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miércoles, 7 de agosto de 2013
EDILA GRISEL CARAM DESTACAN IMPORTANCIA Y DESARROLLO DE LA RIVIERA
La representante departamental del Frente Amplio recordó en sesión de la Junta Departamental de Rocha la importancia del balneario rochense lindero al Arroyo de Rocha.
El Este
“Surgió hace un par de décadas bajo el influjo del recordado Paul Molina Méndez, un emprendedor, visionario y quimérico hombre de nuestra sociedad.
Pegado al histórico Puertito de los Botes, otro histórico punto de reunión, remanso y solaz, toda una tradición para los rochenses, La Riviera ha ido avanzando en todos los órdenes desde infraestructura a edificios” ,dijo.
Señaló luego que el balneario “se fraccionó y vendió en terrenos de otro impulsor del mismo, el señor Hackembruch, quien comenzó con la arenera y luego junto a Paul Molina siguieron con el balneario”.
“Con el paso del tiempo el mismo fue creciendo, se fue vendiendo a gran ritmo, primero a vecinos de Rocha, luego trascendió fronteras y fueron muchos los fernandinos que comenzaron a adquirir solares y construir y así fueron surgiendo casas de gran nivel”, indicó.
La legisladora departamental frenteamplista reseñó las actividades que allí se desarrollan: “Centro de pesca artesanal, familiar, de asados, de picados futboleros, el balneario ha ido avanzando en el conocimiento de otras localidades del país. Allí el Peñarol de Ciclismo fue haciendo sus reuniones de familia luego de las carreras, los inspectores de tránsito municipales sus reuniones de fin de año, los funcionarios bancarios a tener su sede propia, el Rotary Rocha Este a fundar una Comisión Vecinal, la Universidad a instalar un local con actividades propias de la zona, llegaron por supuesto las calles y pasajes peatonales, se construyó un amarradero para los botes”.
“El progreso trajo la luz eléctrica para las casas y las calles, también llegó el agua potable de la mano de OSE, se le pusieron nombres a las calles, peatonales y rambla costera, en las que se recuerdan a destacados periodistas.
Ahora la Intendencia Departamental le ha dado un importante impulso, tanto a La Riviera como al Puerto de los Botes, al bitumizar el camino que une a la Ruta Nacional No 9 Gral Leonardo Olivera con los citados balnearios.
La obra era muy necesaria y reclamada por la cantidad de residentes y visitantes que van a los referidos centros turísticos, el Gobierno Comunal fue solícito a su realización, dándole otro gran impulso a este pequeño rincón turístico de nuestro Rocha”, destacó Caram..
Explicó ante sus pares que “Ha sido esta una tarea del personal municipal de la Sección Obras y Vialidad de la Comuna, los que han realizado la misma con gran prontitud, dedicación y entrega.
Llegue desde acá, de la Junta Departamental, caja de resonancia de todo lo que pasa en nuestra sociedad, nuestro recuerdo a quienes tuvieron la visión de crear un balneario en la costa del Arroyo de Rocha, Paul Molina y el señor Hackembruch y las de felicitar al Gobierno Departamental y al personal de Vialidad por la obra realizada en ese camino de entronque con nuestra ciudad”, indicó.
Sus palabras fueron remitidas a la Intendencia de Rocha y a Vialidad.
SE CONOCEN LOS GANADORES 6º CONCURSO LITERARIO INTERNACIONAL DEL CLUB DE LEONES ROCHA
Escribe Juan José Pereyra Twitter@juano500
El Este
Organizado por el Comité de Cultura y Concursos del Club de Leones de nuestro departamento se realizó con gran éxito la sexta edición de este evento cultural rochense con prestigio nacional e internacional.
Se presentaron 169 obras de las cuales el Jurado Calificador otorgó 48 premios literarios.
La ceremonia de entrega será el próximo 28 de setiembre las 20 en la sede del club, callejuela Ribot 63.
El Este informará ampliamente respecto a este prestigioso concurso organizado desde hace años por el Club de Leones de Rocha con entrevistas a sus principales protagonistas, los autores premiados y los organizadores.
El concurso es reconocido en el país y en el mundo. Fueron premiados participantes de Rocha, de otros departamentos de Uruguay, de Argentina, México, Chile, Australia y Alemania.
