El general Castro realizó las
conclusiones del período de sesiones y comenzó resaltando el desempeño
"positivo" de la economía cubana "en medio de las tensiones externas,
los daños ocasionados por el huracán Sandy y nuestras propias
insuficiencias". Señaló el presidente que el PBI creció un 2,3%, algo
por debajo de lo planificado pero superior al crecimiento del primer
semestre de 2012, aunque todavía ese crecimiento "no se nota en la
economía de la familia cubana promedio".
Reafirmó el carácter social de la
propiedad sobre los medios fundamentales de producción, aunque destacó
la existencia y el papel de otras formas de gestión no estatales.
Existencia del mercado
Raúl Castro defendió la planificación
"como instrumento indispensable en la dirección de la economía", aunque
no negó la existencia del mercado.
En alusión directa a la crisis europea y
contraponiendo su modelo al de ajuste de dichos países, señaló el
presidente cubano que reiteraba "la convicción de que en este frente de
significación estratégica ha continuado el avance y ya comienzan a
observarse los primeros resultados alentadores, aunque también es verdad
que falta un largo y complejo camino para actualizar nuestro modelo
económico y social, asegurando el apoyo mayoritario de la población a
este proceso, lo cual excluye la utilización de terapias de choque y el
desamparo de millones de personas que caracterizan a las políticas de
ajuste aplicadas en los últimos años en varias naciones de la rica
Europa".
Añadió que el fenómeno de la dualidad
monetaria - en referencia a la existencia de diferentes cotizaciones de
la moneda extranjera y la permanencia del mercado negro de divisas-
sigue siendo uno de los obstáculos más importantes para el progreso del
país.
"Sobre el particular puedo comunicarles
que han proseguido los estudios para la supresión de la dualidad
monetaria de forma ordenada e integral, lo cual nos permitirá acometer
transformaciones de mayor alcance y profundidad en materia de salarios y
pensiones, precios y tarifas, subsidios y tributos. En pocas palabras,
lograr que todos los ciudadanos aptos se sientan incentivados a trabajar
legalmente a partir de restablecer la vigencia de la ley de
distribución socialista, "de cada cual según su capacidad, a cada cual
según su trabajo", lo que propiciará terminar con la injusta "pirámide
invertida", o lo que es lo mismo, a mayor responsabilidad, menor
retribución", explicitó.
Castro también señaló que se apoyará la
creación de cooperativas no agropecuarias, como forma de fomentar el
trabajo por cuenta propia y liberar al Estado de actividades no
fundamentales en las cuales ha mostrado una constante ineficiencia, a la
vez que ello permitirá "concentrarse en el programa de desarrollo a
largo plazo".
Orden, disciplina y exigencia
El Presidente manifestó la necesidad de
establecer "un clima permanente de orden, disciplina y exigencia" como
forma de consolidar el avance de la actualización del modelo económico, y
citando a su hermano, el ex presidente y líder de la revolución, Fidel
Castro, puso énfasis en la necesidad de una lucha sin tregua contra "los
malos hábitos y los errores", que cometen "incluso militantes".
En tono autocrítico y adelantando que ya
imaginaba los titulares de la prensa internacional que "denigra" a
Cuba, señaló que "hemos percibido con dolor, a lo largo de los más de 20
años de período especial, el acrecentado deterioro de valores morales y
cívicos, como la honestidad, la decencia, la vergüenza, el decoro, la
honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás".
En una panorámica de ese deterioro,
afirmó enfáticamente que "una parte de la sociedad ha pasado a ver
normal el robo al Estado. Se propagaron con relativa impunidad las
construcciones ilegales, además en lugares indebidos, la ocupación no
autorizada de viviendas, la comercialización ilícita de bienes y
servicios, el incumplimiento de los horarios en los centros laborales,
el hurto y sacrificio ilegal de ganado, la captura de especies marinas
en peligro de extinción, el uso de artes masivas de pesca, la tala de
recursos forestales, incluyendo en el magnífico Jardín Botánico de La
Habana; el acaparamiento de productos deficitarios y su reventa a
precios superiores, la participación en juegos al margen de la ley, las
violaciones de precios, la aceptación de sobornos y prebendas, el asedio
al turismo y la infracción de lo establecido en materia de seguridad
informática", para agregar que "conductas, antes propias de la
marginalidad, como gritar a viva voz en plena calle, el uso
indiscriminado de palabras obscenas y la chabacanería al hablar, han
venido incorporándose al actuar de no pocos ciudadanos, con
independencia de su nivel educacional o edad".
Posterior a lo precedente continuó
pintado un paisaje decadente de la sociedad, desde señalar a aquellos
que hacen sus "necesidades fisiológicas en calles y parques" hasta los
que impunemente se dedican a la "cría de cerdos en medio de las ciudades
con el consiguiente riesgo a la salud del pueblo".
Ahondó en la pérdida de ciertas
costumbres y la ignorancia de normas de convivencia, no solamente en la
calle sino también en los centros de estudio,
"Lo más sensible es el deterioro real y
de imagen de la rectitud y los buenos modales del cubano. No puede
aceptarse identificar vulgaridad con modernidad, ni chabacanería ni
desfachatez con el progreso; vivir en sociedad conlleva, en primer
lugar, asumir normas que preserven el respeto al derecho ajeno y la
decencia. Por supuesto, nada de esto entra en contradicción con la
típica alegría de los cubanos, que debemos preservar y desarrollar" dijo
Raúl Castro, agregando que se limitó a hacer solo un recuento de los
fenómenos más significativos, caso contrario su exposición se extendería
en demasía.
