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miércoles, 27 de mayo de 2015
AVENIDA INTERNACIONAL. ALGO MÁS QUE UNA LINEA DIVISORIA. Por Julio Dornel.
Cuando se fijaron los límites entre ambos países, nadie se hubiera imaginado que dos siglos más tarde esta línea divisoria se podía convertir en el sitio deseado por los comerciantes que pretendieran radicarse en este enclave fronterizo.
En la actualidad y superando cifras millonarias, más de 20 “free-shops” y otros tantos comercios tradicionales ofrecen al turista una variada gama de artículos importados y nacionales que han generado una nueva corriente de compradores.
De alguna manera se ha ido perdiendo la identidad del pueblo porque las tentadoras ofertas convencen al “grupo familiar”, asegurando el futuro mediante una buena administración.
Los números que en definitiva son los que mandan han generado una nueva mentalidad, son pocos los que hablan de la parte humana, histórica y edilicia de la frontera que fue creciendo “sobre la línea divisoria de dos países con la misma pena”, como lo dijera el poeta Rondan Martínez.
Tampoco son recordados los ilustres apellidos de viejas familias que fueron construyendo lentamente la aldea y que hoy adornan los panteones del cementerio ante la indiferencia y el olvido de la gran mayoría.
Una verdadera lección de historia donde las diferencias desaparecen y las nacionalidades de quienes llegaron en busca de la tierra prometida descansan juntos para siempre.
Esta avenida internacional (Uruguay- Brasil) que luce orgullosa sus luces de neón, los bustos de Artigas, el Barón de Río Branco y el Olivo de la Paz, fue escenario de muchos festivales populares donde podemos destacar las caravanas deportivas festejando triunfos memorables de la selección brasileña o el “maracanazo” uruguayo del 50.
Cómo olvidar el festival del SOL NACIENTE con la participación de lo más granado del canto uruguayo en el auge de su gloria. Una avenida internacional que vio pasar muchas generaciones por la adolescencia y la juventud, sin darse cuenta que llegaban a peinar canas sin saber que habían vendido muy barato sus mejores años. Avenida internacional que supo tener una Terminal Turística inaugurada por el Ministro Justino Carrere Sapriza en cumplimiento a un proyecto demencial de los gobernantes de turno.
La misma estaba construida en el sitio que ocupan actualmente los bustos de Artigas y el Barón, disponiendo de todas las oficinas que tiene actualmente fuera de la planta urbana de la ciudad. También sobre esta línea divisoria estuvo durante varios días el Ejército brasileño tras el golpe de estado que derribó el 31 de marzo de 1964 al presidente Joao Goulart (Jango), custodiando el ingreso de algún revolucionario procedente de nuestro país. Sus reformas socialistas fueron consideradas contrarias a los intereses de los militares y de la derecha brasileña.
Fue en esa oportunidad que vimos por primera vez una “línea divisoria” que realmente nos separaba y sentimos las consecuencias de una represiva dictadura. Fue el escenario de viejos litigios pretendiendo satisfacer ambiciones y resentimientos a costa de los vecinos. Esta línea divisoria fue también durante la dictadura uruguaya, el pasaporte hacia la libertad para que muchos uruguayos pudieran dormir y trabajar a pocos metros de la represión.
Una avenida poblada de recuerdos
Pequeñas cosas y escenas cotidianas para imaginarnos la llegada de Mario de San Vicente trayendo en diligencia la primera pelota de fútbol allá por 1919, don Silvio Fossati ingeniándose para poner en marcha su fábrica de tabacos, Querubín Maside presidiendo el club Social Luz y Vida con sus reinados de primavera, Don Octavio Pereyra supervisando atentamente el orden del bar Opel donde se arreglaban los problemas del mundo y se discutían los resultados del fútbol local.
El cine del vasco Lasa, el bar de “Walters”, Casa Fernández, tienda Caticha, el peluquero Sadí, la fábrica Fossati, don Leopoldo Vógler, la escuela 28, el bar Opel, la herrería de Perucho, el centro cultural del “Indio” Castillos y la panadería de Mauro que todavía subsiste en un duelo de varias décadas con Casa SANTA ELENA.
