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miércoles, 3 de julio de 2013

CRISIS: Despegó de Austria el avión que transporta a Evo Morales hacia Bolivia

Despegó de Austria el avión que transporta a Evo Morales hacia Bolivia


Tras 14 horas de espera en el aeropuerto de Viena, adonde debió aterrizar de emergencia tras las sospechas de Francia, España y Portugal de que trasladaba al ex CIA Edward Snowden, el mandatario se dirige hacia La Paz

Crédito foto: Reuters


España y Francia han autorizado finalmente el sobrevuelo del avión de la presidencia de Bolivia sobre su espacio aéreo. La decisión pone fin a la crisis diplomática abierta tras la decisión de cerrarle su espacio aéreo por las sospechas de que trasladaba a bordo al agente de la CIA Edward Snowden, requerido por los EEUU en un caso de espionaje. 
"Bolivia ha vuelto a solicitar sobrevuelo y escala y se lo hemos concedido a las 9:30 de esta mañana [7:30 GMT]", informó el ministerio de Asuntos Exteriores español este miércoles.
La misma fuente de la cancillería señaló que España ya "autorizó ayer [martes] el sobrevuelo y la escala del avión presidencial de Bolivia, pero, de forma imprevista, al final ese avión acabó haciendo escala en Viena".
La autorización del martes incluía una "escala técnica en Las Palmas", en el archipiélago de las Canarias, según un comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores.

Evo Morales, que regresaba a su país desde Moscú, se vio obligado a aterrizar en Viena después que, según La Paz, Francia, Portugal e Italia rechazaran concederle el permiso para sobrevolar su territorio.

Varias horas después, París, Lisboa y Roma volvían a conceder el permiso al avión presidencial boliviano, que se mantuvo en Viena hasta recibir también el permiso español.
Durante su permanencia en el aeropuerto, Morales recibió la visita del presidente de Austria, Heinz Fischer.
Austria insistió este miércoles en que Edward Snowden no se encontraba en el aparato boliviano, aunque el avión no fue inspeccionado y sus pasajeros sólo fueron sometidos al habitual control de pasaportes.
"No existía una base legal para un registro", afirmó el vocero del Ministerio del Interior austríaco, Karl-Heinz Grundboeck en Viena.

La  reacción de Sudamérica ha sido inmediata. A pedido de Ecuador, la Unasur mantendrá una reunión de urgencia para repudiar la decisión europea. 
Para el gobierno de Bolivia, en tanto, la retención de su mandatario fue "un secuestro".
La palabra de Evo Morales
Durante su estadía en Viena, el jefe de Estado aseguró que "el secuestro" de su avión en tierras europeas "responde a una política imperial que busca amedrentar y amenazar a todos aquellos países y gobiernos que piensan diferentes y no se rinden a intereses hegemónicos".
"Esto es un pretexto para tratar de amedrentarme, para intimidarme y escarmentarme. Un pretexto, sobre todo, para tratar de acallarnos en la lucha contra las políticas económicas de dominación", declaró Morales, en relación con las acusaciones.
Desde el aeropuerto de Viena, el mandatario aseguró: “No nos vamos a asustar. Somos un país pequeño, pero con dignidad (…) les digo a los países europeos; 'No estamos en tiempo de colonia y no nos dejaremos intimidar. Éste es el tiempo de los pueblos”.

Bordaberry enfrenta su primera crisis como lider de los colorados

Bordaberry enfrenta su primera crisis como lider de los colorados

El senador de Vamos Uruguay le pidió silencio a sus correligionarios sobre los hechos ocurridos en el pasado



El líder colorado Pedro Bordaberry atraviesa una de sus peores circunstancias desde que asumió al frente de la añeja colectividad y logró despegarla del piso en el que había quedado aplastada tras las elecciones del 2004.

Enojado, desencantado y dispuesto a romper con su grupo político, Bordaberry –queriendo llamar al orden a sus seguidores– no hizo otra cosa en los últimos días que generar nuevas zozobras en un sector que se debate entre seguir a rajatabla las órdenes de su líder o sucumbir en el intento de preservar un espacio para la discrepancia interna.


El lunes 1° Bordaberry instó a sus legisladores a guardar silencio  sobre la discusión de asuntos ocurridos en el pasado reciente y les advirtió que, de lo contrario, le estarían  dando pasto a los adversarios. “Esto no le hace bien al partido ni al sector. Lo único que estamos haciendo es abrir flancos para que nos peguen de afuera”, dijo Bordaberry según relataron a El Observador participantes de la reunión de bancada de Vamos Uruguay.


