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domingo, 14 de julio de 2013

Face Popular: peronistas crean la red social latinoamericana

Face Popular: peronistas crean la red social latinoamericana

En 36 horas superó los 24.000 registros.Propone "emoPerones" y pregunta "¿Cómo anda todo, compañer@?" al ingresar 

El Observador




Con "emoPerones" en vez de emoticones y la intención de evitar las "arbitrariedades y restricciones" de otras redes sociales, peronistas argentinos abrieron "Face Popular" como una alternativa para la comunidad cibernética latinoamericana.
"¿Cómo anda todo, compañer@?" pregunta al ingresar a ella la nueva plataforma, que tuvo que cerrar temporalmente la entrada de nuevos usuarios para evitar el colapso de los servidores, ubicados en Argentina, ya que en sus primeras 36 horas de vida superó los 24.000 registros. Face popular juega con su parecido a Facebook, aunque sus creadores señalan en la página web que se trata de un juego de palabras a partir del acrónimo Frente Alternativo Contra el Establishment.
El color azul de la red social de Mark Zuckerberg se transforma en morado y sus usuarios pueden tener tantos amigos como quieran, no los 5.000 máximo que se admiten en Facebook.
Además, en vez de emoticones hay "EmoPerones", en referencia a Juan Domingo Perón, el difunto expresidente y líder del mayor movimiento político argentino desde mediados del siglo XX. Así, los integrantes de la red pueden enviar un Perón, una Evita o figuras de la Independencia latinoamericana como José de San Martín o el venezolano Simón Bolívar.
La idea, puesta en pie por simpatizantes del político peronista Luis D Elia, surgió después de observar cómo Facebook bloqueaba varias de las páginas de una campaña contra la convocatoria a una manifestación antigubernamental, dijo a la agencia oficial Télam Matías Reynolds, uno de los fundadores.

"El lanzamiento lo quisimos hacer el 9 de Julio a manera simbólica y justo coincidió con todo este tema del espía (Edward) Snowden y de las cosas que las corporaciones de internet hacen con los datos de los usuarios", añadió Reynolds. Ese elemento de denuncia les ha llevado también a añadir, junto al "me gusta", un botón para poder marcar también todo lo que "no me gusta".
Además, se incluye una sección con el "personaje indeseable de la semana", que "serán siempre personajes que atenten contra los principios propuestos por el Face popular", contó a Télam Pablo Lenz, otro de los impulsores del proyecto.
"Este proyecto tiene que ver con la idea de soberanía informática de la patria grande y más ahora que es público todo el tema del ciberespionaje", detalló Lenz, militante de la organización "Miles", de D Elía, aliado de la presidenta, Cristina Fernández.
El nuevo Facepopular integra la redpopular.net, un grupo de medios digitales "orientados a difundir las expresiones populares que no encuentran eco o son invisibilizadas por las corporaciones, los conglomerados mediáticos al servicio de los centros de poder", según la web.
Lenz añadió que aspiran también a generar contenidos propios para el Mega Anillo Óptico que está desarrollando Unasur con el objetivo de favorecer la integración tecnológica regional y proveer "alternativas de comunicación por afuera de las redes dominantes".

ANÁLISIS: Si Cristina es artiguista, ¿Artigas es kirchnerista?

ANÁLISIS

Si Cristina es artiguista, ¿Artigas es kirchnerista?

La “argentinidad” del prócer no va dirigida hacia los uruguayos, sino a la interna

El Observador



Hay una anécdota que Cristina Fernández de Kirchner ha recordado en varios discursos: de niña, ya mostrando una precoz predilección por la polémica, mantuvo un debate con su maestra de sexto grado, “la señorita Miriam”, una entrerriana que expresaba su admiración por Urquiza, mientras ella defendía a Juan Manuel de Rosas. “Nos trenzábamos en unas peleas formidables”, recuerda Cristina, con una sonrisa, ese episodio que refleja la imagen de sí misma que quiere proyectar: rebelde, cuestionadora de la historia oficial, partidaria de la causa “nacional y popular”.

