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domingo, 7 de diciembre de 2014

Mujica apasionado Opinión Eduardo Sanguinetti

http://www.republica.com.uy/

José “Pepe” Mujica recibió el jueves pasado la distinción Orden Nacional al Mérito en grado de Gran Collar en Ecuador, en medio de un sentido homenaje del pueblo de Guayaquil (este) durante el traspaso de la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La gran distinción que otorga Ecuador fue impuesta a Mujica por el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, quien agradeció el ejemplo del dignatario uruguayo para la región.
Tras ser condecorado por su homólogo ecuatoriano, Mujica aseguró que el único mérito que tiene es haber nacido en el mejor continente del mundo.
Consideró ser un luchador incansable sin vocación de héroe, pero contrario a la injusticia social. “Agradezco a todos por este bello homenaje, pero al salir de aquí sigo siendo el mismo viejo lleno de sueños y esperanzas”, dijo Mujica, en un discurso magistral que emocionó y caló hondo ¡vaya si lo hizo! Un discurso pleno de sensibilidad, tolerancia, desmesura vocacional en temas que hacen al sentir de los que se comprometen y abogan por un mundo donde quepamos todos; un discurso de quien ha vivido a su manera cada acto de su rutina diaria en el devenir de los años transcurridos pues, como dije en este medio hace unos años antes de que asumiera la Presidencia del Uruguay, Pepe Mujica inauguró un estilo de hacer política, al margen de creencias o descreencias, acerca de gestiones en su gobierno que me hicieron tomar distancia de él.
En definitiva la temporalidad y siendo solo “pasaje” en esta existencia, somos dueños de nuestro destino y debemos hacemos cargo de nuestros actos. No debo ni puedo dejar de mencionar, recordando cual acto de vida, que he sido el primero en proponer y nominar a Mujica al premio Nobel de la Paz, como también haber desistido de seguir haciéndolo, a inicios de este año 2014.
El anacronismo ocasional con el presidente Mujica deviene en razón de situarme en antípodas de ciertos actos en su gestión de gobierno, que aún persisten.
Sin embargo, trazando analogías, José “Pepe” Mujica deslumbra con su palabra “lanzada al viento”, que abre mentes y deja de lado los habituales protocolos a los que nos han intentado acostumbrar los políticos pacatos y de ocasión.
En este discurso brillante y emotivo, opinó de lo que ha vivenciado, sobrevolando y elevándose por encima de su rol de presidente de una nación, sin reparos en manifestar que “no puede creer en Dios”, admitiendo equivocaciones, “el orgullo es pasión de estúpidos” y lleva a confrontaciones inútiles.
“No perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada”. Estas palabras pertenecientes a un texto del poeta Miguel Hernández podrían haber sido escritas por “Pepe” Mujica. No perdona a la muerte, ni a la nada, así es bienvenida la vida con la mirada en el futuro caminando un presente un tanto incierto. Expresa bien el sentimiento a modo de elegía de un pueblo que no deja de soportar una existencia al margen con tanto pan amargo que ha comido.
No lo compro a Mujica, no lo vendo, no existe efusión de presentador en este artículo de opinión, lo creo necesario y en tiempo, como la vida. No tiene precio, frente a las ideologías de ocasión este Pepe Mujica que nos ofreció una lección de vida durante su discurso en Ecuador. Nadie puede permanecer indiferente ante estas palabras nutridas de sentido y marcando un destino: “No hay que dividir al mundo en colores, ni géneros, sino en quienes se comprometen o no se comprometen”.
Que persista la memoria.

La renovación inconclusa Alejo Umpierrez " recuperar el olfato social que nos ponga al frente de las aspiraciones de la gente"

Alejo Umpierrez Alejo Umpierrez

 

