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martes, 19 de noviembre de 2024

CIENTÍFICO LEOPOLDO SUESCUN ESPECIALISTA EN HIDRÓGENO VERDE.


 

Es Dr en Química y Cristalografia y uno de los primeros y más importantes estudiosos del tema del hidrógeno verde.

Un análisis profundo que abarca las opiniones de la Academia, la política, los empresarios y los ambientalistas.

El hidrógeno verde es considerado la energía limpia del futuro. Uruguay puede desempeñar un papel importante en su producción.


Link para escuchar la entrevista completa:

                        https://youtu.be/_zj6xJSI528


LOS CUARENTA Y SEIS AÑOS DE CALVARIO DE UNA MADRE Y SU HIJO. UN CALVARIO QUE NO TERMINA.

 


Era tiempo en que no había ecografías, por lo que Mabelí Romero se enteró al nacer que su hijo Diego tenía espina bífida y que debería vivir por siempre con esa enfermedad.

Al poco tiempo se separaron con el marido. Había sido destituida del Casmu durante la dictadura y al retorno de la democracia no la restituyeron porque ella debía atender a su hijo.

Luego Mabelí tuvo cáncer que un día se fue y otro volvió.

Diego empezó a trabajar en un ministerio por un programa de inclusión. Tenía que tomar dos ómnibus y caminar ocho cuadras, para ir y volver.

El trabajo fue una pesadilla para él.

Mabelí Romero escribió una novela en la que está su historia. Se llama Poder decirlo

En charla con Hay otra historia Mabelí Romero cuenta parte de lo que están viviendo hace casi cincuenta años. 

Link para escuchar la entrevista

https://www.youtube.com/watch?v=1GFXe_gh0hU

lunes, 18 de noviembre de 2024

¿QUÉ HACER POR LA CULTURA DE ROCHA? POR DARÍO AMARAL

 


Izquierda sin cultura no es izquierda” (Mariano Arana)

La actualidad nos posiciona ante una población habitando ciudades cada vez más crecientes y tecnológicas; paradójicamente, esa misma población guarda la singular percepción de que es dificultoso acceder al derecho a vivir plenamente, sin exclusiones, brechas, ni segregaciones, que con frecuencia acaban vulnerando los derechos de los ciudadanos. Asistimos, en realidad, al “escenario” de una ciudad con comunidades cada vez más fragmentadas en lo territorial, que luchan por validar la fuerza del sentido de lo comunitario sin obtener, mayormente, la apropiación social y la convocatoria ciudadana suficientes para agenciar procesos de verdadera incidencia cultural. Mientras tanto, sectores crecientes de la población, particularmente de las nuevas generaciones, se vinculan cada vez más, afectiva y emocionalmente, a sus comunidades virtuales y demuestran una tendencia a participar cada vez menos en manifestaciones tradicionales comunitarias, para desempeñarse con más solvencia en el ámbito funcional corporativo y/o global. Se nos dificulta concordar con este accionar, (poco empático, poco solidario y hasta foráneo), que tampoco coincide con aquella gestión que pretende mediar entre las necesidades y realidades del territorio que habitamos, y los recursos disponibles que pueden llegar a las comunidades cercanas para generar un desarrollo humano de incidencia local. Las políticas culturales no solo deben ser temáticas ,(música, patrimonio, teatro, danza, etc.), orientadas a los agentes de cada sector, o al fortalecimiento de los campos (arte, cultura, patrimonio) en sus distintas dimensiones, (investigación, creación, producción, circulación, apropiación, salvaguardia), sino que deben incluir a toda la ciudadanía, prestando especial atención a los procesos culturales comunitarios, que faculten el ejercicio libre de la creatividad, la asociatividad, la construcción de memorias vivas, la superación de la marginación y la exclusión, desde la vida cotidiana, las memorias y experiencias de cada territorio. El Estado debe dejar de pensar que su rol es intervenir, y entender que su papel en este momento es mucho más el de interactuar, facilitar y mediar. De un Estado que fomenta procesos culturales en los territorios de manera vertical y competitiva por medio de convocatorias dirigidas a estimular de manera meramente económica productos culturales; podemos y debemos migrar a un Estado que sea también capaz de producir un fomento horizontal, en red y colaborativo dirigido a estimular procesos sociales y culturales colectivos.

A razón de que la acción del Estado debe, por consiguiente, enfocarse en fomentar un proceso, y no un producto cultural determinado, la apuesta se basa, pues, no en facilitar simplemente los recursos para que se produzca un producto cultural en un esquema tradicional de subvención o patrocinio; sino en encaminar los recursos para fortalecer el proceso social y cultural del que podrán nacer y desarrollarse diversos productos culturales. Cabe, asimismo, señalar que el desarrollo no es espontáneo, se trata de un proceso deliberado, que se apoya en la integración, cooperación y concertación como instrumentos de acción metodológica y política. Por lo tanto requiere de decisiones políticas fidedignas, como consecuencia, de acciones concretas que deben estar en la agenda de un gobierno municipal responsable. El desarrollo cultural es un elemento fundamental para el desarrollo integral de una comunidad. Por supuesto, esto va a depender de la concepción de cultura en la que se sustenta como de la noción de desarrollo que se tenga. Pero, si bien sostenemos que el desarrollo cultural debe estar en la agenda de los municipios, no es responsabilidad exclusiva de éstos, sino que necesita de la participación coordinada de grupos e instituciones. Por esta razón resulta fundamental el papel que juegan los gestores culturales en el ámbito público, pues si el desarrollo no es espontáneo y no es responsabilidad exclusiva del Estado, los responsables de cultura deben cogestionar con instituciones, con ONGs, con asociaciones, con privados, con diversas colectividades para, entre todos, contribuir a su logro. El desarrollo cultural es un proceso que debe consolidar la garantía del libre acceso y participación de la población conjunta en el conocimiento, uso, disfrute y creación de los bienes, hechos y servicios culturales. Queda clara la relevancia de la inclusión de la cultura en las agendas de los gobiernos, en especial de las administraciones municipales. En este punto la pregunta sería por qué se plantea que debe dársele importancia a las administraciones locales, (llámense intendencias, municipios o alcaldías). Pues, si se habla de desarrollo endógeno se habla de lo local, y la diversidad cultural del Uruguay es tan amplia como lo es su territorio, por lo que desde las administraciones centrales se deben considerar estas diversidades y, por lo tanto, contribuir al desarrollo de las potencialidades propias de cada comunidad. Esto sólo se puede lograr desde las administraciones municipales, porque el municipio al ser la célula más pequeña de la democracia, necesita de la descentralización para fortalecerse. El trabajo cultural, es decir, el accionar en todos los campos de la cultura, es una modalidad para generar procesos de participación e inclusión de la población. El ámbito municipal es el espacio donde se hace posible la articulación de la sociedad política con la sociedad civil. Un municipio con alta participación ciudadana, con inclusión de la gente a la gestión de la cultura, con descentralización de las actividades culturales, cogestionadas con las asociaciones, con los particulares, con las empresas, con la gente es también, sobre todo, un municipio fortalecido.

