Nació un año y
cinco meses después de la gesta de Maracaná. Se llama Uruguay, un
nombre que estuvo en boga por aquellos tiempos. Su madre escuchaba
Radio El Mundo de Argentina que todas las semanas transmitía
conciertos en vivo. Le gustaba muchísimo un guitarrista llamado
Uruguay Zabaleta. Tanto le gustaba que ese fue el nombre del niño
rochense que con los años sería el historiador Uruguay Vega
Castillos.
En esta entrevista,
el profesor de enseñanza secundaria y universitaria durante 35 años,
contó sus orígenes, habló de sus padres, sus estudios y su
trabajo.
El Blog empieza a
contar a partir de ahora con sus aportes, artículos surgidos de sus
investigaciones de décadas.
“Mis padres fueron
Rosalío Vega e Ilda Castillos. Rosalío era hijo de Felipe Batista y
Juana Vega, que fue quien lo registró únicamente con su apellido.
Mi madre Ilda Castillos era hija de Emilcarse Barater y su madre
María Castillos, que la registró con su apellido. Ambos
progenitores figuraban con padre desconocido. Yo a modo de
reivindicación uso desde la escuela mi dos apellidos: Vega
Castillos. En mi partida de nacimiento el segundo apellido es
“Castillos”.
Nací en la 1ª
Sección de la ciudad de Rocha, para ser más exacto en el Hospital
de Rocha. Como mis padres vivían en la zona de Laguna Blanca, hasta
que tuve cuatro años mi madre y yo permanecimos allí. En ese
entonces, el señor Lorenzo Guerra (viudo) que junto a su señora
habían sido los padres adoptivos de mi tío José Castillos y mi
madre, enfermó y decidieron que ella y yo nos trasladáramos con el
“abuelo” Guerra a vivir en Rocha. En el barrio Adolfo Cosse nos
instalamos en una casita alquilada a Mauro Rodríguez y un par de
años después a otra casa a media cuadra de la anterior. Tiempo
después con la ayuda del abuelo Guerra se compró un terreno a la
vuelta, frente al patio de la Escuela Nº 45, Juana de Ibarbourou en
la que cursé los seis años, entre 1957 y 1963. No voy a aburrir
mencionando a mis maestras, solo diré que las recuerdo a todas, que
todas fueron importantes en mi formación”.
LICEO,
RADIOTELEGRAFÍA, FACULTAD
“Posteriormente
pasé al Liceo Nº 1 donde por mi apellido siempre integré el último
grupo, así 1º y 2º F, 3º E, luego 4º y 5º Humanístico y 6º
Ciencias Humanas Opción B (con tres horas de Matemática). Un
capítulo aparte es el de los docentes, que no sólo me enseñaron lo
establecido curricularmente, sino que también supieron inculcar un
afán permanente de superación. De 1964 a 1968 cursé de 1º a 5º y
el 6º lo hice en el año 1971.
En 1969 y 1970
estudié Radiotelegrafista Especialista en Trasmisiones en la Escuela
de Trasmisiones del Ejército. Esos dos años formaron mi carácter e
incentivaron mi inclinación por el estudio y la investigación.
En 1972 comencé la
Licenciatura en Historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias,
nombre que tenía entonces la actual Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación.
Para un muchacho
procedente del interior, la venida a Montevideo era un tema
inquietante. Desde estar lejos de mis padres a convivir con un ritmo
de vida -para mí- vertiginoso, enfrentar y sobreponerse a la
fascinación del tiempo libre (las clases eran en horarios y días
diferentes). Años después la película “La Sociedad de los Poetas
Muertos” le dará nombre a la realidad, aprovechar el tiempo libre
“Carpe Diem”. Fueron tiempos de efervescencia y agitación
políticos. A mis alumnos de 6º año de liceo siempre les hablé de
la adecuada administración del tiempo y que el estudio va mucho más
allá de lo necesario para dar una clase o salvar un parcial, es una
tarea permanente `para una constante superación.
