Diario El Este
"Somos de las muy poquitas Intendencias, no más de
cuatro, que vamos a quedar con superávit en el año 2014, y la Rendición
de Cuentas ya fue remitida a la Junta Departamental de Rocha y al
Tribunal de Cuentas", informó el director de haciendas de la
Intendencia de este departamento, contador, Milton Ibarra.
Para nuestro entrevistado, que actualmente asesora también a
las Intendencias de Río Negro, Paysandú y Salto, la situación de la
Intendencia de Rocha es sólida. "Nosotros tomamos la Intendencia con un
déficit acumulado de mil millones de pesos y la vamos a entregar con
350 millones de pesos de déficit", explicó. Reconoció, que "es un
déficit grande, pero hace diez años eran mil millones de pesos", dijo.
La recaudación de la Intendencia de Rocha, atendiendo los
recursos locales y partidas nacionales se obtiene 1.400 millones de
pesos; "antes eran 300 millones de pesos de recaudación y se debían
1.000 millones de pesos", indicó.
Los salarios representan unos 58 millones de pesos, superando en algo los 2 millones de dólares mensuales.
Ibarra, informó, que la Intendencia de Rocha "quedará con plata
en el Banco y la recaudación de seis meses por delante", señaló. El
dinero que queda en el Banco es de no menos 25 millones de pesos y "la
recaudación está en alrededor de un millón y medio de pesos por día",
dijo.
A eso debe tenerse en cuenta que en los meses en que hay
vencimiento hay incluso más ingresos en las cajas de la Intendencia de
este departamento.
Sostuvo, el contador, Milton Ibarra, que "si todo se hace bien,
con criterio, siguiendo el trabajo hasta ahora, la programación que
hemos tenido hasta ahora; hasta mayo del 2016; no habría ningún problema
para pago de proveedores, de sueldos, de convenios y de lo que fuera".
Al ser consultado sobre panorama económico opinó que se nota
una desaceleración que se hace visible en el trabajo, en las
previsiones salariales y presupuestales. "Lo que hay es una cautela en
la región, que va a decrecer en un Uruguay que crece menos", apuntó.
"La Intendencia de Rocha está cubierta, pero si se toman todos los recaudos", finalizó diciendo.
El título pertenece al diario castillense EL PALMAREÑO, dirigido en aquellos años por el periodista Julio Cesar García, de dilatada trayectoria en CV 148 Radio Chuy de esta frontera. La nota de referencia comienza señalando que “a mediados de 1953, ante el interés que la actividad coral vocacional había despertado en la sociedad castillense, concurre a la ciudad de los palmares el maestro Néstor Rosa Civitate, por entones Preparador General de los Coros del Este. Su padre Néstor Rosa Giffune – aquella legendaria figura artística que fundó y jerarquizó el Arte Coral en esta zona del país, se encontraba entonces en Europa, pero había dejado expresas indicaciones respecto a la iniciación de la labor Coral en Castillos, en procura de obtener la participación castillense en el Primer Festival de Coros del Este, programado y realizado en Rocha el 16 de enero de 1954. El Preparador General seleccionó las voces en en la Sala del Cine 2 de Mayo y el maestro al retorno del viejo mundo se encontró con la grata sorpresa de un nuevo y entusiasta grupo vocacional. Ahí fue como cuarenta y ocho años atrás el Coro de Castillos cumplió su primera participación de gran responsabilidad junto a sus pares del Este, con un señalado éxito que se reeditó pocos meses después en la histórica y ya inexistente sala del Estudio y Auditorio del Sodre, en mayo de aquel mismo año. El conjunto continuó su trabajo, actuando reiteradamente dentro y fuera de Castillos, con la conducción del entonces joven director Néstor Rosa Civitate. Ciertas dificultades de organización determinaron algún periodo de receso. Pero el núcleo básico de sus integrantes conservó latente el espíritu del grupo, permitiendo el resurgimiento toda vez que las circunstancias resultaran adversas. De ese modo pudo participar en importantes eventos zonales con obras de la categoría de “Carmina Burana” de Orff, “La Leyenda Patria” de Zorrilla de San Martín, musicalizada por Néstor Rosa y cuyo estreno se realizó precisamente en Castillos con la participación de