169 OBRAS PROVENIENTES DE MUCHÍSIMOS PAÍSES
“Van a estar presentes casi todos los uruguayos, que residen en distintos departamentos damos por descontado que también nos acompañarán todos los argentinos”, dijo a El Este la León Estela Sena Saralegui, integrante del Comité de Cultura y Concursos junto a los también Leones Sara Marcovich y Mario González Amatti.
El Jurado Calificador estuvo integrado po la Licenciada Beatriz González Fernández,el maestro León Ruiz de Souza Rocha y la profesora Susana Pioli Laso.
“También tenemos gente premiada que ,al avisarle de sus galardones, dicen ser uruguayos, como la escritora de Australia , Susana Di Yoriov y el poeta Wáshington Gorosito Pérez , de México, quien me contó que pasó su infancia en Rocha”,agregó Sena.
El tema para este 6º Concurso Literario Internacional fue “La Plaza” en los géneros Poesía y Cuento Corto.
POESÍA CON RIMA
El periodista Víctor Velázquez, de Lascano, obtuvo el Premio Gran León por "Coplas de Plaza".Los otros escritores premiados son:
1º Premio-"La Plaza" - Juan Carlos Pirali de Dolores - Argentina
1º Premio-"Bosquejos de la Plaza" - Néstor Cabrera Ramírez de Canelones - Uruguay
2º Premio-"La Plaza" - Roberto G. Morete de Dolores - Argentina
2º Premio-"Desliz de Tobogán" - Omar Pertusi de Luján - Argentina
3º Premio-"La Plaza" - Ismael Soria de Armas de Raigon , San José - Uruguay
3º Premio-"La Plaza" - Noé Zenón Suárez de Dolores – Argentina
“El concurso literario internacional otorgó Menciones de la Nomenclatura Indígena.
Este año el jurado premió en forma especial, cuatro obras en estilo literario Guaroj, que es creado por el poeta uruguayo Nelson Guerra”, señaló la León Estela Sena
“ Guaroj es una palabra sobreviviente del lenguaje de los charrúas, que consiste en estrofas de 10 versos octosílabos con rima asonantada en los pares y reiteración forzada del 1er. y 4to. verso y en el 9no. y 10mo”, explicó.
Estas con las menciones otorgadas con la Nomenclatura Indígena, “auténticas raíces de nuestro Uruguay: fuimos al rescate de nuestra identidad al denominar las Menciones con nombres de aborígenes”, dijo Sena.
“A las tribus que poblaban nuestras tierras y se extendían a los países vecinos, se les llamó: Charrúas, Minuanes, Bohanes, Guenoas, Yaros, Chanaes y Guaraníes”, recordó.
MENCIONES
Mención Amandaú - "Mi Plaza" - Alma D'Alessandro Arrarte de Rocha - Uruguay
Mención Zapara - "La Plaza" - Teresita Saint Esteben de Dolores - Argentina
Mención Aguaribay - "Mi plaza añorada" - Mary Gonçalvez Próspero – de Montevideo - Uruguay
Mención Yuqueriy - "La Plaza" - María Susana Repetto de Dolores - Argentina
Mención Arangua - "Respeto" - Graciela Olivera Rodríguez -de San José - Uruguay
Mención Yucutujha - "La Plaza" - Norma Lueiro Robaina de Ciudad del Plata - San José - Uruguay
Mención Areicua- "Plaza de mi Pueblo" - Stella Masullo Presa de Montevideo – Uruguay
POESÍA SIN RIMA:
1º Premio - "Encrucijada de Árboles" - Dante Carlini Rodríguez de San José - Uruguay2º Premio - "Serpentina del Tiempo" - Wáshington Gorosito Pérez de Irapuato - México
3º Premio - "Todo lo Toleras" - Ana Freire González -de Montevideo - Uruguay
Mención Ñangapiré - "Mi Plaza" - Ricardo Pérez da Costa de Rocha - Uruguay
Mención Yapeyu - "Ayer y Hoy" - Margarita Dominici – de Rocha - Uruguay
Mención Amandú - "Alma de Plaza" - Delmira Botti - Pinamar de Canelones - Uruguay
Mención Yacuy - "La Plaza" - Elba Salamunich de Rosario de Santa Fe - Argentina