Es también en la actualidad el escenario de un fenómeno social que amenaza quedarse por algún tiempo. Para comprobarlo basta que la brisa del atlántico nos traiga desde el cantero central el olor de alguna sustancia que lentamente se viene integrando al comportamiento de la sociedad.
Debemos respetar la libertad para decidir sobre su consumo. También la tolerancia correspondiente para tratar al enfermo, pero es evidente que hay una sociedad permisiva que todavía no ha tomado conciencia sobre la violencia generada por estos comportamientos. Lo vemos diariamente.
Robos, copamientos y una crueldad que tiene sus raíces muchas veces en el consumo de estas sustancias. Todo esto conduce a señalar que la Avenida Internacional se ha convertido en punto de encuentro para los vecinos que durante más de 100 años cruzaron en distintas direcciones sin saber a ciencia cierta en qué país se encontraban.
Sitio obligado para el encuentro casual con algunos compañeros de la infancia o de la juventud para evocar circunstancias guardadas celosamente en el “disco duro” para evocar con alegría los tiempos vividos en el otro Chuy.
Pasaron los años pero la imagen de aquella avenida de tierra y arena que serpenteaba entre los dos países se mantiene intacta en la memoria de algunos pobladores. En las últimas décadas podemos señalar grandes modificaciones en los hábitos fronterizos y donde también han desparecido los espacios verdes que en el siglo pasado sirvieron para gastar energías en algún “picado” del fútbol amateur.
Hoy la vida sedentaria se pretende transformar en el gimnasio o caminando diariamente por la ruta 9, dando cumplimiento a las indicaciones del facultativo. Por ese motivo la Avenida Internacional sigue siendo el punto de concentración y cita obligada de la actividad comercial de una comunidad que sigue “respirando” sobre la línea divisoria de ambos países.
ANTE LA MUERTE DE DANIEL DE ARMAS. Por Julio Dornel.
Escritor y periodista JulioDornel
Amigo lector, debemos cumplir con el penoso deber de comunicar el fallecimiento de Daniel de Armas, un hijo de Chuy cuya mayor valoración estuvo siempre en el trabajo, la honestidad y la amistad que supo cultivar en su tránsito terrenal. Conscientes de que será muy difícil encontrar palabras y obedecer sentimientos para expresar el dolor que significa despedir a un amigo, publicaremos nuevamente la nota anterior donde destacábamos la personalidad de Daniel y presagiábamos el triste desenlace.
Mientras aguardábamos el milagro de una recuperación fuimos extrayendo textos pertenecientes a una publicación de ZONA CHUY, donde destacábamos sus condiciones periodísticas y su trayectoria personal. Cuando recién completaba secundaria lo ubicamos como peón rural, panadero, comerciante, promotor y empleado en un aserradero. Funcionario público de UTE, Vialidad, policía, profesor de literatura, marinero, administrador de empresas, guía turístico y Curso de Comunicación para el Desarrollo. Aficionado a la pintura también ha dejado su marca en el arte fronterizo y la literatura al haber conquistado tres premios departamentales con los cuentos “Mar Adentro”, “Germán” y “La Palma Sola”. En el periodismo se caracterizó siempre por defender las causas populares, con gran sentido profesional y un olfato especial para buscar la nota. Conductor de varios programas en radio y televisión se ha caracterizado por llegar al público con la nota humana que en algunos casos resulta conmovedora. Fanático del micrófono, simboliza al reportero del interior que supera todos los obstáculos para lograr la nota informativa. Con muchos años en el periodismo local ha reunido el conocimiento y la experiencia que resultan de fundamental importancia en los medios de comunicación. Así es Daniel de Armas, discutido, polémico, pero con una audiencia consecuente que lo acompaña desde hace muchos años en los distintos medios de comunicación donde se ha desempeñado. Considera fundamental el ejercicio de la libre expresión del pensamiento, donde cada persona tenga la posibilidad de opinar. Su aventura en el periodismo comenzó en 1983 en la antigua Radio Chuy, conduciendo el programa “Crucero Musical”, pasando al cargo de operador cuando se retiró Jorge Izaguirre. Tras un pequeño “parate”, comienza a trabajar en el viejo canal 11 de Treinta y Tres, a cargo de la repetidora de Chuy. Fue el primer operador, vendedor y administrador, hasta que Jorge Méndez lo convoca para la primera etapa de Canal 4 Televisora Color, debutando con un periodístico llamado “INQUIETUDES”.
martes, 26 de mayo de 2015
EL MAESTRO “PANCHO” LEIZA. 110 AÑOS DE LA ESCUELA 28. Por Julio Dornel.
