacer
política callando y aceptando decisiones erradas tomadas por los
jerarcas. Hay que armarse de coraje y poder decir, con el mayor de
los respetos: Señor presidente, señor ministro, compañeros, en
esto se equivocaron feo”.
Además de publicar
su columna, Romani compartió sus reflexiones esta semana en una
cadena de correos electrónicos en la que estaban incluidos jerarcas
del gobierno, militantes y académicos. Los respaldos fueron varios.
“Comparto, en
verdad da vergüenza, inadmisible”, escribió el historiador
Gerardo Caetano.
Consultado por la
prensa el lunes, el canciller Rodolfo Nin Novoa aseguró que el
Estado uruguayo no había sido invitado. Al día siguiente, durante
su viaje oficial a Viena, el ministro volvió a decir que no había
motivos para que el gobierno enviara a un representante a la reunión
con la CIDH. Y agregó que el Estado uruguayo ha dado “pruebas
fehacientes” de lo que le importan los derechos humanos, según el
audio divulgado por Radio Uruguay.