la Orquesta Sinfónica del Sodre en un magnifico festival organizado por el Coro de Castillos en diciembre de 1975, la participación en el primer Festival de Coros en La Paloma (Rocha) , la inauguración del monumento al poeta de la Patria y algunos conciertos en el Teatro Solís de Montevideo. También estuve presente en los homenajes a Eduardo Fabini y José Enrique Rodó efectuados en pueblo Solís y Montevideo respectivamente. Los Festivales del Este en Minas, Rocha, Maldonado, José Pedro Varela, y la Catedral de Montevideo le permitieron al Coro de Castillos realizar un valioso aporte a la difusión de la cultural Coral Nacional. Instituciones sociales y docentes de Castillos como así mismo de zonas adyacentes han contado con su participación en actos culturales de positivo valor. A partir del año 1992 este coro está dirigido por la profesora María Luisa del Cerro, concurriendo a todos los festivales de Coros del Este, organizados por el Ministerio de Cultura y las Intendencias Municipales. Se han hecho intercambio con otros coros concurriendo también a la ciudad de Durazno. A nivel local y zonal se trabaja en forma conjunta con instituciones públicas, escuelas, clubes de servicio, Sociedad Española 2 de Mayo, iglesia y capillas de la ciudad. En los años 2.001 y 2-002 se ha compartido el Canto Coral en Aguas Dulces, Punta del Diablo, y Campamento Don Bosco en la Laguna Negra”.
(EL PALMAREÑO, julio del 2002.).
En notas anteriores hemos ofrecido la parte sustancial del reportaje realizado a los padres de “BECHO” (Herlinda Lovizetto y Ángel Eismendi) donde nos ofrecen detalles desconocidos sobre la infancia y juventud del ilustre lascanense. En esta oportunidad, vamos a sintetizar en Lucio Ferreira y el “Cubano” Reinaldo Vogler a una legión de amigos que acompañaron durante muchos años sus temporadas veraniegas en La Barra. En la opinión del “Cubano”, Becho se definía jocosamente y con gran sentido del humor como el primer violín de la orquesta estable de Don Nicomedes Gómez, propietario de uno de los primeros salones bailables del balneario, cuando promediaba el siglo pasado. “Cuando algún farol a queroseno amenazaba apagarse en pleno baile, BECHO llamaba a don Nicomedes mediante notas que sacaba de su violín y que eran muy festejadas por la concurrencia. En algunas oportunidades lo acompañaba un músico ciego de San Miguel que tocaba la guitarra y simultáneamente un armónica que tenía atada en el brazo de la guitarra. Todas las noches amanecíamos dando serenatas a los amigos. En algunas oportunidades su madre no lo dejaba salir con el violín por la humedad del balneario y él llenaba botellas con agua y lograba sacar nítidamente las notas que necesitaba para las serenatas. Pasan los años y escuchamos en una radio capitalina que el “músico uruguayo Carlos Julio Eismendi había logrado el primer premio en un certamen internacional de violín realizado en Alemania, donde habían participado 200 músicos de distintos países. Sin embargo cuando regreso a La Barra, nos manifestó con su natural modestia que solamente habían participado 14 músicos, lo que facilito finalmente su triunfo”. Por su parte Lucio Ferreira nos señaló que lo conocía desde niño, en oportunidad de los viajes que realizaba con sus padres al balneario La Barra, en una “volanta” o carruaje, haciendo escala en 18 de Julio, alojándose en el hotel “HIPAVAM” que pertenecía a mi padre. Becho tenía 8 años y quedaba asombrado cuando yo ejecutaba el tango “Garúa” en el violín. Luego continuaba hacia La Barra y con el paso de los años se convirtió en asiduo veraneante desde el rancho que sus padres tenían en el balneario. Gustaba mucho de la orquesta de De Angelis y ensayábamos varios temas que luego tocábamos en los bailes de don Pedro Vero. No tenemos ninguna duda de que fue un virtuoso del violín, ingresando por concurso en la OSSODRE, máxima expresión musical de nuestro país. Pero como sus sueños iban más allá, aceptó un contrato del gobierno cubano para integrar la Sinfónica de la Habana. Vencido el mismo hizo realidad un viejo sueño: tocar en Europa. La muerte lo sorprendió muy joven el 21 de mayo de 1985- dijo finalmente Ferreira.