“Creo que si van a hablar de cosas del sector, del partido o de mi padre por lo menos me tendrían que avisar”, agregó el senador colorado.
El cóctel de acontecimientos que venían contrariando a Bordaberry explotó el viernes 28 con una inesperada carta pública en la que les dijo a sus dirigentes que si seguían el camino de  “discutir el pasado, la pelea o el insulto, están yendo contra el pacto original de creación” del grupo y de “la nueva forma de hacer política”.


“En ese camino no hay lugar para mí. Por lo que si la mayoría de ustedes decide ir por él no cuenten conmigo. Yo seguiré, mientras me den las fuerzas, en la senda de la construcción y la propuesta mirando al futuro. Sólo o acompañado, pero convencido que ese es el camino”, escribió el viernes.


Bordaberry se encargó de esta forma de responder al senador Ope Pasquet –uno de sus allegados más leales– quien el jueves 27, durante la sesión parlamentaria en la que se recordó el golpe de Estado de 1973, reconoció la responsabilidad del exdictador Juan María Bordaberry –padre de Pedro– en la caída de las instituciones democráticas. Esto desencadenó otros cruces de acusaciones ajenas a Vamos Uruguay. Pero, volviendo a la interna pedrista, fuentes del sector dijeron que la carta pública de Bordaberry descolocó a varios de sus correligionarios a quien el propio líder había pedido perfil bajo en este y otros temas.


Bordaberry, dijeron, ya venía bastante disgustado con el trabajo de algunos parlamentarios y su enojo creció cuando a fines de mayo la Convención Departamental de Montevideo del Partido Colorado exigió tener la última palabra en el acuerdo electoral con el Partido Nacional previsto para la capital.


Esto generó discusiones entre dirigentes de Vamos Uruguay que discrepan sobre los beneficios del pacto. Esa vez Bordaberry bajó línea y pidió que, por el bien del sector, cada cual expresara sus opiniones en ámbitos menos públicos.
El sábado 22 de junio, Bordaberry se reunió con la mayoría de sus legisladores en el departamento de Flores y, durante un encuentro que duró seis horas, los convocó “a trabajar en equipo y a discutir las cosas para adentro”. “Hubo una catarsis general y renovamos los votos”, contó a El Observador uno de los participantes.


Las cosas se calmaron hasta el 27 de junio. Luego de escuchar a Pasquet en el Parlamento haciendo una autocrítica sobre el desempeño del Partido Colorado durante el golpe de Estado, Bordaberry envió un mail a sus legisladores en el que expresó su discrepancia con lo dicho por el senador, y les pidió que, por tratarse de un asunto polémico, no realizaran declaraciones públicas hasta que el tema fuera conversado internamente. El viernes 28 el expresidente Jorge Batlle dijo a El Observador que Pasquet era un “imbécil” y rechazó su visión sobre lo ocurrido en 1973. Minutos más tarde, Bordaberry envió otro mail a los legisladores pidiéndoles que no le respondieran al exmandatario y que dejaran que sólo lo hiciera Pasquet.


Pero, para sorpresa de casi todos los parlamentarios de Vamos Uruguay, pasadas lahora 18.00 Bordaberry decidió enviar a los medios de prensa el mail en el que cuestionó a Pasquet y en el que advirtió sobre el riesgo que sobrevendría si desde Vamos Uruguay se continuaba por el camino de “discutir sobre el pasado”.


El lunes en la reunion de bancada, Pasquet se defendió recordando que había sido el resto de los senadores colorados los que lo habían elegido para hablar en Cámara. Dijo que había hecho un relato histórico de los sucesos del pasado y que no veía inconveniente en ello. La intervención de Pasquet fue respaldada por el diputado Fernando Amado.  Otros legisladores apoyaron a Bordaberry en cuanto a la necesidad de guardar silencio sobre el asunto. Finalmente, esta fue la postura mayoritaria y, por tanto, los dirigentes de Vamos Uruguay tratarán de evitar declaraciones que tengan que ver con la década de los 70.


En las últimas encuestas de opinión el Partido Colorado aparece con un 17% de apoyo. Es la misma cantidad de votos que obtuvo en la elección pasada. Los futuros hechos políticos irán develando si, como sostienen algunos, ese es su piso o, como aseguran otros, es un techo que le resultará difícil superar.