Mención Batoví - "La Plaza de mi Pueblo" - Susana Di Yoriov de Australia
Mención Timbuaba - "Reino de Luna" - Delfina Flores Vejar de Araucanía - Chile
Mención Caburé - "La Plaza" - Iván Alatorre Orozco de Jalisco – México
PREMIOS GUAROJ
Premio Guaroj - "Evocación" - Marilú Rodríguez Valiero de Rocha - Uruguay
Premio Guaroj Alejandrino - "La plaza de mis recuerdos" - Zulma Mastroianni de Pando - Uruguay
Premio Guaroj - "Vieja Plaza" - Nelly Robella Itri de Parque del Plata - Uruguay
Premio Guaroj - "Un guaroj para mi plaza" - Teresa Díaz Sanchez de San Carlos – Uruguay
CUENTO CORTO
2º Premio - "Mi Plaza" - Mireya Betancort Navarro de Rocha - Uruguay
2º Premio - "La Plaza" - Yenny Lupano Tadeo de Bella Unión - Uruguay
3º Premio - "La plaza de la Iglesia" - Darío Favier Forte de Salto - Uruguay
3º Premio - "La súplica" - Juan Carlos Cia de Córdoba – Argentina
Mención al Cuento Surrealista - "La Plaza" - Ana Theimer Feldmann de Mainz - Alemania
Mención al Cuento Histórico - "Condena en la plaza del pueblo" - Juan C. Pirali de Dolores - Argentina
Mención al Cuento Humorístico - "El beneficio" - Teresa Díaz Sanchez de San Carlos - Uruguay
Mención Tembetarí - "La Plaza" - Margarita Dominici Marchetti - Rocha - Uruguay
Mención Caburé - "En la plaza" - María Pioli Pérez de Rocha - Uruguay
Mención Jaguareté - La Plaza" - Ricardo Pérez da Costa de Rocha - Uruguay
Mención Jacarandá - "El sobre de manila" - Fernando Casella Torres de Lascano - Uruguay
Mención Burucuyá - "En la plaza capilla del señor" - Verónica Durigneux de Buenos Aires - Argentina
Mención Verachi - "La Plaza" - Juan Rodríguez Manzanares de Valencia - España
Mención Guayuvirá - "Plenitud" - María Abella Palacio de Treinta y Tres - Uruguay
Mención Timbuaba - "Noche mágica" - Alberto Tarigo Seré de Punta del Este - Uruguay
Mención Cayguá - "La Plaza" - Francisco Rodríguez Correa de Treinta y Tres - Uruguay
Mención Quarahy - "El abrazo roto" - Brenda Alzamendi Martínez de Montevideo - Uruguay
Mención Timbó - "Imagina y... por eso existe" - Noelí Belzarena Testa – de Salto - Uruguay
Mención Itacumbú - "Que siempre te acompañe" - Omar Pertusi – de Luján - Argentina
Mención Tembetarí - "La plaza melancólica" - Mirta Mondelli di Matteo – de Solymar- Uruguay
martes, 6 de agosto de 2013
Fuerte explosión en un edificio de Rosario: asciende a 12 el número de muertos y hay al menos 60 heridos
Explosión en Rosario
La Nación
Se
ocasionó por un escape de gas, que provocó el derrumbe de un complejo
de viviendas de 10 pisos; varios inmuebles en la zona quedaron
destrozados; hay peligro de desmoronamiento; decretan tres días de
duelo; 15 personas están desaparecidas
ROSARIO.- Una explosión en un edificio
ubicado en el centro de la ciudad de Rosario causó al menos 12 muertes y
dejó alrededor de 60 heridos. Varias personas fueron evacuadas y otras
15 están desaparecidas.
Según los primeros informes, la explosión pudo haber
ocurrido en la caldera del inmueble o bien en uno de los pisos
inferiores. Sucedió poco después de las 9.30 en un edificio de unos 30
años ubicado en el boulevard Oroño y Salta, a cuatro cuadras del río
Paraná. Sin embargo, horas más tarde se confirmó que el siniestro fue
ocasionado por un escape de gas. En la cuadra hay tres edificios con
serios daños estructurales.El segundo cuerpo del complejo de viviendas, de 9 pisos, se derrumbó y un grupo de rescate trabaja en el lugar en busca de sobrevientes.