Durante varios años
fui un permanente usuario de la Biblioteca Nacional hasta la hora de
cierre de la jornada. No había ni salidas nocturnas ni paseos, solo
alguna que otra vez ir al estadio a ver fútbol.
En 1974 mis padres
se mudaron a la zona de Estación La Floresta, pasando a residir en
la Ruta 35 a dos cuadras de la estación. Allí surgió el primer
trabajo de investigación en historia. La Ruta 35 comunica a la
ciudad de Soca con el Balneario La Floresta, allí cruza la Ruta
Interbalnearia, tramo I B. Soca, una pequeña ciudad dista unos cinco
kilómetros del sitio donde vivían mis padres y tanto se podía
viajar en ómnibus, como en bicicleta o ir caminando”.
EL INVESTIGADOR, EL
PRIMER LIBRO
“En 1977, como
consecuencia de realizar un trabajo para la asignatura Geografía
Humana, surge la idea de llevar a cabo un trabajo de investigación
sobre la historia de la ciudad que dio paso a la redacción de
“Historia de la fundación de la ciudad Doctor Francisco Soca” y
un segundo trabajo titulado “La ciudad Dr. Francisco Soca, Origen
de su nombre actual. Historia de los anteriores”.
Luego de sortear
todos los requisitos-que mucho se parecían a impedimentos- impuestos
por la intervención de la Facultad instrumentados uno tras otro y
sistemáticamente durante dos años, en 1979 obtuve el título de
Licenciado en Ciencias Históricas.
En 1981 comencé mi
labor como docente y también con los trabajos como historiador. En
este caso comencé a trabajar como Asesor en el Departamento de
Estudios Históricos, (una repartición del Estado Mayor del
Ejército). Durante el tiempo que me desempeñé en la misma realicé
una serie de investigaciones que se transformaron en libros de
historia militar.
Mi primer libro
fue sobre un suceso de la historia rochense con el título “La
muerte de Etienne Moreau, un episodio de la historia rochense” que
se publicó en 1984”.
“En 1983 me casé
con Gloria Susana Moreira. Pasamos a vivir en un complejo
habitacional de la Cooperativa Tebelpa, a una cuadra de Avenida
General Garzón.
Entre 1986 y1991
realicé varios estudios que dieron lugar a libros de historia
militar, entre los que se destaca “La batalla de India Muerta-27 de
marzo de 1845-Luces y sombras de sus contendores”. Esta publicación
es la que actualmente sirve de guía para la versión de la batalla
que se realiza anualmente y resulta una atracción turística para la
zona.
En 1991 participé
del equipo de investigación que por cuenta del Instituto
Panamericano de Geografía e Historia, con el auspicio de la Oficina
Internacional para las inmigraciones y la Universidad Católica del
Uruguay “Dámaso Antonio Larrañaga”. Esa investigación tuvo
como resultado la publicación “Inmigración Española al Uruguay:
catalanes, gallegos y vascos”. Fui coautor junto a los Licenciados
Ernesto Puiggrós y María del Carmen Medina Pintado.
En ese mismo año
publiqué la investigación titulada “Coronel Gregorio Lamas, su
obra como Jefe de Estado Mayor del Ejército Revolucionario en 1904”.
Algunos años
después participé del Proyecto “Mi Historia Uruguay”, que en
1998 editara el Diario “El Observador”.
Ocho años después,
en el 2012, realicé una investigación que culminó en la
publicación de “Historia del Centro Mutual de Retirados de
Personal Subalterno de las Fuerzas Armadas”.
Paralelamente
publiqué artículos de historia en medios periodísticos de Rocha,
Castillos, Lascano, Chuy, San Carlos y Canelones. También en
Revistas de España e Italia y también en Revistas en Uruguay.