Están contadas
Señaló el mandatario cubano que el
Partido y el Gobierno realizaron un relevamiento de esas conductas
inapropiadas, y detectaron 191 de ellas, aunque "hay muchas más". Las
191 manifestaciones negativas fueron separadas en cuatro categorías:
indisciplina social, ilegalidades, contravenciones y delitos recogidos
en el Código Penal.
Una vez definidos estos comentó que "la
pérdida de valores éticos y el irrespeto a las buenas costumbres puede
revertirse mediante la acción concertada de todos los factores sociales,
empezando por la familia y la escuela desde las edades tempranas y la
promoción de la Cultura, vista en su concepto más abarcador y
perdurable, que conduzca a todos a la rectificación consciente de su
comportamiento. Este será, no obstante, un proceso complejo que tomará
bastante tiempo".
"El delito, las ilegalidades y las
contravenciones se enfrentan de manera más sencilla: haciendo cumplir lo
establecido en la ley y para ello cualquier Estado, con independencia
de la ideología, cuenta con los instrumentos requeridos, ya sea mediante
la persuasión o, en última instancia, si resultase necesario, aplicando
medidas coercitivas", añadió.
En una reflexión sobre los hechos
relatados, manifestó que "cuando medito sobre estas lamentables
manifestaciones, pienso que a pesar de las innegables conquistas
educacionales alcanzadas por la Revolución y reconocidas en el mundo
entero por los organismos especializados de las Naciones Unidas, hemos
retrocedido en cultura y civismo ciudadanos. Tengo la amarga sensación
de que somos una sociedad cada vez más instruida, pero no necesariamente
más culta".
Finalizó Castro afirmando que a pesar de
todo la revolución cuenta con fuerzas suficientes para revertir estos
procesos, y que en pocos meses de aplicar algunas medidas el pueblo ha
acompañado al Partido y al Gobierno.
"Como es natural esto se publicará en
toda nuestra prensa. Yo les sugiero a todos ustedes y a los que me
escuchan, que se lo lean con calma, y mediten individualmente, solo les
pido que mediten personalmente", concluyó el tema.
Marino Murillo: "El desarrollo es la razón de ser de la revolución"
"En Cuba existe y existirá la propiedad
social sobre los medios fundamentales de producción expresó el diputado
Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Ministros, al
intervenir en la sesión final del primer periodo de sesiones de la
Asamblea Nacional del Poder Popular.
Al referirse a la conceptualización de
ese modelo, el también Jefe de la Comisión de Implementación de los
Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la
Revolución, puntualizó que no hay transformación de la propiedad, sino
una modernización de la gestión de esa propiedad.
El concepto de la actualización, al
decir del vicepresidente del Consejo de Ministros, pasa por la frase del
presidente Raúl Castro, cuando dijo que estamos construyendo un
socialismo próspero y sostenible. Murillo desglosó las tres palabras
haciéndolas corresponder con el modelo que desarrollan: "socialismo
presupone propiedad social sobre los principales medios de producción;
próspero, significa estado de bienestar, y sostenible es sinónimo de
desarrollo, porque sin él, no se sostiene nada".
Uno de los puntos abordados por el
vicepresidente del Consejo de Ministros fue la política monetaria. Llamó
la atención en el estricto control que se debe tener de la emisión, y
se refirió a que la Asamblea aprobó un presupuesto con déficit, el cual
hay que financiar, pero si se hace emitiendo, crearíamos un efecto
inflacionario.
Expresó que este año el financiamiento
del déficit se hará con crédito bancario, lo que evita la emisión y
también los altos precios.
El Jefe de la Comisión de Implementación
y Desarrollo de los Lineamientos de la Política Económica y Social del
Partido y la Revolución, delineó los cuatro principios de las directivas
del plan del próximo año.
Las empresas tienen que tener utilidades
Se refirió, además, a las empresas con
pérdidas, las cuales tenía que financiarlas el Estado. Ahora se propone
que se redimensionen, se fusionen con otras, o sencillamente cierren. Lo
que no pueden es quedarse con pérdidas, porque son casi 50 las empresas
en ese estadio hoy, argumentó Murillo Jorge.
Una empresa, expresó, tiene que
"producir, vender, cobrar y tener utilidades". Se refirió a que ella
diseña y aplica los sistemas de pagos por resultados, pero alertó que
para eso es imprescindible generar la riqueza, "nadie puede repartir lo
que no ha creado".
Otro de los pasos para desatar las
fuerzas productivas se relaciona con la flexibilización del objeto
social de las empresas, el cual se define a partir de su actividad
principal, pero las otras son facultad de la dirección de la entidad
decidirlas.
Al referirse a los trabajadores por
cuenta propia, dijo, que en setiembre del 2010 eran 157.371 y ya en mayo
del 2013 la cifra es de 429.458. Sobre este particular se refirió a
violaciones en algunas de las figuras de esta modalidad, como la de
modista o sastre, cuya descripción fue fijada para confeccionar,
arreglar o transformar ropa, ya sea en trabajos sencillos o complejos,
pero no para vender ropa importada.
Dijo también que son muchas las quejas
de la población en cuanto a los que compran en una tienda y van a
venderlo en la otra esquina. Esto será objeto de regulación, afirmó,
aunque precisó que requerimos de mejorar nuestro comercio minorista, hoy
con mucha ineficiencia.