Escritor y periodista Julio Dornel
Alejandra Forlán de Unasev
Las estadísticas ofrecidas por UNASEV, (Unidad Nacional de Seguridad Vial) están generando una preocupante situación entre las autoridades y la población que utiliza diariamente las rutas nacionales. Para el Coronel. Germán Legelen, las causas no son siempre “accidentales” sino que existen causas concretas y motivos claros.
“Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte, tanto a nivel nacional como mundial. Es la principal causa de muerte entre los jóvenes. Los accidentes de tránsito serían prevenibles y evitables en su totalidad o casi totalidad. Decimos serían, porque resulta prácticamente imposible lograr que se tomen todas las precauciones necesarias para que los "accidentes" de tránsito no ocurran. Colocamos el término "accidentes" entre comillas, porque, si lo analizamos sensatamente, en la casi totalidad de los casos, no se trata de accidentes. No es una cuestión accidental, hay causas concretas, hay motivos claramente establecidos que son los causantes del daño, del tipo que sea. Un accidente de tránsito no es algo accidental: es un hecho causado por una o más personas. Incluso en casos muy minoritarios, como por ejemplo un reventón de neumático, o la rotura de una pieza de la dirección del vehículo, o un animal que se atraviesa en la ruta, tampoco son accidentes. Siempre hay un responsable: ya sea por no cambiar el neumático cuando corresponde, ya sea por no controlar el estado mecánico general del vehículo periódicamente, ya sea el imprudente e irresponsable dueño del animal que lo ha dejado circular indebidamente en la vía pública. Podría considerarse realmente un accidente cuando el conductor sufre un desmayo, o un paro cardíaco, conduciendo, y por ese motivo, se produce un accidente de tránsito. Pero, como decíamos, (y dejando atrás este debate sobre el término en sí), estos casos son los menos frecuentes, la enorme mayoría se deben a la imprudencia del conductor (a veces también del peatón), en muchos casos se trata de no tener precaución ante determinadas situaciones adversas o extrañas, y la imprudencia se manifiesta en una gran variedad de formas:
- Exceso de velocidad (cuanto mayor el exceso, mayor el riesgo).
- Distracción (hablar por teléfono celular, principalmente).
- Conducir bajo los efectos del alcohol o estupefacientes.
- Conducir con cansancio, con riesgo de dormirse.
- No respetar las señales de tránsito (conductores y peatones).
- Imprudencias en general (conductores y peatones).
- Vehículo en mal estado (neumáticos, luces, frenos).
- No utilizar cinturón de seguridad (agravante del daño).
- No utilizar casco (agravante del daño).
- Condiciones meteorológicas adversas (lluvia, niebla).
- Mal estado de la ruta o calle, u objetos extraños en ellas.
- Carga excesiva o mal asegurada (vehículos de carga).
- Animales sueltos en la vía pública.
- Falla mecánica del vehículo.
- Indisposición repentina del conductor: desmayo, paro cardíaco.
De esta manera, se ha enumerado una serie de causas, que preferiría denominar Factores de riesgo de accidentes de tránsito. La incidencia de estos factores se evita mediante hábitos de conducción responsable y precavida. Con la presencia de uno de los factores mencionados, ya generamos un accidente de tránsito.
El factor "suerte" debe ser descartado de plano en la consideración de las posibilidades de accidentes de tránsito. Si una persona se considera afortunada de conducir en presencia de determinados factores de riesgo y que no haya sucedido nada, es mejor que comience a preocuparse más aún en prevenir y en tomar las medidas correspondientes de prudencia, pues seguramente está cada vez más próxima la posibilidad que esa "suerte" se le acabe, y se le acabará sin avisarle previamente, que es lo peor” dijo finalmente el Coronel Legelen.