Escritor y periodista Julio Dornel
Con motivo de cumplirse un nuevo aniversario (110) de la escuela Nº 28 de esta ciudad, el próximo 5 de junio se realizará un encuentro generacional con la presencia de padres y alumnos de este centro educativo, en el marco de los festejos a realizarse en el mes de septiembre. Por ese motivo damos comienzo a una serie de notas vinculadas a este aniversario, con la intención de rendir tributo al primer centro escolar de esta frontera.
Hace algunos años, desde las páginas de Informe Uruguay, recordábamos la trayectoria del maestro Francisco Leiza a partir del año 1946 en la escuela Nº 28 de nuestra ciudad.Comenzábamos la nota señalando que Chuy le debía todavía el homenaje que suele tributarse a determinadas personalidades que por su aporte a la enseñanza y a la cultura, honra a quien lo confiere y perpetúa el nombre de quien lo recibe. Sin embargo, algunas generaciones que han pasado por los salones de la escuela 28 a partir del año 1946 han olvidado la acción educadora del maestro “Pancho” Leiza, que desde el primer momento supo ofrecer la orientación correcta y el consejo sano, que le hizo ganar el respeto y la consideración de alumnos, padres y maestros. Serio, inteligente y apasionado por sus ideales, supo desarrollar una intensa actividad valeriana, basada en los principios democráticos que practicaba.
Más allá de lo que pueda significar esta evocación periodística queremos señalar el honor que significó para nosotros mantener un trato casi familiar, cuando los años nos alejaron de los bancos escolares. Lo visitamos por última vez en su hogar montevideano allá por 1989, con el periodista Carlos Castillos, cuando ya la enfermedad comenzaba a doblegar su estatura. En sus palabras pudimos adivinar el apego entrañable por las cosas y la gente de esta frontera, con un dejo de nostalgia para el Chuy que había desaparecido ante los avances del progreso.
Recordó con cariño los temas de la frontera que tanto preocupaban a la población por aquellos años, dejando un mensaje final para su gente, con la cual según él tanto había aprendido. "Había en aquellos años una característica muy especial de la gente de la frontera. Nosotros enseñábamos, pero también aprendimos mucho con su gente".Tenemos muchas anécdotas con la gente que nos enseñaba cosas.
"Un día un vecino me para en la calle y me dice, maestro usted no anda por los barrios, y era cierto no andábamos. En otra oportunidad un alumno nos dice que éramos muy puristas con el idioma, nosotros vendemos maníes y naranjas, tratando con uruguayos, brasileños y árabes y tenemos necesariamente que utilizar estas palabras un tanto deformadas. Comprendimos en esa oportunidad que una cosa era cuidar el idioma en la escuela y otra muy distinta era la realidad que debían enfrentar diariamente los alumnos. Desde el punto de vista sentimental nos aferramos al Chuy nostálgico que vamos embelleciendo con los recuerdos. Por lo tanto este Chuy con su carácter comercial y hasta diríamos con su plaza financiera, lo veo distinto y estimamos mucho más aquellos valores con los alumnos, con los vecinos y con los compañeros de trabajo de los que guardo recuerdos inolvidables". Complementando la nota, su hijo Roberto (Parlamento Nacional) nos señalaba que “mi padre nació en Rocha el 8 de junio de 1918 y murió en Montevideo el 18 de febrero de 1990”.
CONVOCATORIA PARA UN ENCUENTRO.
