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domingo, 21 de julio de 2013

PROSTITUCIÓN INFANTIL Exsecretario de la Intendencia sanducera dijo que acudía a una "reunión familiar"

PROSTITUCIÓN INFANTIL

Exsecretario de la Intendencia sanducera dijo que acudía a una "reunión familiar"

El hombre de confianza del intendente Bertil Bentos se encontraba en una fiesta sexual que la Policía allanó por vincularse con una red de prostitución infantil


Horacio De los Santos, ahora antiguo secretario general de la Intendencia Municipal de Paysandú, dijo a El Telégrafo que no conocía el tono de la fiesta y que, previamente, se trataba solo de un asado. Aseveró que los “hechos sucedieron en forma absolutamente distinta” de lo relatado por “medios capitalinos” sobre el allanamiento la noche del miércoles 17 a una fiesta en la Casita del Parque, propiedad de la comuna sanducera, en el que resultó el procesamiento con prisión de Sergio Carballo, líder de una red de prostitución infantil.

De los Santos, que presentó renuncia el viernes y que fue aceptada por Bentos, pedirá la transcripción total de las escuchas telefónicas realizadas a Carballo como parte de su defensa y en las que se prueban, según el ex jerarca, que se trataba de una “reunión familiar” y que luego se decantó en algo diferente.

“El martes, la persona que fue procesada me invitó a compartir un asado y, como hacía mucho tiempo que no nos veíamos, acepté y le pedí que me avisara el lugar en donde se iba a hacer”, contó el implicado a El Telégrafo. Luego relató que en el asado empezaron a llegar hombres y mujeres que no conocía y que en un momento empezó a sentir un clima extraño. “Había comenzado a percibir algo extraño en la atmósfera de la reunión que no sé precisar porque yo estaba tomado, pero que no me gustó”, dijo. 

De los Santos señaló que en un momento la encargada de la Casita del Parque le pidió que la llevara a marcar tarjeta, a lo que accedió, y que al salir otra mujer le pidió que la arrimara a su casa. Al poco de salir, continuó, fue parado por la Policía “en un gran despliegue” que le realizó una espirometría que dio positivo, por lo cual le retiraron la libreta de conducir. Luego de que la encargada marcara tarjeta, retornaron a la Casita del Parque –la encargada tenía allí su moto- donde “se habían ido todos los que estaban en la reunión”. Después de esto, De los Santos retornó a su casa.

Al día siguiente, el jueves 18, De los Santos fue citado a declarar. “Cuando yo paso a declarar, se habla de las conversaciones telefónicas que yo mantuve para hacer la reunión en la Casa del Parque, pero no se habla de la otras conversaciones telefónicas que mantuve anteriormente –que obviamente debían estar en poder de la Justicia, ya que el celular del procesado estaba pinchado– en donde yo ofrecía mi propia casa; eso habla a las claras de que yo ignoraba por completo de que se trataba de una reunión con mujeres y drogas”, aseguró.

El ex secretario de la Intendencia sanducera indicó que todas las mujeres de las fiesta dijeron que no lo conocían, aunque hay una que le está trayendo problemas.

“El único motivo por el cual la fiscal está pidiendo mi procesamiento es porque una joven de 17 años –que el mes siguiente cumple 18– dice que yo ofrecí dinero indirectamente a través de la encargada de la Casita, a cambio de servicios sexuales, y que dos amigas de ella escucharon cuando la empleada de la Intendencia hizo esa oferta; pero la funcionaria lo niega rotundamente”. Agregó que esta mujer es la misma que luego se subió a su auto y con la cual durante la fiesta estuvieron “cantando juntos”. “En las fiestas soy así, me gusta tomar unos whiskies y cantar, pero ninguna otra cosa; y todos los que me conocen saben muy bien que es así”.

“Eso fue todo. Solo en base a la declaración de una joven la prensa nacional se ha hecho un festín conmigo, causándome una situación sumamente dolorosa porque esto ha arrastrado a mi familia, a mis seres queridos; yo soy una persona que voy a cumplir 60 años y no he tenido jamás un problema. Todos los que me conocen saben que ayudo a todos los que puedo, yo le doy para adelante en el trabajo y, en mis días libres, me gusta comer un asado y tomar unos whiskies”.

