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viernes, 29 de abril de 2016
WILLIAMS ROCHA: ARQUITECTURA Y POESIA.
UN APORTE ESPECIAL DEL PERIODISTA CARLOS CASTILLOS.
¿Qué tendrán que ver la arquitectura y la poesía? Una es el arte y la técnica de proyectar y construir casas, edificios y trabaja en el manejo del espacio, del ambiente, del clima, de la luz y la poesía trabaja con la palabra para expresar sentimientos y transmitir belleza. Williams Rocha es un arquitecto, chuiense, de 63 años, que vive desde 1982 en Parque del Plata, a unos 300 kilómetros de Chuy y 50 de Montevideo y que, desde hace algunos años arrancó a escribir poesía y hoy emerge como un creador, al menos interesante, al que habría que prestarle atención. No para criticarlo porque… ¿quién está en condiciones de juzgar el arte?. Pero escucharlo, o mejor dicho, leerlo, será un saludable ejercicio que seguramente hará reflexionar y, en algunos casos, también emocionar al lector.
Williams no se considera un literato. "Trato de escribir un cuento corto, una historia, que a veces sale en verso, pero no me preocupo por la métrica ni la rima. Lo que me interesa en poner emotividad y transmitir sentimientos por medio de la escritura. No escribo cuentos porque a veces, esa estructura no me permite expresar lo que quiero. Sin embargo, encontré que la poesía sí me lo permite".
En sus creaciones, Williams Rocha demuestra un buen manejo del espacio, del ambiente, del clima, de la luz. "Eso me lo dio la profesión de arquitecto", dice con humildad. "No hay historia sin ambiente, sin atmósfera. Por eso me interesa mucho el paisaje dónde estoy inserto. Y de eso saco historias y escribo", dice Williams. "Yo no domino la lingüística, pero me interesa la palabra, y que sea de respeto, positiva y tenga contenido, eso que se ha perdido mucho", agrega.
El nuevo poeta que asoma en las letras uruguayas lee poca poesía. Nunca fue a un taller literario. "Escribo amparado en alguien que dijo alguna vez: para escribir no importa cómo, siempre que se diga algo". El chuiense Williams Rocha se inspira, algunas veces, en cosas que pueden ser intrascendentes, como por ejemplo, una imagen de televisión, el detalle de una obra en construcción o situaciones imaginarias. "Me gusta siempre ponerme en lugar de la otra persona. Y pensar qué sentiría o cómo actuaría ante determinada situación. Y escribo de eso".
La reacción de sus potenciales lectores, que lo siguen a través de las redes sociales, donde ha publicado unos 150 poemas, ha sido positiva. "Me parece que hay gente que se acercó a la poesía leyendo eso que yo escribo y que capaz que nunca antes se interesó" por ese género literario.
Williams Genis Rocha (WGR) nació en 1952 en Chuy. Es hijo de Wilmar Rocha, fallecido en 1982, y sobrino de Olivier Rocha, un reconocido hincha de Nacional de Chuy, también fallecido. En 1972, con 20 años, Williams se trasladó a Rocha donde vivió un año y en 1972 recaló en Montevideo, con la idea de estudiar arquitectura. Compartió alojamiento con Héctor y Cacho Acosta. Se casó en 1979 y en 1982 se fue a vivir a Parque del Plata. Se graduó en 1990 y trabajó hasta 1993 como docente adjunto en la Facultad de Arquitectura, en Montevideo, adónde viajaba todos los días desde Parque del Plata. Tiene dos hijos, uno viviendo con sus padres y el otro en Estados Unidos.
CUANDO LA VILLA Y YO ÉRAMOS NIÑOS
Mi niñez transcurrió, al borde de la villa,
En un hogar humilde…..de apenas una silla;
Que con calor humano, bracero y con astillas
capeamos el invierno, feliz entre comillas.
Pero eso no fue un freno, tampoco una apostilla,
que enmendara un destino, capaz de superarse,
de claros objetivos, con sueños por lograrse,
acunando deseos, los más nobles de padres.
Hoy que miro a distancia, de amores imbuido,
de los propios y de ajenos, que tejieron mi nido,
sólo tengo recuerdos, que me son bienvenidos
encarnados en familia, de vecinos y amigos.
Ya la villa es ciudad y ni yo soy el mismo,
pero el borde está ahí, saboteando el abismo,
cuando se ha de borrar, me pregunto a mí mismo,
sin tener que rogar ni exhibir heroísmo.
Pero aún tengo intacto el valor colectivo
Que a pesar de mi yo, se mantiene en camino,
ese que ha de encontrar, quien transite conmigo,
sin saber dónde voy…… más su rumbo ha elegido.