La posibilidad de trabajar las políticas culturales desde y para las comunidades implica recuperar la dimensión colectiva de la cultura, el vínculo humano, próximo, consciente y creativo con otras personas y seres cercanos; implica además reconocer al artista como ciudadano, en dimensiones valiosas de sentido y resistencia ante la tendencia contemporánea a subsumir enteramente las artes y la cultura en el mercado, o a perderse en una miríada de reivindicaciones identitarias individuales carentes de horizonte y proyecto social colectivo. Se debe implicar, incluir, generar intercambios, compromisos, consensos. El eje de la Gestión Cultural y del Gestor, como agente de cambio, consiste fundamentalmente en saber comprometer, transformar las cosas, allegar personas. Aquí lo claro es que la gestión es servicio y la cultura es esencialmente de la gente. Por lo tanto, es necesario preguntarles a todos y así descubrir las necesidades explicitas de la población. Pero también investigar para descubrir así sus necesidades implícitas. Gestionar en cultura significa pelear por un presupuesto escaso ante las demás autoridades municipales o luchar por un reconocimiento como área de gestión municipal que, en muchos casos, ni siquiera es autopercibido como tal. Es tener conciencia de que el trabajo dura lo que dura la gestión del gobierno de turno, sin demasiadas proyecciones en las gestiones futuras, (aunque las debiera tener), ya que es propio de estas administraciones que todo nuevo mandato no reconozca los logros anteriores e imponga, para su propia diferenciación, su especifico “modelo de trabajo”. Quien esté a cargo de una gestión cultural debe saber que el sentido de lo artístico no solo se haya en la realización de objetos artísticos, obras o acciones, sino, entendiendo el arte como acto de reflexión permanente, en contribuir a ensanchar los escenarios de discusión en torno a la exclusión social, la discriminación, las violencias, la reafirmación de los estereotipos y el autoritarismo. La convergencia de estas dinámicas reivindica y posiciona el valor intrínseco de las dimensiones éticas, estéticas y simbólicas de los saberes y prácticas culturales de las personas y comunidades en la construcción de sociedades más justas, creativas e incluyentes, que con certeza proponen formas y procesos creativos como un acto político transformador.

Los gestores culturales están en esos espacios para convocar a la comunidad, ser visitados por ella para animar, mediar y crear procesos culturales. Es en estos mismos espacios donde se consolidan los proyectos artísticos y culturales más innovadores y disruptivos de las comunas: el teatro concertado, la biblioteca comunitaria, el ensayo murguístico, la escuela de danzas tradicionales o de ballet, el centro cultural comunitario, el vivero creativo social y, por supuesto, las artes escénicas o performances, son algunos de tantos espacios que le dan al barrio una estructura e infraestructura cultural formal, al mismo tiempo que movilizan la acción y el pensamiento para generar desarrollo y la transformación social necesarios para una vida más digna y consciente.

A diferencia del mercado, donde la noción central de la relación humana es la transacción o el intercambio, y del mismo Estado, que privilegia la participación como eje de su relacionamiento con la ciudadanía, en la base de la gestión cultural responsable el concepto central es el vínculo, es decir, la posibilidad de establecer una relación próxima, consciente y creativa con otros conciudadanos, en su complejidad y diversidad. Entendemos así que la identidad cultural es una construcción humana y no una esencia inmutable, lo cual implica siempre considerar al ciudadano como múltiple, abierto, cambiante, con una identidad no estática , sino en constante proceso de (re) articulación y que, además, implica considerar las diferencias como piezas claves en la constitución de cualquier identidad. Posiblemente esta sea, sino la única herramienta, sí una entre tantas que, nos faculte visualizar la cultura como una dimensión ineludible para el progreso integral de localidades y regiones de nuestro departamento.

DARIO AMARAL

 

 

miércoles, 23 de octubre de 2024

¿QUÉ HACER POR LA CULTURA DE ROCHA?


 

Izquierda sin cultura no es izquierda” (Mariano Arana)

Lo cultural excede por mucho lo artístico; su naturaleza social es tan dinámica y abarcativa como aquellos límites de su definición, por lo que pensar la cultura únicamente desde el flanco de las artes resulta, si se quiere, una simplificación. Al pensar en esos límites, visibilizando la diversidad contextual, así como las prácticas culturales implementadas que indefectiblemente nos aparcan en la coyuntura de las “emergencias sociales”, donde además se entrecruzan las tensiones prelectorales del marco político, resulta imprescindible procurar herramientas que nos habiliten a expandir nuestra mirada de gestión cultural de la forma más equitativa y urgente posible.

Una herramienta sistemática para llevar a cabo este objetivo e involucrar a las comunidades en la identificación y registro de los bienes culturales locales, (con la implicación de que la información resultante sea útil para crear estrategias colectivas, procesos de planificación u otras iniciativas en pro de avances), es el mapeo cultural. La validez y potencial de este instrumento radica en que, al consistir en una investigación colaborativa y participativa con un enfoque principal en la implicación de la comunidad para una mejor comprensión de las “realidades territoriales”, contiene el potencial de visibilizar identidades y patrimonios culturales, plantear formas complementarias de acceso y participación en la cultura, vincular tecnologías diversas enfocadas a la comunicación e información y generar procesos de cooperación.

El mapeo cultural se usa y proseguirá desarrollándose para planear y evaluar proyectos regionales, municipales y estatales de desarrollo urbano como rural, visualizar, a la vez que compartir, experiencias y contenidos culturales periféricos y fortalecer redes colaborativas entre vecinos. Por lo que este no puede verse como un fin en sí mismo, sino más bien como un medio para generar, en el ámbito de la gestión cultural, nuevas interrogantes sobre los contenidos que hacen emerger y problematizar planeaciones, alcances y sustentabilidad de políticas culturales y presupuestos públicos; generar redes entre creadores, gestores y promotores culturales de diversos ámbitos; visualizar y ampliar la información sobre la cada vez más pulsante participación ciudadana en proyectos culturales de mediano y largo aliento situados en espacios concretos; desarrollar actividades y proyectos para el departamento sin estar adscritos a un solo espacio físico -oficial o no oficial, pero partiendo de la idea de que los espacios culturales independientes pueden ser un punto de encuentro y catalizadores de procesos que dinamizan ámbitos locales de la vida cultural, en donde se concretan propuestas con un marcado interés por el desarrollo de ciertas líneas de trabajo, tales como el fomento a la lectura, la sensibilización a las artes o acceso a manifestaciones artísticas y de cultura popular para públicos amplios y periféricos. De acuerdo con los recursos disponibles, el gestor podrá establecer redes de relaciones entre diferentes comunidades, dinamizando sus potencialidades, atributos o virtudes, proyectando, además, diversas posiciones de competencia, complementariedad e intercambio que vinculen a los interesados.

El mapeo cultural, además de ser una herramienta descentralizadora, provee una visión actualizada y amplificada sobre la diversidad situada a lo largo del territorio respectos a grupos de artistas, “promotores culturales” y portadores de cultura tradicional que se organizan para llevar a cabo actividades que hoy por hoy se vinculan con la gama de posibilidades que encierra el término de gestión cultural y de enseñanza de las artes, con recursos principalmente ciudadanos, que materializan sus inquietudes y voluntad en un espacio físico. Por otra parte, nos invita a profundizar sobre los bienes culturales que se producen, circulan y se consumen en estos espacios y su papel dentro de los circuitos culturales del departamento, al igual que la debida atención e implicancia con aquellas “vulnerabilidades” que afectan a los sectores poblacionales más desfavorecidos, (emergencias sociales).

