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miércoles, 1 de julio de 2015

Mujer le daba a su hijo mamaderas de alcohol para "mantenerlo calmado"



Así lo denunció la abuela del menor ante la Unidad de Violencia Doméstica. Justicia le quitó la custodia del menor en forma temporal.




Una mujer está a disposición de la justicia de Salto tras comprobarse que le daba mamaderas con bebidas alcohólicas a su hijo de dos años.

La denunciante es la abuela del niño, quien señaló a la Policía que alcoholizaba al menor “para calmarlo”, informa el diario El Pueblo.

El hecho se dio a conocer porque el niño llegó descompuesto al hospital local. Funcionarios de la seccional 3º de Policía tomaron conocimiento del hecho e informaron a la Unidad Especializada en Violencia Doméstica.

El juez actuante quitó a la madre la custodia del niño en forma temporal y ordenó pericia siquiátrica para ella y su pareja.

CAUTELA ECONÓMICA Y CUIDADO DE LAS FUENTES LABORALES DEL MEDIO ROCHENSE





Para el estudio contable de Silvio Lasa en la capital rochense, se está viviendo un período que exige cautela a la hora del manejo de los recursos económicos y también de creatividad para poder soportar largos meses hasta el inicio del verano.

El Este
 
Al ser consultado, sobre la realidad actual del departamento, sostuvo, que el manejo de manera cauteloso de los recursos económicos, sin comprometer los mismos a través de créditos al consumo que aparecen por todos lados, parecería una medida saludable y de sentido común.
Desde su perspectiva lo importante de ahora en más es que no se pierdan las fuentes de trabajo y sobre el tema consideró que es necesario estar alerta a esta realidad, cuando la industria del turismo atraviesa desde hace algunos años dificultades complejas a partir de las medidas argentinas que inmediatamente impactaron sobre emprendimientos, construcciones e inversiones que se han llevado adelante en el último tiempo.
Para Lasa, que maneja largamente más de doscientas empresas locales, hay dinero que se va hacia la frontera, tal como ha pasado en otros momentos. Una situación que no es nueva para el mercado local cuyos vaivenes son más que conocidos por el empresariado del medio.
Mencionó, que cuando corría el año 2002, el dólar se fue a treinta pesos para después ir bajando y con ello los precios del lado uruguayo se vieron favorecidos desde el punto de vista del comercio.
En ese momento, Brasil tenía una moneda fuerte y ahora el vecino país está devaluando y cambia la ecuación que tuvo un buen tiempo a nuestro favor, explicó.
El experto local estimó clave poder acompañar a Brasil y de hecho una devaluación ya hubo en Uruguay.
"Si pensamos que hace unos diecisiete o dieciocho meses el dólar estaba a diecinueve pesos y hoy está entre veintiseis cincuenta a veintisiete pesos; entonces, ya hubo una devalución", dijo.
Desde su perspectiva, la acción es gradual y en la medida que el dólar vaya subiendo lentamente va a beneficiar la remuneración de los factores productivos internos: carne, lana, leche y otros rubros.
Sostuvo, con relación a la frontera de Chuy que es notorio que hay un grupo de artículos con una diferencia grande con el Uruguay y es un polo de atracción.
La única forma que viabiliza el poder evitar esa realidad es un equilibrio de las monedas.
Para el contador, Silvio Lasa, "hay como una corrida de uruguayos hacia Brasil y pienso que no va a haber cambios a nivel de la estructura fiscal de nuestro país, dado que la coyuntura no permite hacerlo".

martes, 30 de junio de 2015

Las previas al Golpe de Estado Juan Raúl Ferreira


uypress
25.06.2015

Se cumple un nuevo aniversario del Golpe de Estado. 33 años. recuerdo aquellas horas, con dolor y esperanza de que valoremos la democracia que reconquistamos, en su debida forma.