CON MOTIVO DE LA PRÓXIMA REUNIÓN LA MAESTRA LOURDES ARTIGAS NOS HACE LLEGAR EL SIGUIENTE COMUNICADO: SI ALGUNO DE USTEDES O ALGUIEN CONOCIDO FUE ALUMNO DE LA ESCUELA 28, DESDE LOS COMIENZOS HASTA EL 1980, EN EL MARCO DE LOS FESTEJOS DE LOS 110 AÑOS DE LA ESCUELA, LOS CONVOCAMOS PARA UN ENCUENTRO GENERACIONAL (TRAER FOTOS O ALGÚN RECUERDO DE ESA ÉPOCA) EL DÍA 5 DE JUNIO DEL 2015 DESDE LAS 19:00 HASTA LAS 22:00 HORAS EN LA ESCUELA. TRAER ALGO PARA COMPARTIR COMESTIBLE O BEBIDA. LOS ESPERAMOS Y POR FAVOR DIFUNDAN LA NOTICIA. LAS FOTOS PUEDEN ALCANZARLAS ANTES A LA ESCUELA O A LETICIA SOMMA (FM CORONILLA), GUADALQUIVIR ROCHA E INÉS DE LEÓN (COOVICHUY N°16)CRISTINA BRUM (GESTORIA FRENTE AL HOSPITAL), CRISTINA PEREIRA (GRÁFICA CHUY)SORAYA DE LEÓN, LOURDES ARTIGAS (EN LA ESCUELA 28 EN LA TARDE O COOVICHUY N°15)
GORKI LÓPEZ, ARTISTA Y MILITANTE “LA CREACIÓN SE LOGRA CUANDO LA COMPLETA EL OJO QUE VE”
Escribe Juan José
Pereyra Twitter @juano500
Gorki
López es alguien conocido por todo el mundo en Rocha. Militante,
dirigente sindical y político. Lo que muy pocos saben es que López
comenzó su carrera artística hace 46 años, allá por 1969.
En
este momento realiza una exposición en la sala del Teatro 25 de
Mayo, en Paseo Vaz Mendoza y 25 de Mayo, que estará abierta hasta
este jueves 28 de mayo.
“TODO
EMPEZÓ CON EL TEMA DE LA PERPESCTIVA”
Desde muy chico tuve
una manifestación por la pintura y el dibujo , tuve la suerte que
desde botija me estimularan con el dibujo.Lo importante que pasó fue
la curiosidad que tuve desde esta primera instancia por el tema de la
perspectiva, por supuesto que una perspectiva que era con los ojos y
la cabeza de un niño.
La importancia de
que un objeto quedara deformado por la perspectiva fue una cosa que
entró muy rápido en mi curiosidad. Tal es así que cuando dibujaba
los objetos, los autos sobre todo que era algo que me llamaba mucho
la atención, dibujaba la careta y después la parte trasera pero no
la dibujaba en el mismo plano, sino al dorso del papel.
Mis padres me
apoyaban y ayudaban mucho y me compraban el papel sulfito .A veces
dibujaba con los restos del papel que se envolvía el pan, con eso
dibujaba.
“SIETE AÑOS DE
ESTUDIO CON EDUARDO SALDAIN: EL COLOR Y LA FORMA”
Siempre tuve esa
inquietud sobre el tema de la perspectiva .Luego tuve la oportunidad
de estudiar siete años dibujo y pintura con Eduardo Saldain y estar
familiarizado con lo que es el color, la forma y todo lo que tiene
que ver con las expresiones artísticas, más allá de la base que
pueda tener lo central era el tema de la expresión.
En la exposición
hay obras desde 1969 hasta el año pasado, en forma fundamental con
óleos sobre cartón, también dibujos de témpera y birome sobre el
papel.
Esa es la técnica
fundamental que he hecho en estos trabajos , que en todos estos años
me han ido llevando a desarrollar distintos estilos .Tengo la
esperanza que la gente pueda ver una línea conductual en los estilos
que identifican lo que estoy haciendo.
Espero que se pueda
ver que a pesar de los distintos estilos hay una trayectoria de vida
de un individuo y la habilidad o no para expresar esa situación. Más
allá de lo que pueda hacer el supuesto creador, es el público el
que crea o recrea lo que está viendo, generando un ida y vuelta
sobre aquellos temas o formas o colores que están expresados allí.
“EL INSTANTE
MÁS HERMOSO ES EL DE LA CREACIÓN QUE SE DA ENTRE EL CREADOR Y EL
PÚBLICO”
Hay gente que verá
un enriquecimiento de lo que hay allí mucho más de lo que el propio
creador supuso o imaginó que iba a poder hacer .Eso es lo más lindo
de ese instante que es el del arte y la creación. Todos nosotros
tenemos distinas facetas y la cultura entendida como un todo es lo
que debemos hacer y difundir para que todos podamos desarrollarnos en
distintas esferas independientemente si ese desarrollo después
culmina o no-
De lo que se trata
en definitiva es de enriquecer a la sociedad en su conjunto y pienso
que este mi trabajo puede contribuir a ello.