Muertos, heridos, desaparecidos
Raúl Rainone, director de Defensa Civil de Rosario, informó en horas de la tarde que las víctimas fatales ascendieron a ocho. Luego se confirmaron dos muertes más. En tanto, hay más de 60 heridos y al menos 19 desaparecidos.El gobierno nacional dispuso que un grupo especial de rescate de la Policía Federal viaje a Rosario para colaborar con los trabajos en el edificio. El grupo viajó en un avión de la Prefectura Naval por orden del secretario de Seguridad Nacional, Sergio Berni.
Daños y precauciones
Según el relato de vecinos, la explosión se sintió a varios kilómetros. En la zona hay tres PH con serios daños y los bomberos tratan de combatir el incendio de la estructura dañada. En un radio de cinco cuadras pueden observarse vidrios del edificio siniestrado. La intendencia de Rosario solicitó a los vecinos que no se acerquen a la zona por los peligros de derrumbe y para no entorpecer el trabajo de los rescatistas.Las autoridades dispusieron cortar los servicios de luz y de gas, informó a Télam Defensa Civil de Rosario (DCR).
Pérdidas de gas
Según pudo averiguar LA NACION, vecinos de la zona llamaron cerca de las 8 a Litoral Gas, la empresa encargada de la distribución en Rosario, ante la presencia de un fuerte olor a gas en la zona del accidente. El reclamo no fue atendido.Desde la empresa, en tanto, negaron haber recibido reclamos en ese sentido, aunque no descartan que las denuncias hayan tenido lugar en dependencias municipales.
"Esto es lamentable"
El gobernador santafecino, Antonio Bonfatti, sostuvo: "Esto es lamentable, pero hemos puesto toda nuestra infraestructura al servicio de este triste hecho y estamos coordinando tareas. Tenemos que esperar que cese el flujo de gas para poder actuar más profundamente". Bonfatti decretó tres días de duelo.“Tengo más años entre los muertos que afuera con los vivos”
Entrevista a Aberto Alsina
Lleva tres décadas en contacto permanente con la muerte realizando todas las tareas en la necrópolis más grande del país
¡Acá hay que
tenerle más miedo a los vivos que a los muertos!, nos dice Alberto
Alsina, encargado general del Cementerio del Norte -el más grande de
Uruguay y uno de los mayores de Sudamérica-, como para romper el hielo y
distendernos los tres, él, nosotros y el fotógrafo.
La República
La nota estaba acordada de antemano, por eso Alsina nos esperaba para
hacer una breve recorrida mientras nos iba contando su vida dentro de
un lugar muy especial, un lugar que cada vez es menos visitado, un
espacio al que la gente obviamente no le gusta ir y cuando lo hace es
solo por obligación.
En cambio, para Alsina ir cada día al Cementerio del Norte es habitual, es su trabajo desde hace casi tres décadas y lo asume con la responsabilidad del caso ya que tiene muchas personas a su cargo.
El sabe todo lo que sucede dentro del “camposanto”, conoce los recovecos del enorme predio, simplemente por haber pasado por todas las tareas del mismo y recuerda claramente incluso haber visto “otro” cementerio, aquel de muchos años atrás abierto y sin muros, con facilidad de tránsito al punto que tenía hasta un atajo dentro mismo del predio por donde la gente circulaba para acortar camino.
Alsina ingresó a la necrópolis sin saber demasiado qué significaba. Era una oportunidad laboral pues no tenía trabajo. Y pese a que le tocaba un cementerio, no lo dudó, pensando siempre en un posterior cambio laboral. “Pensé trabajar un tiempo para salir a hacer otra cosa, pero me fui quedando y me quedé por siempre”, reconoce.
La tarjeta 166
El 2 de mayo del 1983 comenzó como obrero, era la tarjeta 166. Hoy hay muy pocos por delante de él, unos se jubilaron, otros renunciaron porque “no cualquiera quiere venir a trabajar a un cementerio, acá evidentemente hay cosas que te hacen ver la vida de otra manera”, sostiene.