Con el diario del lunes uno puede releer la historia. Ello no sirve para modificar el pasado pero sí nos puede dar pistas de cómo movernos hacia el futuro.
Cualquier lectura del resultado electoral es dura, a menos que queramos jugar a las escondidas y ser autocomplacientes. La izquierda globalmente considerada creció y el bloque tradicional disminuyó. El Partido Nacional creció un magro 1 %. Perdimos el balotaje por la mayor diferencia hasta ahora luego de 10 años de gobierno frenteamplista. Se perdieron la mayor parte de los departamentos del interior y entre ellos algunos especialmente simbólicos como Cerro Largo. Los jóvenes siguen votando mayoritariamente al Frente Amplio. Pocas noticias buenas.
¿Es culpa de “La Positiva” que no nos permitió ser más agresivos y mordaces en las críticas al gobierno?, ¿es culpa de Lacalle Pou por su “juventud”?, ¿Hubiera sido diferente con Larrañaga? Mucho me temo que nada hubiera sido diferente cualquiera hubiera sido el candidato o estrategia. Y personalizar las cosas sería un error. No va por ahí.
La cuestión es más de fondo, subterránea. Tanto va por las profundidades que ni las encuestas captaron algo invisible que solo cristalizó en las urnas.
Estamos asistiendo a un proyecto hegemónico, consolidado primero desde lo sindical, lo cultural, lo social que comenzó en los sesenta del siglo pasado y luego cristalizó en lo electoral en el presente siglo. Y ello no es coyuntural sino con visos de permanencia. Estamos asistiendo también al mayor proceso de concentración de poder jamás visto. Solo lo tuvo Batlle y Ordoñez luego de la muerte de Saravia. . Estamos ante la amenaza de un régimen. Una suerte de metástasis. Un nuevo PRI o un peronismo a la criolla. La cuestión para la izquierda no es eso lábil que se llama gobierno. La cuestión es el poder
Un poder que cedió espacio de la convicción a la necesidad. Ya no se conquistan voluntades con encendidas proclamas utópicas de un mundo feliz y futuro. Ellas se conquistan con el encadenamiento a la urna con la salarización de la pobreza que ha recibido el pomposo rótulo de “políticas sociales”. Y eso rinde. Las encuestas señalan que el 81 % de quienes reciben prestaciones sociales en sus diferentes fórmulas optan por el FA. Y son más de 100.000. Es el viejo asistencialismo populista del pachequismo redivivo, invisible, pero que salta en las urnas.
No es solo eso, porque esto es multicausal. Además el ahora amainado viento de cola dio sus frutos. También ahí funciona la muy gringa frase “It´s the economy, stupid” para explicar muchos fenómenos. ¿Y para que cambiar si “vamos bien”? Mejora del salario real y baja desocupación es un combo difícil de combatir y no importa para el elector que ello sea producto de un shock externo en su mayor parte justificado por el incremento de todos los precios de nuestros productos exportables hasta hace poco tiempo. El elector carece de mirada de largo plazo en su gran mayoría y no realiza construcciones exquisitas en el terreno económico para definir su voto.
La hegemonía también está construida gramscianamente – y en forma medular – en lo cultural que consumimos día a día, sea el Carnaval o el canto popular; sea Benedetti, No te va a Gustar o el “Chino” Recoba. Y no es sencillo armar una contracultura cuando el poder prodiga contratos, reconocimientos, actuaciones, premiando viejos y nuevos militantes aunque se hayan marchitado las viejas utopías.
Y por si fuera poco el poder es como una inmensa telaraña melosa que atrapa y empalaga todo lo que rodea o se acerca a el. Algo que reblandece o quiebra las voluntades más débiles.
Todo planteado así asemeja una especie de Cuarto Reich de izquierda que durará por los próximos mil años.
El tema es como se da fin a esto.