Este mapa puede ser una de las muchas herramientas ciudadanas de exigibilidad para el establecimiento de mecanismos más dignos y actualizados por parte del Estado, la articulación de leyes y la distribución equitativa de recursos, como un ejercicio de ampliación de la mirada con respecto a la incidencia cultural con un nivel de “profundidad” o “intensidad” cultural que exceda la simple instrumentalidad y que nos abra un abanico de preguntas de carácter más humano-sociológico acerca de las “realidades” de los actuales contextos donde implementarse cada proyecto, sobre el tipo de bienes culturales y las condiciones para el acceso a los mismos, las trayectorias de sus agentes culturales en relación a las políticas culturales vigentes y anteriores así como los elementos detonantes para su participación en la dinámica local. Debe, esencialmente, implementarse un proyecto que considere, cada vez más, la cultura como base de la misma sociedad y no como componente aislado del desarrollo social, cuando no considerado parcialmente en su aspecto económico.

La valorización de la dimensión antropológico-simbólica de la cultura, asociada al desarrollo económico y a la promoción de la ciudadanía, generaran una visión más humanística de la gestión cultural y, por supuesto, también del gestor cultural. Por ello, dicho gestor debe buscar articular sujetos, conocer las urgencias, potencialidades y las diferentes temporalidades de cada elemento de la cultura, comprender las realidades inmediatas, mediadoras y permanentes para desarrollar planes y herramientas de protección y promoción, (observaciones, conversatorios, diagnósticos, relevamientos, acuerdos, proyecciones, etc), de las más diversas expresiones culturales, así como también de las demandas sociales relegadas.

A modo ilustrativo o de ejemplificar algunos de los tantos beneficios de recurrir al mapeo cultural como herramienta de trabajo eficiente en una comuna, (entre tantas otras), comparto una experiencia llevada a cabo en el Municipio B de Montevideo que, salvando las distancias, bien puede tener cabida, margen o espacio de ser adaptada o implementada para alguna, (u otra), localidad de nuestro departamento, con todas las modificaciones que se consideren necesarias, sin que por ello, y pensado en una descentralización en serio, pierda su capacidad de eficiencia:

  1. Presentación: La misma estuvo a cargo del equipo que elaboró el mapeo quienes presentaron su trabajo titulado “Cartografías culturales participativas, recorridos posibles en el Municipio B de Montevideo”. El equipo explicó que al momento de delimitar su objeto de estudio se encontró con la necesidad de acotarlo, decidiendo enfocarse en las iniciativas artístico-culturales de carácter no estatal y apostando a dar visibilidad a los procesos de trabajo que surgen de la sociedad civil. A partir de allí se definieron cuatro categorías de investigación, las cuales no son excluyentes: infraestructuras, proyectos, organizaciones y colectivos, y centros de formación. Señalaron que al comienzo de la presentación se plantearon algunas interrogantes que estuvieron presentes al inicio de la investigación: ¿Qué es un mapa cultural? ¿A qué y a quiénes abarca? ¿Cómo se construye? ¿Cómo se transforma? ¿Cómo se puede registrar esa transformación? Además, su trabajo implicó generar una base de datos que reúne y sistematiza más de 360 recursos vinculados a las artes escénicas, la música, las letras, las artes visuales, el audiovisual, la fotografía, la comunicación, los espacios culturales interdisciplinarios y las salas. En este sentido, destacaron que éste no es un producto definitivo, sino que es un registro que está abierto para que sirva de insumo para generar distintos cruces de información y nuevos mapas, y también para pensar la cultura de forma relacional.

  2. Intervención: En cuanto a las intervenciones realizadas en el espacio público, el colectivo llamado “Baldío” explicó que su tarea consistió en generar un aporte en relación a cómo el arte y la creación participativa pueden generar conocimientos e insumos al permitirnos encontrarnos con percepciones, sensaciones y experiencias de aquellas personas que habitan o transitan en el barrio. Su trabajo se centró en recoger las memorias y deseos vinculados a la vida cultural de los barrios, planteando interrogantes acerca de cómo hacemos arte y cómo percibimos el arte y la cultura Para ello se plantearon dos dispositivos: los livings en la calle y los paseos culturales, en los cuales las vecinas y vecinos oficiaron de guías para identificar espacios culturales presentes en el barrio. Algunas de las preguntas que se plantearon en estas intervenciones fueron: ¿Qué infraestructuras o actividades culturales conoces dentro del Municipio B? ¿Conoces actividades culturales generadas y gestionadas por vecinos/as y/o colectivos artísticos? ¿Participas de las actividades o expresiones culturales del barrio? ¿Dónde te encuentras con tus vecinos/s? ¿Te identificas con alguna práctica cultural en específico? ¿Crees que generas cultura? Cuando vas a actividades culturales, ¿lo haces en tu barrio o te trasladas a otro barrio o a otro municipio?

  3. Resultados: Se presentaron los resultados obtenidos a partir de la encuesta online realizada a lo largo de varios meses con el fin de recabar información acerca de las prácticas y experiencias artístico-culturales presentes en el territorio. En dicha encuesta se consultó acerca de los siguientes tópicos: identificación, organización, trayectoria, presupuesto, difusión, público/participantes, espacio de trabajo, vínculo con el territorio y con el municipio y perspectivas a futuro. A modo de cierre, se abrió un espacio de intercambio en el cual participaron integrantes de un medio de comunicación radial, el colectivo barrial “Ni Todo Está Perdido”, concejales/as vecinales y representantes del área de cultura de la Intendencia de Montevideo. En dicho intercambio se plantearon ciertas necesidades en materia de capacitación y difusión, así como también de contar con fondos para realizar mejoras en infraestructura. También se dieron a conocer las dificultades que se presentan al momento de obtener la habilitación de los espacios culturales y para su sustentabilidad. 

DARIO AMARAL

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS… COLUMNA DE CARLOS CASTILLOS. Octubre de 2024