Y él mismo puede dar fe de ello. “Tengo más horas entre los muertos que con los vivos”, pues “mete” doce horas o más, todos los días, pero tiene claro que lo que sucede al cruzar el umbral del cementerio hacia afuera queda allí; “es necesario separar el trabajo de tu vida personal, porque trabajás a diario con la muerte y no es lindo comentar afuera, en una reunión con amigos o en la familia, lo que hacés. Si no dejás lo que te pasa acá adentro, no lo soportás”.
Por eso muchos compañeros no aguantan y renuncian o piden cambio. Él mismo confiesa que le costó asumir dónde estaba trabajando y recuerda que lo más duro en sus primeros años de enterrador era cuando le tocaba enterrar un niño. “Era muy duro, te quedaba un nudo en la garganta porque yo tenía hijos chicos, y además porque de alguna manera esos niños que estaba enterrando no vivieron casi nada”.
Insiste en que un sepelio de un niño es lo más traumático. Recuerda un caso que lo marcó bastante.
“Era el sepelio de un niño de unos 8 o 10 años y al tener contacto con la familia, -porque uno habla con ellos por alguna cosa- me cuentan que el niño se había atragantado con un pancho. Enseguida me acordé de mis hijos que tenían la misma edad (hoy son hombres) y me dio no sé qué, como que estaban o estamos indefensos ante la muerte”.
Reconoce que la tarea de enterrador particularmente es complicada porque “mientras estás trabajando con el ataúd, el doliente reacciona de diferentes maneras, te putean, te gritan, escuchás gritos y llantos desgarradores… son reacciones que provoca ese momento especial y uno se las tiene que bancar, no podés reaccionar y mucho menos intervenir cuando los deudos discuten o se agarran a golpes con el cajón ahí. Entonces acá tenés que ser medio psicólogo con el doliente y con los propios compañeros; cada uno lo procesa de forma muy diferente”.
Sin apoyo psicológico
Alsina lamenta de alguna forma no contar con un apoyo psicológico para los funcionarios que trabajan en el cementerio, porque esto “no a todos les cae de la misma manera”. Es una atención necesaria que deberían tener, y que lamentablemente hoy las autoridades municipales no han podido establecer el mecanismo para hacerlo posible.
El encargado del Cementerio dice que ahí adentro -como en otras actividades muy relacionadas a la muerte como hospitales, funerarias, etc- uno al cabo de los años “aprende y hasta se endurece”, pero al mismo tiempo sugiere que a muchos, que parece que se llevan el mundo por delante, “les haría falta venir una tarde acá para darse cuenta lo corta que es la vida y valorar que están vivos”.
“Acá trabajamos con el sentimiento de la persona, con su sufrimiento y ahí te das cuenta cuánto vale la vida. A veces uno se pelea o se molesta por alguna cosa insignificante y sin embargo acá es como que uno le encuentra el real valor a la vida”, indicó.
Alsina ha vivido diferentes etapas en esta necrópolis y reconoce que ha ido cambiando con el paso del tiempo. Antes venía mucha gente y ni hablar un 2 de noviembre, incluso días antes y posteriores. Hoy vienen menos, pero además resalta que se ha dado un fenómeno que se constata a partir de 2007: el aumento de las cremaciones. “Hoy nosotros estamos cremando por mes aproximadamente 200 a 220 cuerpos frescos. La gente opta mucho por la cremación aunque obviamente se realizan muchos sepelios (hasta 20 diarios)”.
Parece imposible poder atender todo, pero 12.000 nichos, más de mil panteones, más de 6.000 fosas, crematorio y todas las actividades que se realizan dentro del cementerio están organizadas. Pero hay toda una mecánica para el trabajo y cada uno sabe lo que hace, cuentan con el respaldo de Alsina y él con la confianza de sus funcionarios, lo que hace que todo funcione de la mejor manera posible. La caminata se hace lenta y la charla extensa, mucho más de lo que el grabador puede recoger. Pero una historia de vida por demás ilustrativa de una actividad laboral que muy pocos elegirían.