Seis décadas después, la presidenta mantuvo y profundizó esos rasgos. Su alusión a episodios históricos como forma de justificar la política del presente se ha transformado en una constante. Para Cristina la línea divisoria entre la historia y la actualidad es difusa, al punto que no duda en atribuirle a personajes del pasado una toma de partido en los debates actuales. Como cuando, al celebrarse el 20 de junio el día de la creación de la bandera nacional, preguntó: “¿Si Belgrano viviera, con quién creen que estaría, a quién apoyaría?”.

Muerto hace 193 años, Belgrano no estaba allí para responder, pero la presidenta no dudó en afirmar que hoy el prócer argentino militaría con la causa kirchnerista, dado que se trataba de “un político incorrecto, afortunadamente”, que no dudaba en desobedecer las órdenes de la élite porteña para avanzar en su gesta.

También en la reciente efeméride el 9 de julio, al cumplirse 197 años de la declaración de independencia argentina, trazó un paralelismo con el contexto global actual, para concluir que es acertada su política de cierre comercial para proteger a la industria. “Ahora también, como en 1816, estamos ante una nueva configuración mundial -advirtió-. Hay un intento de que nosotros, la América del Sur, vuelva a ser proveedora de commodities y se trasladen las grandes fábricas o factorías allí donde hay millones de personas dispuestas a trabajar por mucho menos salario del que se paga aquí”.

Y, más explícita aun, en un discurso pronunciado en la Unión Industrial, atribuyó a la derrota militar de Rosas ante Urquiza la desindustrialización del país, lo cual describió como un opuesto al proceso industrializador de EEUU. “Nosotros perdimos en Caseros y ellos ganaron la Guerra de Secesión y por eso fueron la potencia industrial más fuerte del mundo”, dijo, en una mezcla de queja y elogio por las prácticas estadounidenses.

Lo cierto es que para Cristina el revisionismo histórico es mucho más que un gusto personal. Es una verdadera política de Estado. Es en ese contexto que deben analizarse las recientes alusiones de al deseo frustrado de Artigas por ser argentino. Al hacer esta aseveración, la presidenta no está dirigiéndose a un público uruguayo, sino a su interna.

La reivindicación que Cristina hace de Artigas está influenciada por el libro de Pacho O’ Donnell (Artigas, la versión popular de la revolución de Mayo). Ha destacado cómo en dos oportunidades el prócer rechazó ofertas –de Alvear y de Álvarez Thomas– para independizar a la Banda Oriental como una república separada del resto de las provincias. “Es notable la importancia que Artigas tuvo en la historia argentina, y es indignante todo lo que nos han retaceado”, dijo O’ Donnell al presentar su libro. Y agregó: “Nos engañaron cuando nos dijeron que Artigas había sido alguien que había luchado por la independencia uruguaya. Él fue un hombre que construyó la identidad”. En la línea revisionista promovida por el kirchnerismo, Artigas es un integrante fundamental del “bando progresista” en contra de las fuerzas reaccionarias, una pelea que se ha mantenido a lo largo de los 200 años independientes del país.

Según esa visión que promueve Cristina, siempre hubo, por un lado, una tendencia que defiende los intereses nacionales y populares, promotora de la industrialización y el ascenso social y defensora de la soberanía. Y enfrente, otra fuerza que representa los intereses de las élites dominantes, asociadas a las potencias extranjeras, que defienden un modelo agroexportador y tienden a perpetuar las desigualdades sociales.

Al mostrarse como artiguista, la presidenta no está expresando una vocación intervencionista sobre Uruguay –algo en lo que no ha demostrado interés–, sino que está instando a los argentinos a hacer una autocrítica por haber dado la espalda a los ideales federalistas y la pertenencia a la “Patria Grande”.

En las últimas semanas, Artigas ha sido uno de sus temas preferidos. Por ejemplo, justificó –ante el cuestionamiento de la oposición– su política de subsidios al cine nacional, porque sin esta ayuda financiera no se podría haber filmado una película sobre la vida de Andresito Artigas, el cacique guaraní, ahijado del prócer, que luchó contra las fuerzas portuguesas en Misiones. Así, pues, tras la mención de Cristina a la “argentinidad” de Artigas no hay un ataque a los uruguayos, sino una profundización de su revisionismo histórico como forma de justificar su política actual. Según esa visión, si Cristina es artiguista, la conclusión es que el artiguismo debe ser kirchnerista.

