Por ANRED - C (redaccion@anred.org) |
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"No deseo regresar"La frase fue dicha en medios masivos por el guitarrista tucumano Juan Falú, que intentó ofrecer la segunda jornada del festival junto a los artistas Liliana Herrero, la pianista Lilian Saba y el vientista Marcelo Chiodi un homenaje a su tío, el también guitarrista Eduardo Falú.Por problemas técnicos, los artistas recién pudieron subir al escenario a las 3 de la madrugada, sin prueba de sonido previa y fueron retirados por la organización de manera torpe y violenta del lugar antes de que pudieran finalizar con el repertorio que tenían programado. El enojo no se hizo esperar y se materializó en declaraciones que Falú hizo al diario La Mañana de Neuquén: "El público ovacionó muchas de nuestras expresiones de protesta por la falta de prueba de sonido y la insensatez de dejar a la deriva un homenaje a uno de los más grandes artistas de la historia" , denunció, y además agregó: "Nos dieron vuelta el plato giratorio sin dejarnos hacer nuestro tema final, `Vidala del Nombrador`, y sin siquiera poder saludar al público, que estaba furioso por la situación". Por lo sucedido, el artista anunció que no volverá al lugar por haberse sentido "expulsado" y "censurado". Reprogramaciones, maltratos, arbitrariedades, acomodos políticos y cambios de rumboPero este enojo no sólo fue propio de Falú o Herrero, sino también otros artistas consagrados, como Carlos "Peteco" Carabajal, Teresa Parodi, Paola Bernal y hasta las bandas de Los Tekis y Los Alonsitos.El domingo 26 de enero se presentaban figuras convocantes como Luciano Pereyra, Baglietto-Vitale y Peteco Carabajal, pero Peteco quedó para lo último, literalmente. "Me parece un despropósito la cantidad de artistas que hay que no tienen mérito para estar en el escenario. O capaz que lo tienen y lo desaprovechan cantando macanas. Y hay toda una trama que tiene que ver con la organización del festival, que para hacerle un favor a un político, éste le exige que actúen dos ó tres cantores mediocres, pero que tienen que estar sí o sí en horario central. Entonces pasa que Laura Ros, que es una gran artista, tiene que cantar sólo dos temas (...) No me quejo del horario, pero pienso que la organización debe salir de esa trampa", explotó en los medios masivos Carabajal, quien recién pudo presentarse ante el público cuando amanecía y eran las 6 de la mañana. Incluso, por respeto a sus seguidores y en señal de protesta contra los organizadores, bajo y tocó su violín entre la gente, acompañado por sus bailarines. Aún así, no pudo completar todos los clásicos que pide su público, ya que la organziación le pidió "recortar" la presentación, ya que aún quedaban dos artistas más. Paola Bernal, apadrinada en su momento por el Chango Farías Gómezo y fundadora de una de las peñas que - al igual que la del Dúo Coplanacu, por ejemplo - ofrecen un espectáculo alternativo al festival oficial de Cosquín, opinó sobre el tema poniendo el foco en que la cultura popular no se encuentra en el Próspero Molina sino en sus alrededores: "los negociados políticos y la falta de profesionalismo se están volviendo en contra del festival. Para mí, éste es un modelo en decadencia. El festival no es la plaza Próspero Molina desde hace mucho. En los alrededores, Cosquín está mas vivo que nunca, tiene su personalidad y pasan cosas hermosas todas las noches. Ese otro Cosquín no está en decadencia". Por su parte, la folclorista Teresa Parodi - que este año cumplió 30 años de su consagración en el festival - opinó sobre el tema y de la degradación que está sufriendo el evento cultural: "Creo que Cosquín es el reflejo de algo que nos está pasando en la cultura. Yo gané en aquel Cosquín del 84 con canciones desconocidas y ante un público que era capaz de escuchar en silencio a Yupanqui como si estuviera en un teatro; donde lo que se coreaba era Tejada Gómez, Jaime Dávalos y Manuel J. Castilla. Pero el festival cambió tanto que si hoy fuera de nuevo con aquellos 30 años y mis canciones nuevas, no llego ni a la plaza Próspero Molina. Lo efímero ganó la discusión cuerpo a cuerpo en el escenario. No creo que haya que