Vestida de novia
“Me pasó un caso, estaba realizando un desalojo (cuando se saca el cuerpo para la reducción) porque ya se cumplía el tiempo estipulado para hacerlo. Era un cajón enlatado que vino del exterior, cuando abro me encuentro con el cuerpo de una mujer vestida de novia y casi intacto. Lo traje al horno (crematorio), avisé que no le hicieran la cremación de oficio. Cuando vinieron los familiares recuperaron el cuerpo del ser querido”.
El adiós a ex compañeros
“Fue bravo enterrar a gente que había estado trabajando con nosotros. Nos tocó a unos cuantos, y llorás también como los propios dolientes porque puedo decir con orgullo y siendo muy sincero que tengo muy buena relación con los funcionarios, con los que están y los que se han ido. Por eso duele, cuando te encontrás con que tenés que enterrar a un ex compañero”.
Un suicida y una mujer desesperada
Alsina tiene cientos de anécdotas de tantos años de tarea en el cementerio pero rescatamos dos de las tantas que nos contó que tienen cierto asidero en cuanto a que uno ahí adentro del cementerio debe ser psicólogo en casos extremos. En uno de los casos nos cuenta que una vez le avisaron que en la zona de tubulares había un hombre hincado de rodillas, junto al lugar donde tenía sepultado a su hijo pequeño, con una cuchilla apoyada contra su pecho con intención de matarse (como ha pasado con otros casos dentro del predio).
“Me acerqué cuidadosamente, comencé a hablarle suavemente al muchacho, le pregunté si tenía familia. Me respondió que tenía esposa y otro hijo. Se me ocurrió preguntarle si ellos sabían lo que estaba por hacer. No, me dijo, a lo que le respondí: “Bueno, esto pasó, es duro pero hay alguien más que espera por vos; es por ellos que tenés que luchar y no cometer esta locura… El muchacho fue bajando la cuchilla hasta que la tomé. Lo ayudé a levantarse, lo acompañé a la salida, envolvimos la cuchilla en un paño y le dije que se la devolvería a algún familiar que viniera para que él no hiciera alguna locura.
En ese momento me sentí muy feliz porque fui su ayuda en ese momento. Fue una decisión del momento, porque quizás podía haberle comunicado a la Policía y me sacaba el problema de arriba. Pero quizás el muchacho si veía Policía se asustaba y se mataba. Lo cierto es que asumí la responsabilidad y salió bien”.
En otro caso fue una situación que se repetía día a día. “Había una mujer, muy joven, que cada día llegaba al cementerio a la zona de tubulares, sacaba el ataúd de su hijo y lloraba abrazado a él. Después se iba y nosotros otra vez volvíamos a meter el ataúd al lugar. Así uno y otro día hasta que me decidí a hablar con ella, pero debía ser muy cuidadoso, no sabía cómo podía reaccionar. Hablé con ella mucho rato hasta que se fue convencida que lo que estaba haciendo estaba mal. A partir de ese día no vino más”.
“Es necesario separar el trabajo de tu vida personal, porque trabajás a diario con la muerte y no es lindo comentar afuera lo que hacés”
“Acá trabajamos con el sentimiento de la persona, con su sufrimiento y ahí te das cuenta cuánto vale la vida. A veces uno se pelea o se molesta por alguna cosa insignificante, y sin embargo acá es como que uno le encuentra el real valor a la vida”
En cambio, para Alsina ir cada día al Cementerio del Norte es habitual, es su trabajo desde hace casi tres décadas y lo asume con la responsabilidad del caso ya que tiene muchas personas a su cargo.
El sabe todo lo que sucede dentro del “camposanto”, conoce los recovecos del enorme predio, simplemente por haber pasado por todas las tareas del mismo y recuerda claramente incluso haber visto “otro” cementerio, aquel de muchos años atrás abierto y sin muros, con facilidad de tránsito al punto que tenía hasta un atajo dentro mismo del predio por donde la gente circulaba para acortar camino.
Alsina ingresó a la necrópolis sin saber demasiado qué significaba. Era una oportunidad laboral pues no tenía trabajo. Y pese a que le tocaba un cementerio, no lo dudó, pensando siempre en un posterior cambio laboral. “Pensé trabajar un tiempo para salir a hacer otra cosa, pero me fui quedando y me quedé por siempre”, reconoce.