Hay dos caminos. Uno es esperar un nuevo 1958. Es decir, esperar el agotamiento del “modelo”, que morirá asfixiado por el clientelismo, la corrupción y las prebendas, ineficiencias, subsidios e inflación y desempleo en su agonía final. Un país en escombros. Será la implosión que nos transformará una vez más en los bomberos del sistema político y llegaremos para cumplir la desagradable tarea de ser los “malos”, los que deberán poner la casa en orden luego de la festichola. Tarea poco grata y sin rédito electoral para que luego, ordenado todo, vuelvan los dadivosos de siempre. ¿Ocurrirá ello en este período?; ¿llevará más de 5 años? Imposible saberlo. La coyuntura internacional marcará la cancha. Argentina y Brasil una vez más – a pesar que la dependencia con ellos ha disminuido – serán decisivos. Los precios internacionales de granos, madera, lácteos y carne también. ¿El presupuesto estatal seguirá creciendo? ¿Más impuestos? El equipo de Astori por más que no sea de nuestro agrado tiene claro todos estos extremos y va a tratar de ser el ancla de este gobierno, aunque inevitablemente deberá ceder a presiones y pujas internas que significarán más gasto público y muy seguramente mayor déficit fiscal. Pero el ancla que significa este equipo económico va a retrasar ese estallido porque ya conocen lo que sucedió antes cuando se siguieron semejantes caminos. ¿Esperar entonces?
El otro camino es el camino a seguir.
El de ser alternativa de gobierno por convicción de nuestras bondades y no por descarte ante el derrumbe del adversario. Porque esto último no supone un proceso de convicción ideológica ni de cambio cultural de los electores, sino una simple migración de ellos en busca del retorno a lo perdido cambiando de partido; la búsqueda de la solución que les vuelva a dar más de lo mismo que tenían sin comprender que lo que tuvieron en ese pasado fue lo que provocó la hecatombe.
Alternativa de gobierno significa trabajar duro para construirla y no se construye meramente desde la oposición pura sino con creatividad y abandonando posiciones de un liberalismo diletante para asumir la centralidad de la creación de políticas sociales que nos acerquen a la gente y su diversidad.
Hay que ir a jugar en esa cancha porque es la cancha que pide la gente y por la cual elige a sus gobernantes. Y en definitiva tienen razón, porque cuando las libertades lucen firmes la gente se preocupa de otros aspectos y no basta con declamar sobre la legalidad y la Constitución. Si bien no solo de pan vive el hombre, sin él tampoco vive y por ello debemos de activar los reflejos que nos den la capacidad de resolver los problemas de los distintos actores. Para ello debemos zambullirnos en la sociedad, urbanizarnos, cosmopolitizarnos, abrir nuestra cabeza. Un partido que debe tener contacto con todas las realidades y dar respuestas específicas para los problemas de cada sector; de jóvenes y ancianos, productores rurales y asalariados urbanos, arrendatarios y desposeídos, negros, homosexuales y mujeres, sobre el medio ambiente.
No podemos seguir haciendo grandes discursos macroeconómicos sin mirar la dimensión micro de la sociedad. Damiani le respondía en una época a Cataldi: “Nadie festeja balances”. Por ello cuidando sin dudas lo macro; pero sustancialmente yendo a lo micro encontraremos las respuestas para anclarnos en la sociedad. No ir en este sentido significa seguir dejando ese espacio libre para la izquierda y eso – no les quepa duda – es lo que ellos aspiran. Está en nosotros el atrevernos o asumirnos simplemente como un partido liberal – conservador.
Críticamente podemos preguntarnos hoy que representamos como partido a nivel de la sociedad. Y mucho me temo que quizás nos cueste encontrar la respuesta.
Hemos hecho una renovación generacional. Después de 2009 hicimos nuestro vía crucis, y sin caza de brujas, hicimos las llamadas “jornadas de reflexión” que impulsaron este Partido que tenemos hoy. Pero la renovación se halla inconclusa si no la bajamos a tierra, a nivel de la sociedad y sus necesidades, de generar propuestas sociales con las cuales hay que bombardear al futuro gobierno para que nos legitime como predicadores de dichos temas luego y no aparezcan como meros artificios preelectorales para el 2019. Se trata de recuperar el olfato social que nos ponga al frente de las aspiraciones de la gente.
Sin ello no habrá triunfo. El centro político es el espacio de disputa y hacia allí tenemos que avanzar, so pena de seguir mirando el partido desde la tribuna.
El abanderado es importante, pero no tanto como las banderas.