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Pit-Cnt: califican de "patota" a los gremios docentes

En el Secretariado alertaron de una "ruptura de códigos"

Pit-Cnt: califican de "patota" a los gremios docentes

El integrante del secretariado ejecutivo del Pit-Cnt Ismael Fuentes calificó como "patota" a los sindicatos de la enseñanza que protagonizaron el conflicto que determinó una huelga en los liceos de Montevideo y San José y una sucesión de paros y ocupaciones en varias escuelas del área metropolitana.

Docentes desataron una huelga el 20 de junio. Foto: Inés Guimaraens
"Hay una ruptura, un cambio de códigos. Hay gente que está cambiando los códigos con actitudes patoteriles", aseveró Fuentes.
El sindicalista afirmó que el debate en el Pit-Cnt va a continuar y "algunos pensamos darle con un caño a la patota, ese método no puede instalarse en el movimiento sindical". "Y no van a achicar a nadie con esas patotas", dijo.
En ese marco el coordinador del Pit-Cnt Fernando Pereira afirmó en el secretariado ejecutivo de la central que no está dispuesto a movilizarse con esos sindicatos. "Yo no pienso ocupar escuelas, esa no es la forma de luchar", dijo Pereira, según consignaron participantes de la reunión.
Pereira, uno de los sindicalistas más cercanos al gobierno, integra el sector no docente de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), y ayer cuestionó con dureza a sus compañeros del sindicato de maestros de Montevideo (Ademu) que la semana pasada realizaron dos días de paro y ocuparon dos escuelas de barrios de contexto crítico.
Ademu pidió a la FUM que Pereira abandone la coordinación de la central en el entendido que hace más de una década no concurre a su lugar de trabajo por estar con licencia sindical permanente.
"Perdió contacto con los problemas de sus compañeros", aseveró a El País la secretaria general de Ademu Montevideo, Raquel Bruschera.
Pereira recibió ayer el apoyo de la corriente Articulación, a la que pertenece, y de los delegados en el Pit-Cnt que integran el Partido Comunista (PCU). Dirigentes de ambos sectores cuestionaron a la lista 41 (integrada por sindicatos estatales) que emitió una declaración en contra de la intervención de la central en la expulsión de cinco jerarcas que resolvió Ademu.
Martín Pereira, único representante de la lista 41 que participó de la reunión, se limitó a defender la independencia de los sindicatos a la hora de tomar decisiones de esa naturaleza.
Además, reclamó que el Pit-Cnt se aboque a acompañar los sindicatos que están en conflicto y anunció que es "probable" que desde el 12 de julio el sindicato de Salud Pública se lance a la huelga.
Otro tema que se analizó en el secretariado fue el fallido acto del viernes tras la marcha de los docentes por el centro de Montevideo. Los coordinadores afirmaron que se instaló el escenario frente a la plaza Independencia a pedido de la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza (CSEU).

Proporciones.

La bancada del Frente Amplio le trasmitió a la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) que las medidas gremiales adoptadas por los maestros en el marco de reclamos salariales son desproporcionadas.
La diputada María Elena Laurnaga (Partido Socialista) dijo a El País que el hecho de que se ocupen escuelas con un convenio vigente que incrementa el salario en un 22% es "una medida extrema".
"Más allá de que se entiende la reivindicación como justa y razonable, creemos que hay cosas que no pueden ser, porque hicimos una de todo el porcentaje de aumento real que ha tenido la educación en los dos gobiernos del Frente Amplio", señaló la diputada.
Laurnaga dijo que la bancada trasmitió la preocupación "de que la lucha tenga herramientas que no deterioren la relación". "Sabemos muy bien que hay un manejo facilista del conflicto que trata de deteriorar aun más a la educación y hay que cuidar eso como un valor", opinó.
El presidente de la Comisión de Presupuesto, Carlos Gamou (CAP-L) indicó que los maestros "no pueden quedarse solo en el hoy" y dijo que no todos los salarios son de $ 14.000. El legislador dijo que el hecho de que el Estado desconozca un convenio colectivo firmado en el 2010 puede ser un problema.