“De lo único que se me puede acusar es de estupidez por no haberme ido enseguida de la reunión; o sea que si hubiera un procesamiento por estupidez, ahí sí estaría totalmente de acuerdo”.

Prostitución infantil: jerarca implicado alega inocencia .Dice que deberían procesarlo "por estupidez"

INVESTIGACIÓN JUDICIAL EN PAYSANDÚ

“De lo único que se me puede acusar es de estupidez”, dijo exjerarca 

El País

El exdirector general de la comuna, Horacio de los Santos, solicitará, para probar su inocencia, la transcripción completa de la conversación telefónica que mantuvo con el hombre que fue procesado con prisión por la Justicia en el marco de la investigación por presunta explotación sexual de menores durante una fiesta en una casa propiedad de la Intendencia sanducera.
dom jul 21 2013 11:04
 
En una extensa entrevista publicada hoy en el diario sanducero El Telégrafo, De los Santos dijo que “de lo único que se me puede acusar es de estupidez por no haberme ido enseguida de la reunión; o sea que si hubiera un procesamiento por estupidez, ahí sí estaría totalmente de acuerdo”.
Ayer, la jueza Karen Ramos interrogó al menos a 15 personas, entre ellas a siete hombre de entre 36 y 59 años, una joven de 18 y tres menores de 14, 16 y 17 años, y dispuso en horas de la madrugada el procesamiento con prisión de Sergio Ramón Carballo (56) como “cabecilla” de una red que se dedicaba a reclutar menores de edad para participar en fiestas sexuales.
El exjerarca sanducero solicitará la transcripción total de las conversaciones que mantuvo con Carballo para probar su inocencia y como respuesta al pedido del fiscal de su procesamiento. De los Santos dijo que “el día martes, la persona que fue procesada me invitó a compartir un asado y, como hacía mucho tiempo que no nos veíamos, acepté y le pedí que me avisara el lugar en dónde se iba a hacer”.
Luego, según su versión, el miércoles hubo un nuevo diálogo con Carballo quien lo llamó para decirle que no se había conseguido lugar, por lo que el asado no se realizaría. A esto, De los Santos ofreció su propia casa, pero este lugar fue declinado por Carballo porque “viene mucha gente de Montevideo y se ponen a gritar, a cantar y eso va a traer complicaciones”.
Fue por eso que el exsecretario de la IMP gestionó la Casa del Parque, lugar donde finalmente se organizó la polémica fiesta. “A eso de las 10 de la noche voy para la Casita, con platos y cubiertos (…) al rato llega el organizador de la fiesta con cuatro o cinco muchachas, lo cual a mí me sorprendió un poco porque se trataba de una reunión de amigos. Me las presentaron, ya que no nos conocíamos, pero como ellas se pusieron después a servir la comida me pareció bien”, dijo De los Santos.
“Después, ya ´pasada la medianoche, tipo 0:30, llegan otros hombres a los cuales no conocía y otras dos mujeres, pero ya mayores, de más de 30 años”, agregó el exjerarca y puntualizó que además de las mujeres, en la fiesta había “entre 10 o 12 hombres”. Recordó incluso que llamó a un par de amigos por si querían asistir, pero que “afortunadamente” no pudieron concurrir.
“En un momento determinado, yo ya me había tomado unos cuantos whiskies y me levanté para irme porque, sinceramente, ya no aguantaba más. Además, había comenzado a percibir algo extraño en la atmósfera de la reunión que no sé precisar porque yo estaba tomado, pero que no me gustó”.
En ese momento, la encargada de la Casita le pidió que lo llevara hasta el Corralón de la Intendencia para marcar tarjeta “y que la trajera de nuevo a la Casita porque allí tenía su moto, ya con la intención de irse”. De los Santos continuó su relato argumentando que una de las muchachas también le pidió que la llevara a su casa.
“Cuando salgo del Parque, tomo por Montecaseros, cruzo Parkway y al llegar a Benito Chain me para la Policía, con un despliegue tremendo de móviles y efectivos. Me bajo del auto y, al ver que lo revisan todo, les digo ‘lo único que tengo es una bolsa con huesos que traigo para los perros’, y efectivamente verificaron que era así. Yo me enojé incluso y les pregunté ‘¿qué es éste despliegue tan grande?, ustedes tienen que andar persiguiendo delincuentes, tienen que ir donde está el delito y no acá’. Cuando me subo de nuevo al auto, me dicen “no, espere que le vamos a hacer una espirometría, bájese”, por lo que me bajo del auto, me hacen la espirometría, da niveles altos, me retienen la libreta de conducir y me dijeron “bueno, puede irse, y bajaron a la muchacha que había subido en mi auto”, explicó De los Santos.
“Luego de eso, llevé a la encargada de la Casita hasta el Corralón y, como habíamos convenido, volvimos a la Casita del Parque para que recogiera su moto. Cuando la dejé ahí, se habían ido todos los que estaban en la reunión. Creo que quedaba gente dentro de algunos vehículos, prontos para retirarse”, dijo el exjerarca según la crónica del diario sanducero. Finalmente regresó a su hogar, se acostó y afirmó que su “preocupación era qué iba a pasar con el asunto de la libreta de conducir que me habían retirado”.