Por cierto que la oposición ha encontrado contradicciones entre el “artiguismo” discursivo de Cristina y sus actos de gobierno. Como el hecho de que, al mismo tiempo que reivindica la figura de Andresito, se niega a recibir a los dirigentes de la etnia Qom que reclaman tierras, y que debieron viajar a Roma para pedirle una intercesión al papa.

O, por ejemplo, al señalar cómo el “federalismo” kirchnerista se devalúa al ser aplicado en el sensible tema del reparto de ingresos fiscales. Cristina ha aumentado la dependencia de las provincias respecto del gobierno central, al llevar la coparticipación impositiva a apenas 25%de lo que ingresa al Estado por impuestos. El resto es repartido de manera discrecional, muchas veces con criterio de premios y castigos a los gobernadores. Y las finanzas provincias muchas veces son las variables de ajuste en tiempos de vacas flacas, como ocurre este año, en el que las transferencias desde Buenos Aires crecen a un ritmo de 14% es decir una caída real frente a una inflación de 23%. Una forma peculiar de entender al federalismo artiguista. Pero el kirchnerismo ha demostrado una notable capacidad para compensar con el “relato” sus dificultades de política concreta. l

El revisionismo histórico

Hechos. La pasión de Cristina Fernández por el revisionismo histórico se refleja cotidianamente en decisiones de gobierno. Por ejemplo, ordenó reemplazar una estatua de Cristóbal Colón, en una plaza detrás de la Casa Rosada, por la de Juana Azurduy, la heroína que luchó por la independencia del Alto Perú. Y se propone sacar de circulación los billetes de $100 que llevan la efigie del presidente Julio Argentino Roca, frecuentemente acusado por los crímenes de la Campaña del Desierto en la que se combatió a los malones indígenas, a fines del siglo XIX. En estos días están empezando a circular los billetes de reemplazo, que llevan la cara de Eva Perón.

Pero su acto más emblemático fue la creación, con dineros públicos, del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, creado por decreto presidencial hace dos años. La elección del nombre es toda una declaración de principios: Dorrego fue un caudillo popular de la provincia de Buenos Aires, partidario del federalismo y contrario al proyecto unitario expresado en políticos como Alvear y Rivadavia. Tras ser fusilado en 1828 por el general Lavalle, su figura fue reivindicada por los federalistas, que lo transformaron en un personaje mítico.


Presidido por Mario “Pacho” O’ Donnell, este instituto tiene la explícita misión de “profundizar el conocimiento de la vida y obra de los mayores exponentes del ideario nacional, popular, federalista e iberoamericano”, así como de “revisar el lugar y el sentido que les fuera adjudicado por la historia oficial, escrita por los vencedores de las guerras civiles del siglo XIX”.

También, con el apoyo de los historiadores que dirigen este instituto, se llevó a cabo otra pasión del kirchnerismo: cambiar fechas patrias. La más polémica de estas innovaciones fue el establecimiento del 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, en recuerdo de la batalla de la Vuelta de Obligado, de 1845, en la cual las fuerzas de Rosas se enfrentaron a las flotas inglesas y francesas, que intentaban abrir el río Paraná a la navegación internacional. Estas decisiones de la presidenta argentina fueron duramente criticadas por historiadores de la tendencia “tradicional”. Al fundarse el Instituto Dorrego, el investigador Luis Alberto Romero señaló que Cristina se proponía “reemplazar la ciencia histórica por la epopeya y el mito”. Y otros historiadores se han quejado de su tendencia a una versión maniquea de los hechos pasados. l

CARLOS LECUEDER El comercio "está jaqueado por las compras en el exterior"

CARLOS LECUEDER

El comercio "está jaqueado por las compras en el exterior"

El País

Para el ejecutivo que administra los shoppings Montevideo, Tres Cruces, Portones, Salto, Colonia y Mercedes, el crecimiento del comercio local está siendo amenazado por el boom de las compras en Buenos Aires y el ingreso de encomiendas con productos comprados por internet que no pagan impuesto desde el exterior.