La tarjeta 166
El 2 de mayo del 1983 comenzó como obrero, era la tarjeta 166. Hoy hay muy pocos por delante de él, unos se jubilaron, otros renunciaron porque “no cualquiera quiere venir a trabajar a un cementerio, acá evidentemente hay cosas que te hacen ver la vida de otra manera”, sostiene.
Y él mismo puede dar fe de ello. “Tengo más horas entre los muertos que con los vivos”, pues “mete” doce horas o más, todos los días, pero tiene claro que lo que sucede al cruzar el umbral del cementerio hacia afuera queda allí; “es necesario separar el trabajo de tu vida personal, porque trabajás a diario con la muerte y no es lindo comentar afuera, en una reunión con amigos o en la familia, lo que hacés. Si no dejás lo que te pasa acá adentro, no lo soportás”.
Por eso muchos compañeros no aguantan y renuncian o piden cambio. Él mismo confiesa que le costó asumir dónde estaba trabajando y recuerda que lo más duro en sus primeros años de enterrador era cuando le tocaba enterrar un niño. “Era muy duro, te quedaba un nudo en la garganta porque yo tenía hijos chicos, y además porque de alguna manera esos niños que estaba enterrando no vivieron casi nada”.
Insiste en que un sepelio de un niño es lo más traumático. Recuerda un caso que lo marcó bastante.
“Era el sepelio de un niño de unos 8 o 10 años y al tener contacto con la familia, -porque uno habla con ellos por alguna cosa- me cuentan que el niño se había atragantado con un pancho. Enseguida me acordé de mis hijos que tenían la misma edad (hoy son hombres) y me dio no sé qué, como que estaban o estamos indefensos ante la muerte”.
Reconoce que la tarea de enterrador particularmente es complicada porque “mientras estás trabajando con el ataúd, el doliente reacciona de diferentes maneras, te putean, te gritan, escuchás gritos y llantos desgarradores… son reacciones que provoca ese momento especial y uno se las tiene que bancar, no podés reaccionar y mucho menos intervenir cuando los deudos discuten o se agarran a golpes con el cajón ahí. Entonces acá tenés que ser medio psicólogo con el doliente y con los propios compañeros; cada uno lo procesa de forma muy diferente”.
Sin apoyo psicológico
Alsina lamenta de alguna forma no contar con un apoyo psicológico para los funcionarios que trabajan en el cementerio, porque esto “no a todos les cae de la misma manera”. Es una atención necesaria que deberían tener, y que lamentablemente hoy las autoridades municipales no han podido establecer el mecanismo para hacerlo posible.
El encargado del Cementerio dice que ahí adentro -como en otras actividades muy relacionadas a la muerte como hospitales, funerarias, etc- uno al cabo de los años “aprende y hasta se endurece”, pero al mismo tiempo sugiere que a muchos, que parece que se llevan el mundo por delante, “les haría falta venir una tarde acá para darse cuenta lo corta que es la vida y valorar que están vivos”.
“Acá trabajamos con el sentimiento de la persona, con su sufrimiento y ahí te das cuenta cuánto vale la vida. A veces uno se pelea o se molesta por alguna cosa insignificante y sin embargo acá es como que uno le encuentra el real valor a la vida”, indicó.
Alsina ha vivido diferentes etapas en esta necrópolis y reconoce que ha ido cambiando con el paso del tiempo. Antes venía mucha gente y ni hablar un 2 de noviembre, incluso días antes y posteriores. Hoy vienen menos, pero además resalta que se ha dado un fenómeno que se constata a partir de 2007: el aumento de las cremaciones. “Hoy nosotros estamos cremando por mes aproximadamente 200 a 220 cuerpos frescos. La gente opta mucho por la cremación aunque obviamente se realizan muchos sepelios (hasta 20 diarios)”.
Parece imposible poder atender todo, pero 12.000 nichos, más de mil panteones, más de 6.000 fosas, crematorio y todas las actividades que se realizan dentro del cementerio están organizadas. Pero hay toda una mecánica para el trabajo y cada uno sabe lo que hace, cuentan con el respaldo de Alsina y él con la confianza de sus funcionarios, lo que hace que todo funcione de la mejor manera posible. La caminata se hace lenta y la charla extensa, mucho más de lo que el grabador puede recoger. Pero una historia de vida por demás ilustrativa de una actividad laboral que muy pocos elegirían.