 PARTE I - “Es una época de opresión religiosa y restricción de la cultura, las ciencias y el conocimiento. Las potencias mundiales muestran un llamativo debilitamiento que augura un reacomodo del mapa político y militar del planeta. Ejércitos, a caballo o a pie, cruzan las fronteras de los países para arrasar a sus ocasionales enemigos. Los grandes empresarios, especialmente de la industria militar y otras industrias, se atribuyen el derecho a imponer sus criterios sobre la seguridad mundial y la consiguiente sobrevivencia de la especie humana. La organización política, económica y social gira en torno a esos grandes empresarios, cuyos nombres casi nunca aparecen. Algunos hablan de enfrentamiento de civilizaciones, resumidas en el cristianismo por un lado y el islamismo por el otro. La religión musulmana no deja de expandirse por diferentes regiones del planeta, mientras que el cristianismo defiende con uñas y dientes su condición de fuerza fundamental en este “tira y afloje” por controlar la vida de todos”. PARTE II - Son tiempos de estupidización, de adormecimiento de las conciencias, de apatía, resignación, desconcierto y desesperanza. Se desarrollan algunos sectores pero sin que eso favorezca la calidad de vida del ser humano. Parece que casi nadie se preocupa por el ser humano. Se han conformado, por lo menos, tres grandes centros de poder, Estados Unidos, Europa y parte de Asia, con China, Rusia, Irán como núcleos de ese bloque. Las incesantes guerras van en aumento y ponen en riesgo la existencia misma de algunos países. Las armas son de destrucción masiva y a nadie le importan los llamados “daños colaterales”, que en la mayoría de los casos significan muerte de niños y civiles inocentes. Ya no se usan jinetes con escudos, lanzas o espadas, sino misiles “inteligentes”, drones y la amenaza latente de las armas nucleares. Las guerras, las epidemias, las crisis hacen crujir algún sistema. Pero nadie parece tener muy claro hacia dónde va el mundo.
Ahora le corresponde a usted identificar qué parte de este texto corresponde a qué parte de la historia. Es fácil, pero le doy una ayuda. Los fragmentos de la PARTE I fueron tomados de un período que corresponde a la llamada Edad Media, tiempos de la historia que abarcó, aproximadamente, desde el Siglo V (Quinto) al XV (Quince) de esta Era. La PARTE II resume, muy superficialmente, elementos que pertenecen a esta época que nos toca vivir. Cualquier semejanza entre ambas épocas NO es pura coincidencia. Queda en evidencia que la humanidad no ha aprendido nada. Todo sigue igual, con algunos cambios, especialmente en la industria y la tecnología, pero sin que eso haya favorecido el mejoramiento de la raza humana. Qué diferencia hay entre las “Cruzadas”, las guerras religiosas de aquellos años de duro enfrentamiento entre la Iglesia Católica y el Islamismo, con estas guerras actuales, donde los bandos enfrentados esgrimen argumentos similares. Hoy las armas son más sofisticadas, pero la esencia es la misma. Pelearse por un pedazo de tierra y apoderarse de las riquezas del otro. Y casi siempre en nombre de dios, un dios que parece ser el mismo para todos los bandos, pero no. En fin… en el futuro, historiadores, investigadores, poetas y analistas escribirán sobre este tiempo. Y quien sabe cómo lo clasificarán. Pero si lo identificaran como “Nueva Edad Media” o “Edad Media-Segunda parte” no andarían muy errados. Si le ponen el nombre de “Edad de la mediocridad, la decadencia y la barbarie” tampoco andarán muy errados.


jueves, 17 de octubre de 2024

¿QUÉ HACER POR LA CULTURA DE ROCHA? (Parte 4)



Izquierda sin cultura no es izquierda” (Mariano Arana)


Nos falta aún bastante en cultura política para evitar así que nuestra democracia sea una cooptación clientelar o acabe reduciéndose al exigido acto cívico de votar cada quinquenio. Toda política de desarrollo sostenible debiera, (además de su dimensión social, ambiental y económica), incorporar y asumir, como cuarto pilar, una consideración explícita para con la cultura y sus factores como la memoria, la creatividad, la diversidad y el conocimiento; basado en los derechos y libertades fundamentales para que cada quien aspire, al menos, a la perspectiva, (hasta ahora encomendada a la educación y a la economía), de concreción de un unívoco proyecto de realización personal.

La “cultura ciudadana”, (resumida como el cúmulo de comportamientos en relación a un grupo de pares y por fuera de los espacios privados), desempeña, o debiera desempeñar, un rol clave en ese fortalecimiento de la sociedad civil, en la preparación de la comunidad para una mayor o más plena participación, en la generación de una cultura política seria, en la formación de una ética civil desde las políticas públicas, en la construcción de nuevos y activos referentes, en el cuestionamiento a conductas propias,(o impropias), al igual que en el desarrollo de proyectos que nos conduzcan a espacios de entendimientos, empatía y respeto por el prójimo y no a su irracional exclusión. Es decir, ello implica indefectiblemente la creación de dispositivos para pensarse de manera crítica como sociedad y como sector; construir condiciones y subjetividades siempre “incluyentes”, al igual que poner en juego los diversos relatos de lo social y la diversidad de sectores sociales participantes; bogar por el fomento de narrativas locales, por el contacto o encuentro intergeneracional e intercultural, así como la exploración de estéticas emergentes y el empoderamiento de las comunidades. En estos dispositivos habrán de generarse, además, alianzas público-privadas: un desarrollo conceptual y metodológico de colectivos culturales y artísticos, y sus propios recursos, los que históricamente ha sido una inversión pública, social, no cuantificada y, por tanto, no valorada. Por lo que, valorarla, cuantificarla, concebirla como aporte de las comunidades a los proyectos públicos de transformación y progreso de una sociedad resulta un verdadero imperativo. Nos referimos a construir y reconstruir, mediante una actitud empática y “asertiva” el tejido social del que formamos parte; propiciar espacios de acercamiento y diálogo, de debate colectivo, de encuentro de diferencias, de elaboración de propuestas, (o posibilidades), para enfrentar y/o superar las problemáticas estructurales que sofrenan el avance comunitario. Para entenderlo y arribar quizá a esa “respuesta cultural” necesaria, aún estamos a tiempo de plantearnos, entre muchas interrogantes, algunas que, factiblemente, a la hora de legitimar y convalidar nuestro voto, no excluyan la posibilidad de que acabemos, como en otras instancias, equivocándonos. Una pertinente interrogante, en pos de avizorar un proyecto de comunidad más próspera, tal vez podría ser: ¿cuáles son aquellos elementos que nos unen como sociedad, que nos integran como cultura y cuál candidato puede aproximarse a responder positivamente por ellos?


(DARÍO AMARAL-ESPACIO 609-MPP ROCHA)





GOZALO CIVILA, SEC GRAL DEL PARTIDO SOCIAlISTA DE URUGUAY "No permatamos que la derecha se apropie del condepto de la libertad"

sábado, 5 de octubre de 2024

YO VOTO SÍ/ COLUMNA DE IGNACIO SALLABERRY


 



Para comenzar, aclaro mi postura política, no estoy a favor de NINGÚN POLÍTICO que se candidatea a presidente. VOTO EN BLANCO HACE VARIAS ELECCIONES y mi sueño, es que algún día los votos en blanco superen ampliamente a los votos a candidatos, NO PORQUE SEA ANTIDEMOCRÁTICO, sino todo lo contrario, creo que el sistema político de hoy no es democrático, porque se candidatean sólo los que tienen plata para hacerlo y esa plata, oh casualidad, sale de los grandes "políticos" que hace muchos años vienen definiendo la suerte de todos los uruguayos.

¿Hubo grandes cambios cuando gobernó el Frente Amplio quince años? NO

Las empresas monopólicas siguieron su rumbo, los impuestos siguieron aumentando, con la joyita final que terminaron avalando una SEGUNDA PLANTA DE UPM, contra la cual EL PROPIO PRESIDENTE TABARÉ VAZQUEZ, en su momento, HABÍA CRUZADO EL PUENTE INTERNACIONAL JUNTO A LOS AMBIENTALISTAS.

La última esperanza de cambio fue Mujica, que a fin de cuentas no pudo o no quiso, o no supo, hacer lo que había dicho durante años, mientras el MPP crecía, al abrigo de sus lindas palabras.

Hablar de lo que el actual presidente dijo en campaña y mientras fue joven diputado por Canelones, YA NO TIENE NI GRACIA, la no suba de impuestos, la revisión del contrato de UPM (habiendo tenido la oportunidad única de la pandemia como excusa para echar todo para atrás)

MUCHAS PRUEBAS DE QUE TODOS SE HAN REÍDO EN NUESTRA CARA. TODOS, TODOS, TODOS.