ROCHENSE SERÁ PRESIDENTA DE LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE MALDONADO

Desde el próximo viernes UNA MUJER ROCHENSE SERÁ PRESIDENTA DE LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE MALDONADO








Diario El Este
















Marita Cruz, rochense y sindicalista de los trabajadores de los edificios de Punta del Este, se convertirá desde el próximo viernes en la Presidenta de la Junta Departamental de Maldonado.- “Hace cuarenta años que llegamos a Maldonado con mi familia buscando otro horizonte y para mi es un honor poder tener esta posibilidad”, manifestó al ser entrevistada.-
Como representante del sector, Cabildo 1813 con Darío Pérez, mencionó que hace alrededor de veinte años que se encuentra trabajando por este grupo político.- “Lo elegimos por el perfil del Dr. Darío Pérez, por su forma de actuar y desde aquellos días estamos trabajando”, mencionó.-
Llegó como legisladora de Maldonado en el presente período, resultando todo un honor llegar a la Junta Departamental teniendo un gran respaldo de la población, indicó.- Además de ser edil mencionó que su actividad ha sido fundamentalmente como sindicalista, resultando más conocida por esta labor.-
“Pertenezco a Sutem (Sindicato Unido de Trabajadores de Edificios de Maldonado), ejerciendo la vicepresidencia y fundadora desde hace seis años”, manifestó.- Se comenzó con alrededor de once miembros y actualmente se llega a más de seiscientos.-
Marita Cruz, reside en la ciudad de San Carlos, viajando todos los días a Punta del Este para trabajar como mucama y luego se dedica de lleno a la labor en la Junta Departamental de Maldonado.- “A mi siempre me ha gustado desempeñarme en los temas del trabajo y legislación, comisiones las cuales integro”, informó.-
A propósito de la ciudad de San Carlos mencionó que el próximo lunes 8 estará sesionando la Cámara de Representantes en una actividad solmene como día de fiesta para todos los carolinos.- Allí estarán miles de rochenses que están radicados en las tierras de Maldonado.-
Nuestra entrevistada trabaja diariamente como mucama en un edificio de la ciudad de Punta del Este y no deja de ser un lado interesante para estar en contacto mano a mano con todos los trabajadores más humildes, conociendo y reconociendo las dificultades y los deseos de superación de los ciudadanos.-
Mencionó, que la bancada del Partido Colorado, prácticamente todos son abogados y escribanos, la del Partido Nacional pasa lo mismo y “desde mi bancada me siento orgullosa”.- “Sobre todo porque siento que tengo un respaldo y un respeto también desde quienes están en la oposición”, aseguró.-
Al ser consultada sobre la labor y su impronta junto a todos los ediles, indicó que de manera conjunta buscaremos que los problemas de la ciudadanía se ubiquen de manera prioritariamente al momento de las sesiones.-
Señaló, que entre los temas se encuentran el predio ferial y el centro de convenciones, la nueva ordenanza para la ciudad de San Carlos y un fideicomiso de tierras para viviendas.-

martes, 2 de julio de 2013

El precio de la verdad por Thierry Meyssan

«Ante nuestros ojos»

El precio de la verdad

Mientras la prensa internacional presenta las informaciones de Edward Snowden como revelaciones sobre el programa PRISM y finge descubrir lo que todo el mundo sabe desde hace tiempo, Thierry Meyssan se interesa más bien en el sentido de este acto de rebelión. Y otorga por ello mucha más importancia al caso del general Cartwright, también acusado de espionaje.

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Ex comandante de las fuerzas nucleares de Estados Unidos, ex jefe del Estado Mayor Conjunto, ex consejero militar del presidente Obama, el general Cartwright está siendo acusado de espionaje. Se le imputa haber entregado al New York Times información sobre la guerra secreta contra Irán para evitar así una guerra inútil. 
 
¿Qué son los funcionarios estadounidenses, civiles o militares, que se exponen a un mínimo de 30 años de cárcel por haber revelado a la prensa secretos de Estado de su país? ¿Son «denunciantes» que ejercen un contrapoder dentro de un sistema democrático o se trata de «miembros de la resistencia contra la opresión» dentro una dictadura militaro-policiaca? La respuesta no depende de nuestras propias opiniones políticas sino de la naturaleza misma del Estado estadounidense. Y esa respuesta cambia por completo si nos centramos en el caso de Bradley Manning, el joven soldado izquierdista de Wikileaks, o si incluimos el caso del general Cartwright, consejero militar del presidente Obama, sometido a investigación desde el jueves 27 de junio de 2013 bajo la acusación de espionaje.
Se impone aquí un regreso atrás en el tiempo para entender cómo funciona el paso del «espionaje» a favor de una potencia extranjera a la «deslealtad» hacia la organización criminal en la que uno ha trabajado.