Publican en Italia libro sobre dictadura.Anahí del mare de Anna Milazzo Cecchi Exclusivo- El blog de Juanjo Pereyra

Anahì del mare, el libro de Anna Milazzo Cecchi







 
Crónica de Mario Occhinero 
 Exclusiva para El blog de Juanjo Pereyra 

 En el 40° aniversario del golpe en Uruguay debaten en Italia a través de un libro sobre el rol de la justicia y la memoria como antídoto para nunca más. El 27 de junio de 2013 en la ciudad italiana de Castrovillari, en ocasión del 40° aniversario del golpe en Uruguay, se ha realizado un acto conmemorativo, promovido por los dirigentes locales del mayor sindicato italiano, la Cgil. En el acto donde se recordó tanto el contexto histórico y político como las motivaciones económicas que lo determinaron se realizó conjuntamente la presentación del libro autobiográfico de Anna Milazzo Cecchi, la escritora italouruguaya sobreviviente a la detención en Uruguay en el año 1972. En aquellos años en los cuales la violencia dominaba en el Uruguay, la protagonista como tantos otros jóvenes universitarios, se interesaba de política, se colocaba del lado de quienes defendían la libertad y los derechos fundamentales. Salía a la calle para denunciar los métodos represivos del autoritarismo. La experiencia de la detención y la tortura rompió en dos su propia vida y sus recuerdos. Exiliada en Florencia intentó construirse una vida “normal” pero logró liberarse de las sombras de un pasado oscuro y removido, solo volviendo a Montevideo. Anahí del mare, o mejor dicho Anahí del mar como debería de llamarse el libro si existiese una versión en lengua castellana, es un libro de características bastante singulares. A través de las descripciones meticulosas alternadas con sobreententimientos inmerge cruelmente al lector en el contexto del terrorismo de estado del Uruguay de aquellos años. Las notas históricas hacen de cornisa de las vicisitudes concretas de los personajes. Leyendo el libro no se puede no recordar a Gabriel García Márquez cuando en referencia al éxito de la literatura latinoamericana comentaba que mientras en otras regiones del mundo los escritores necesitan de abundante imaginación en la Patria Grande es suficiente observar y contar. En el libro de Anna Milazzo Cecchi los personajes a veces parecen salidos de la fantasía, para luego comprender que ella es superada de mucho por la realidad. Hay una parte del libro donde se hace referencia a un personaje que después de 14 años de prisión bajo tortura y aislamiento es liberado y logra superar la consecuente inevitable instabilidad psiquica retomando la precedente pasión por la actividad de cultivación de flores. Solo quienes conocemos la historia del Uruguay reconocemos en este personaje el actual Presidente José Pepe Mujica Cordano. En el acto se disertó ampliamente sobre el rol de antídoto que recubren tanto la memoria como la justicia, para que se consoliden definitivamente los derechos humanos en en todo el mundo. La cuestión de la justicia en Uruguay es seguida actualmente con manfiesto interés en Italia, donde en el próximo mes de octubre tendrá inicio la audiencia instructoría del proceso Plan Cóndor. Proceso en el que están convocados 17 militares uruguayos de entre 92 y 64 años de edad. A ellos el Fiscal italiano les atribuye la responsabilidad de la eliminación de 23 ciudadanos italianos desaparecidos entre el 1973 y el 1978.