¿Por qué para mí es importante lo de UPM? Porque hace unos meses por ejemplo, OSE dice, que hay crisis hídrica en Uruguay. ¿Crisis hídrica? ¿En serio? Crecí escuchando que nuestro país estaba arriba de una de las reservas de agua dulce más grande del mundo y llovió muy parecido a otros años y ¿YA ESTAMOS EN CRISIS HÍDRICA sin que empiecen los calores?

ENTIENDEN POR QUÉ HA SIDO IMPORTANTE LA INSTALACIÓN DE DOS PLANTAS DE UPM (ya una era mucho).

Uruguay se desagua cada día en millones y millones de litros, tanto sea para la fábrica, como para las miles de hectáreas de eucaliptos que beben de lo que alguna vez fue, nuestra tranquilidad... AGUA HABÍA.

Por estas cosas y MUCHO MÁS, es que no le creo a ninguno de los políticos que nos quieren dar soluciones, creo que las soluciones se pueden dar a nivel muy personal pero siempre dependeremos, de lo que estos señores hagan a nivel macro. Puedo elegir tomar agua del río, pero no si está contaminada gracias a los negocios de estos muchachos.

EN UN PRÓXIMO TEXTO les explico mejor lo de mi VOTO AL SI del plebiscito, pero básicamente sé, aprendí en todo este tiempo, que si los delincuentes que nos gobiernan NOS MUEVEN FANTASMAS para que los apoyemos asustados, HAY QUE IR POR EL CAMINO CONTRARIO.

SOMOS UN PUEBLO MUY MANSO, nos tienen embobados con tik tok y boludeces similares (por eso he querido salir un poco de las redes), y NECESITAMOS tomar caminos distintos, ¡por favor!

NO LES HAGAN CASO, NO SE PELEEN POR ELLOS y miren a los que tienen al lado, no como distintos, SINO COMO IGUALES.

De la separación se benefician los demás, los que mañana no se van a encontrar contigo para explicarte por qué a los jubilados, no les pueden subir 3 MIL PESOS, cuando ellos ganan 500 MIL PESOS AL MES y su ajuste es de 50 MIL PESOS al año.


Así no debería de ser, así no.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

ANA CLAUDIA CARAM DIRIGENTE DEL SEREGNISMO EN ROCHA. "VEMOS EN LA GENTE LA CERTEZA DE UN NUEVO GOBIERNO DEL FRENTE AMPLIO"

 

Es militante histórica de Asamblea Uruguay, el sector fundado por Danilo Astori.

En estos días se está presentando el sublema 95609 que es un espacio amplio que agrupa a los sectores llamados moderados con el MPP

Caram analizó la importancia de este acuerdo y evaluó lo que consideró graves errores de la coalición multicolor y las propuestas del Frente Amplio.


sábado, 21 de septiembre de 2024

¿QUÉ HACER POR LA CULTURA DE ROCHA? (Parte 3)

 

“Izquierda sin cultura no es izquierda” (Mariano Arana)


Diseñar un Proyecto de Gestión Cultural comprometido con el desarrollo comunitario del departamento de Rocha es un imperativo que, en las condiciones vigentes, únicamente puede ser planteado como la más efectiva herramienta para el desarrollo y vía de superación colectiva, factible de satisfacer de manera coherente, dinámica y progresiva los intereses de la ciudadanía; provocando modificaciones trascendentes en la disposición y comportamiento ante la creación y consumo de valores culturales reales. Mediante éstos, los individuos acaban insertándose y ejecutando cambios coyunturales en función de mejorar sus propias condiciones de vida y satisfacer sus “necesidades o inquietudes expresivas”; promoviendo la participación y la creatividad colectiva mediante acciones planificadas estratégicamente, derivadas de un diagnóstico comunitario acorde con cada contexto abordado, (o evaluado), y que posicione a los rochenses como verdaderos protagonistas del quehacer cultural.

Se trata, en definitiva, de gestionar de manera decisiva la coparticipación ciudadana, ya que será ella misma, (la comunidad), la beneficiaria de sus propias iniciativas, propuestas y aportes para las mejoras de sus condiciones de vida. A su vez, ello redundará en la promoción de valores como la cooperación, la solidaridad, la apuesta, (y puesta), colectiva, la defensa de los intereses comunes, así como la preservación y fomento de nuestra identidad local-nacional; sin relegar, además, la inclusión de aquellos sujetos portadores de una diversidad cultural,(mayoritaria o minoritaria), y la búsqueda de alternativas por incorporar a todos aquellos “comunitarios”, desde las “infancias” hasta la “tercera edad”, incluida la “diversidad sexogenérica”.

Un requisito imprescindible para la formación y promoción de una cultura participativa que, entre otros rubros lleve a cabo una labor congruente con la equidad y la justicia social, es sin duda la elección oportuna y consensuada de auténticos representantes, (llámese gestor cultural o director de cultura), cuyo conocimiento, experticia y sentido común aboguen por el crecimiento y avance de la comunidad que él mismo conforma; coordinando esfuerzos con cuánta institución, fundación u organismo, (público o privado), propicie aquellas acciones o intervenciones en pro del comunitario cultural.

El impacto de estos Proyectos Culturales se efectivizará en la integración de recursos humanos y materiales, elaborando con objetividad las acciones constitutivas de cada evento, derivadas de un estudio certero de aquellas necesidades e intereses comunitarios, (puesto que un proyecto pensado sin la consulta, al menos, de sus beneficiarios y la revisión de las singularidades de su entorno sólo tenderá a fracasar). En dependencia con el grado de compromiso de los ciudadanos, como del interés por modificar-medrar las condiciones de su contexto, puede hacerse factible elevar las condiciones de vida, como también satisfacer las necesidades culturales existentes, metas y objetivos propuestos, tendientes a alcanzar el mayor desarrollo cultural, cuyo objetivo fundamental incluye la movilización de recursos humanos e instituciones, mediante la participación activa y democrática de la población.


(DARÍO AMARAL-ESPACIO 609-MPP ROCHA)




LA OBJETIVIDAD// COLUMNA DE CARLOS CASTILLOS

 