“Porque a Becho, le duelen violines,
Que son como amor chiquilines,
Becho quiere un violín que sea hombre,
Que al dolor y al amor no los nombre…..”
Eduardo González.
El Este
Los palmares rochenses desde hace un tiempo pasaron a
llamarse Butiá Odorata luego de conocerse que la nominación Butiá
Capitata ya había sido registrada con anterioridad en el norte de
Brasil, informó la maestra, Marisa Zubía.
Biólogos encontraron que se registró con anterioridad en el
norte de Brasil, otra palmera con la denominación de Butiá Capitata, y
ahora los palmares rochenses - llamados en lo local palmares
castillenses por estar mayormente en el área de la ciudad de
Castillos- pasaron a llamarse Butiá Odorata.
Las 70 mil hectáreas de palmares son una marca registrada de
este departamento. Los palmares son únicos en el mundo por su extensión
y densidad, declarados como bien de la Humanidad por parte de la
Unesco.
Los palmares pueden representar un bien departamental hacia el
futuro a pesar los problemas de conservación, se estimó por nuestra
entrevistada.
La extracción del butiá, conocido como el diamante naranja en
el imponente marco de naturaleza rochense, se consideró que no
comprometerá la sustentabilidad del palmar.
La elaboración de productos gastronómicos a partir del fruto
del palmar, no lo perjudica y más bien lo beneficia: en tanto y en
cuanto se lo hace conocer, tomando conciencia sobre este patrimonio
regional. Va de suyo, la necesidad de preservarlo, cuidarlo y
vigilarlo, se indicó.
“Si a uno lo dejan en el palmar profundo, sin una brújula, para salir
no sé si sale", ilustró Zubía. "Probablemente, necesite un baqueano
para poder salir", hizo notar. Esta circunstancia muestra
definitivamente la densidad de los palmares en algunas regiones donde
parece impenetrable, incluso para los rayos del sol.
Los palmares de esta región son considerados únicos, según los
botánicos, sigue algo para Treinta y Tres y para Brasil, indicó la
maestra Zubía.
Los palmares que aparecen por las provincias de Entre Ríos y
Corrientes, pertenecen a la especie Yatay con productos más esféricos y
más dulces, siendo parientes. Tampoco, la especie ubicada sobre
territorio rochense, nada tiene que ver con la especie que hace un
cinturón hasta Perú, de acuerdo a los estudios realizados.
Todavía no sabe aún el fondo de la cuestión, acerca del por qué
de una especie única que se asienta sobre territorio rochense.
Lo que hay hasta el momento, es que en las excavaciones
realizadas por la Facultad de Antropología, en los enterramientos
encontrados en los Cerritos de Indios, aparecen junto a los restos de
seres humanos, coquitos de butiá que han permanecido por más de cuatro
mil años, así también espinas de pescados. La forma de alimentación de
esas poblaciones era a través de frutas y pescados.
Recuérdese, que según los estudios llevados a cabo, el Océano
Atlántico en el pasado penetraba mucho más en el continente y esas
poblaciones tenían más a la mano productos de esta región aún con mucho
para investigar.