 Mario Occhinero

CONFIRMADO: Otros dos precandidatos blancos dispuestos a dar la batalla interna


EN DIÁLOGO CON EL BLOG AMBOS DIRIGENTES MANIFESTARON QUE SU DECISIÓN NO TIENE MARCHA ATRÁS. 

MUY PRONTO ENTREVISTAS EXCLUSIVA A ALFREDO OLIU Y ÁLVARO GERMANO.


La República


Alfredo oliu
El desafío, casi epopéyico, hazañoso, de disputarle la mayoría partidaria a Larrañaga, Lacalle Pou, Abreu y Saravia.
No aparecen en las encuestas, apenas lo hacen en los medios de comunicación, y para muchos son unos ilustres desconocidos, incluso en el Partido Nacional. Ellos son Alfredo Oliú, hijo del extinto dirigente Fernando Oliú, y Álvaro Germano del PAN (Propuesta y Acción Nacional), y procurarán desafiar la hegemonía ya establecida de quienes hoy aparecen formalmente como los cuatro precandidatos nacionalistas: Jorge Larrañaga (Alianza Nacional), Luis Lacalle Pou (Todos – Hacia Adelante), Sergio Abreu (Dignidad Nacional), y Jorge Saravia (Concertación Republicana Nacional). Oliú, de 55 años, y con experiencia en el ámbito público y privado, es apoyado por el periodista Yuri Gramajo, Luis Chabaneau, y Pablo Sciarra. Germano, director de cine y filósofo, como se define, es originario de Juan Lacaze, departamento de Colonia, y tuvo militancia en el Movimiento Nacional de Rocha. En el caso de Oliú, su padre Fernando, durante la época de la dictadura, junto con Gonzalo Aguirre se desempeñaron como secretarios del triunvirato clandestino conformado por Carlos Julio Pereyra, Dardo Ortiz y Mario Heber. Con motivo del exilio del líder Wilson Ferreira Aldunate fue un nexo de contacto fundamental. De cara a su precandidatura presidencial del 2014, Alfredo Oliú difunde su propuesta a través de http://vosmasvoz.com.uy y ha realizado algunas periodísticas.
Renovación
“Nos largamos. Es un momento en el cual la renovación del Partido es fundamental. Queremos aportar a esa renovación, no queremos pecar de quedarnos muy cómodos y reconfortables en nuestra casa en momentos en que el país y el Partido, nos está llamando, no para ir a buscar sino para aportar”, expresó Oliú en entrevista con el canal 7 de Maldonado sobre su iniciativa y perfil de su candidatura. Entiende que “todos tenemos que ir a aportar todo lo que nos hemos preparado, la experiencia que hemos ido adquiriendo a lo largo de estos años. Dispuestos a dar batalla”. Sobre las líneas fundamentales de trabajo, Oliú dijo que “me resulta imposible empezar a hablar sin mencionar que somos de clara raíz wilsonista, y eso ya marca una disposición respecto a temas neurálgicos. No participamos de esa falsa oposición entre estatistas y liberales, o pseudoliberales, nos parece que es una discusión ociosa absolutamente”. Por tanto, “creemos en un Estado fuerte pero también en la libre empresa, pero eso no por lo que creemos nosotros, es lo que garantiza la Constitución. Ese es otro de los pilares, la Constitución contiene de por sí un programa político y no solo hay que respetarla cuando las cosas van mal, hay que respetarlas también cuando las cosas van bien”.
Línea propia
Germano argumenta las razones de su aspiración como precandidato: “Queremos una línea propia, un camino propio y recorrerlo. Tenemos el objetivo de competir en las elecciones internas del Partido Nacional, y queremos ganar las elecciones internas”. Promueve un documento que se titula: “¿Por qué y para qué quiero el empleo de presidente de la República?”. En filas blancas, hay quienes piensan que el interés de Germano es postularse como candidato a diputado en Colonia.

