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sábado, 18 de julio de 2015

ALCIDES EDGARDO GHIGGIA (1926 – 2015) - LOS HOMBRES PELIGROSOS



Posted: 17 Jul 2015 10:42 AM PDT

elMontevideano - Laboratorio de Artes

H.G.V.


En Dejemos hablar al viento Juan Carlos Onetti eructó una afirmación que él seguramente consideraba un insulto blasfemo:

Un hombre con fe es más peligroso que una bestia con hambre.

Pero en el momento de empezar esta paginita que intenta definir la esencia del delantero que hizo el gol más importante de la historia del fútbol, nos parece adecuadísima para explicar lo que pasó la tarde del 16 de julio de 1950.

El ser ducassiano no digiere, muerde, explica Gastón Bachelard en su ensayo dedicado al montevideano letal por excelencia: Para él, la alimentación es una mordida. Las ganas-de-vivir son aquí ganas-de-atacar. (…) Por ello, ¡qué rapidez! Al lado de Lautréamont, ¡cómo es lento Nietzsche, cómo se siente tranquilo, cómo se le siente en familia con su águila y su serpiente! Para el uno, ¡los pasos del bailarín!, para el otro, ¡los saltos del tigre!

Ghiggia venía siendo una punta de lanza decisiva en aquel equipo capitaneado por el Negro Jefe, y apenas empezó la final el half izquierdo brasileño Bigode lo atendió con una brutalidad respaldada por más de 200 mil personas, pero casi inmediatamente Obdulio Varela -que nunca jugó sucio- le devolvió el planchazo. Y cuando el cancerbero grandote se dio vuelta para mostrarle los colmillos, el capitán celeste le advirtió desde una oscuridad sin fondo: Tranquilo, muchacho.

Y entonces nuestro puntero menudamente discepoliano pudo seguir haciendo estragos con su talento enorme y su nariz (para hablarlo en Homero Manzi) sin riesgo de quebradura.

Pero se sabe que en el entretiempo el propio Ghiggia pidió que le alcanzaran la pelota al pie y no siguieran haciéndole pases largos.

Y fue seguramente en ese momento que se le verticalizó la fe que les venía repartiendo al plantel todos los días el autor analfabeto del mayor verso rugido en nuestra historia: Los de afuera son de palo.

No es mucho menor, por otra parte, la potencia poética de la advertencia que les había hecho a sus compañeros la mayor estrella de la seleçâo verde amarela, Zizinho: Cuidado porque los uruguayos se atan los zapatos con las venas.

Lo único que faltaba para atigrarle las ganas-de-atacar a Ghiggia fue el alarido que pegó Obdulio cuando llegó a la mitad de la cancha con la pelota abajo del brazo después del gol de Friaza:

-¡Vamo arriba que a estos japoneses les ganamos!

Y aquella pelota le empezó a llegar al pie y primero pudo darle el pase del empate a Schiaffino y en el minuto 34 volvió a escapársele a Bigode pero en vez de tirar el centro previsible apuntó al pedacito que Barbosa dejó libre contra el palo izquierdo.

Porque se tuvo una fe completamente ciega y hambrienta.

Y se transformó en esa clase de hombres peligrosos que son capaces de sobrevolar el cielorraso lógico del mundo y depositarnos en la transfiguración intemporal.

Ayer también fue 16 de julio y el mismo resplandor de Maracaná le desanudó las venas.

viernes, 17 de julio de 2015

DE TRAZO AJENO. COMO FUNCIONA LA ECONOMÍA. Julio Dornel



Es agosto, en una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada; cae una lluvia torrencial y hace varios dí­as que la ciudad parece desierta. Hace rato que la crisis viene azotando este lugar, todos tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna, llega un yanqui mafioso forrado de plata y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100 dólares en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones. El dueño del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. El carnicero toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos. A su turno éste sale corriendo para pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales. El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con Marí­a, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito. La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde habí­a traí­do a sus clientes las últimas veces, y que todaví­a no habí­a pagado, y le entrega el billete al dueño del hotel. En este momento baja el yanqui, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va. Nadie ha ganado un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y ¡mira el futuro con confianza!!!
MORALEJA: ¡SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS!!

El caso del médico que "siente" los mismos síntomas que sus pacientes

Subrayado

 

Si uno de sus pacientes se corta un dedo, él siente un cosquilleo en la misma zona. Los detalles de esta particular característica.

Joel Salinas, así se llama este joven médico de 32 años que se graduó en Harvard y es bastante particular: si un paciente se corta un dedo con un cuchillo, él siente un cosquilleo en esa misma zona.