Carlos Lecueder. Foto: Leonardo Carreño
Valeria Gil
 
Lecueder entiende que se debería "limitar" la cantidad de paquetes que ingresan al país libres de impuestos debido a que si bajan las compras en el comercio local, también se puede ver afectada la recaudación. De lo contrario, opinó que se tendría que achicar el gasto estatal y bajar los impuestos, lo cual dijo "es difícil de hacer".
-¿Cómo impactan los bajos precios que ofrece hoy Argentina en el comercio uruguayo?
-Está impactando en forma importante. La realidad es que hoy en Argentina hay tal nivel de desconfianza en la actuación del gobierno que se ha producido una brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar paralelo, eso hace que para los que van del exterior los precios sean mucho más baratos. En la actualidad, esa diferencia de precios se está achicando y ya no es ni cerca de lo que era hace dos meses. Pero el bichito de ir a Buenos Aires ya está prendido; si hoy se mira la diferencia del dólar y se mira cuánto cuesta un hotel y un pasaje entonces la cosa cambió totalmente. Pero hay un impulso de lo que ocurrió hace dos meses que hace que la gente siga queriendo ir a Buenos Aires para comprar.
-¿Hay alguna medición en cuanto al impacto que tiene sobre el comercio esta situación?
-El impacto varía en función del rubro, el más afectado es vestimenta donde la baja de ventas fue del 10% y si vamos a otros rubros esa caída está a niveles inferiores.
-¿Cómo hacen frente a esta situación las empresas uruguayas ?
-La primera estrategia es hacer más promociones de precios. Hoy uno encuentra que tanto en los shoppings, como en el centro de la ciudad, se están haciendo más promociones de precios y esto se debe a que el comercio prefiere sacrificar ganancias o no ganar nada para mantener a sus clientes. Hay promociones en que los comerciantes no ganan nada y se hacen solo para retener a los clientes. Ahora se pueden encontrar descuentos de tarjetas de créditos que antes no se hacían y esos descuentos se hacen en momentos inesperados. De golpe, antes del Día del Padre, hay descuentos en tres zonas diferentes de la ciudad. La segunda reacción, si esto sigue, será achicar costos: el comerciante que le cayó la venta y sus resultados bajan o son nulos tratará de achicar costos y la forma de hacerlo es dando un menor servicio, lo cual es malo para los comercios de todo el país. Otra opción es no crecer abriendo más locales o prescindir de personal. Todos ellos son efectos muy negativos.
-¿En este escenario las fuentes laborales están en juego?
-Yo diría que hasta ahora todavía no, pero están empezando a estar en juego. Si a una empresa le cae la venta, la empresa no va a seguir con los ojos cerrados hacia un resultado negativo. Va a buscar medidas para tratar de abaratar costos y hoy los costos uruguayos son altos. La situación argentina está pegando en el comercio, todavía no de forma grave, pero si esto sigue mucho tiempo más se van a tener consecuencias no deseables. Entonces el tema es difícil porque nace de un factor de desconfianza en el gobierno argentino y sobre eso Uruguay no puede hacer nada. Para solucionarlo se debería generar más confianza en el gobierno argentino para que la gente no pague por el dólar paralelo un precio un tanto más alto que el dólar oficial. Lo que está pasando es fruto de la desconfianza en el gobierno argentino y la sensación que tienen ellos es que su economía va en sentido descendente.
-¿Cómo puede contribuir el gobierno para que el comercio no sufra las consecuencias negativas de las que hablaba usted?
-Es una situación difícil, y sin lugar a dudas el Uruguay tiene muy pocas cosas para hacer. Casi diría que hay que cruzar los dedos y esperar a que las cosas en Argentina mejoren.
-¿Cómo afecta al mercado local las compras que se hacen por internet?
-Lo de las compras por internet es mucho peor que lo de Argentina, porque la situación de Argentina es un tema pasajero que en cuanto cambie el gobierno, o el gobierno encamine las cosas, va a disminuir sus efectos. La situación argentina es de una crisis importante, profunda, fuerte, pero que va a durar unos meses, no lo veo que vaya a prolongarse mucho más allá que el comienzo del año próximo. El tema de internet es mucho más complejo, porque el Uruguay ha decidido abrir la puerta a la llegada de productos por internet donde se evaden impuestos. Sin embargo, los comerciantes que traen mercadería del exterior tienen que pagar impuestos, es decir un montón de cosas que encarecen el producto. Por tanto yo diría que las compras por internet son el principal problema que enfrenta el sector comercio en el Uruguay. Esto de los paquetes del exterior es algo que está creciendo y esperemos que se tomen medidas para que se limite, no digo que se elimine, pero sí que se limite.
-¿Cómo se podría limitar el ingreso de los productos por encomiendas?