La objetividad, en el periodismo, suele ser una bandera que se enarbola con entusiasmo, igual que la famosa “Libertad de prensa”. Y yo creo que ni una ni la otra existen, al menos en estado puro, como suelen presentarse, muchas veces. Sobre la objetividad, anda circulando por allí un video en el que una periodista española explica este concepto con mucha claridad. Silvia Intxaurrondo sostuvo, en una entrevista televisiva, que “hay que ser honesta y contarle a la gente lo que está pasando”. “No hay que callar por miedo”. Agregó que en su trayectoria en medios públicos y privados de su país, alguna vez le pidieron que fuera “equidistante” en el manejo de la información. “Ser equidistante es un concepto tan subjetivo que cada quien le da la interpretación que quiere. Y si quien lo plantea es alguien con poder de decisión en el medio para el cual trabajas, en realidad lo que se busca es cortar un poquito las alas del periodista”, agregó. Y puso otro ejemplo bien claro. “Estoy en una habitación con dos personas. Una dice que no llueve y la otra dice que si. El periodista puede ser equidistante. O puede abrir la puerta y ver si llueve”. Generalmente los periodistas suelen tomar posición por una u otra persona, argumentando que es equidistante. Y si es criticado entonces enarbola el derecho a la “libertad de prensa”. Esta disyuntiva se plantea en todos los temas que se manejan en los medios de difusión. Nacionales e internacionales. Por estos días de la primavera del 2024, suele verse, con frecuencia, cómo los medios nacionales “acorralan” a los dirigentes políticos y sindicales de Uruguay para obligarlos a que digan si Venezuela es una dictadura o no. Entonces muchos (creo que la mayoría) se siente “obligado” a fijar una posición tajante, cuando sabe poco y nada de ese país. Quizás nunca viajaron a Venezuela, pero…tal vez piensen que lo “políticamente correcto” es sumarse a las voces “occidentales” que reclaman “mano dura” con Venezuela. Esas figuras públicas, y hasta la gente común, se pronuncia sobre Venezuela, solamente con las informaciones que difunden los medios, que en su mayoría, son tendenciosas. He visto a gente que cuestiona el sistema político de Venezuela, solamente porque el presidente, Nicolás Maduro, no le cae simpático. Como si ese país dependiera solamente de lo que haga o deje de hacer ese hombre, que, como en la mayoría de los países, es apenas un eslabón, importante, pero un eslabón en lo que tiene que ver con la administración de una nación. Y esto pasa, no solamente con Venezuela. Nos acostumbramos a opinar de todo. Y con la misma liviandad y desconocimiento de los hechos, asumimos posiciones sobre la guerra Rusia-Ucrania, sobre el conflicto Israel-Palestina y hasta la realidad de China, Corea del Norte, Bolivia, Ecuador, Francia o lo que sea. Y no hemos aprendido a ser más cautos y hasta más respetuosos de asuntos que desconocemos. Yo iría más lejos y sugeriría ser más desconfiados. Sobre todo ésto: desconfiados. Porque la opinión que nos forjamos de todos estos temas, son como consecuencia de informaciones que nos suministran los grandes medios de difusión. Y esas informaciones suelen estar manipuladas cuidadosamente y, algunas veces, de forma grosera, para generar opiniones convenientes a ciertos intereses, que no tienen por qué coincidir con los nuestros. Así que, retomando la opinión de la colega española Silvia Intxaurrondo “lo correcto y más honesto es abrir la puerta y ver si llueve”.




martes, 27 de agosto de 2024

¿QUÉ HACER POR LA CULTURA DE ROCHA? (Parte 2) DARÍO AMARAL

 


Izquierda sin cultura no es izquierda” (Mariano Arana)

 


 

En convocatoria extendida a instituciones, colectivos y “agentes” partícipes del quehacer cultural en Rocha, la Comisión Nacional de Cultura del Frente Amplio convocó, meses atrás, a una suerte de “plenario-abierto” con la consigna de intercambiar apreciaciones y perspectivas vinculadas a la constante construcción de diseños de políticas culturales integradas y transversales a nivel interinstitucional, departamental y nacional. Posicionados en una concepción de “cultura” entendida como un derecho humano fundamental y en su diversidad, generadora de identidades, pertenencia, arraigo, (esenciales para el desarrollo y bienestar pleno de cada ciudadano); configurada en estrecha relación con las artes, los patrimonios y problemáticas vigentes, denominadas “emergencias culturales”, ligadas a “contextos de violencia”, infancias vulneradas, sanidad mental, coincidentemente con todas las restantes problemáticas sociales, concordamos además, en aquella instancia colectiva, en la estimación de una dimensión de la diversidad y las falencias de aquellos universos que acaban componiendo, sino determinando, a nuestra apaleada cultura local. Entre las falencias, (donde el Frente Amplio es y ha sido un reflejo de la sociedad consciente de las mismas por encima de otros sectores), se arribó a la preocupante conclusión de que el derecho humano a la cultura es un derecho sistemáticamente vulnerado en nuestra sociedad desde hace tiempo. Detectándose un “sesgo” centralista arraigado en nuestra propia cultura, que tiene que ver con el “accionar” de Montevideo en relación a los restantes departamentos, pero que también guarda una estrecha relación con los “interiores profundos” de cada departamento en relación con las capitales departamentales y la asimetría existente entre lo urbano y lo rural, (consecuencia directa, si se medita, de la disolución de los Centros MEC y su labor descentralizadora, la cual constituía un paliativo emancipatorio de acceso a la cultura). Otra falencia remite a la escasa, (casi nula), participación de la “intelectualidad”, referentes culturales, creadores y artistas, a la hora de implementar políticas de impacto y extensivas, que salvaguarden la transversalidad y reivindiquen de alguna manera la accesibilidad a los derechos culturales. Así, como también, una inversión insuficiente, (a nivel nacional-departamental), para instrumentar con seriedad e incidencia real políticas de carácter o naturaleza cultural.

Sobre este escenario, en donde tanto el gobierno nacional como el departamental debieran ser garantes del derecho a la cultura, a su creación y disfrute, asegurando las posibilidades plenas de pensar, elegir, construir y sentir en su amplia y absoluta diversidad; entendemos que para constituir y desarrollar verdaderamente una cultura de impacto y garantizar, al unísono, su derecho humano de accesibilidad, existen, al menos, cuatro aspectos o herramientas a las que, indefectiblemente, suscribimos por concebirlas prioritarias:

  1. Generar una institucionalidad genuina, que logre ejecutar un presupuesto real que consolide una descentralización con un alcance mayor al que, en su momento, tuvieron los Centros MEC.(En Rocha el “interior profundo” tuvo entonces la posibilidad de abrirse, interactuar y darse a conocer al resto de las localidades. Recordemos, además, que la base social del Frente Amplio ha sido la descentralización cultural.)

  2. Generar un sistema nacional de cultura que sea “mapeado” y se retroalimente para la efectividad constante de su funcionamiento, que no se vea menguado, desviado ni detenido por “tecnicismos” de índole partidaria.

  3. Generar una ley nacional de cultura que garantice el derecho a la cultura para todos los habitantes del territorio nacional. (La cultura no debe dejar de ser un pilar esencial para el avance igualitario; los cambios, si no son culturales, por más que modifiquemos las condiciones materiales, no evidenciarán una incidencia real y efectiva a largo plazo en ningún medio.)

  4. Aproximarnos, por último, al 1% del PIB, (que es el piso sugerido por los organismos internacionales), que en la actualidad resulta insuficiente para la instrumentación e incidencia de políticas culturales comprometidas. (La inversión en cultura no se concentra, sino que se expande e irradia a miles de ciudadanos en torno a los eventos y hechos culturales, generando también otro tipo de actividades satélites, representativas de ese otro conglomerado de ciudadanos que necesitan vivir dignamente de su trabajo.)

(DARÍO AMARAL-ESPACIO 609-MPP ROCHA)




lunes, 19 de agosto de 2024

DR DANIEL CLAUDIO MALTZMAN PELTA. SALUD MENTAL Y CALIDAD DE VIDA.