"La mejor manera de describirlo es como un eco de las sensaciones que tú ves en otras personas. Es como un pequeño cosquilleo que sientes cuando una persona se mueve y que de alguna manera se refleja en tu cuerpo", explicó Salinas a la BBC.

Esta sensación que el doctor describe como cosquilleo se denomina "sinestesia del Toque Espejo" y ocurre en aquellas personas que experimentan diversas sensaciones cuando miran a otros individuos mientras éstos son tocados o golpeados.

Salinas dice que desde que tiene uso de razón su cuerpo reacciona como un efecto reflejo y hasta hace poco que pensaba que a todos les pasaba lo mismo.

"Nunca lo sentí como algo raro o anormal. Hasta que hice un viaje a India. Estaba con un grupo de médicos y ahí en medio de una discusión con una neuróloga que me habló de un grupo de meditación en el que las personas tenían la particularidad de que mezclaban las sensaciones", señaló.

Foto: BBC



ROCHA LA CARNE DE JABALÍ ES UNA OPCIÓN CON VALOR AGREGADO

DESDE "LA GUARIDA" EN LA REGIÓN DE INDIA MUERTA –

 Eduardo González
El Este

El establecimiento agropecuario, "La Guarida" de Nelson De Los Santos, convirtió al jabalí en una opción para obtener carnes de primera calidad y, mediante un cuidadoso proceso, logró la elaboración de jamones ahumados, salamines y embutidos entre otros. La gastronomía rochense propone finísimos platos a partir del jabalí de criadero. 

Tan solo hay que animarse a preparar una mesa con una carne tan noble como la del jabalí, acompañada por el jugo de butiá elaborado por Caseras de India Muerta; nada nos falta, comentó un vecino de esa región norte de Rocha, a unos 50 kilómetros de la capital departamental.
"La Guarida", logró toda una industrialización del jabalí. Nelson De Los Santos, comenzó como un cazador de estos ejemplares para luego transformarse en todo un criador, junto a su familia que lo acompaña en este emprendimiento que se inició en la década de 1990 en el  departamento.
El establecimiento se lo puede ubicar sobre la ruta N° 13 a  la altura del km 259, camino vecinal. Allí, está el criadero y la planta. Con excelentes máquinas y cámaras de frío de muy buena calidad, se lleva a cabo todo el procesamiento de las carnes de jabalí.
Los clientes son verdaderos fieles de los productos elaborados por las manos rochenses, que encontraron en su momento una manera de diversificar la producción de la empresa agropecuaria y el éxito no se hizo esperar. Los restaurantes de Maldonado, Punta del Este y de toda la región este, saben de las bondades de los productos elaborados.
Nelson De Los Santos, manifestó que es una producción acotada y manejada a partir del propio criadero existente, por "lo que no se utiliza carne de cacería, porque sencillamente no sirve", explicó. "La carne de cacería es estresada, tiene una adrenalina muy fea", precisó.
Los ejemplares de criadero se encuentran en semicautiverio, lo mismo que un chivo u oveja, con raciones específicas y desde luego pasturas. "El jabalí, es un ejemplar de poca grasa y se hacen productos muy selectivos: jamón ahumado, lomito ahumado, panzetta, costillares que se aprovechan muy bien para el jamón y después está la parte de embutidos: salamines, longanisas y chorizos", dijo.
Después, están los cortes cárnicos: "de lo que quiera", delanteros, traseros y hasta incluso los quesos, según comentó el periodista castillense, Pablo Quintana.
Sostuvo, que "los productos son excelentes, puedo dar fe de ello y en cada exposición la familia De Los Santos, ofrece las variedades que se logran con la carne de jabalí", dijo el comunicador.
La Guarida, en varias oportunidades se ha presentado en el Prado de Montevideo y este año aspira a concurrir, aunque a veces el tema de la seguridad genera algunas incertidumbres, afirmó De Los Santos.


EXCELENTE MERCADO
El jabalí tiene un excelente mercado y se coloca rápidamente, con precios de 250 a 300 pesos el kilo de carne, unos 400 pesos el kilo de lomo sin hueso y el jamón ahumado a 500 pesos el kilogramo.
Los animales que se sacrifican son cachorros de 35 a 40 kilos. La idea es mantener la identidad, siendo la primera de las razas, haciendo un vigor de híbrido hacia atrás, de manera que va hacia su origen, de manera que va quedando más puro.
Mencionó, que los españoles y portugueses "largaron miles de chanchos baguales butiaceros", de manera que es la raza dominante.
Al ser consultado, sobre si es un animal agresivo, dijo: "si lo atacas si, de lo contrario no". "Es muy inteligente, tiene buen oído y olfato; se alimenta con poca ración y como carne si le falta proteína", dijo.
Explicó, que "si los jabalí que hay en Uruguay mataran no quedaban ni vacas, ni nosotros, no es carnívoro, no es un tigre, ni un perro, es omnívoro".
Sostuvo, que se trabaja con muy buenas raciones, fibras y campo, con un potrero de aproximadamente unas 5 hectáreas.
Aclaró, que no representa riesgo para ninguno de los animales, están en un criadero cuyo alambrado es de 14 hilos y 5 eléctricos muy potente.
Sostuvo, que están bien alimentados y por lo tanto el riesgo de la violencia no es tal.