La culpa (no) es de los jóvenes

 SER ADOLESCENTE


Se los asocia con bajos niveles educativos, delincuencia y la cultura “plancha”, pero expertos señalan que la culpa la tienen las instituciones por no saber cómo captarlos

El Observador



Son los mejores embajadores que tiene el país”, dijo el presidente José Mujica a los juveniles celestes que conquistaron el título de vicecampeones en la Copa Mundial de Turquía cuando los fue a recibir en el aeropuerto de Carrasco, el martes 16. Sin embargo, mientras unos jóvenes logran ser los segundos mejores del mundo en el fútbol, a otros se los vincula con dejadez y falta de preparación para el mercado laboral, bajos resultados educativos, violencia, robos y vandalismo. Incluso, aquellos identificados con la cultura “plancha”, son temidos por parte de la sociedad.
Los especialistas consultados por El Observador admiten que existe un desinterés por el estudio, por el trabajo, pero también destacan que “tienen logros” y que el problema es que las instituciones no logran captarlos y sacarlos de la calle.
Excluidos y amenazantes
Los jóvenes no son ajenos al proceso de exclusión social que padece Uruguay, que comenzó en la década de 1990 y terminó de cimentarse con la crisis de 2002.  Los niveles de pobreza e indigencia se dispararon hasta 2004, sobre todo para los niños y adolescentes. En esa fecha había nueve niños pobres por cada adulto.
Los sociólogos afirman que durante ese proceso se registró un rompimiento con ciertas pautas de convivencia, valores y sistemas de creencia mayoritarios en la sociedad. Completa el cuadro la deserción estudiantil, la imposibilidad de acceder a un trabajo calificado, los cambios en la estructura familiar y la difusión de la pasta base. En síntesis, un contexto de exclusión social y marginalidad.
Al mismo tiempo se deterioró la confianza interpersonal y se profundizó el rechazo a sectores sociales percibidos como amenazantes. Esto último se reduce a los planchas, a quienes se asocia a la delincuencia, a la vagancia y a la drogadicción.
Drogas y delito bisagra
El informe Delincuencia en la ciudad de Montevideo, publicado por la fundación Justicia y Derecho a principios de año, mostraba que en 2010 los adolescentes representaban el 8,1% de los actos delictivos cometidos en la capital. De estos, siete de cada 10 fueron rapiñas. Y más de la mitad (67%) de los infractores aducieron que habían consumido pasta base. 
Respecto al trabajo, más de dos tercios de los adolescentes que entraron en el sistema de responsabilidad penal durante el 2010, ni estudiaba ni trabajaba.
Según los últimos datos recabados por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), los menores de entre 13 y 17 años, que representan el 8% de la población total, cometieron más del 40% de las rapiñas que se denunciaron en todo el territorio nacional.
Según dijo a El Observador el psicólogo y licenciado en seguridad pública Robert Parrado, la primera razón por la cual los jóvenes protagonizan un alto número de rapiñas se debe a que son usados por los adultos para evitar las responsabilidades penales. El otro motivo es que muchos jóvenes “no tienen integrados el valor de la ley, de la inclusión y del trabajo en sociedad”. Y explicó: “Fueron marginados, se quieren poco, quieren poco a su entorno, y lo resuelven con más violencia y menos compromiso”.
En las rapiñas, el valor de la vida disminuye muchísimo. Para Parrado, este es el delito bisagra entre el hurto y el homicidio. “Tiene mucha violencia, amenazas y armas. Es lo que te enfrenta a la posibilidad de la muerte”, aseguró.
Para el psicólogo, no basta con políticas sociales para mejorar el problema de la delincuencia juvenil, sino que hay que ver “cuáles son sus rutas de desempeño en la vida y trabajarlas en conjunto. No basta con miradas reduccionistas”.
Educación masificada