Es profesional de la Salud Mental y la Calidad de Vida desde hace ya 40 años, en forma netamente honoraria, en Uruguay y en otros 40 países, en los 5 Continentes. Se Autodefine como: Un amante de la vida, eterno buscador de la verdad, luchador por la Justicia y la solidaridad en pro de las necesidades de las poblaciones más vulnerables... muchas sin voz...ni voto... Daniel Malztman: Reside en Maldonado, Uruguay En entrevista con Hay otra historia cuenta su forma de ser y entender la vida. Cuenta que sus terapias son "sin reloj" y duran todo lo que deben durar. Una historia de vida apasionante de un médico que, tras recorrer el mundo en varias oportunidades y seguirlo haciendo, vive y sigue trabajando en su país.

martes, 13 de agosto de 2024

¿QUÉ HACER POR LA CULTURA DE ROCHA? (Parte 1)


 

Izquierda sin cultura no es izquierda” (Mariano Arana)

Desvincular lo político de lo que, abreviadamente, denominamos orbe o propuesta cultural, sin que para ello incurramos en un flagrante contrasentido, (puesto que cada cultura se concreta y sustenta mediante prácticas con una determinada orientación ideológica-dialógica que, en los hechos, debiera ser coherente con el “contrato” social ), nos induce a replantear la alternativa de una gestión de cultura, para nuestro departamento, estructurada o instrumentada sobre otras bases o articulaciones que, en consecuencia, den cuenta de una incidencia real y eficiente para la comunidad. Sobre esta premisa es imperativo evaluar, en un principio, la responsabilidad de los “liderazgos” efectivos de aquellos agentes que ostentan un rol o cargo público y que responden a un oficialismo político que, en los hechos, no parece corresponder con las necesidades e intereses genuinos de la ciudadanía rochense. La gestión cultural alude a un conjunto de estrategias e intervenciones articuladas y diseñadas para el logro de ciertos objetivos de desarrollo cultural específicos, en beneficio de una o varias comunidades, a partir de sus propios contextos y participación. Ello implica la creación de flujos y de procesos cuyo resultado no siempre es lo más significativo, pero que, sin excepción, requieren de una dirección de cultura construida en una modalidad de acción horizontal-ascendente,(por no decir paritaria), que parta de la empatía, proximidad y conocimiento intrínseco de aquellos rochenses considerados siempre como pares, no como “alternos” o “subalternos”; es decir, donde la coparticipación sea vista como una estrategia de crecimiento conjunto y la clave de trabajo sea “abierta” a la comunidad y en concordancia con aquellas realidades que nos movilicen y conmuevan al punto de acabar convirtiéndose en necesidades propias. La actuación de un Director de Cultura debe ser proactiva, (actuar, no esperar a ver qué pasa; buscar nuevas oportunidades, anticipar, prevenir y resolver problemas), puesto que este viene siendo un mediador o facilitador, no de actividades aisladas, sino de procesos que conducen hacia un cambio cualitativo en la vida cultural de las personas que integran su comunidad, sea cual sea la naturaleza de ésta y cual la filiación política de sus integrantes. Desde ese perfil no se debe ser ajeno a la comunidad, ni plantearse como un actor externo que “dinamiza” o “anima” a una comunidad, sino que, desde su rol, es y se asume parte de ella y, por tanto, dialoga y construye siempre sus actuaciones en un estrecho ir y venir de ideas creativas, con las que emplea el saber natural que le brindan la experiencia, su formación y la convivencia misma con esa comunidad, al tiempo que recurre a las herramientas que han sido creadas para fortalecer y profesionalizar su trabajo. En mi caso, la posibilidad de militar desde una agrupación que, tras conocer mi vocación, acabó abriéndome sus puertas de par en par ha pasado a ser, también, mi caballito de batalla desde otro estrado.

(DARÍO AMARAL-ESPACIO 609-MPP ROCHA)









lunes, 12 de agosto de 2024

Columna de *Carlos Castillos/ COLONIALISMO



En mi barrio hay una plaza de deportes. Tiene un enorme gimnasio donde se practican todo tipo de disciplinas. Hasta tiene piscina, aunque funciona solamente de noviembre a marzo porque todavía no se ha podido climatizar y menos cercar para utilizarla durante todo el año. La plaza es muy concurrida porque además es accesible para un vecindario compuesto por gente trabajadora, en su mayoría. La gigantesca fachada del gimnasio fue pintada con escenas alusivas al deporte, como es natural. El trabajo se encargó a algunos artistas que realizaron una obra prolija y decorosa. La natación está representada por una persona, sin rostro, que “bracea” sobre el agua, para las bochas se eligió a dos personas con aspectos de adultos mayores, también sin rostros definidos. Hay escenas de basquetball y las de boxeo y fútbol tienen dos particularidades. Para el boxeo eligieron a Muhammad Alí (Cassius Clay), “tirando” golpes con un rival imaginario y para el fútbol un jugador inglés, con la camiseta de su equipo, la marca comercial que es “sponsor” de ese equipo y luce en el pecho y hasta la marca de la prenda deportiva que aparece cerca del hombro izquierdo. Y que también es parte del negocio comercial del fútbol. Una vez se me ocurrió preguntarle a gente que tiene cierta responsabilidad en el funcionamiento de la plaza, quien y porqué se eligieron esas imágenes, habiendo tantos deportistas nacionales que podrían haber sido elegidos como modelos. Capaz que el negocio comercial y el derecho de imagen significa alguna traba, Pero en ese caso se podría elegir, por ejemplo, un futbolista con camiseta celeste y sin rostro o rostro indefinido, como hicieron con la natación y las bochas. Nadie me supo responder y hasta ahora, agosto del 2024, allí están las imágenes decorando la fachada del gimnasio. La última vez que estuve en La Paloma (Rocha) comprobé nuevamente que en un muro, cerca de un predio histórico del balneario, seguían las imágenes, pintadas (parece que hace mucho tiempo, porque ya están muy desgastadas) con alusiones a la condición de ciudad atlántica. No recuerdo bien pero creo que hay algún barquito y algunos animales de la fauna marina. Pero lo que me llama poderosamente la atención es que las únicas dos figuras humanas que aparecen son las de Marilyn Monroe y Elvis Presley. Usted dirá. Y todo esto que tiene que ver con los grandes problemas que enfrenta la humanidad en estos tiempos. Claro, son cosas “casi” insignificantes. Pero revelan algo que es como un cáncer de nuestras sociedades. Revelan el grado de colonialismo al que hemos sido sometidos históricamente. Y es aquí donde estos ejemplos tienen relación con nuestra vida cotidiana actual. Ese colonialismo solapado, que nos contrabandean sin que nos demos cuenta, se aplica con creciente y perfeccionada habilidad, en otros órdenes de nuestras vidas. No crea que las informaciones que recibimos a diario a través de los medios de difusión, sobre todo internacionales, son inocentes y siempre veraces. Prácticamente todos los temas que circulan por los grandes medios y llegan a usted están contaminadas por esa mentalidad colonial, que a lo único que contribuye es a perpetuar determinado estilo de vida. Seguramente quienes optaron por pintar la fachada del gimnasio con Alí y un futbolista inglés y quienes decidieron pintar un muro de La Paloma con Marilyn y Elvis Presley no tuvieron mala intención. Quiero creer que simplemente no se dieron cuenta. Y, como en otros tantos casos que existen en el resto del país, dejaron pasar la oportunidad de darle un lugar a otros símbolos más representativos. Modificando ese muro de La Paloma y repintando la fachada del gimnasio no se va a solucionar este tema. Pero deberemos ir rompiendo con esos códigos invisibles que nos penetran hasta los cromosomas. Y los asimilamos sin darnos cuenta.