PLANTAS DE FAENA MÓVILES
La Guarida tiene un mercado interno y limitado, al menos hasta que se tengan lugares habilitados para faenar, siendo necesario legislar. Recordó, que el jabalí no tiene legislación como si lo tienen las vacas, las ovejas y los cerdos.
El Instituto Nacional de Carnes (Inac) hizo un matadero portátil a raíz de las gestiones que se llevaron a cabo, habiendo un productor que tiene un criadero de carpincho habilitado.
Recientemente, se informó que hay un matadero móvil habilitado y ahora se establecen conversaciones con las autoridades del gobierno departamental para analizar la posibilidad de disponer de un "matadero móvil", que no solo sería bueno para los jabalíes sino también para lechones, corderos y pequeñas industrias.

M A R A C A N A: EL ULTIMO CAPITULO.. SOLAMENTE LOS DIOSES ELIGEN EL DIA DE SU MUERTE. Por Julio Dornel




La muerte sorpresiva de Alcides Ghiggia, ha sido un duro golpe para el deporte en general, cerrando definitivamente el último capítulo de la mayor hazaña del fútbol uruguayo. Fue sin ninguna duda la figura rutilante del mundial del 50 y autor de inolvidables actuaciones en las canchas del mundo, ganándose el reconocimiento y el aplauso de las multitudes. En estos momentos los portales de la prensa mundial nos ametrallan con crónicas, editoriales y datos biográficos sobre su trayectoria, destacando fundamentalmente y al margen de sus condiciones futbolísticas, su hombría de bien que lo hizo merecedor del elogio franco y sincero de sus adversarios. Para no ser reiterativos, les vamos a ofrecer la crónica motivada con otro aniversario (60) pretendiendo que la misma sirva para rendir tributo a un amigo de Chuy, donde pasaba sus temporadas veraniegas y donde ha dejado muchas amistades.

CHUY ERA UNA FIESTA.

Mientras una pelota siga rodando por las canchas del mundo, surgirán historias fantásticas otorgando un dejo de nostalgia a quienes tuvieron la suerte de vivirlas o quizás de haber visto jugar a los mejores equipos del fútbol mundial. Si bien no estamos entre ese núcleo privilegiado, tuvimos la suerte de asistir a varios partidos disputados en la década del 50 donde alternaban varios jugadores del equipo uruguayo que se adjudicara el Mundial de Maracaná.
De la misma forma que los soldados veteranos recuerdan las batallas en que tomaron parte, los periodistas solemos decir que “estábamos allí” cuando se registraron algunos acontecimientos que por su importancia han resistido el paso de los años. Tal lo que nos sucediera aquella tarde fronteriza del 16 de julio de 1950, cuando integramos la caravana de la victoria para festejar la mayor hazaña del fútbol uruguayo, conocida como EL MARACANAZO. Han pasado muchos años del histórico acontecimiento y cuando todos los medios evocan la mayor derrota del fútbol brasileño, van desfilando por la memoria las imágenes imborrables de un reducido grupo de vecinos QUE al grito de URUGUAY CAMPEON…URUGUAY CAMPEON recorrieron las calles fronterizas. Pocos autos y algunas bicicletas abrieron el camino por las calles de tierra, estirando los festejos hasta altas horas de la noche. Varias generaciones se mezclaron aquel 16 de julio para festejar el último triunfo mundial del fútbol uruguayo. Nada nos hacía pensar en aquella oportunidad que años más tarde (18) nos encontraríamos en el mismo escenario de aquellos festejos, con dos de los principales protagonistas de esa consagración. Durante varias horas tuvimos la oportunidad de acompañar al capitán de Maracaná, Obdulio Jacinto Varela y al endiablado Julio Pérez, durante su visita a esta frontera y comprobar además el caluroso recibimiento que le ofrecieron del “otro lado” de la avenida Internacional. No era una visita accidental. Gambetta y Julio Pérez jugaban en el equipo de Santa Teresa que integraba la Liga de La Coronilla y Obdulio solía acompañarlos hasta la frontera para disfrutar los asados que les ofrecía un anfitrión de lujo; el Dr. Fulvio Cabrera Ayala. Un reducido grupo de deportistas integraban aquella “comitiva” que recorrió las calles del pueblo para recibir el saludo agradecido de quienes habían integrado la caravana de la victoria en el 50. Fueron gritos, aplausos, abrazos, admiración y una euforia delirante que se grabó para siempre en nuestras retinas. Habían pasado muchos años y estábamos junto a los campeones compartiendo el vino del “Gordo Paraguayo”. El viejo grabador GELOSO (comprado en Casa Ávila) fue registrando durante varias horas un concierto de voces inaudibles que solamente sirvieron para recuperar frases entrecortadas sobre la hazaña de MARACANA. El paso de los años y las derrotas sufridas desde entonces por el fútbol uruguayo, han dimensionado la conquista y la figura de quienes integraron el equipo ante la poderosa selección brasileña. Dejaremos de lado la dimensión de esta lejana conquista, para detenernos en pequeños detalles de los hechos ocurridos en aquel estadio que no se había construido para que Obdulio recibiera la Copa de manos de Jules Rimet. Tan es así que cuando el arbitro Mr. Reeder hizo sonar el silbato dando por finalizado el partido, el Presidente de la FIFA tuvo que guardar el discurso ya escrito, puesto que la entrega de la Copa al “Negro Jefe” no estaba en sus cálculos.