ROCHA (ciudad)
Caminé tus callejuelas de adoquines,
del farol mortecino en las esquinas,
buscando piedra a piedra mí destino
de estudiante liceal, inexperiente,
para encontrar mi rumbo sin zozobras
y ser un ciudadano consistente.
Tus piedras me enseñaron y con creces
en su trama española hereditaria,
caminando tus calles empedradas
a ser un tanto adusto ante la vida
como lo son tus casas, sus fachadas.
Pero cuando salí de tu recinto
y proyecté en el mundo la mirada,
tu imagen colonial no me regía
y tu noche invernal no me atrapaba,
aún teniendo en mi alma tu poesía
me despedí de ti, aunque te amaba.
Es que tú, ciudad de Rocha estás presente
y guardo en mi memoria tu empedrado,
también la bonhomía de tu gente
y todo lo que ha sido tu legado,
incubando la ilusión de ese estudiante
que ya no volverá , más nunca te ha olvidado.
xxxx
LUMINOSO GRIS MONTEVIDEANO
Los plátanos han hecho de tus calles galerías
y mientras descubría tus fachadas,
febrero se hacía fuerte en las esquinas;
Ramírez se poblaba de sombrillas
y había un medio tanque que encendía
y cubría con olores las aceras, que de gris
me dieron bienvenida.
Eras tú, mi Capital, mi nuevo mundo,
que con tu turbulencia me acogías
y que yo tímidamente te retaba,
dibujando caminos, construyendo utopías,
y gustaba caminar por tus aceras,
donde el sol tamizaba su alegría.
Y traté de encontrarte,
soñando con tu encuentro cada día,
para echar raíz montevideana
y sentir que de ti ya no me iría;
y un día, caminado, me encontraste,
yo estaba taciturno, vagaba por la via,
más tú me despertaste, me diste energías
y entonces comprendí, que no te alejarías.
Y caminamos juntos, el gris tenía alegría,
los plátanos doraban la miel de tu sonrisa
y febrero bailaba con tambores y dicha
ya apagando tablados, comenzando otra vida,
los estudios terciarios, la pasión compartida,
y hemos ido abrazados….. a través de la vida.
xxx
LA ESCUELA, MI BARRIO
Mi barrio era una calle apenas transitable
y sólo conocía, mi camino a la escuela,
mi casa era habitada por mi padre, mi hermana,
sin fotos de mi madre, mi niñez y mi abuela.
Pero fue en ese barrio, de patios amigables,
de andador y rayuela, de trompos y cometas,
disfrutando de amigos con soles y cunetas,
donde con cara sucia, vislumbramos las metas
con la ayuda incansable que nos dio la maestra,
una madre adoptiva, sin suplir a la nuestra.
Es por eso que el barrio, que también fue mi escuela
siempre está muy presente, con su polvo y su gesta,
de pelota en la calle y silencio en la siesta
releyendo revistas que una amiga nos presta.
Aún hay algo de polvo y aún puertas abiertas,
pero el barrio es muy otro, la familia progresa,
no se juega en la calle y ya no hay mas cometas
tiene agua potable y el asfalto es la meta,
mas no quiero que el plasma con su imagen dilecta
aborrezca su alma………… ni suplante su Escuela.
jueves, 28 de abril de 2016
"Con esta política el FA tiene la elección perdida"
Antonio Elías
“Si el Frente no da un giro a la izquierda y no aplica un programa de izquierda pierde las elecciones”, sostuvo en Rompkbzas Antonio Elías, integrante de la Red de Economistas de Izquierda del Uruguay (REDIU),quien reclamó que el presidente Tabaré Vázquez reformule el equipoeconómico de gobierno.
Clic en este enlace
"Con esta política el FA tiene la elección perdida"
Oda a la alegría (I) por Antonio Pippo
Búsqueda
No fueron sus padres —que, sin embargo, eran apasionados bailarines de tango que se presentaban a cuanto concurso había—, sino su abuelo quien dio el impulso inicial hacia la música a Mariano Alberto Martínez, el mayor de siete hermanos nacido en San Telmo, Buenos Aires, el 18 de febrero de 1918. Cuando apenas tenía siete años la familia se mudó a Tres Arroyos, donde ese abuelo, amante de la música clásica, le pagó estudios en un conservatorio.
—Lo triste fue cuando el profesor me mandó a casa, diciendo que no quería robar la plata porque a mí no me interesaba la música clásica. ¿La verdad? Me costaba la clave y, a esa edad, quería jugar a la pelota, nada más. Fue una desilusión familiar.
Pero la vida da vueltas inesperadas.
