Vamos Uruguay sufre una sangría de dirigentes y Viera asume el protagonismo
Se va a votar la moción. Los que estén por la afirmativa sírvanse
expresarlo", anunció el presidente de la Cámara de Representantes
Alejandro Sánchez (MPP)
DANIEL ISGLEAS02 ago 2015
El País
La moción era para reprobar las explicaciones
del ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro sobre el robo de
municiones en la base de la Fuerza Aérea en Durazno. Con su mano en
alto, el diputado colorado Ope Pasquet giró en su banca y le exigió a
Horacio de Brum, también colorado, "vote, diputado". Con un gesto, de
Brum le dijo que no lo haría. Y votó con el Frente Amplio, en contra de
la postura de su bancada.
Ese episodio describe la situación prácticamente de
anarquía que vive la bancada del Partido Colorado, a consecuencia de la
falta de coordinación, de las deserciones del principal sector, Vamos
Uruguay, de las negociaciones internas para cambiar de sector, de los
arreglos individuales de algunos legisladores con otros partidos en el
interior, y de la ausencia de conducción que nació cuando el
excandidato presidencial Pedro Bordaberry anunció que daba un paso al
costado, habilitando así la sangría del sector mayoritario del partido.
Los ideales de justicia social y equidad, banderas
levantadas por José Batlle y Ordóñez, Domingo Arena, Luis Batlle y
tantos caudillos del siglo XX fueron retomadas por sus seguidores en las
últimas décadas del siglo pasado, pero ahora parecen haber cambiado de
manos; las reivindica la izquierda mientras el Partido Colorado se
sumerge en una crisis de identidad y liderazgo, según observan varios
dirigentes. En estos días Bordaberry, el excandidato presidencial y
figura referente, se quedó sin bancada de diputados en Montevideo, y ha
perdido injerencia desde que hace unos meses decidió cultivar un bajo
perfil. Ya no es fuente de consulta, no se le ve como líder partidario
y pierde dirigentes y legisladores. Desde la elección de octubre a esta
parte, Bordaberry perdió a sus cuatro diputados por Montevideo:
Fernando Amado, Guillermo Facello, Valentina Rapela y Ope Pasquet.
El ala batllista del partido, del senador José Amorín,
está igualmente deprimida luego de que su diputado por Montevideo,
Conrado Rodríguez, y el de Rivera, Tabaré Viera, dieran un paso al
costado del sector Propuesta Batllista (Proba). Hoy ambos buscan su
lugar en la interna colorada con un grupo denominado Espacio Abierto,
que pasó a ser el segundo sector partidario tras Vamos Uruguay, y al que
esperan sumar en breve a Pasquet y quizás a algún otro exlegislador de
Bordaberry.
La sangría de Vamos Uruguay la comenzó el diputado
Amado, a pocos días del negativo resultado electoral. Tras estar al
margen, se ha dejado ver con el exdirigente del Foro Batllista Ricardo
Lombardo en asambleas de unos cientos de personas "autoconvocadas",
según ellos, detrás de José Pablo Franzini Batlle, bisnieto de Batlle y
Ordóñez. Se llaman "disidentes" y cuestionan la conducción partidaria
porque afirman que perdieron con el Frente Amplio las banderas de las
conquistas sociales y su identidad. Muestran una impronta que los
identifica más como socialdemócratas que como batllistas, según se
autodefinen. Buscan formar un nuevo sector de nivel nacional con la idea
de "cambiar" la orientación actual del partido y su conducción por
considerar que se ha apartado de los que están en "estado de debilidad"
en la sociedad. Además de Franzini Batlle, están Víctor Rodríguez,
Roberto Domínguez, Roberto De Cesare, Pablo Di Napoli, Fernando Reyes,
entre otros.
En los últimos meses, otros dejaron a Bordaberry tras haber sido electos
en noviembre por Vamos Uruguay. Facello y Rapela están hoy como
independientes dentro del partido. Facello tiene detrás a la agrupación
Amigos de Oscar Magurno. La lista 505 que integra Rapela fue formada
hace siete años cuando nació Vamos Uruguay, y funciona bajo la
conducción de los hermanos Guzmán y Matías Ifrán.
Después del verano se dedicaron a hacer campaña para
las elecciones departamentales pero no en apoyo de Ricardo Rachetti, el
candidato colorado en el partido de la Concertación, sino por el
aspirante independiente Edgardo Novick.
El último episodio negativo para Bordaberry fue la
separación del diputado Pasquet de Vamos Uruguay con su sector Batllismo
Abierto. Con su ida, Bordaberry quedó sin presencia en Montevideo
porque los cuatro diputados electos por su sector en noviembre pasado,
hoy lo abandonaron.