A esa realidad, también los palmares dan un escenario
paisajístico excepcional de contemplar, de manera que prestan una
identidad absoluta a los rochenses confundidos en un abrazo junto al
butiá.
Escritor y periodista Julio DornelSe cumplieron recientemente 51 años de la mayor manifestación popular registrada en esta frontera para conmemorar un nuevo aniversario del nacimiento de Artigas.
El 19 de junio de 1964 al conmemorarse los 200 años del nacimiento de Artigas, la población fronteriza revivió como una grandiosa representación teatral el Éxodo de 1811.
Los personajes de esa gran movilización popular fueron los propios vecinos que aglutinados en una asamblea representativa de todas las entidades chuienses buscaron en esta forma de celebración, sacar al pueblo de su pasiva actitud de espectador que aplaudía siempre sin participar, para convertirlo en actor principal de esas conmemoraciones. Pese a los 40 años transcurridos desde aquella patriada el profesor Jesús Perdomo rememora todos los detalles: “Corrían los primeros meses del año 1964 y un buen día nos encontrábamos reunidos en la casa del maestro “Pancho” Leiza, con la presencia de Melita y Orlando Toche disfrutando de un exquisito churrasco a la “llama”, cuando en determinado momento alguien hizo notar que se aproximaba el 19 de junio, fecha del bicentenario del nacimiento de Artigas. Se manejó de inmediato la posibilidad de eliminar los extensos discursos y hacer algo distinto, diferente, alguna cosa “loca” hasta que alguien propuso escenificar algún hecho sobre la historia de Artigas.
Se manejó un poco en broma la Batalla de las Piedras o quizás un movimiento de masas La Redota. La idea nos entusiasmó a todos y quizás los mas veteranos recuerden aquel acontecimiento tan lindo que movilizó a toda la Villa. “El 19 todo Chuy se va con Artigas” fue el slogan de la propaganda. Rondan Martínez escribió el guión conductor de la marcha que se gravó y luego se iba pasando por el único parlante del pueblo y que pertenecía al cura Ottonelli. El proyecto inicial fue presentado a la Asociación de Entidades Chuienses que presidía don Romeo Casas Garibaldi. Era la época de oro del Liceo Piloto entre los años 1963-1967, hasta que la cosa se puso embarullada. Dirigía el liceo el profesor Rafael Cordano y en ese plano educativo de secundaria estaban aquellos llamados Talleres Optativos. El coche-parlante pasaba lentamente por las calles, ante la mirada atenta de los vecinos y poco a poco la idea fue siendo comprendida.
El periódico zonal Rumbos comentaba de esta manera los preparativos de aquella memorable experiencia: “El pueblo concentrado en forma heterogénea, disperso, frente a la escuela, conjuntamente con las carretas, la caballería y marchas triunfales atronando el espacio como predisponiendo el ánimo popular. Entonces claro y agudo el sonido vibrante de un clarín, continuando en un redoblante de tambores, mientras la gente se agrupaba en formación de marcha, mientras el coro entonaba los versos de Bartolomé Hidalgo; “Orientales la Patria peligra…” El pueblo marcha hacia la aurora de los hombres libres, la frente bajo el chambergo dañada de sol y de ideales mientras Artigas Jefe va cabalgando altivo, conduciendo a un pueblo de héroes hacia el destino de la Patria. El indio cerril, taciturno, intuyendo la libertad esperada, levanta su lanza agresiva. El gaucho cargando su tradición de matrero, es baqueano del pueblo. El pampero agita las cabelleras de las mujeres patriotas que siguen a sus hombres por los caminos de la Patria. El negro fiel, sin cadenas ignominiosas, aspira la brisa mañanera y entona sus cantos ancestrales. Los clarines del alba agudizan sus voces de bronce y el pueblo oriental, palpitando un futuro glorioso, avanza hacia el Exilio.