refundar Cosquín, sino que hay que inventar nuevos espacios para pensar la música argentina. Que ellos hagan lo que quieran hacer con el festival." También Los Tekis (banda que conoció el éxito en Cosquín allá por los 90´) se sumaron con una carta pública al enojo por la desprolijidad, reprogramaciones y acomodos dispuestos por la comisión organizadora del festival. "Es una falta de respeto, porque invertimos dinero y preparamos algo especial para una noche que después no podés disfrutar por los apuros, las peleas, la desorganización detrás del escenario y los cambios de horario. Cosquín estuvo muchos años sin Mercedes Sosa por todas estas cosas. Creo que es necesario que hagan una autocrítica", denunciaron sobre las desprolijidades de la comisión organizadora, y agregaron: "Los Tekis tocan a las 4, a las 4.30 de la madrugada.. O las 6 de la mañana si así fuera pactado y cuando consideramos que ello hace a la esencia de la fiesta popular que nos convoque (...) Cosquin fue testigo de eso muchas veces, hicimos Cacharpaya en la plaza, tocamos en peñas, balnearios y muchas veces la luna de Cosquín se hizo sol acobijándonos en el río o sus calles a las 8 de la mañana, pero pautado y organizados para eso (...) Una y otra vez hemos escuchado esta frase por estos días respecto a nuestra actuación en Cosquin. ¿Qué significa la frase "Cosquín es así"? ¿Dejemos todo como está? Creemos que hay que avanzar, hay que superarse", reflexionaron. Los números del Festival y el enojo de quienes pagaron sus entradasJorge Rojas, Luciano Pereyra, Abel Pintos, Chaqueño Palavecino, Soledad y Los Nocheros eran los artistas más convocantes de la grilla propuesta por Cosquín. El público enojado se hizo oir en las redes: “La gente se sacrifica tantas horas sentada en la Plaza, además somos los que pagamos nuestra entrada” , “Es una falta de respeto a la gente que se sienta desde las 21 o 22 horas y espera a sus artistas para que estos suban a las 5 de la mañana”, fueron algunas de las críticas, o como el caso de seguidoras de Los Tekis: “mejor será verlos o seguirlos en otros festivales. Confiamos en que ustedes no tienen que ver en esta indignante y humillante falta de respero a toda la gente que los sigue”.Y resulta entendible, teniendo en cuenta los números de un festival que cada vez tiene menos de épico y de cultural y más de negocio. Se calcula que la Plaza Próspero Molina puede albergar 11.800 espectadores sentados y que por lo general la cantidad de entradas que se ponen a la venta por jornada es de 9 mil. Se calcula de esta manera ya que para llenar totalmente el espacio se tiene en cuenta un cupo de invitaciones, correspondientes a figuras políticas, artistas y personajes de la farándula. Este año se calculó que el festival de Cosquín tuvo un promedio de 70% de asistencia en todas las noches, lo lo convierte en un gran negocio. El detalle de las jornadas fue el siguiente: En la primera noche el espectáculo central fue el de Jorge Rojas, y el festival vendió el 100% de las entradas disponibles. Lógico para lo que es la jornada de inauguración del evento. En la segunda noche los protagonistas principales fueron Luciano Pereyra, Lito Vitale-Juan Carlos Baglietto y Peteco Carabajal y la venta llegó a un 60%. En la tercera noche, cuando tocaron Los Tekis y Mariana Carrizo, como números principales, la recaudación alcanzó un 72% de entradas vendidas. La cuarta luna tuvo un 100% de entradas vendidas, ya que se presentaba el famoso Abel Pintos. La quinta luna, con el tradicional "Santiagueñazo" (noche de bandas y músicos de Santiago del Estero) se vendió un 92% de entradas. La sexta jornada fue encabezada por el Chaqueño Palavecino con un 70% de entradas vendidas. La octava luna estuvieron Víctor Heredia, Teresa Parodi y León Gieco como números centrales, y se vendió un 54% de las entradas La anteúltimanoche del sábado fue liderada por Soledad y el festival llegó a un 60% de entradas vendidas. Finalmente, la última noche fue con la despedida encabezada por Los Nocheros y se vendió un 64%. El Festival de Cosquín es mío, mío, míoLa Feria Nacional de Artesanías “Augusto Raúl Cortazar” - que funciona en los alrededores de la Plaza Próspero