-Permitiendo la entrada de menos paquetes, o bajando el monto por el que se permite el ingreso. El comercio en Uruguay ocupa mucha mano de obra y es una parte importante del Producto Interno Bruto. Todos sabemos que el sector comercio hoy tiene jaqueado su crecimiento por las compras en Buenos Aires y por estar permitida la entrada de paquetes. El que trae encomiendas del exterior puede decir: `por suerte puedo traer los paquetes`; pero para el Uruguay en su conjunto no es bueno esto.
-¿Por qué no es bueno para el Uruguay permitir la entrada de paquetes sin pagar impuestos?
-Pensemos en la discusión que hay hoy por la Rendición de Cuentas, pensemos en la cantidad de conflictos ¿Qué es lo que pasa? Que el Estado no tiene fondos para cubrir todos los pedidos que le hacen. El Estado saca sus fondos de la recaudación de impuestos y si la recaudación de impuestos cae, porque la gente trae paquetes del exterior sin pagar impuestos, va a tener menos fondos. La economía uruguaya está estructurada de una manera que si se entra algo del exterior tiene que pagar impuestos; bueno muy bien, pero no es razonable que el Estado permita la entrada libre de encomiendas cuando al resto de los comercios se les cobra. Primero es injusto y segundo genera una inequidad importante entre lo que son las importaciones y lo que es el ingreso libre de estos paquetes. La gente puede decir `bueno, pero me gusta traer cosas que compré por internet` y me parece bien; pero la gente tiene que saber también que al Estado hay que mantenerlo, que la salud hay que mantenerla, que la seguridad hay que mantenerla y todo eso cuesta dinero y todo ese dinero surge de los impuestos. Una solución de largo plazo sería achicar el Estado y achicar el gasto y con eso abaratar los impuestos, pero eso es fácil de decir y muy difícil de hacer.
-¿Usted es partidario de achicar el gasto del Estado?
-Creo que si el Estado uruguayo fuera más eficiente y gastara mejor sus dineros habría margen para bajar los impuestos. En cambio vivimos diciendo que hay que gastar más y poner más impuestos y los más impuestos terminan siendo menos actividad y menos actividad es menos fuente de trabajo, es menos gente invirtiendo y es menos un país que crece. Es como un círculo vicioso. Yo quiero un país que crezca y que genere puestos de trabajo y la mayor igualdad social posible a través del trabajo. En este caso estamos jaqueando al Estado, lo estamos poniendo en una situación compleja porque se va a caer la recaudación.
-¿La suba del dólar empeoró el consumo de productos importados?
-Sin duda que hoy, frente a otros países del mundo, el Uruguay está caro. Está caro porque tenemos un flujo de inversiones que hace ingresar al país muchos dólares, entonces el dólar baja. En los últimos tiempos se han tomado medidas para que eso no suceda y se está generando un mejor valor del dólar. Según el índice Big Mac, por el cual se compara el precio de la hamburguesa en el mundo en moneda local y se lo pasa a dólares, el peso uruguayo es una de las monedas que están apreciadas hasta un 10%, eso significa que si el dólar acá llegara a $ 23 de pronto estaríamos a valores más razonables y el Uruguay podría competir mejor. Competir significa exportar, competir significa un montón de cosas buenas y el dólar caro significa dificultades para competir y eso es malo.
-¿Cree que el hecho de que el gobierno tienda a promover ajustes de salarios más medidos puede enlentecer el consumo?
-El tema es que los salarios tienen que seguir la realidad del país. Si hay atrasos en los salarios es muy malo, primero porque el trabajo debe ser bien pagado. Pero también si uno paga demasiado el trabajo encarece los costos y la competitividad cae. Hay que buscar un equilibrio y ese equilibrio se logra solamente haciendo que cuando las cosas no pintan bien, como en este momento, los aumentos de salarios sean moderados. Ahora, el aumento de salario es una cosa de cada sector y es muy difícil opinar de afuera. Yo lo que digo es que razonablemente debemos ser moderados en un momento donde el mundo y nuestra economía no pintan tan bien, pero eso va a depender de cada Consejo de Salarios.
-¿Cómo observa la marcha de la economía para este año donde ya el ministro Fernando Lorenzo adelantó que habrá un crecimiento inferior al del 2012?
-La economía es una suma de muchos factores, desde generación de energía eléctrica, hasta producción de un pequeño tambo. Entonces puede pasar que un sector del consumo caiga, en este momento nosotros tenemos una caída del consumo por Argentina y por los paquetes que vienen del exterior. Pero también porque hay una pequeña recesión del comercio minorista, muy leve, pero la hay. A nivel del país hay sectores que van a crecer y otros no tanto, el tema es que hay que ajustar las finanzas a los procesos que estamos viviendo y eso se llama achicar costos tanto para lo público como para lo privado.