Hay tres cuadros que
son un relato de la época de mi detención durante la dictadura .Los
cuadros los hice en 1992 pero reflejan aquellos años terribles que
padecimos todos.
Salón de
Exposiciones del Teatro 25 de Mayo, Paseo Vaz Mendoza y 25 de Mayo
hasta el jueves 28 de 17 a 20.
lunes, 25 de mayo de 2015
Tesis arroja que el suicidio afecta más a los jóvenes de barrios de menores ingresos.
Grietas en el muro
ladiaria.com.uy
“Suicidio y precariedad vital en Montevideo. En busca de una vida digna de ser vivida 2002-2010” se llama la tesis
elaborada por Víctor Hugo González para aprobar la maestría en
Psicología Social (Facultad de Psicología de la Universidad de la
República, Udelar). González es sociólogo y funcionario del Ministerio
del Interior (MI).
La tesis se basa en el reporte de 1.745 suicidios consumados en Montevideo entre 2002 y 2010. Los datos fueron extraídos del Sistema de Gestión de Seguridad Pública (partes policiales) que comenzó a desarrollar el MI para Montevideo en 2002 (recién en 2012 ese sistema pasó a cubrir la totalidad del territorio nacional, y eso explica que el trabajo se centre sólo en 40% de los suicidios del país, que son los que ocurren en la capital). También quedan fuera los casos catalogados como homicidio/suicidio, característicos de las situaciones de violencia doméstica.
El estudio consigna que en 2002 Uruguay alcanzó la tasa más alta de suicidios desde 1933 (20 casos cada 100.000 habitantes), pero advierte que si bien después de esa fecha la cifra descendió (16 cada 100.000 en 2010), siguió estando por encima de los valores históricos (entre 1960 y fines de la década de 1990 estuvo en el entorno de diez casos cada 100.000). González señala que pese a que después de 2002 el país mejoró los indicadores de pobreza, indigencia y desempleo, la tasa de suicidios no ha descendido, y en diálogo con la diaria consideró que “los procesos de fragilización son difíciles de revertir en el tiempo”.
González detalla que el suicidio es un fenómeno “típicamente masculino”, puesto que 73% de las personas que se suicidaron en ese período eran varones. Además, señala que afecta más a los adultos mayores. En todo el período el ahorcamiento o la sofocación fue el método empleado en 42% de los casos, le sigue el uso de armas de fuego (36%) y en tercer lugar el salto desde un lugar elevado (10%). En cuanto al estado civil, se suicidaron más las personas casadas o unidas en concubinato (cuatro de cada diez) y le siguen las solteras (25,8%), luego las divorciadas o separadas (20,6%) y por último las personas viudas (11,2%). Dos de cada diez personas avisaron previamente de su intención de autoeliminarse; las mujeres habían cometido más intentos previos que los varones.
A González le llamó la atención que este fenómeno “golpea más en jóvenes de sectores pobres”.
Precariedad vital
Eso ocurre más marcadamente entre los varones: mientras que se matan cuatro jóvenes en barrios como Casavalle, se mata un joven en Pocitos-Carrasco, grafica el sociólogo. En cambio, entre las mujeres la tasa de suicidios es similar en todos los sectores socioeconómicos. La tesis consigna que el consumo problemático de drogas ha ido aumentando su incidencia en los suicidios consumados, pasando de 4,4% a 9,5% en el período. Dentro del uso problemático de drogas hay un predominio de la pasta base de cocaína, pero también una combinación con “situaciones de extrema precariedad y vulnerabilidad social como mendicidad, prostitución”. El autor comentó que “siempre se asocia a la pasta base con jóvenes que son victimarios y no se los ve como víctimas”; en ese sentido, estos datos alumbran otra cara.
El alcoholismo estuvo presente en 5,7% de los suicidios consumados entre 2002 y 2010, y al igual que el consumo problemático de drogas, creció en el período estudiado: de 4,2% a 6,9%. Por otra parte, dos de cada diez personas que se suicidaron en el período analizado presentaban alguna enfermedad crónica, mental o algún tipo de invalidez (se señala, por ejemplo, la incidencia en la decisión de enfermedades terminales o fuertes dolores en la tercera edad) y 22,6% vivía solo.