El fin de semana del 24 y 25 de junio de 1973 fue especialmente agitado. El movimiento Por la Patria (1) tenía prevista una gira por el departamento de Maldonado, la cual se llevó cabo en medio de rumores y comentarios sobre la inminencia del atentado a las instituciones. Todos tratábamos de convencernos de que algo iba a ocurrir que impidiera que los grandes valores nacionales fueran avasallados.
El domingo la movilización se cerró con un gran acto en la Plaza San Fernando de Maldonado. Un grupo con banderas de la Juventud Uruguaya de Pie (2) insultaba y gritaba desde la vereda de enfrente para impedir que se oyera al orador. Un cordón policial nos separaba pero parecía cuidar más al agresor que a los agredidos. Comenzaron a arrojar piedras y objetos punzantes. Con mis impulsivos 19 años, no tuve mejor idea que increpar a la Policía por negligente. Marché preso. En pleno discurso, Wilson advirtió lo que ocurría por el griterío de la gente. Hizo una pausa y dijo: "Se llevan preso a mi hijo...". Pensé que me había salvado. "Déjenlo -agregó- así se va acostumbrando". Si me habré acordado de aquella frase cada una de las 9 veces que fui preso en los años siguientes.
Luego, la delegación se dispersó. Wilson se iba a descansar unos días en su campo. Yo regresaba con Horacio Polla, otro héroe poco recordado. Fue en los trágicos años que se vinieron uno de los pilares más importantes de la resistencia blanca. Además, un caballero en el sentido más cabal de la palabra. Pero un caballero valiente que no dejó pasar un solo día sin combatir pacíficamente contra la dictadura.
Polla me dejó en mi casa ya en la madrugada del 26 (3).  A un día del golpe. Debajo de la puerta había un mensaje de "Augusto", seudónimo del capitán de navío Bernardo Piñeyrúa, un militar constitucionalista muy amigo de Wilson. Perseguido, destituido y preso durante la dictadura, naturalmente. Me pedía que fuera su casa, a un par de cuadras de la nuestra, al otro día tempranísimo en la mañana. Allí fui, me advirtió que el presidente Bordaberry había decidido apresar al senador Enrique Erro, (4) acusado de tupamaro por el gobierno, violando sus fueros parlamentarios. La orden no se había cumplido, porque éste se encontraba en Buenos Aires invitado por la Juventud Peronista. Al regresar, lo detendrían. Había que ganar tiempo. También quería reunirse con Wilson junto con algunos camaradas de armas el jueves siguiente. Pero a la democracia le quedaban minutos de vida.
Rumbo a casa iba pensando cómo hacerle llegar a papá tantas noticias urgentes. No existían los celulares, las comunicaciones eran lentas. Para llamar a Castillos 'sin demora' (5) había unas tres o cuatro horas de espera, luego había que avisar en un escritorio rural, que allí tomaran un taxi, fueran al campo y le dijeran que se arrimara al pueblo para llamar a casa. Entré al departamento y para mi sorpresa los viejos acababan de llegar. Algo les decía que debían interrumpir su descanso.  Lo impuse de los hechos y enseguida se hizo cargo de la situación. Se encontró con el senador Zelmar Michelini (6) en casa y ambos hablaron con Seregni. Éste le pidió a aquél que viajara a Buenos Aires para pedirle a Erro que pospusiera su regreso hasta que se aclarara un poco el panorama. Por eso ninguno de los dos estaba esa noche en el Palacio. Michelini se había salvado, pero sólo por un rato.
De tarde todo se fue en preparativos. Desordenados, caóticos. Conseguir escondites, adoptar medidas de seguridad... En medio de eso papá me pide que hable con el Toba, (7) a la sazón presidente de la Cámara de Representantes. La directiva era que se fuera lo antes posible. El Toba no creía. Su inmensa bondad le hacía difícil concebir la idea. "Mirá que no, Juan, decile al viejo que vamos a ver, hay militares en contra". Yo iba y volvía del despacho del Toba a la Sala Verde, despacho de Wilson, (8) que quedaban en los ángulos opuestos del Palacio. Finalmente Wilson fue tajante: el Toba debía irse. Tampoco se fue, se ocultó y sólo pudo salir unos días más tarde, disfrazado, en el Vapor de la Carrera, gracias a la ayuda del gerente de Naviera Dodero, Alfredo Arocena, otro amigo excepcional que se jugó más de una vez en aquellos tiempos.