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domingo, 14 de julio de 2024

¿PARA QUÉ VIVIR? Por Ignacio Sallaberry

 

La vida son millones de momentos que se van intercalando en lugares llamados recuerdos. Algunos de ellos se pierden, o eso creemos, a otros los traemos más a menudo al presente y otros, como por arte de magia aparecen cuando ya hacía mucho los habíamos dado por perdidos.


Esos momentos son los que vamos disfrutando, o no, pero al fin de cuentas nos hacen querer al conjunto total de recuerdos que llamamos vida.


Y así como los recuerdos nos hacen ser parte del mundo, también forman parte de nuestro presente los proyectos, o sea, lo que solemos tener como nuestro destino más alcanzable o previsible.


Presentadas ambas cosas podemos decir que eso es nuestras vidas. Venimos sin saber por qué ni cómo, y cuando nos damos cuenta de lo que estamos haciendo, ya estamos grandes para negarnos y en cualquier caso, ya hemos vivido con alegría y estamos aferrados a nuestro mundo. Sin embargo de a poco, nos damos cuenta de algo que nos comienza a doler cada vez más, la vida a la que nos trajeron sin preguntarnos y que nos hicieron querer cosas que no son nuestras, además de todo, es finita.


Entonces, en algún momento puede resonar por nuestro corazón el sentimiento de impotencia de sabernos perdidos de antemano en un lugar que hagamos lo que hagamos, tiene nuestro destino marcado.


La pregunta a continuación es obvia ¿para qué vivir entonces? Hagamos lo que hagamos ya sabemos a dónde vamos a llegar, la duda es si será de golpe o tendremos largos años de dolencia antes de partir.


¿A qué venimos a la vida? ¿A enamorarnos? ¿de qué? ¿de parejas? ¿de actos? ¿Y qué más podemos hacer?


La vida a medida que nuestro reloj pasa, nos enamora y nos desencanta en igual manera, si no es por nuestras actitudes es por la de los demás, si no es por un atardecer, es por una impecable noche de enero, o el olor de las flores, de una comida o el sonido más lindo que es, la sonrisa de un niño.


Entre nuestros recuerdos y proyectos nos abrazamos a esta vida, no queremos irnos, pero a la vez, no nos perdemos de nada si no estamos, la sociedad está cada vez más automática y pocas cosas prometen movernos el piso. Entonces, para qué el cuidado físico, para qué la plata, para qué trabajar y todos los para qué que se le ocurran.


Lo cierto es que a algunos nada nos puede contagiar con la vida porque básicamente vivir es morir, más a determinada edad en la que empezamos a ser conscientes que vamos a ese lugar, que no podemos evitar.


ISS



ANOCHE TUVE UN SUEÑO COLUMNA DE CARLOS CASTILLOS

 

Que las elecciones eran una instancia normal. Que no eran un carnaval o el festejo de un título del fútbol. Que se podía votar en dos o tres días, o una semana, incluso por internet. Que alcanzaba con presentar la cédula de identidad que es un documento válido para tantas otras cosas y reconocido en otros países donde no te exigen pasaporte ni visa para visitar. Que no había ese despliegue de cobertura -innecesario- de los medios de difusión, como si fuera la final de un campeonato de fútbol. Que la gente elegía a quienes consideraba las personas más capacitadas para administrar los bienes comunes de su ciudad, departamento y país. Que no había más componendas a espaldas de la gente para armar listas y hacer negocios para beneficio propio y de los “aliados. Que los candidatos a cargos de gobierno eran elegidos o se postulaban después de un sistema donde se probaba la capacidad de cada aspirante. Que no se compraban votos ni cargos. Que estaba prohibido expresamente, con duras sanciones, hacer promesas y después no cumplirlas. Que estaba prohibido también derrochar dinero en pasacalles, pancartas, afiches, volantes, avisos en radio, televisión, internet y prensa. Que se hacía un cálculo de cuántos millones se despilfarraban allí y se disponía, por ley, que ese dinero fuera para servicios de salud, educación, alimentación y vivienda de la gente. Que quienes resultaban electos para cargos ejecutivos, legislativos y hasta judiciales, no tuvieran privilegios y, al terminar sus períodos, en todo caso, tuvieran un “seguro de paro” similar al de cualquier trabajador. Que todos los ciudadanos, especialmente los jóvenes, eran consultados sobre los grandes temas del país y aportaban sus soluciones para enriquecer la acción del gobierno. Y sus opiniones eran tenidas en cuenta, con el mismo respeto de las que aporta un adulto. También soñé que todo ciudadano mayor de edad era capaz de discernir e intervenir directamente en la toma de decisiones, a través de diferentes mecanismos democráticos. Que cualquier persona, hombre o mujer mayor de 18 años, podía cambiar cualquier ley aprobada por el parlamento o, por ejemplo, proponer en cualquier momento una modificación de la Constitución Nacional. Claro que debidamente regulado mediante un sistema de referéndums, plebiscitos y elecciones de manera tal que se podía recurrir a esos mecanismos tres o cuatro veces por año, sin dilapidar los dineros públicos, aprovechando las tecnologías. Y me preguntaba: ¿Por qué si muchísimas operaciones de la vida cotidiana se hacen por internet, usando tecnología segura, porqué no se usa para las elecciones? ¿Por qué, si diariamente circulan millones de dólares por los sistemas electrónicos de bancos y agencias financieras de todo tipo, hay gente que rechaza el voto electrónico con el argumento de que no es seguro?. Soñé también que se había desarrollado de verdad, y funcionaba, el mecanismo de la Iniciativa Popular Nacional que permitía también a los ciudadanos redactar un texto legislativo con el fin de crear o modificar un artículo constitucional. Y que todos firmaban y reconocían porque era un sistema que permitía el ejercicio verdadero de la democracia y que abría espacios de debate sobre grandes temas. Y que nadie se negaba a firmar una iniciativa así ni hacía campaña en contra de la recolección de firmas. Y que después se generaban valiosos debates de los que salía la propuesta que tuviera mayores y mejores argumentos, en beneficio de las mayorías. Soñé que era obligatorio el referéndum para revisar cualquier artículo de la Constitución, todo lo que tuviera que ver con la adhesión del país a organizaciones supranacionales y todas las leyes nacionales declaradas urgentes. Que se prohibían las cláusulas secretas o confidenciales en los contratos de inversión efectuados por el gobierno de turno, con inversores nacionales o extranjeros. ¿Y sabe una cosa?. Antes de despertarme alguien me respondió que eso era un delirio. No, le dije. Es un sueño. Y realizable, como cualquier sueño que se junta con la realidad. Este lunes 5 de julio de 2024, en Inglaterra, Rishi Sunak, el Primer Ministro saliente, del Partido Conservador, vació su oficina en la mañana y al mediodía ingresó el Laborista Keir Starmer, con todos sus colaboradores. No hubo meses de “transición”, ni especulaciones, ni agresiones ni manejos interesados. (Al menos visibles). Y en Suiza el sistema electoral es un trámite. La democracia combina elementos de democracia participativa y otros de la democracia directa. Y funciona bastante bien, a pesar de su sistema financiero.