Escritor y periodista Oscar Bruno Cedrés
PABLO ARBOLEYA,
es una multifacética figura de nuestra sociedad, nacido el 25 de
octubre del año 1964 en nuestra ciudad, alumno de la Escuela No. 1
José Pedro Ramírez y del Liceo Departamental No. 1.
Se desempeñó
por muchos años como funcionario público de Salud Pública en
nuestra ciudad, cargo al que renunció para dedicarse al cargo en el
Canal 8, deportista, empresario, periodista.
También es un
humorista, animador de toda reunión en la que esté presente,
haciendo gala de una manera de ser muy particular. Dicharachero,
siempre con un chiste a flor de labios, con una infrecuente facilidad
para sacar de la galera un cuento.
Alegre, garboso,
chispeante, parece que con él los problemas no tienen cabida.
Como deportista
fueron muchas las disciplinas en las que participó, fútbol,
básquebol, atletismo, fútbol sala.
Defendió a
nuestro departamento en tres: fútbol sala, atletismo y paleta, un
caso no muy común.
En fútbol
Arboleya defendió la casaca naranja del Plaza Congreso, en básquebol
lo hizo en menores y cadetes dirigido por Timoteo Carrasco y
Canclini, en la Liga Rochense defendió al Champagnat, y también
participó cuando se realizara el torneo especial experimental, en
que los equipos de la Liga no tenían nombres, sino colores y que
ganara el representativo del balneario La Paloma.
En atletismo lo
hizo en su época de estudiante del Liceo, siendo vice campeón
nacional en Posta de 4 x 100, teniendo como compañeros a Gustavo
“Piraña” Machado, Ariel Hernández y Gustavo Fernández,
perdiendo la final con Maldonado, habiendo gano en nuestro
departamento la final en Chuy a la representación de Castillos.
También fue vice
campeón nacional de los Juegos Jade estudiantiles en lanzamiento de
bala.
En Paleta, Pablo
jugó en pelota spolin azul y también en balín siendo su compañero
el “Brasilero” Rodríguez en torneo del Este donde fueron
campeones representando al Deportivo Unión.
Proviene de
familia muy vinculada desde siempre a todas las actividades del Club
Deportivo Unión, su padre Horacio, sus tíos Carlos, Heber y Ney,
fueron personas de gran arraigo dentro del Club de la calle Gral.
Artigas.
En el fútbol
sala siempre fue un muy animoso “jugador”, de físico no muy
”apropiado” para estas actividades, -algo excedido de peso-, el
igual se las ingeniaba para ser genio y figura cuando jugaba, de
remate potente, trancada fuerte, siempre apretando los dientes como
lo quería “El Mariscal”.
Defendió a
Nacional, al Unión, al Unión/River y jugó en la selección que
dirigía técnicamente Mario Barrios en un torneo del Este.
Hoy el deporte es
cosa del pasado, de recuerdos, y su actividad se circunda a las
diarias caminadas de varios kilómetros por Ruta 9, para mantener un
buen estado físico.
De una riqueza
deportiva desconocida para la mayoría de la gente, pero brillante.
Hombre de
denotada manifestación tricolor, que le sale por sus poros, se
siente identificado más del fútbol de antes, que con el actual.
Como empresario
es notoria su vinculación en nuestro medio, varios son los rubros en
los cuales se ha desempeñado, como ser cantinero, jefe de agencias
de publicidad, propietario de una boutique, responsable del Canal
local 8.
Además en el
mismo agrega a su oficio de periodista deportivo el de
informativista, y conductor del programa mañanero.
Siempre vinculado
a los medios de prensa, como periodista deportivo desde el año1981,
con 16 años en Eco Publicidad en Radio Fortaleza, ha estado en Radio
Fortaleza, Difusora Rochense, Sol FM Navegante y Vida FM.
Acá también
participó en los tradicionales encuentros de fútbol entre Difusora
y Fortaleza, teniendo algunas veces que lucir sobre su pecho la
casaca oro y negro del decano Peñarol.
En Diarios lo ha
hecho en El Este, y también en TUSemanario junto a Gustavo
Rodríguez, al recordado Pablito Nuñez, Magela Altier y el director
el “Ñato” Schiavo.
Fenomenal
compañero de viaje, con Arboleya, por más larga que sean las
distancias a cubrir, él se encarga de hacerlas cortas, animosas,
divertidas.
Tiene entre sus
principales características la de en el medio de una conversación,
sacar de su galera mental una frase fuera de contexto, en la que
siempre deja mal parado alguno de los interlocutores.
Para Pablo el
gran amor de su vida es su mama, doña Blanca.