Las coordinadoras de Juventud de por la Patria tenían un acto en el Cine Grand Prix. (9) Habían insistido mucho en que Wilson llegara hasta allí. No estaba previsto pues, como hemos dicho, la gente lo hacía descansando en Cerro Negro. Papá resolvió ir. La alegría de aquellos jóvenes al verlo llegar es indescriptible.  Wilson inició su despedida. "No nos vamos a ver por mucho tiempo". Yo había quedado parado al lado de las butacas del viejo cine. Recuerdo los rostros desconsolados de jóvenes llorando de rabia, de pena, de sorpresa y también de emoción y compromiso. Fue la generación que aprendió a amanecer e irse a dormir con la bandera del partido sobre el hombro.
De allí al Palacio. La sesión se interrumpió y dio lugar a una solemne de despedida. Había llegado la hora. No creo que haya en la historia de país alguno un episodio de esa fuerza épica y romántica al mismo tiempo. El Parlamento disuelto sesionaba. Le hablaba a la historia. Presidía el senador Eduardo Paz Aguirre (Lalo), ya que el vicepresidente Jorge Sapelli no estaba en el Palacio, agotando sus últimos recursos para tratar de evitar el atentado a la Constitución.  Teníamos todo previsto para sacar a Wilson al terminar su discurso. Pero corríamos riesgo de dejar al Senado sin número. Llevé una esquela de Wilson a Lalo que estuvo de acuerdo en permitir la prematura partida de Wilson, antes que culminara la sesión.
Habla Wilson: "Los señores senadores me permitirán que yo, a pesar de que la hora exige emprender la restauración democrática republicana como una tarea nacional, haga una invocación que resulta ineludible a la emoción más intensa que dentro de nuestra alma alienta, y me permitirán que antes de retirarme de Sala, arroje a los autores de este atentado el nombre de su más radical e irreconciliable enemigo, que será, no tengan duda, el vengador de la República: ¡Viva el Partido Nacional!".
Luego, visiblemente emocionado, se levanta, me abraza y nos vamos. Varios jóvenes acompañan a Wilson vivando su nombre. Al llegar a la puerta del Senado por la que entraba y salía todos los días desde hacía más de veinte años, se nos heló la sangre. Un brazo uniformado se interpuso en el camino y con la mano derecha tomó el brazo izquierdo de Wilson. La tensión fue un segundo. Era José Antonio Grasso, el policía que cuidaba esa entrada. Miró a los ojos a Wilson y le dijo: "Mi casa es muy humilde, pero allá no lo van a ir a buscar".
Afuera aguardaban dos autos con los motores encendidos. Uno, el de Wilson, un Ford Escort blanco como el dueño, modelo 71, con Enrique Cadenas al volante. El otro, un Peugeot conducido por su dueño, Ignacio Posadas. La improvisada multitud fingió acompañar a Wilson al primero de los autos mientras él se escabullía en el segundo. Yo subí al Escort y apenas comenzamos a alejarnos vimos que nos seguía un vehículo militar de los que la jerga popular llamaba "camellos". Avanzamos hacia Pocitos y al llegar a la Rambla y Pereira, otros dos vehículos se incorporaron, uno se puso delante del nuestro, los otros dos permanecían detrás, hasta que el primero se detuvo. Nos hicieron poner las manos sobre la cabeza, abrir las piernas a la intemperie, aun cuando el viento de la madrugada empezaba a helarnos. Sólo querían saber dónde estaba Wilson. Permanecimos en silencio -por lo demás, no sabíamos dónde estaba- al  amanecer nos dejaron ir.
La salida iba a ser, en avioneta desde el aeropuerto de El Jagüel. Al Este fueron en tres vehículos. En el primero iba mi padrino Carlos Burmester, un batllista radical que se había jugado medio siglo antes en Paso Morlán. En el segundo viajaba mi madre con amigos. Si había algún problema con el primer auto, el segundo debía girar bruscamente y huir con Wilson. No hubo problemas en el viaje.
Al tercer día salieron de El Jagüel. Nadie pudo convencer a mamá de que se fuera luego, asumiendo menos riesgos. Nunca se había separado de él menos en ese momento.
Fue a la cabeza de la pista y al dar vuelta para calentar motores, abrió la puerta por la que con la nave en lento movimiento subieron mis padres. Se tiraron al piso. Una vez en el aire, volaron por el litoral y en Paysandú, cruzaron el Río Uruguay para aterrizar en Don Torcuato. (10) Sin documentos, sin autorización de vuelo, el nerviosismo de los aduaneros se serenó al constatar quiénes eran. En pocos minutos llegó el doctor Esteban Righi, Ministro del Interior del gobierno peronista de Cámpora, quien los acompañó al hotel. Comenzaba el exilio.


