El uruguayo, de 27 años, cerró el año 2013 con
una tristeza. El 31 de diciembre le comunicaron por correo electrónico
que no había superado la primera etapa del concurso. "Hemos tomado la
decisión de reducir nuestro grupo de solicitantes a poco más de 1.000 y
su solicitud ha sido rechazada", le escribió el comité de selección de
Mars One. "Me amargué (...) Sentía que se derrumbaba un sueño", cuenta
sobre su sensación tras leer ese mensaje.
Pero todo cambió. Cuando transcurrían las primeras horas del 2014, llegó otro correo "milagroso".
"Hola Yuri. Perdón, tratamos de no cometer errores.
(...) Tu fuiste el único caso en el que la aceptación se perdió. Y sí,
fuiste aceptado. ¡Felicitaciones!", le escribió Norbert Kraft,
integrante del comité de la fundación holandesa. La alegría lo desbordó.
"Salí a correr por la calle, me puse a llorar", dice.
Lo mejor, por venir.
Desde que conoció la noticia, siente una enorme felicidad. Este paso "ya es un honor", afirma.
¿Y qué sigue en esta historia? Durante este año,
integrantes de la comisión Mars One irán a cada región para entrevistar a
los 1.058 preseleccionados.
Yuri no sabe si vendrán a Uruguay a entrevistarlo,
pero sí tiene la certeza de que se acercarán a este continente. En esa
instancia le harán una prueba de aptitud médica.
En caso de superar esta etapa, pasará a un reality
show regional, con postulantes de Sudamérica. Si supera ese segmento del
concurso, clasificará a la etapa final. Se trata de un programa
televisivo, al estilo "Gran Hermano", con 40 participantes. Entre esa
cantidad, se elegirán a cuatro que viajarán a Marte en 2024.
Para ese programa, la fundación está intentando
vender los derechos del concurso a una productora de TV para promocionar
el viaje y, sobre todo, financiarlo, ya que tiene un costo de US$ 6.000
millones. Pretenden realizar "el evento mediático más grande de la
historia".
En ese show televisivo, los participantes harán
"simulaciones rigurosas, muchas en equipo, que se enfocarán en pruebas
de capacidades físicas y emocionales de los candidatos", anunció en un
comunicado Bas Lansdorp, fundador de Mars One. "El objetivo es ver cómo
reacciona la gente al aislamiento", comenta Yuri.
Si bien entre los postulantes hay astrónomos y
geólogos, lo que más pesa, según Yuri, es "cómo los participantes pueden
llegar a soportar esto de dejar su vida y su familia atrás". Los
postulantes que quedaron fuera de los 1.058 podrán participar de un
"repechaje" a mediados de año, apuntó el fundador de Mars One.
Además de la televisación del proyecto, la fundación
lleva a cabo una campaña llamada Indiegogo. Consiste en la recolección
de fondos para trasladar un vehículo -similar al Curiosity de la NASA
que hace un año y medio está en Marte- que examinará un lugar específico
donde se instalarán los cuatro astronautas. Lo hace junto a Lockheed
Martin, una compañía estadounidense que fabrica artefactos espaciales.
El inicio del sueño.
Yuri, que hoy trabaja en una empresa multinacional
de tecnología, tiene un espíritu aventurero. Le gusta el paracaidismo,
estudia para ser piloto comercial y fue policía de la Guardia
Republicana durante seis años. "Yo soy muy fanático del rock y (viajar a
Marte) la siento como la experiencia rock and roll de mi vida",
asegura.
Siempre fue un apasionado por la astronomía, aunque
no tiene formación académica en el área. "En la parte científica mi
aprendizaje fue siempre por Google, Wikipedia y algunos cursos que hice
en el Planetario", narra.
La idea de ser astronauta la vio inviable cuando era
más chico. Porque para ingresar en la NASA necesita ser ciudadano
americano y en la Estación Europea, ciudadano del viejo continente.
Cuando a comienzos de 2012 vio que una empresa
privada promovía esta idea, dijo: "¡Esto es genial! Es la única
oportunidad que tengo para lograr ser astronauta".
Pagó los cuatro dólares que requería la inscripción y
se sometió al sueño que, oficialmente, comenzó en abril. Desde ese
momento, se realizó una votación para registrar la popularidad de los
participantes del concurso, en la cual Yuri finalizó noveno en el mundo
gracias a la campaña personal que llevó a cabo (ver nota aparte).
A partir de ahí, comenzó a ser conocido en Uruguay y en el exterior y, poco a poco, su sueño comenzó a cristalizarse.
Sin retorno.
El viaje al planeta rojo durará siete meses. "Será el más largo de la historia en gravedad cero", asegura Yuri.
Además de una preparación psicológica para actuar en
situaciones complejas, los ganadores del concurso serán capacitados
sobre cómo utilizar el material espacial.
Yuri tiene alguna idea de lo que será el día a día
en Marte. Cree que tendrá una realidad "muy brava". Además de que
deberán vivir con trajes de astronauta, comerán alimentos de una huerta
orgánica. Por eso, el uruguayo entiende que debe cambiar sus hábitos
alimenticios y convertirse en vegetariano.
En cuanto a la comunicación con la Tierra, sabe que
se instalará un satélite para la comunicación de los dos planetas. Si
bien van a estar apoyados desde esta parte del sistema solar, las
comunicaciones llegarán 20 minutos más tarde. "Ante la eventualidad de
que suceda algo, van a tener que arreglarse solos", dice.
Sabe que es una aventura solo de ida. Que, de ganar
el concurso, también elegirá morir en Marte. "Va a ser dentro de 10 años
y llegaré con muchas cosas vividas", argumenta. Su novia y su familia
están contentos porque saben que es otro paso para cumplir su sueño. Sin
embargo, "no quieren no verme más", dice.
Pero él prioriza un valor mucho más importante:
"Hacer avanzar a la humanidad con el inicio de la colonización
espacial". "Es esa sensación de poder hacer algo que va a estar en los
libros de Historia de aquí a miles de años. De poder dejar en alto a la
raza humana, de tratar de hacer lo mejor posible en un lugar nuevo. Me
parece sumamente atractivo. Parece un cuento de ciencia ficción, pero es
real", añade.
El joven uruguayo entiende que es como una "guerra".
"Te puede ir muy bien o muy mal. Pero es una aventura, hay que
vivirla", concluyó.
Yuri fue el noveno más votado del mundo
Mars One abrió en abril el concurso para el viaje de
ida a Marte. Cada postulante debía subir un video en el que se
presentara y fundamentara por qué tiene el deseo de viajar a Marte.
A su vez, la fundación generó una competencia por popularidad entre los postulantes en la que Yuri acumuló 257.624 votos.
Fue primero en el mundo por algunas semanas y finalizó noveno en la votación.
Para lograr ese cometido, el uruguayo llevó a cabo
una campaña personal en la que solicitaba votar por él en el sitio web
del concurso.
Además de pasar por varios diarios y programas de
televisión, Yuri le pidió a la Base Científica Antártica Artigas que se
sacara una foto en apoyo al expolicía, con una inscripción en inglés.
Nobuo Uematsu, conocido compositor de música en la
industria de los videojuegos y Arnie Roth, director de orquesta ganador
de un premio Grammy, también apoyaron al uruguayo.