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lunes, 17 de abril de 2017

CON EL HISTORIADOR ROCHENSE URUGUAY VEGA CASTILLOS ROCHA, “LA LLAMA QUE ARDE”





Nació un año y cinco meses después de la gesta de Maracaná. Se llama Uruguay, un nombre que estuvo en boga por aquellos tiempos. Su madre escuchaba Radio El Mundo de Argentina que todas las semanas transmitía conciertos en vivo. Le gustaba muchísimo un guitarrista llamado Uruguay Zabaleta. Tanto le gustaba que ese fue el nombre del niño rochense que con los años sería el historiador Uruguay Vega Castillos.
En esta entrevista, el profesor de enseñanza secundaria y universitaria durante 35 años, contó sus orígenes, habló de sus padres, sus estudios y su trabajo.
El Blog empieza a contar a partir de ahora con sus aportes, artículos surgidos de sus investigaciones de décadas.

“Mis padres fueron Rosalío Vega e Ilda Castillos. Rosalío era hijo de Felipe Batista y Juana Vega, que fue quien lo registró únicamente con su apellido. Mi madre Ilda Castillos era hija de Emilcarse Barater y su madre María Castillos, que la registró con su apellido. Ambos progenitores figuraban con padre desconocido. Yo a modo de reivindicación uso desde la escuela mi dos apellidos: Vega Castillos. En mi partida de nacimiento el segundo apellido es “Castillos”.
Nací en la 1ª Sección de la ciudad de Rocha, para ser más exacto en el Hospital de Rocha. Como mis padres vivían en la zona de Laguna Blanca, hasta que tuve cuatro años mi madre y yo permanecimos allí. En ese entonces, el señor Lorenzo Guerra (viudo) que junto a su señora habían sido los padres adoptivos de mi tío José Castillos y mi madre, enfermó y decidieron que ella y yo nos trasladáramos con el “abuelo” Guerra a vivir en Rocha. En el barrio Adolfo Cosse nos instalamos en una casita alquilada a Mauro Rodríguez y un par de años después a otra casa a media cuadra de la anterior. Tiempo después con la ayuda del abuelo Guerra se compró un terreno a la vuelta, frente al patio de la Escuela Nº 45, Juana de Ibarbourou en la que cursé los seis años, entre 1957 y 1963. No voy a aburrir mencionando a mis maestras, solo diré que las recuerdo a todas, que todas fueron importantes en mi formación”.

LICEO, RADIOTELEGRAFÍA, FACULTAD

“Posteriormente pasé al Liceo Nº 1 donde por mi apellido siempre integré el último grupo, así 1º y 2º F, 3º E, luego 4º y 5º Humanístico y 6º Ciencias Humanas Opción B (con tres horas de Matemática). Un capítulo aparte es el de los docentes, que no sólo me enseñaron lo establecido curricularmente, sino que también supieron inculcar un afán permanente de superación. De 1964 a 1968 cursé de 1º a 5º y el 6º lo hice en el año 1971.
En 1969 y 1970 estudié Radiotelegrafista Especialista en Trasmisiones en la Escuela de Trasmisiones del Ejército. Esos dos años formaron mi carácter e incentivaron mi inclinación por el estudio y la investigación.
En 1972 comencé la Licenciatura en Historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias, nombre que tenía entonces la actual Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Para un muchacho procedente del interior, la venida a Montevideo era un tema inquietante. Desde estar lejos de mis padres a convivir con un ritmo de vida -para mí- vertiginoso, enfrentar y sobreponerse a la fascinación del tiempo libre (las clases eran en horarios y días diferentes). Años después la película “La Sociedad de los Poetas Muertos” le dará nombre a la realidad, aprovechar el tiempo libre “Carpe Diem”. Fueron tiempos de efervescencia y agitación políticos. A mis alumnos de 6º año de liceo siempre les hablé de la adecuada administración del tiempo y que el estudio va mucho más allá de lo necesario para dar una clase o salvar un parcial, es una tarea permanente `para una constante superación.
Durante varios años fui un permanente usuario de la Biblioteca Nacional hasta la hora de cierre de la jornada. No había ni salidas nocturnas ni paseos, solo alguna que otra vez ir al estadio a ver fútbol.
En 1974 mis padres se mudaron a la zona de Estación La Floresta, pasando a residir en la Ruta 35 a dos cuadras de la estación. Allí surgió el primer trabajo de investigación en historia. La Ruta 35 comunica a la ciudad de Soca con el Balneario La Floresta, allí cruza la Ruta Interbalnearia, tramo I B. Soca, una pequeña ciudad dista unos cinco kilómetros del sitio donde vivían mis padres y tanto se podía viajar en ómnibus, como en bicicleta o ir caminando”.

EL INVESTIGADOR, EL PRIMER LIBRO

“En 1977, como consecuencia de realizar un trabajo para la asignatura Geografía Humana, surge la idea de llevar a cabo un trabajo de investigación sobre la historia de la ciudad que dio paso a la redacción de “Historia de la fundación de la ciudad Doctor Francisco Soca” y un segundo trabajo titulado “La ciudad Dr. Francisco Soca, Origen de su nombre actual. Historia de los anteriores”.
Luego de sortear todos los requisitos-que mucho se parecían a impedimentos- impuestos por la intervención de la Facultad instrumentados uno tras otro y sistemáticamente durante dos años, en 1979 obtuve el título de Licenciado en Ciencias Históricas.
En 1981 comencé mi labor como docente y también con los trabajos como historiador. En este caso comencé a trabajar como Asesor en el Departamento de Estudios Históricos, (una repartición del Estado Mayor del Ejército). Durante el tiempo que me desempeñé en la misma realicé una serie de investigaciones que se transformaron en libros de historia militar.
Mi primer libro fue sobre un suceso de la historia rochense con el título “La muerte de Etienne Moreau, un episodio de la historia rochense” que se publicó en 1984”.