Molina - entregó premios como todos los años a los artesanos que mostraron sus producciones en el lugar, cuyos primeros tres premios fueron a integrar el patrimonio del Patrimonio del Museo del Artesano de Cosquín, el Fondo Nacional de las Artes y el Museo del Artesano de Cosquín.El marco en el cual se dio este reconocimiento a los artesanos fue un amplio circuito cultural especial que diseño y armó en los alrededores la Secretaría de Cultura de la Nación para acompañar la edición 54 del Festival Nacional de Folklore de Cosquín. El recorrido fue hecho bajo la consigna "Cultura en acción", e incluyó diferentes ofertas culturales que le dieron la correcta pátina cultural a la presentación inaugurada por la directora nacional de Acción Cultural, María Elena Troncoso, el director nacional de Artes, José Luis Castiñeira de Dios; el intendente local, Marcelo Villanueva; y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que es uno de los candidatos que el oficialismo viene sondeando en encuestas privadas en los últimos dos años. Fue allí donde la funcionaria de Cultura adelantó que "el programa seguirá recorriendo y acompañando las fiestas y celebraciones más importantes del país". Este calmo y prometedor clima dado por el circuito cultural inaugurado por el gobierno nacional se contradice con la descripción que de él hicieron vecinos de la zona y el Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia que se acercó al lugar para difundir los últimos números de su revista "La Marea". En un boletín informativo difundido ayer el movimiento denunció que el gobierno nacional copó y monopolizó el festival. "¡La Cámpora desembarcó para coparnos!", relatan en su boletín que se impresionaban y quejaban los vecinos coscoínos. "Al descender del micro con todos los "bártulos" al hombro, casi dormidos, apenas a 50 metros y levantando la vista hacia La Plaza de los Artesanos: primer vistazo a un espectáculo "monstruoso", por lo lujoso y gigantesco, con una estructura de una era futura, aunque a la vez grotesca, desproporcionada, desmedida. - relata el colectivo cultural - En medio de las casas bajas de Cosquín resaltaban aún más esas tremendas moles, de lo llamados "motorhome", (¡cuántos directores de cine y TV morirían por trabajar con esos vehículos en lo que se trasladan por todo el país haciendo campaña los muchachos de la Cámpora, de la Secretaría de Cultura y de la Presidencia de La Nación). Al menos 8 o 10 motorhome requirió "El Desembarco" para hacer "roncha" en Cosquín", describieron. Y agregaron, para graficar mejor la escena: "Monstruos de 10 metros de largo por 5 de alto, equipados con la mejor tecnología, sin duda, costosísimos, que aunque al menos exhibieron en forma gratuita recitales, teatro, cine, talleres, juegos para niños y fueron fuente de innumerables actos políticos: un intensa campaña de propaganda política k que invadió todo el pueblo. Gorras, carteles, remeras. Ostentación de poder con la que rodearon toda la plaza de los Artesanos, indiferentes a la crisis, a los miserables sueldos de los jubilados, a la inflación, a los 15 millones de pobres, a la devaluación que se devora los ingresos de los asalariados. "Nos taladraron el cerebro con consignas: ‘Cultura en acción’, ‘Secretaria de Cultura’ y ‘Presidencia de la Nación’ desde el escenario mayor hasta el baño (...) Hubo noches que sobraron las butacas en la "Próspero Molina", grandes espacios vacíos que las cámaras se encargaron de no mostrar. En cambio los paseantes, muchas familias enteras, caminaron por la peatonal o escuchaban desde afuera, porque no se animaron a entrar o no pudieron reunir el costo elevado de las entradas", denunciaron, y agregaron: "Sin el aval y acuerdo, al menos, de un sector mayoritario de la Municipalidad y la Comisión del Festival con el kirchnerísmo, el copamiento no hubiese podido realizarse." Arbitrariedades, reprogramaciones, maltrato a artistas y al público, "acomodos" políticos, monopolización y resignificación del festival, entradas de valor elevado, diferentes formas de concebir a la cultura y lo popular... Son palabras que quedan flotando con la conclusión de esta 54° Festival Nacional del Folklore de Cosquín. |