Pasquet fue bastante crítico con la realidad
partidaria. "Uno no ve conducción", sostuvo. "Los diputados por
Montevideo nos fuimos todos. Es un síntoma de que algo no está
funcionando", sostuvo. Considera que "hay que reconfigurar al partido
para recuperar la sintonía con la ciudadanía", manifestó.
Sin diputados en Montevideo, Vamos Uruguay quedó
reducido a una fuerza política en el interior del país. Se mantienen en
el sector de Bordaberry siete representantes del interior: Daniel
Bianchi (Colonia), Germán Cardoso (Maldonado), Graciela Matiaude y
Adrián Peña (Canelones), Cecilia Eguiluz (Salto), Walter Verri
(Paysandú) y Susana Montaner (Tacuarembó). De todas formas, los
movimientos internos que están produciéndose en el Partido Colorado
podrían terminar con más novedades.
Maldonado.
La convulsión del partido se muestra también en el
interior donde hubo una serie de nombramientos de dirigentes del Partido
Colorado en la Intendencia de Maldonado. Fueron doce casos que el
diputado Germán Cardoso, secretario general partidario, interpreta como
una "cortina de humo del Frente Amplio".
El intendente Antía nombró en cargos jerárquicos en
la comuna al hermano del diputado, Gonzalo Cardoso, a Miguel Corbo,
convencional por Vamos Uruguay, a Gerardo Rodríguez, secretario de
bancada del sector de Bordaberry, a Raúl Vilariño, miembro de Vamos
Uruguay, a Paola Cordone, secretaria de bancada en la Junta fernandina, a
Martín Marzano, miembro del ejecutivo de Vamos Uruguay en Maldonado, a
Bethy Molina, suplente del diputado Cardoso, a Marcelo Inzaurralde,
suplente de Cardoso entre 2010 y 2014, a Fernando Cairo, actual miembro
de la Junta Electoral fernandina, a Cecilia Vega, de Vamos Uruguay, a
Luis Muñiz, exedil de Vamos Uruguay y a Carlos Rodríguez,
convencional del mismo sector.
Cardoso se defendió acusando al exintendente
frenteamplista Oscar de los Santos de montar "una maniobra" en su contra
para "esconder el descalabro en que dejó a la Intendencia". "Me llama
la atención que se hable solo de personas afines al Partido Colorado,
cuando Darío Pérez le pidió cuatro direcciones que el intendente Antía
le dio en San Carlos como cargos de particular confianza del
intendente", indicó a El País.
No hubo acuerdo ninguno con Antía", subrayó Cardoso,
"y por eso el gabinete de Maldonado tiene blancos, colorados y
frenteamplistas". Cardoso dijo haber trabajado "por mi candidato a
intendente que es Jorge Schurmann. ¿Qué tiene de raro que un intendente
convoque a personas de otros partidos al gabinete si es por sus
capacidades? Ha pasado siempre", destacó.
"El precedente lo sentó de los Santos cuando para su
administración de 2010 a 2015 nombró como director al batllista Eduardo
Elinger, hoy director del Banco República por el Partido Colorado",
recordó el diputado Cardoso.
AMADO SE LANZÓ AL RUEDO CON UNA MATEADA
El diputado Fernando Amado organizó ayer una
“mateada” en el Expreso Pocitos para “discutir el país que queremos” y
“el Partido Colorado que vamos a construir”. El diputado que abandonó
Vamos Uruguay luego de la derrota en las elecciones, intenta crear un
espacio propio en el Partido Colorado. El pasado viernes agitó el
avispero con una serie de tuits: “A ese dictador, Juan María Bordaberry,
no lo defiende nadie en el Partido Colorado. Traicionó al PC, a la
democracia y a los uruguayos”, escribió. Y agregó: “Para despejar dudas,
Pedro Bordaberry es distinto a su extinto padre. Pedro es demócrata y
colorado. Nunca juzgaría un hijo por su padre”.
Bordaberry opta
por el silencio. No obstante, en Vamos Uruguay existe malestar con los
“desertores”. Fuentes consultadas por El País señalaron que “fue a
caballo del sector y de Bordaberry que se hicieron de una banca porque
votos propios no tienen, sin embargo, ahora se van y se llevan la banca.
Esperemos que cuando tengan que ir a juntar votos les alcancen para
mantener el sillón”, dijo un dirigente a El País. No obstante, la
intención es no confrontar. El mismo dirigente reconoció, no obstante,
que la ausencia de liderazgo de Bordaberry “se siente, preocupa y afecta
al sector”.