González acota que se manejó con las dimensiones relevadas por la Policía (que no siempre están completas, porque a veces las personas no tienen ningún lazo social). El dato de si vivía solo es lo que relevó la Policía, y puede llegar (o no) a dar una idea de la vida social y relacional de la persona. Lo mismo pasa con respecto al barrio: no hay datos sobre la situación socioeconómica de la persona, pero sí del lugar donde vivía. González consideró que se reproduce un “círculo vicioso difícil de revertir”: el hecho de que en los barrios catalogados como pobres y muy pobres haya menores oportunidades para estudiar, que repercutirán luego en el acceso laboral y en los bajos ingresos.
González afirma que “los individuos están determinados por la realidad colectiva” y que la tesis no se enfoca en el individuo sino en la sociedad. En la tesis explica que “el suicida en el Uruguay de principios del siglo XX hasta nuestros días es el portavoz de las ‘grietas en el muro’ de la sociedad uruguaya, el suicidio como emergente explicita sus problemas de integración social en donde las diversas dimensiones de la precariedad socavan las bases de un reconocimiento intersubjetivo positivo”. Añadió, en diálogo con la diaria, que “hay factores sociales que están afectando el tema y a los que hay que ver desde una mirada holística”. “Es la pobreza pero también la deprivación relativa, siempre hay una disconformidad”, señaló. Apuntó que “hay una pobreza objetiva pero también una pobreza subjetiva, porque me estoy comparando con otra gente”, y con respecto a este punto mencionó la incidencia de la sociedad de consumo. En la tesis hace referencia a “los perdedores del sistema”, que “presionados por la moralidad de la provisión o del consumo al compararse con otros sectores de la sociedad sufrirían su mayor frustración al no cumplir con estos imperativos”.
González recomienda el desarrollo de estudios de corte cualitativo y opina que “recién estamos dando los primeros pasos” en el abordaje a este tema. Desde 2014 integra el Grupo de Prevención del Suicidio de la Udelar, conformado por docentes de las facultades de Medicina, Ciencias Sociales, Humanidades y Ciencias de la Educación y por el programa de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública. El grupo analizará los registros de suicidios en el Sistema de Gestión de Seguridad Pública en Canelones (disponible a partir de 2004), y parte del equipo analizará las cartas que dejan quienes se suicidan, que son escritas por una de cada cinco personas que deciden autoeliminarse. El sociólogo también propone abordar el fenómeno con otras técnicas y realizar, por ejemplo, autopsias psicológicas, entrevistando a personas que rodearon al fallecido.
La tesis se basa en el reporte de 1.745 suicidios consumados en Montevideo entre 2002 y 2010. Los datos fueron extraídos del Sistema de Gestión de Seguridad Pública (partes policiales) que comenzó a desarrollar el MI para Montevideo en 2002 (recién en 2012 ese sistema pasó a cubrir la totalidad del territorio nacional, y eso explica que el trabajo se centre sólo en 40% de los suicidios del país, que son los que ocurren en la capital). También quedan fuera los casos catalogados como homicidio/suicidio, característicos de las situaciones de violencia doméstica.
El estudio consigna que en 2002 Uruguay alcanzó la tasa más alta de suicidios desde 1933 (20 casos cada 100.000 habitantes), pero advierte que si bien después de esa fecha la cifra descendió (16 cada 100.000 en 2010), siguió estando por encima de los valores históricos (entre 1960 y fines de la década de 1990 estuvo en el entorno de diez casos cada 100.000). González señala que pese a que después de 2002 el país mejoró los indicadores de pobreza, indigencia y desempleo, la tasa de suicidios no ha descendido, y en diálogo con la diaria consideró que “los procesos de fragilización son difíciles de revertir en el tiempo”.
González detalla que el suicidio es un fenómeno “típicamente masculino”, puesto que 73% de las personas que se suicidaron en ese período eran varones. Además, señala que afecta más a los adultos mayores. En todo el período el ahorcamiento o la sofocación fue el método empleado en 42% de los casos, le sigue el uso de armas de fuego (36%) y en tercer lugar el salto desde un lugar elevado (10%). En cuanto al estado civil, se suicidaron más las personas casadas o unidas en concubinato (cuatro de cada diez) y le siguen las solteras (25,8%), luego las divorciadas o separadas (20,6%) y por último las personas viudas (11,2%). Dos de cada diez personas avisaron previamente de su intención de autoeliminarse; las mujeres habían cometido más intentos previos que los varones.