Peor que la censura:
la criminalización de las fuentes

El presidente de Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz Woodrow Wilson trató de poner en manos del ejecutivo estadounidense el poder de censurar la prensa cuando están en juego la «seguridad nacional» o la «reputación del gobierno». En su discurso sobre el Estado de la Unión correspondiente al 7 de diciembre de 1915, Wilson declaró: «Hay ciudadanos de Estados Unidos … que han vertido el veneno de la deslealtad en las arterias mismas de nuestra vida nacional, que han tratado de arrastrar al desprecio de la autoridad y de la buena reputación de nuestro gobierno … de destruir nuestras industrias … y de denostar sobre nuestra política en beneficio de intrigas extranjeras … Carecemos de leyes federales adecuadas … Os exhorto a no hacer menos que salvar el honor y el respeto de la nación por sí misma. Esas criaturas de la pasión, de la deslealtad y de la anarquía deben ser aplastadas.» [1]
A pesar de ese discurso, el Congreso no siguió de inmediato la exhortación del presidente Wilson. Como consecuencia de la entrada en guerra de Estados Unidos, el Congreso votó la Espionage Act, que retomaba los elementos fundamentales de la Official Secrets Act británica. Ya no se trata de censurar la prensa sino de cortarle el acceso a la información, prohibiendo a los depositarios de los secretos del Estado revelar lo que saben. Ese dispositivo legal permite a los anglosajones presentarse como «defensores de la libertad de expresión», cuando en realidad son los peores violadores del derecho democrático a la información, derecho que sin embargo defienden las Constituciones de los países escandinavos.

El silencio, más eficaz que el secreto

Los anglosajones viven así mucho menos informados que los extranjeros sobre lo que sucede en sus propios países. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá lograron mantener en secreto –en su propio territorio– el Proyecto Manhattan, destinado a la concepción de la bomba atómica, a pesar de que 130 000 personas trabajaron en ese proyecto durante 4 años y de que los servicios secretos extranjeros lo habían penetrado ampliamente. ¿Por qué pudieron mantenerlo en secreto? Porque Washington no estaba preparando aquella arma para la guerra que estaba librando en aquel momento sino para la siguiente, o sea para la guerra contra la Unión Soviética. Como ya lo han demostrado los historiadores rusos, en Japón se pospuso la capitulación hasta que se concretó la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, como advertencia dirigida a la URSS. Si los estadounidenses hubiesen sabido que su país disponía de aquella arma, sus dirigentes habrían tenido que utilizarla para acabar con Alemania y no para amenazar al aliado soviético a costa de los japoneses. En realidad, la guerra fría comenzó antes del fin de la Segunda Guerra Mundial [2].
En materia de secreto, es importante señalar que Stalin y Hitler tuvieron conocimiento sobre la existencia del Proyecto Manhattan desde el momento mismo de su inicio, porque ambos tenían agentes donde había que tenerlos. Truman, sin embargo, en su calidad de vicepresidente de Estados Unidos, no fue informado hasta el último momento, o sea después del fallecimiento del presidente Roosevelt.