Algunos ejemplos : la Revista Armas y Letras, Boletín Histórico del
Ejército, Revista de la Universidad de Montevideo, Revista del
Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, Revista de
Caballería, Revista de Infantería, Revista del Instituto
Genealógico del Uruguay, Revista El Estribo, Revista el Artillero,
Revista Histórica Rochense. En Chuy Revista Pantallazos chuienses.
TREINTA Y CINCO
AÑOS DE DOCENCIA. LA ACADEMIA
“Fui profesor
durante treinta y cinco años en institutos privados de enseñanza
secundaria a nivel ciclo básico y preparatorio. También a nivel
universitario en la Universidad Católica del Uruguay “Dámaso
Antonio Larrañaga” y en la Universidad de Montevideo.
Tengo dos hijos,
Juan Andrés, nacido en 1985 y Viviana, que nació en 1989. Juan
Andrés está dedicado a diseño y asesoramiento en imagen personal.
Viviana cursó la Licenciatura en Estudios Internacionales.
En 2008, fui
elegido para integrar el Instituto Histórico y Geográfico del
Uruguay ocupando el sillón Nº 6 Ariosto González. Miembro
Correspondiente de la Real Academia de la Historia del Reino de
España.
Académico del
Instituto de Historia y Militar “Coronel Rolando Laguarda Trías”
e integrante de la comisión coordinadora del mismo.
El cultivo de las
ciencias históricas me llevó a tener la oportunidad de dictar más
de sesenta conferencias.
El Doctor Juan
Manuel Casal tuvo la deferencia de identificarme como
microhistoriador y abona tal afirmación señalando mi permanente
preocupación por reconstruir distintos aspectos de la historia
rochense, y también he incursionado en la historia de San Carlos.
Tanto es así que el Municipio de San Carlos, en el marco de la
celebración de los 250 años de la ciudad, inauguró una página web
donde incluyó varios artículos de mi autoría que habían sido
publicados en el Semanario Digital “El Carolino”.
“ROCHA ESTÁ CADA
DÍA PRESENTE EN MÍ”
“Mi vocación por
la Historia en general y la Historia Rochense en particular, se
incrementó al observar cómo en Rocha pasaban los años y los
protagonistas, por imperio de la vida, fueron desapareciendo. En
Rocha hubo durante mucho tiempo una indiferencia generalizada.
Afortunadamente esta actitud ha comenzado a cambiar al impulso de
algunos periodistas radiales y televisivos que en sus programas
intentan reconstruir distintos episodios que son parte de la mejor
historia. Quizás sea injusto porque alguno se me puede traspapelar,
pero destaco a Mario Barrios y Gustavo Rodríguez con sus aportes
para televisión le dieron visibilidad a distintos aspectos de la
historia local, por ejemplo, “Historia del buen vestir” o la
entrevista al Doctor Pertusso para hablar sobre la fábrica de
ladrillos. Estos se agregan al reducido número que a lo largo del
departamento diariamente ofrecen el resultado de sus búsquedas. Ese
fanatismo que nos impulsa, es una llama que arde en nuestro ser: en
mi caso personal, se proyecta sobre todas las poblaciones del
departamento. Recuerdo un episodio, que puede ilustrar la idea:
sostengo que los procesos legislativos son una fuente para algunos
aspectos de la historia local. Así, el informe del Jefe Político y
de Policía, en muchos casos, adjunta informes tanto policiales como
económicos. En este sentido procuramos rescatar los trámites
relacionados con la declaración de pueblo, así como durante la
elevación a Villa o ciudad. Años atrás mi madre estaba internada y
en la cama contigua se hallaba una señora que vivía de San Luis. Un
día conversamos, lamentablemente no recuerdo el apellido de la
señora, pero me decidió a bucear en antecedentes legislativos de
San Luis al Medio. La condición de historiador no me ha hecho
olvidar mi origen, por lo que las cosas del Rocha que fue, aparecen
siempre”.