Los seis presos de Guantánamo ya están en Uruguay


Entre ellos, se encuentra el ciudadano sirio que realizó una huelga de hambre en protesta por su encarcelamiento hace algunos meses. La transferencia "fue un éxito" confirmaron fuentes presentes en la llegada a El Observador.


El New York Times precisa que la transferencia se hizo este fin de semana, desde la prisión de Guantánamo Bay, según comunicado del Departamento de Defensa que se conoció en la mañana de hoy domingo. Fuentes que estuvieron presentes durante el operativo afirmaron que "la transferencia fue un éxito".
A primera hora de la mañana de este domingo, autoridades de la embajada de Estados Unidos, de Cancillería y el Ministerio de Salud Pública recibieron a los detenidos, que llegaron al país sin la compañía de familiares. Al bajar del avión saludaron a las autoridades y se mostraron "muy contentos y emocionados", informaron las fuentes.
Cinco de los transferidos están en el Hospital Militar y uno en el Hospital Maciel. Se trata del grupo más números de prisioneros de Guantánamo que se ha transferido desde 2009, y los seis que llegan a Uruguay son los primeros que arriban a Sudamérica.
En el grupo se incluye a un hombre sirio que realizó una prolongada huelga de hambre como forma de protesta por su detención sin juicio; su caso se hizo público cuando llegó a la Justicia de Estados Unidos ya que sus abogados pedían que no fuera obligado a alimentarse, tal como lo estaba siendo a la fuerza por parte de los militares estadounidenses de la cárcel de Guantánamo.
Según la versión del New York Times y también del diario Miami Herald, la transferencia de los presos a Uruguay se demoró desde la primaverda del norte como consecuencia de “atrasos burocráticos” por parte del secretario de Defensa, Chuck Hagel, que no firmaba la orden de transferencia. Sin embargo, en Uruguay las versiones que se manejaron se relacionaban al curso de la campaña política y en particular el presidente José Mujica anunció que el tema sería decidido por el nuevo gobierno electo.
Hagel fue destituido por el presidente Obama la semana pasada y se estima que una de las razones fue su “lentitud” a la hora de aprobar traslados que permitieran finalmente cerrar la cárcerl de Guantánamo, un objetivo que el presidente de EEUU ha mencionado desde que llegó al poder pero que nunca logró llevar a la realidad. En todo 2014 se transfirió solo un detenido de baja seguridad (en marzo)
El Nytimes especifica que el acuerdo con Uruguay estaba pronto para realizarse en marzo pero que en agosto “el presidente uruguayo dio marcha atrás”.
Quiénes viajaron
Los hombres transferidos incluyen a cuatro sirios, un ciudadano de Túnez y un palestino. Todos habían sido recomendados para ser liberados en 2009. Con su partida la población de presos de Guantánamo pasará a ser de 137 detenidos, 68 de los cuales ya están en la lista de aprobados para ser transferidos; muchos de ellos son yemeníes.
Uno de los sirios que llegó a Uruguay es Jihad Ahmed Mujstafa Diyab, que permaneció detenido durante 12 años sin juicio. El es quien ha solicitado a la Justicia de Estados Unidos que le impida a los militares alimentarlo a la fuerza con técnicas invasivas que incluyen insertarle tubos en la nariz para introducirle líquido con suplementos nutricionales.

Uno de cuatro menores de 17 años tiene las arterias dañadas


Alteración silenciosa: El cambio es tan sutil que creen que están “sanos”


En Uruguay 1 de 4 niños y jóvenes sanos, que juegan, estudian o trabajan con total felicidad y despreocupación tienen una bomba de tiempo en su interior. Sus arterias ya se dañaron y, si no lo detectan y toman medidas, quizá no lleguen a ser abuelos.

Si distancia entre un pico alto y uno bajo es muy corta, las arterias están rígidas.Foto:Archivo.
LETICIA COSTA DELGADO
 dom dic 7 2014
El País
 
Un estudio realizado en el primer semestre de este año entre 350 niños y jóvenes de 3 a 17 años descubrió que la cuarta parte, tenía dañadas sus arterias a pesar de ser "sano" en apariencia. Ninguno había consulado al médico por un tema cardiovascular ni sospechaba tener algún problema en su corazón ni en su aparato circulatorio. No habían sentido ninguna molestia pero su cuerpo no estaba tan sano como ellos y sus padres pensaban.
El trabajo fue desarrollado por el Centro Universitario de Investigación, Innovación y Diagnóstico Arterial de la Facultad de Medicina (CUiiDARTE) junto con el departamento de Pediatría y el Servicio de Cardiología pediátrica del Centro Hospitalario Pereira Rossell.
Si no puede ver la infografía haga click aquí
Años atrás, CUiiDARTE detectó que 1 de cada 5 adultos "sanos" (20%) tenían sus arterias obstruidas y corrían un alto riesgo de sufrir un infarto de un momento a otro. Ante esa realidad, quisieron saber qué sucedía con los uruguayos más pequeños, los que todavía no habían acumulado tanto daño en esa suerte de árbol con canales que llegan a cada rincón del cuerpo y son claves para vivir.
"En los países desarrollados han empezado a detectar tempranamente y/o evaluar el grado de extensión de alteraciones arteriales muchas décadas antes que los problemas mayores existan", contó Daniel Bía, profesor adjunto de Fisiología y director de Cuiidarte. Ese fue el objetivo del trabajo.
Para detectar las alteraciones en las arterias de niños y jóvenes los especialistas realizaron una serie de estudios específicos que fueron más allá de las convencionales radiografías, estudios de sangre o tomas de presión arterial en el brazo.