“En 1983 me casé con Gloria Susana Moreira. Pasamos a vivir en un complejo habitacional de la Cooperativa Tebelpa, a una cuadra de Avenida General Garzón.
Entre 1986 y1991 realicé varios estudios que dieron lugar a libros de historia militar, entre los que se destaca “La batalla de India Muerta-27 de marzo de 1845-Luces y sombras de sus contendores”. Esta publicación es la que actualmente sirve de guía para la versión de la batalla que se realiza anualmente y resulta una atracción turística para la zona.
En 1991 participé del equipo de investigación que por cuenta del Instituto Panamericano de Geografía e Historia, con el auspicio de la Oficina Internacional para las inmigraciones y la Universidad Católica del Uruguay “Dámaso Antonio Larrañaga”. Esa investigación tuvo como resultado la publicación “Inmigración Española al Uruguay: catalanes, gallegos y vascos”. Fui coautor junto a los Licenciados Ernesto Puiggrós y María del Carmen Medina Pintado.
En ese mismo año publiqué la investigación titulada “Coronel Gregorio Lamas, su obra como Jefe de Estado Mayor del Ejército Revolucionario en 1904”.
Algunos años después participé del Proyecto “Mi Historia Uruguay”, que en 1998 editara el Diario “El Observador”.
Ocho años después, en el 2012, realicé una investigación que culminó en la publicación de “Historia del Centro Mutual de Retirados de Personal Subalterno de las Fuerzas Armadas”.
Paralelamente publiqué artículos de historia en medios periodísticos de Rocha, Castillos, Lascano, Chuy, San Carlos y Canelones. También en Revistas de España e Italia y también en Revistas en Uruguay. Algunos ejemplos : la Revista Armas y Letras, Boletín Histórico del Ejército, Revista de la Universidad de Montevideo, Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, Revista de Caballería, Revista de Infantería, Revista del Instituto Genealógico del Uruguay, Revista El Estribo, Revista el Artillero, Revista Histórica Rochense. En Chuy Revista Pantallazos chuienses.

TREINTA Y CINCO AÑOS DE DOCENCIA. LA ACADEMIA

“Fui profesor durante treinta y cinco años en institutos privados de enseñanza secundaria a nivel ciclo básico y preparatorio. También a nivel universitario en la Universidad Católica del Uruguay “Dámaso Antonio Larrañaga” y en la Universidad de Montevideo.
Tengo dos hijos, Juan Andrés, nacido en 1985 y Viviana, que nació en 1989. Juan Andrés está dedicado a diseño y asesoramiento en imagen personal. Viviana cursó la Licenciatura en Estudios Internacionales.
En 2008, fui elegido para integrar el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay ocupando el sillón Nº 6 Ariosto González. Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Historia del Reino de España.
Académico del Instituto de Historia y Militar “Coronel Rolando Laguarda Trías” e integrante de la comisión coordinadora del mismo.
El cultivo de las ciencias históricas me llevó a tener la oportunidad de dictar más de sesenta conferencias.
El Doctor Juan Manuel Casal tuvo la deferencia de identificarme como microhistoriador y abona tal afirmación señalando mi permanente preocupación por reconstruir distintos aspectos de la historia rochense, y también he incursionado en la historia de San Carlos. Tanto es así que el Municipio de San Carlos, en el marco de la celebración de los 250 años de la ciudad, inauguró una página web donde incluyó varios artículos de mi autoría que habían sido publicados en el Semanario Digital “El Carolino”.

“ROCHA ESTÁ CADA DÍA PRESENTE EN MÍ”

“Mi vocación por la Historia en general y la Historia Rochense en particular, se incrementó al observar cómo en Rocha pasaban los años y los protagonistas, por imperio de la vida, fueron desapareciendo. En Rocha hubo durante mucho tiempo una indiferencia generalizada. Afortunadamente esta actitud ha comenzado a cambiar al impulso de algunos periodistas radiales y televisivos que en sus programas intentan reconstruir distintos episodios que son parte de la mejor historia. Quizás sea injusto porque alguno se me puede traspapelar, pero destaco a Mario Barrios y Gustavo Rodríguez con sus aportes para televisión le dieron visibilidad a distintos aspectos de la historia local, por ejemplo, “Historia del buen vestir” o la entrevista al Doctor Pertusso para hablar sobre la fábrica de ladrillos. Estos se agregan al reducido número que a lo largo del departamento diariamente ofrecen el resultado de sus búsquedas. Ese fanatismo que nos impulsa, es una llama que arde en nuestro ser: en mi caso personal, se proyecta sobre todas las poblaciones del departamento. Recuerdo un episodio, que puede ilustrar la idea: sostengo que los procesos legislativos son una fuente para algunos aspectos de la historia local. Así, el informe del Jefe Político y de Policía, en muchos casos, adjunta informes tanto policiales como económicos. En este sentido procuramos rescatar los trámites relacionados con la declaración de pueblo, así como durante la elevación a Villa o ciudad. Años atrás mi madre estaba internada y en la cama contigua se hallaba una señora que vivía de San Luis. Un día conversamos, lamentablemente no recuerdo el apellido de la señora, pero me decidió a bucear en antecedentes legislativos de San Luis al Medio. La condición de historiador no me ha hecho olvidar mi origen, por lo que las cosas del Rocha que fue, aparecen siempre”.