 (1) Sector fundado por Wilson en 1968.
(2) JUP, grupo de ultraderecha con tendencias violentistas.
(3) El golpe de Estado fue en la madrugada del 27 de junio de 1973.
(4) El gobierno había pedido el desafuero de Erro, el Senado se lo había negado y se iniciaba una solicitud de juicio político en la Cámara de Diputados.
(5) Los llamados de larga distancia se solicitaban 'con demora o sin demora' a distintas tarifas. Como el cuento del dentista que extraía a distinto precio las muelas 'con dolor o sin dolor'.
(6) Fue asesinado tres años más tarde en su exilio de Buenos Aires.
(7) Héctor Gutiérrez Ruiz, conocido como 'Toba', presidente de la Cámara de Representantes de Uruguay, asesinado tres años más tarde en Buenos Aires junto a Zelmar Michelini.
(8) Ver capítulo 'El Palacio Legislativo'.
(9) Barriada montevideana.
(10) Aeródromo en las afueras de Buenos Aires.

Dr. Juan Raúl Ferreira

lunes, 29 de junio de 2015

Ofreció su semen en Facebook y tuvo diez hijos con nueve mujeres distintas

 

Vive en Inglaterra y tiene 26 años. Dice estar orgulloso por ayudar a las parejas y asegura que no tiene intención de mantener contacto con los niños. 

Subrayado

Kenzi Kilpatrick, así se llama el joven que con solo 26 años es padre de diez criaturas y con nueve mujeres diferentes.
Kilpatrick, que vive en Brimningham, Inglaterra, ofreció a través de su perfil de Facebook y de forma gratuita su semen a todas aquellas mujeres que tuvieran problemas para tener hijos.
Según detalla el portal español Que.es, desde que hizo esta propuesta en la red social ha donado esperma a más de 50 mujeres.
Hasta el momento se convirtió en padre de siete criaturas (dos de ellas gemelas) y otras tres que se espera nazcan el mes próximo.
El joven dijo que tomó la decisión de ayudar gratuitamente a estas mujeres después de advertir que las parejas gastaban miles de euros para intentar tener un hijo.
"Saber que he podido ayudar a gente que ha sufrido durante tanto tiempo, desesperados por tener un hijo, ha sido mi motivación", explicó. Además aclaró que no tiene intención de mantener contacto con los niños.
 Foto: Birmingham Mail

 

“EL FANAL”: PERIODISMO RESPONSABLE. Por Julio Dornel.


                        Escritor y periodista Julio Dornel

Con la intención de clarificar el panorama que suelen generar las cartas o sugerencias que llegan diariamente a los distintos medios de comunicación, nada mejor que transcribir un editorial de El Fanal firmado por su director Bernardo Pilatti en diciembre de 1997. El mismo se refería a una serie de circunstancias, en las cuales los lectores formulan críticas o denuncias  sobre personas o situaciones que  las podrían involucrar. Decía el editorial que “algunas personas han pretendido que EL FANAL enfoque en forma crítica o abierta denuncia, determinadas situaciones que los toca de cerca, pero pidiendo no ser mencionados en la denuncia. Las personas que desean muchas veces denunciar hechos, donde posiblemente les asista razón, nos merecen el mayor respeto. Pero en determinadas circunstancias, infelizmente existen límites que no podemos traspasar. Estos comienzan donde se inician las reglas legales y éticas de nuestra profesión y de las que no nos apartaremos bajo ningún concepto. Es obligación de EL FANAL, acompañar la vida comunitaria  de todos los sectores, apoyando, colaborando, criticando o elogiando si es necesario y manteniendo su concepto fundamental de empresa. EL FANAL se debe a su gente, su comunidad, con sus dramas, sus problemas y todo lo que implica la vida en sociedad. Sin embargo hay hechos puntuales que muchas veces se pretende poner ante la opinión pública, que enfocados desde la manera que desean quienes los denuncian, se convierten en una clara violación de los postulados que la  honorable profesión del comunicador obliga a defender. Es bueno entonces, que ante esta situación se aclaren algunos aspectos que servirán para el manejo de estos problemas. Si la Dirección entiende que las cartas involucran las conductas de terceros en forma directa o indirecta, las publicará solamente en forma de SOLICITADA, con firma certificada por escribano público y deberá abonarse el costo del centímetro de línea estipulado dentro de las tarifas comerciales del diario. Este tipo de situaciones se da cuando se pretende dirimir contiendas particulares, utilizando la prensa para ello. En esos casos es una forma de conducta ética mantener nuestra opinión alejada de los hechos. Ante esta situación, llamamos a la reflexión  sobre la importancia que tiene la buena o mala utilización de los medios de comunicación masiva y la necesidad de razonar y analizar muy bien en lo previo, todo aquello que se dice o escribe. Es así como las cosas funcionan o deberían funcionar. De todas maneras debemos reconocer y aceptar las discrepancias naturales que surgen cuando los lectores no coinciden con  el enfoque periodístico que otorgamos a determinada situación. Lo fundamental será siempre respetar la libertad de pensamiento que también tienen nuestros lectores.