A fondo.

Evaluaron al detalle la circulación de la sangre en nueve estudios diferentes. Entre ellos, analizaron la presencia y la composición de placas que pudieran obstaculizar el paso de la sangre (ver gráfico). Segundo, utilizaron un equipo similar a un ecógrafo y, colocándolo sobre el cuello, pudieron medir el espesor de la arteria carótida (lleva la sangre al cerebro y la cara y es una de las primeras en dañarse).
Cuando comienza a haber alteraciones, las paredes de las arterias experimentan cambios de espesor en sus capas. "Es bastante intuitivo que si vas a terminar con una obstrucción, en su origen hubo un aumento de espesor", señaló Bía. "Detectar el cambio de espesor es detectar el estadío inicial de un potencial problema oclusivo más adelante", subrayó.
Entre los nueve estudios que realizaron, también se enfocaron en la rigidez arterial global, regional y local (cuanto menos rígidas son más pueden dilatarse y mejor es la circulación) y el índice tobillo-brazo.
Este último identifica la diferencia entre la presión en el brazo y el final de la pierna. Normalmente, la sangre llega con más presión al tobillo porque el cuerpo necesita más fuerza para enviarla hasta allí; si no es así es porque existe una obstrucción entre el tronco y el pie (las arterias femorales, en la cintura son otras de las que suelen presentar daños).
Y entre todos los estudios, el que concentró especialmente su atención fue medir la "reactividad vascular". Por esto, se conoce la capacidad de las arterias para responder a una mayor circulación de sangre. Si uno está sentado y se para de golpe, ilustró el experto, las arterias" por las que va la sangre necesitan dilatarse y dejar pasar un flujo mayor de líquido para que los músculos tengan la energía que necesitan para moverse normalmente.
Esa función, identificada como "capacidad arterial de dilatarse ante estímulos fisiológicos" fue la que el 25% de los niños y jóvenes tenían alterada. Y el 13% tenía sus arterias más rígidas de lo normal. En los mayores de 12, el 20% las tenía así.
"En los niños se sabe que si tenés que poner todas las alteraciones en orden de qué sucede antes, lo primero que se falla, y está comprobado, es la capacidad de dilatación de las arterias", sostuvo Bía y aclaró que, esto se ve solo en estudios así de específicos porque aún no les causa síntomas como cansancio, fatiga o dolor.
Entre todos los niños estudiados, los que eran obesos presentaron alteraciones en prácticamente todos los parámetros: mayor espesor arterial, aumento de rigidez y presión aórtica y aumento de la capacidad de dilatarse.
Lo niños con sobrepeso, tuvieron alterada solo la capacidad de dilatación. "No tenían fallas estructurales como los obesos", precisó Bía, "pero si esos niños siguen con sobrepeso, probablemente entren en el camino del daño estructural".

sábado, 6 de diciembre de 2014

El candidato Gandini editorial de Washington Beltrán


Washington Beltrán 
 
Washington Beltrán
Abogado, periodista, director del diario El País

En junio del 2012, el diputado Jorge Gandini usó de plataforma a la Convención del Partido Nacional para anunciar su candidatura a intendente de Montevideo. “¡Quiero! ¡Quiero! ¡Quiero ser candidato y quiero ser intendente de Montevideo!, porque en la política primero que nada hay que querer a toda costa, y yo ¡quiero!”, exclamó Gandini en el discurso más encendido que tuvo la convención blanca en el Centro Gallego.

Gandini dijo que es un “militante” que “se anima a dar el paso” y que sabe que ingresó en un punto “de no retorno”. “No hay vuelta, ya lo saben mis compañeros y mi familia: empiezan tres años de trabajo, sin feriados, sin fines de semana”.

El legislador reconoció que puede haber quien diga que es “muy temprano” para hablar de candidaturas. Pero afirmó que “no sobra el tiempo si lo que se quiere es ganar”, y aclaró que esta no será la hora de campaña electoral, sino de “trabajo con la gente”.