La verdadera utilidad de la Espionage Act

En todo caso, el espionaje ocupa un lugar secundario en la Espionage Act, como queda demostrado por su forma de aplicación.
En tiempo de guerra, la Espionage Act sirve más bien para castigar las opiniones disidentes. Por ejemplo, en 1919, la Corte Suprema determinó –al pronunciarse sobre los casos Schrenck contra Estados Unidos y Abrams contra Estados Unidos– que el hecho de llamar a la insumisión o a la no intervención en contra de la Revolución Rusa se incluía entre los comportamientos penados por la Espionage Act.
En tiempo de paz, esa misma ley sirve para impedir que los funcionarios hagan público un sistema de fraudes o crímenes cometidos por el Estado, incluso aunque revelen hechos de los que el público ya tenía conocimiento previo pero que no han podido comprobarse hasta el momento de las revelaciones impugnadas.
Bajo la administración Obama ya se ha recurrido a la Espionage Act en 8 ocasiones, lo cual es todo un record en tiempo de paz. No abordaremos en este trabajo el caso de John Kiriakou, el oficial de la CIA que reveló el arresto de Abu Zoubeida y las torturas a las que este fue sometido. Lejos de ser un héroe, Kiriakou es en realidad un agente provocador de la propia CIA cuya misión consiste en hacer creer a la opinión pública la leyenda de las supuestas confesiones arrancadas a Zoubeida, para justificar a posteriori la «lucha contra el terrorismo» [3].
Tampoco abordaremos el caso de Shamal Leibowitz, en la medida en que sus revelaciones nunca se dieron a conocer a la opinión pública. Nos quedan así 6 casos profundamente instructivos sobre el sistema militaro-policiaco estadounidense.
Stephen Jin-Woo Kim confirmó a Fox News que Corea del Norte estaba preparando un ensayo nuclear, a pesar de las amenazas de Estados Unidos contra Pyongyang, una confirmación que en nada perjudicaba a Estados Unidos, aparte de subrayar su incapacidad para imponer obediencia a Corea del Norte. Esa información ya había sido divulgada, en otro contexto, por el célebre periodista estadounidense Bob Woodward sin provocar ningún tipo de reacción.
Thomas Andrew Drake reveló a un miembro de la Comisión de la Cámara de Representantes encargada de los servicios de inteligencia el despilfarro del programa Trailblazer. O sea, se le reprochó haber informado a los parlamentarios encargados de vigilar a las agencias de inteligencia que la NSA (National Security Agency) estaba tirando secretamente por la ventana miles de millones de dólares. El objetivo del programa Trailblazer era buscar la manera de implantar virus informáticos en cualquier computadora o teléfono móvil. Algo que nunca prosperó.
En ese mismo campo, Edward Snowden, empleado de la firma jurídica Booz Allen Hamilton, hizo públicos diversos documentos de la NSA que demostran el espionaje estadounidense contra China… y también contra los invitados al G20 organizado en Reino Unido. Lo más importante es que demostró la envergadura del sistema militar de escuchas de las comunicaciones telefónicas y a través de Internet, escuchas a las que nadie escapa, ni siquiera el presidente de Estados Unidos. Ahora la clase política estadounidense describe a Snowden como «un traidor a eliminar», únicamente porque sus documentos impiden que la NSA pueda seguir negando ante el Congreso la realización de una serie de actividades de todos conocidas desde hace mucho tiempo.
Bradley Manning, un simple soldado, transmitió a Wikileaks los videos de dos crímenes cometidos por el ejército estadounidense, 500 000 informes de inteligencia de las bases militares estadounidenses en Irak y 250 000 cables sobre los datos de inteligencia recogidos por los diplomáticos estadounidenses durante sus conversaciones con políticos extranjeros. Nada de especialmente importante, pero se trata de una documentación que da al público una idea de los burdos chismes que recoge el Departamento de Estado y que sirven de base a la «diplomacia» de Estados Unidos.
Jeffrey Alexander Sterling es un empleado de la CIA que reveló al New York Times la «Operación Merlin». Pero más sorprendente resulta el caso del general James Cartwright, ex número 2 de las fuerzas armadas de Estados Unidos, ya que fue jefe adjunto del Estado Mayor Conjunto, y también consejero del presidente, tan cercano a este último que en Washington llegaron a llamarlo «el general de Obama». Ahora resulta que este militar de alto rango reveló el año pasado al New York Times la «Operación Juegos Olímpicos» y acaba de abrirse una investigación en su contra, según CNN.
Sterling y Cartwright no creen en el mito israelí sobre «la bomba atómica de los ayatolas». Así que trataron de contrarrestar los intentos israelíes de arrastrar Estados Unidos a la guerra contra Irán. La «Operación Merlin» consistía en hacer llegar a Irán información falsa sobre la fabricación de la bomba atómica. En realidad se trataba de una provocación para que Irán emprendiera un programa nuclear de carácter militar, lo cual justificaría a posteriori la acusación israelí [4]. En cuanto a la «Operación Juegos Olímpicos», esta consistía en introducir los virus informáticos Stuxnet y Flame en los ordenadores de la central iraní de Natanz para provocar problemas en el funcionamiento de esa instalación, específicamente en las centrifugas [5]. El objetivo era, por lo tanto, sabotear el programa nuclear civil iraní. Así que esas revelaciones no perjudicaron los intereses de Estados Unidos sino las ambiciones de Israel.

Una forma de resistencia

Cierta oposición de salón nos presenta a las personas encausadas bajo la Espionage Act como «denunciantes» (whistleblower), como si Estados Unidos fuese hoy una verdadera democracia en la que es posible denunciar ante la ciudadanía los pocos errores que hay que corregir.
Lo que en realidad nos demuestran estos ejemplos es que, en Estados Unidos, desde el simple soldado (Bradley Manning) hasta el número 2 de las fuerzas armadas (el general Cartwright), existen hombres que tratan de luchar como pueden contra un sistema dictatorial cuando se dan cuenta de que forman parte del mecanismo. Ante un sistema monstruoso, lo justo es catalogarlos entre los ejemplos más conocidos de una forma de resistencia, como el almirante Canaris o el conde Stauffenberg.