El destacado intérprete uruguayo murió a los 79 años. Dejó más de 50 años de carrera dramática
El actor uruguayo uruguayo Walter Reyno falleció ayer miércoles en Montevideo a los 79 años. Era uno de los actores de mayor trayectoria del teatro y cine nacional.
Se había formado en la Escuela Municipal de Arte Dramático en la década de 1950. Egresó en 1956 y, desde entonces, desarrolló la mayor parte de su obra en el Teatro Circular.
Actuó en más de 100 obras teatrales y consiguió tres premios Florencio en reconocimiento a su excelente labor.
Trabajó en el teatro en diversas obras a lo largo de más de cinco décadas de carrera actoral. Se destacó en obras como El herrero y la muerte, donde encarnó al personaje Miseria.
De las muchas obras de teatro donde brilló sobre el escenario que hoy lo llora, Reyno protagonizó Onetti en el espejo, donde se enfrentó al desafío de encarnar a un personaje que fumaba demasiado cuando él ya había dejado el hábito.
Fue parte de elencos en obras de dramaturgos tan importantes como Harold Pinter, Boris Vian, Anton Chejov, William Shakespeare, Ramón de Valle Inclán o Thomas Bernhard.
El Observador lo entrevistó por última vez en marzo de 2012, en oportunidad de la reposición de esta obra de Mercededs Rein y Jorge Curi. Al preguntársele por qué creía que la obra seguía siendo efectiva, respondió: “Quizás porque está muy centrada en la picardía criolla, que siempre es bienvenida”.
En cine también trabajó con directores importantes tanto en Uruguay como en Argentina. Trabajó con el dúo de directores nacionales Juan Pablo Revella y Pablo Stoll en su filme debut, 25 watts, así como en el cortometraje El ojo en la nuca, de Rodrigo Plá, y con el argentino Fabián Bielinsky en El aura.
También actuó en una particular película suiza filmada en Minas en 1988 y basada en cuentos de Juan José Morosoli, como lo fue Vientos del Uruguay. Exploró el mundo de ficción en televisión en Gran teatro del mundo, en Canal 4.
Actor de figura flaca y alta, Reyno tenía una voz profunda que sabía proyectar con gran profesionalismo. Admirador del actor italiano Vittorio Gassman, tenía un parecido notorio en los últimos años.
Reyno también se dedicó a la docencia, por ejemplo, impartiendo cursos de dirección de actores en la Escuela de Cine del Uruguay y en cursos de teatro. Este año había recibido el premio Delmira Agustini por su trayectoria artística.
Su estampa será recordada por los espectadores y por sus alumnos.