En 1925 la familia Martínez vuelve a Buenos Aires, al barrio de Flores. Y ahí ocurre el milagro. En la esquina había un almacén y la hermana del dueño enseñaba piano: —Un día me asomé a una ventana y vi a una niña tocando aquello que yo no había podido aprender. Sonaba bellísimo y enloquecí. El almacenero me propuso aprender con la hermana: en secreto acordamos que me sacaría cien gramos de cada compra hasta completar los cinco pesos que costaba la clase. Aprendí como un desesperado. Al año me recibí de maestro de música. Tenía solo diez años y aquel adorable almacenero nunca me sacó un gramo de nada.
Los Martínez siguieron con su vida errante —el padre era viajante de comercio— y volvió a mudarse, esta vez a Lanús Oeste. Paralelamente, se iba definiendo el futuro camino artístico de Mariano Alberto: le compraron otro piano y siguió los estudios con el maestro D’Andrea, aunque en 1929 viajaron a España en busca de mejores horizontes; pero el pibe siguió perfeccionándose y obtuvo nada menos que una beca en la Universidad de Salamanca. Lo presentaban como niño prodigio llamándolo “Lolo, el compositor relámpago”, ya que improvisaba canciones con dos o tres notas que le proponía el público.
Angustiados por la inminente guerra civil española, regresaron a Buenos Aires en 1935, un año decisivo. Mariano Alberto, conmovido por todo lo que vio en su país a raíz de la muerte de Gardel, y por su curiosidad de jovencito inquieto, comenzó a escuchar a aquel cantor tan querido y fue como una revelación: —Me envolvió esa voz, me encantó, sobre todo cuando cantaba las letras de Lepera.
Al año siguiente, muy joven, murió el padre. Mariano Alberto, que ya había cumplido 18 años, tuvo que salir a “parar la olla”: consiguió trabajo como pianista en el café Vicente, en Corrientes al 900 y Pellegrini. Tocaba música internacional y regresó al estudio con Luis Rubinstein, pero ya para dominar el tango. Y fue en esa academia donde conoció a las hermanas Myrna y Margot Moragues, que habían formado el dúo Las Hermanitas Mores. Mariano Alberto se enamoró perdidamente de Myrna; al poco tiempo nació El Trío Mores, incorporándolo, y él compuso su primer tango, Cuartito Azul.
—Fue mi primera novia. A ella le dediqué ese tango, que tiene letra de mi amigo Mario Battistella. Para estar cerca de mi amor alquilé un cuartito en Villa del Parque. Lo pinté con cal coloreada de azul. De ahí el título.
Ese día, además, adoptó formalmente el apellido artístico de su novia, luego esposa, y nació uno de los más grandes pianistas, compositores, actores, directores de orquesta y productores de la historia del tango, Mariano —Marianito— Mores, transformado en una leyenda a partir de su muerte reciente, a los 98 años, el 11 de abril de este año, de la que informó Búsqueda en su edición anterior.
—Quería ser un compositor de tango diferente a los demás. Con esa idea ideé Cuartito Azul, que es muy romántico y afrancesado. Entonces encontré al Mariano Mores que yo quería, con más romanticismo que carga dramática, un camino que, puedo decirlo, nunca abandoné.
Tocó con grandes músicos y orquestas y con agrupaciones propias hasta casi el final de su vida y con una vitalidad sorprendente, recorrió el mundo varias veces, compuso decenas de tangos con los más distinguidos letristas, produjo gran cantidad de revistas musicales, actuó en cine y televisión, recibió 26 Discos de Oro y Platino y, en una votación del año 2000, en Argentina, fue electo “Mejor compositor de tango del siglo” y su tema Taquito militar recibió la distinción de “Mejor milonga del siglo”. También fue nombrado Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires.
Pero esa es la otra parte de la historia, que también está para contarse.
14 fotos de las propiedades vinculadas a Lázaro Báez allanadas en Río Gallegos
Son casas de la familia, oficinas, empresas y hasta un barrio entero.
Los operativos comenzaron esta semana y seguirían varios días más
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14 fotos de las propiedades vinculadas a Lázaro Báez allanadas en Río Gallegos | Galería al 100 - Infobae
Créditos para pequeñas empresas afectadas por inundaciones
Director Pablo Barrios
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Créditos para pequeñas empresas afectadas por inundaciones
La Dirección de Producción y Desarrollo de la Intendencia de Rocha está recibiendo solicitudes de créditos para emprendimientos comerciales afectados por las inundaciones en el departamento.
Mypes urbanas afectadas por las inundaciones de todo el país podrán dirigirse a solicitar información a:
Direcciones de Desarrollo de Gobierno Departamental (Agustín Peri y Ansina)
Oficinas de República Microfinanzas S.A. del departamento
o
Telefónicamente, a oficina Central 2901 60 40, int 0800.
En Rocha, contacto María José Garrido 099255018 o Oficina de República Microfinanzas
Lavalleja y Gral. Artigas pegado a la Junta Departamental
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Créditos para pequeñas empresas afectadas por inundaciones
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