OBDULIO: “A BRASIL NO LE GANABAMOS OTRO PARTIDO”

Al margen de su grandeza dentro de la cancha donde fue siempre un guerreo hasta caer herido en el 54 y tener que colgar los zapatos, conocimos en esa oportunidad al “Negro Jefe” al viejo caudillo en su condición humana al reconocer que al cuadro brasileño del 50, si volvíamos a jugar 10 partidos no le ganábamos ninguno”. Solamente el temperamento, la fuerza, la vergüenza, el coraje y el amor propio pudieron vencer al mejor equipo que había tenido el fútbol brasileño. Hay pocas cosas en la vida que tienen el poder de mantenerse vivas en nuestra memoria. El recuerdo de MARACANA en nuestros 13 años y el encuentro con Obdulio y Julio Pérez quedarán para siempre montando guardia, como celoso centinela de nuestros mejores recuerdos. Esta crónica evocativa se las estábamos debiendo a los campeones, no para reiterar conceptos ya vertidos durante tantos años, sino para servir de ejemplo a las generaciones juveniles que se están iniciando en el maravilloso mundo del fútbol. Durante tantas horas de charlas informales, el tema central giraba inevitablemente en torno a la conquista, porque todos queríamos conocer de primera mano algunos detalles relacionados con la misma. Primero y como sigue sucediendo se concurrió en malas condiciones y una falta total de organización. El técnico se designó a un mes del primer compromiso y cuando llegaron a Brasil no tenían alojamiento reservado, ni las condiciones elementales que requiere una delegación deportiva. Entre muchas cosas que rodearon aquella patriada que sigue siendo uno de los grandes milagros del fútbol uruguayo, nos enteramos que Julio Pérez estuvo practicando en el arco, ante la eventualidad de que no se pudiera utilizar a Maspoli ni Paz, puesto que solamente habían concurrido dos arqueros. Obdulio nos manifestaba que su primer sorpresa fue el triunfo de Estado Unidos ante Inglaterra, “no entendimos como fue posible que estos japoneses sin figuras importantes, pudieran derrotar a los inventores del fútbol.” Julio Pérez por su parte destacaba la presencia de Matucho Fígoli que “siempre estaba dispuesto a colaborar con el grupo, sin desatender su especialidad de masajista.” Refiriéndose a los compañeros Julio no quiso destacar a ninguno señalando que el “Ñato” Ghiggia, que había comenzado como uno más del plantes, se fue transformando en una de las piezas fundamentales del equipo.” También señaló Julio que cuando iban para el Estadio Ghiggia les dijo estar seguro que ganarían y que él haría el gol del triunfo como finalmente sucedió. “Cuando terminó el partido nos quedamos con Obdulio en el medio del campo esperando el trofeo y como la cosa estaba demorando demasiado nos dijo en tono amenazante:”Si este japonés no me entrega la copa, nos vamos y chau, no estamos aquí para esperar a nadie.” También nos enteramos que cuando llegaron al hotel no hubo festejos porque los dirigentes no estaban. Dijo finalmente Julio que se fue con el “canario” Rijo a comprar unas cervezas y algo para picar, pero antes se sacaron el equipo deportivo que podía identificarlos ante la parcialidad brasileña. Sin embargo esto no sirvió de mucho y la gente del boliche los reconoció de inmediato invitándolos con algunas cervezas y pidiéndoles autógrafos. Los Campeones del Mundo de 1950 tuvieron que festejar solos, compartiendo algunas copas con amigos circunstanciales en un boliche de Río.