El estudio de Ceres, al que accedió El Observador, señala a la educación como la solución para que los jóvenes dejen de delinquir. Pero los resultados en esta materia no son buenos.
Si se revisan las últimas cifras publicadas de las pruebas PISA, que evalúan a los adolescentes de 15 años en materias como lectura, ciencias y matemática, puede verse que, debido a los bajos resultados, Uruguay se ubica en el puesto 47 de 65 países. Pero si se examina el índice de repetición, el país se encuentra entre los cuatro peores de la lista.  
Gustavo de Armas, sociólogo y especialista en educación para Unicef, dijo a El Observador que en este tipo de pruebas deben leerse los resultados teniendo en cuenta que se aplica tanto en países ricos como pobres, por lo que el desarrollo humano es distinto. La cosa cambia si la comparación se hace con la región. “Uruguay obtuvo el promedio más alto en matemática y el segundo lugar en lectura, después de Chile”, apuntó. En 2012 se aplicaron nuevamente estas pruebas, cuyos resultados serán publicados en el próximo semestre. 
Pero los indicadores más críticos que envuelven a los jóvenes se encuentran en la educación media. Según el informe La universalización de la educación media en Uruguay, llevado adelante por Unicef, el 68% de los jóvenes había terminado la educación media en 2008 a los 17 y 18 años. Esto implica que más del 30% estaba atrasado o directamente había abandonado el estudio.
En cuanto a los motivos del abandono, más de la mitad contestaba que no le interesaba, o prefería aprender otras cosas.
En este sentido, el sociólogo explicó que “hay un desencuentro entre lo que el sistema educativo ofrece y lo que los jóvenes y las familias esperan, sobre todo en los contextos más vulnerables”.
De Armas sostuvo que estos indicadores se deben a procesos históricos. “Uruguay tiene un déficit en inversión educativa que viene desde mediados del siglo XX. El problema surgió cuando se masificó la educación, pero no se invirtió en infraestructura, por lo que bajó la calidad”, indicó.
Por su carácter a largo plazo, el sociólogo agregó que la propuesta Compromiso Educativo, que otorga becas para estudiantes, “va a tener un impacto positivo a futuro”.
No quieren nada
Las pruebas PISA reflejaron otras carencias: el 75% de los estudiantes no alcanza las destrezas que requiere el mercado de trabajo.
La debilidad de la educación y la poca preparación para el futuro crearon un nuevo grupo de jóvenes: los ni-ni, aquellos que teniendo entre 15 y 20 años, ni estudian ni trabajan. La Encuesta Continua de Hogares 2012 confirmó que el 13% de los jóvenes se encuentra en esta situación.
Estos jóvenes no conciben el trabajo y el esfuerzo como variables para la realización personal. Apetecen ganar dinero pero sin moverse del lugar, por lo que es probable que cuando busquen empleo accedan a una remuneración limitada.
El gerente de la consultora Advice, Federico Muttoni, explicó que si alguien no tiene hábitos de trabajo y no tiene formación, no va a aportar nada a las empresas. “Si no estudian, no están acostumbrados a tener horarios extensos y dedicación. No adquieren ningún tipo de conocimiento y sus prácticas en general no son replicables. Tampoco tienen espíritu de sacrificio, ni de perseguir un objetivo”, aseveró.
Las empresas buscan personas con talento y, según Muttoni, contratar a los jóvenes que no lo tienen es un pésimo negocio. Esto lleva a que los ni-ni empiecen a ver su futuro nublado. Los trabajos mecánicos y de baja calificación tampoco son la solución ya que estos están por desaparecer.
Por eso, el especialista en el mercado laboral declaró que la solución está en que el Estado subsidie a las empresas que tomen   jóvenes que no terminaron la educación formal.
“El país tendría que dar apoyos a las empresas que hagan un esfuerzo por educar a través del trabajo. Nadie quiere pagar el precio del rescate, y lo tiene que pagar la sociedad y el Estado en su conjunto”, concluyó Muttoni.