A González le llamó la atención que este fenómeno “golpea más en jóvenes de sectores pobres”.
Precariedad vital
Eso ocurre más marcadamente entre los varones: mientras que se matan cuatro jóvenes en barrios como Casavalle, se mata un joven en Pocitos-Carrasco, grafica el sociólogo. En cambio, entre las mujeres la tasa de suicidios es similar en todos los sectores socioeconómicos. La tesis consigna que el consumo problemático de drogas ha ido aumentando su incidencia en los suicidios consumados, pasando de 4,4% a 9,5% en el período. Dentro del uso problemático de drogas hay un predominio de la pasta base de cocaína, pero también una combinación con “situaciones de extrema precariedad y vulnerabilidad social como mendicidad, prostitución”. El autor comentó que “siempre se asocia a la pasta base con jóvenes que son victimarios y no se los ve como víctimas”; en ese sentido, estos datos alumbran otra cara.
El alcoholismo estuvo presente en 5,7% de los suicidios consumados entre 2002 y 2010, y al igual que el consumo problemático de drogas, creció en el período estudiado: de 4,2% a 6,9%. Por otra parte, dos de cada diez personas que se suicidaron en el período analizado presentaban alguna enfermedad crónica, mental o algún tipo de invalidez (se señala, por ejemplo, la incidencia en la decisión de enfermedades terminales o fuertes dolores en la tercera edad) y 22,6% vivía solo.
González acota que se manejó con las dimensiones relevadas por la Policía (que no siempre están completas, porque a veces las personas no tienen ningún lazo social). El dato de si vivía solo es lo que relevó la Policía, y puede llegar (o no) a dar una idea de la vida social y relacional de la persona. Lo mismo pasa con respecto al barrio: no hay datos sobre la situación socioeconómica de la persona, pero sí del lugar donde vivía. González consideró que se reproduce un “círculo vicioso difícil de revertir”: el hecho de que en los barrios catalogados como pobres y muy pobres haya menores oportunidades para estudiar, que repercutirán luego en el acceso laboral y en los bajos ingresos.
González afirma que “los individuos están determinados por la realidad colectiva” y que la tesis no se enfoca en el individuo sino en la sociedad. En la tesis explica que “el suicida en el Uruguay de principios del siglo XX hasta nuestros días es el portavoz de las ‘grietas en el muro’ de la sociedad uruguaya, el suicidio como emergente explicita sus problemas de integración social en donde las diversas dimensiones de la precariedad socavan las bases de un reconocimiento intersubjetivo positivo”. Añadió, en diálogo con la diaria, que “hay factores sociales que están afectando el tema y a los que hay que ver desde una mirada holística”. “Es la pobreza pero también la deprivación relativa, siempre hay una disconformidad”, señaló. Apuntó que “hay una pobreza objetiva pero también una pobreza subjetiva, porque me estoy comparando con otra gente”, y con respecto a este punto mencionó la incidencia de la sociedad de consumo. En la tesis hace referencia a “los perdedores del sistema”, que “presionados por la moralidad de la provisión o del consumo al compararse con otros sectores de la sociedad sufrirían su mayor frustración al no cumplir con estos imperativos”.
González recomienda el desarrollo de estudios de corte cualitativo y opina que “recién estamos dando los primeros pasos” en el abordaje a este tema. Desde 2014 integra el Grupo de Prevención del Suicidio de la Udelar, conformado por docentes de las facultades de Medicina, Ciencias Sociales, Humanidades y Ciencias de la Educación y por el programa de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública. El grupo analizará los registros de suicidios en el Sistema de Gestión de Seguridad Pública en Canelones (disponible a partir de 2004), y parte del equipo analizará las cartas que dejan quienes se suicidan, que son escritas por una de cada cinco personas que deciden autoeliminarse. El sociólogo también propone abordar el fenómeno con otras técnicas y realizar, por ejemplo, autopsias psicológicas, entrevistando a personas que rodearon al fallecido.
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