“La única manera de ganar es estar todos los días, en cada rincón, en cada barrio de Montevideo. No se puede especular”, afirmó.

Su anuncio fue respaldado y bienvenido por un estruendoso aplauso y sacudió el ambiente político. No era para menos, los blancos anunciaban con tres años de anticipación su propósito de pelear Montevideo y no esperar hasta última hora -como habían hecho en elecciones anteriores- para nominar candidatos y lanzarlos a una lucha desigual de escasos meses de campaña. Daba la impresión de que se había aprendido la lección y no se iba a tropezar nuevamente con la misma piedra.

El arranque tempranero y oportuno de Gandini, tuvo inmediata repercusión. Sectores de la dirigencia de los partidos tradicionales entendieron claramente el horizonte que se abría tras esta movida y empezaron las conversaciones para cumplir con un reclamo de los vecinos de la capital: llegar a un acuerdo entre ambas colectividades para concurrir juntos a las elecciones municipales y así desafiar los veintitantos años del Frente en la Intendencia.

Gandini cumplió: desde esa fecha inició una permanente recorrida por todos los barrios de la capital para conocer sus problemas, dialogar con los vecinos, buscar solución a temas urgentes, trasmitirles el respaldo y la preocupación sobre sus necesidades. Comenzó a crecer.

Un año más tarde, el politólogo Adolfo Garcé reconoció que el “clima” instalado de que en Montevideo “hay que cambiar” el gobierno del Frente Amplio, algo similar a lo que ocurrió a nivel nacional en 2004, es el mejor aliado para que el diputado nacionalista Jorge Gandini gane la intendencia capitalina. “Para mi gusto, el próximo intendente de Montevideo es Gandini” afirmó en Diamante FM, y agregó “hay un clima de que hay que cambiar en Montevideo y que el acuerdo entre colorados y blancos refleja ese cambio, y creo que Gandini es el que se jugó la ropa antes y corre con ventaja”.

El acuerdo de blancos y colorados se concretó en el Partido de la Concertación. Por primera vez en la historia del país, ambos partidos arriaron sus banderas de lucha y resolvieron marchar juntos al rescate de un departamento y una ciudad, que se habían deteriorado en todos sus servicios a límites vergonzantes, pero con impuestos caros. La IMM recauda por día US$ 1.760.000, pero eso no le alcanza para funcionar y pierde por día US$ 102.000, lo que en definitiva lleva a acrecer su deuda que ya oscila en los US$ 415 millones. ¿Es necesario continuar con esa sangría para tener la ciudad que hoy se tiene?

La Concertación abrió una gran cuota de esperanza, pero ella sola no alcanza: los candidatos son fundamentales. El Partido Colorado ha manejado desde un principio el nombre del Dr. Ney Castillo, prestigioso oncólogo pediátrico, que ya tuvo un buen desempeño en la elección anterior. El Partido Nacional tenía a Jorge Gandini, pero de golpe la dirigencia lo bajó de un plumazo. ¿Por qué? ¿Porque su lista, la 250, votó mal en las elecciones internas? Pero si Gandini no fue, ni siquiera candidato a nada para evitar la tacha constitucional. Solo presentó su lista, pero no dio su nombre. ¿Acaso otros candidatos a Intendentes o intendentes en funciones que iban a cargos legislativos o aspiran a una reelección no tuvieron una pobre votación en las elecciones nacionales (que son las que importan) y no recibieron ni un reproche? ¿O hay otros motivos que ignoramos?

Tenemos excelente opinión de los candidatos que los blancos manejan como alternativa. Pero no nos convence. Vamos a volver a cometer el mismo error de improvisar a pocos meses de las municipales y así nos va a ir. Despreciamos a quien hace tres años está trabajando por esa nominación, como si ganar en Montevideo no importara y como si dejar a los vecinos que sigan viviendo tapados de basura, a oscuras por falta de luces, con espacios públicos abandonados a la delincuencia y a la droga y un tránsito cada vez más caótico, fueran temas que pueden esperar otro lustro de administración frenteamplista.

Jorge Gandini es el único candidato que debe presentar el Partido Nacional en la Concertación. Ya se perdieron algunos meses; vamos a no perder más.