UTE estima un beneficio de 40% para 2015 Ahorro energético por eólica será trasladado a tarifa

UTE estima un beneficio de 40% para 2015

Ahorro energético por eólica será trasladado a tarifa

A fin de año comenzarán a realizarse las pruebas del Parque Eólico de Cuchilla de Peralta de la empresa Teyma en Tacuarembó compuesto por 25 aerogeneradores de tecnología europea de 2 megavatios (MW) de potencia unitaria que brindará un servicio durante 20 años a UTE. Se prevé que para los primeros meses del 2014 comience a vender energía al ente.
Tacuarembó | José Esteves
Durante la visita al nuevo emprendimiento, el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, dijo a El País que para 2015 habrá en todo el país instalados 500 aerogeneradores, con el resultado de que el 30% de la energía eléctrica del Uruguay será de origen eólico. "Los costos en términos relativos venían subiendo, pero ahora cambiando la matriz eléctrica no sólo lograremos que dejen de subir, sino que vamos a conseguir que bajen en el orden del 15% el costo de generación de energía para el año 2015", indicó.
Casaravilla explicó que si Uruguay no hubiese cambiado su matriz energética, los costos hubiesen aumentado 20% para el año 2015. "Claramente podemos decir que la energía para el año 2015 saldrá en el entorno de un 40% más barata que si no hubiésemos hecho lo que estamos haciendo ahora", señaló.
El presidente de UTE confirmó que el ahorro será trasladado al bolsillo del consumidor. "UTE es una empresa nacional, es de todos nosotros, y una vez logrado ese nivel de funcionamiento de la empresa se trasladará a la gente con todos los beneficios que tenga bajar el costo de energía", expresó.
Casaravilla explicó que el costo de mantenimiento del Parque Eólico rondará en un 3% de la inversión anual. "No es más que eso, involucra a personal técnico capacitado, estamos hablando de una tecnología madura, con repuestos y no vamos a tener complicaciones de ningún tipo", expresó.

Parque Eólico.

Aldo Nogueira, encargado de la jefatura de obra, explicó que toda la energía será volcada a una red eléctrica nacional. Para ello se construirá una línea aérea de alta tensión de 34 kilómetros de longitud en 150 kilovatios (KV) que comienza en el puesto de conexión en Cuchilla de Peralta y que termina en Rincón del Bonete. Las obras en Peralta comenzaron en el segundo semestre de 2012 con trabajos de ejecución de camineria interna para acceder a todas las áreas del parque ubicado en un predio de 1.400 hectáreas.

Que tengan un día maravilloso!!! What a wonderful world - LOUIS ARMSTRONG.