Atrás quedaron sus casas, como antorchas ardientes, iluminando la renuncia de un pueblo, que prefirió exilarse antes que aceptar prebendas de los españoles o los vejámenes de los portugueses. Era el pueblo oriental en marcha, tras las huellas del caudillo, haciendo eco, con su presencia al grito del patriarca: “Yo llegaré muy pronto a mi destino con este pueblo de héroes.” Al toque de clarín se inicia La Redota:“El General cabalga hacia la aurora
baqueano de luz de patria y libertades ;
ansias de cielo libre picaneaban
este afán de los bravos orientales. El indio altivo, el gaucho y el mulato el estanciero rico,el respetable cura de la aldea, capellán del puebloseguían al patriarca, en las triunfalesjornadas de hambre y frío: la Redota. Al margen de los actos culturales, deportivos y religiosos que organizó cada institución, la asamblea representativa buscó la forma de lograr una gran concentración popular que fuera capaz de recrear en forma dinámica la gesta heroica del Éxodo del Pueblo Oriental. La misma se dividió en dos partes y la primera se denominó “La Redota” y constituía la marcha del pueblo por las calles de la Villa, mientras que la segunda era el “Campamento” y revivía precisamente el ambiente visual y sonoro de aquellos altos en la marcha que noche a noche jalonaron el Éxodo hasta el Ayuí. Cuando la columna se puso en marcha por la calle Internacional, intercalados entre la masa los grupos caracterizados: gauchos y paisanos, en las carretas, payadores con sus guitarras terciadas , pregoneros coloniales, negros con sus tamboriles, una nutrida columna de jinetes con los gallardetes artiguistas y grupos escolares, liceales y publico con sus atados y avíos de viaje. Se eligió la MARCHA ORIENTAL de Bartolomé Hidalgo para ser coreada por el público. Los edificios frente a los cuales pasaba la columna fueron engalanados convenientemente; carretas y demás accesorios de época fueron dispuestos a la vera del camino. La marcha estuvo jalonada por intervenciones corales del pueblo en cánticos y aclamaciones hasta llegar a la plaza. El perímetro de la misma contaba con gran cantidad de palenques para los caballos, mientras la fuente fue arreglada con sauces y ramas para representar una laguna y junto a ella un gran escenario, alto y techado como enrramada criolla. Al acercarse la columna al campamento un vigía desde lo alto de un árbol, anunció el arribo de Artigas seguido de su pueblo y los personajes históricos que lo acompañaban. Finalmente los coros asistentes y la población en general entonaron el CIELITO DE LA REDOTA, creado en Chuy para esta ocasión… Los portugueses se vienen por el este y por el nortey Elío en Montevideo al pueblo no le da corte.
Cielito, cielo que sí, cielito del pueblo en marcha,
los orientales caminan sin miedo al sol ni a la escarcha. Lejos quedaron los ranchos
ardiendo en fuego y recuerdos abren camino los potros atrás van los bueyes lerdos. Cielito, cielo que sí cielito de la Redota en un lugar del sendero mi guitarra yace rota….Letra: Rondan Martínez
Música: Perdomo y Méndez Como sucediera en 1811 cuando el pueblo oriental se despojó de sus bienes para seguir al caudillo, en una movilización que recibió el nombre de Redota por parte de sus protagonistas, los habitantes de este enclave fronterizo rememoraron este acontecimiento con el mismo sentimiento patrio de aquellos hombres. Es posible que con el paso de los años la perspectiva histórica no le otorgue visos de “redota”, pero ese debe haber sido el sentimiento de los componentes de la caravana con el ánimo quebrado por las adversidades y sintiendo muy distante la esperanza de victoria. Quienes presenciaron la Redota del Chuy deben recordar la caravana que se desplazaba lentamente por las calles de la Villa, ofreciendo la estructura pastoril del pueblo que se iba junto al caudillo. Nada de matices urbanos.