Vestida de novia
“Me pasó un caso, estaba realizando un desalojo (cuando se saca el cuerpo para la reducción) porque ya se cumplía el tiempo estipulado para hacerlo. Era un cajón enlatado que vino del exterior, cuando abro me encuentro con el cuerpo de una mujer vestida de novia y casi intacto. Lo traje al horno (crematorio), avisé que no le hicieran la cremación de oficio. Cuando vinieron los familiares recuperaron el cuerpo del ser querido”.
El adiós a ex compañeros
“Fue bravo enterrar a gente que había estado trabajando con nosotros. Nos tocó a unos cuantos, y llorás también como los propios dolientes porque puedo decir con orgullo y siendo muy sincero que tengo muy buena relación con los funcionarios, con los que están y los que se han ido. Por eso duele, cuando te encontrás con que tenés que enterrar a un ex compañero”.
Un suicida y una mujer desesperada
Alsina tiene cientos de anécdotas de tantos años de tarea en el cementerio pero rescatamos dos de las tantas que nos contó que tienen cierto asidero en cuanto a que uno ahí adentro del cementerio debe ser psicólogo en casos extremos. En uno de los casos nos cuenta que una vez le avisaron que en la zona de tubulares había un hombre hincado de rodillas, junto al lugar donde tenía sepultado a su hijo pequeño, con una cuchilla apoyada contra su pecho con intención de matarse (como ha pasado con otros casos dentro del predio).
“Me acerqué cuidadosamente, comencé a hablarle suavemente al muchacho, le pregunté si tenía familia. Me respondió que tenía esposa y otro hijo. Se me ocurrió preguntarle si ellos sabían lo que estaba por hacer. No, me dijo, a lo que le respondí: “Bueno, esto pasó, es duro pero hay alguien más que espera por vos; es por ellos que tenés que luchar y no cometer esta locura… El muchacho fue bajando la cuchilla hasta que la tomé. Lo ayudé a levantarse, lo acompañé a la salida, envolvimos la cuchilla en un paño y le dije que se la devolvería a algún familiar que viniera para que él no hiciera alguna locura.
En ese momento me sentí muy feliz porque fui su ayuda en ese momento. Fue una decisión del momento, porque quizás podía haberle comunicado a la Policía y me sacaba el problema de arriba. Pero quizás el muchacho si veía Policía se asustaba y se mataba. Lo cierto es que asumí la responsabilidad y salió bien”.
En otro caso fue una situación que se repetía día a día. “Había una mujer, muy joven, que cada día llegaba al cementerio a la zona de tubulares, sacaba el ataúd de su hijo y lloraba abrazado a él. Después se iba y nosotros otra vez volvíamos a meter el ataúd al lugar. Así uno y otro día hasta que me decidí a hablar con ella, pero debía ser muy cuidadoso, no sabía cómo podía reaccionar. Hablé con ella mucho rato hasta que se fue convencida que lo que estaba haciendo estaba mal. A partir de ese día no vino más”.
“Es necesario separar el trabajo de tu vida personal, porque trabajás a diario con la muerte y no es lindo comentar afuera lo que hacés”
“Acá trabajamos con el sentimiento de la persona, con su sufrimiento y ahí te das cuenta cuánto vale la vida. A veces uno se pelea o se molesta por alguna cosa insignificante, y sin embargo acá es como que uno le encuentra el real valor a la vida”
Gran Bretañia Político dice que tiene amante extraterreste que además es su madre
La República
Parkes
asegura que su verdadera madre es una extraterrestre de 2,5 metros de
altura y con pies de ocho dedos. Se enteró de su verdadera madre cuando
todavía era un niño y fue secuestrado por un OVNI, la alienígena lo
miraba y a través de sus nervios ópticos le comunicó: “yo soy tu
verdadera madre, [...]
Parkes asegura
que su verdadera madre es una extraterrestre de 2,5 metros de altura y
con pies de ocho dedos. Se enteró de su verdadera madre cuando todavía
era un niño y fue secuestrado por un OVNI, la alienígena lo miraba y a
través de sus nervios ópticos le comunicó: “yo soy tu verdadera madre,
yo soy tu madre más importante”.También dijo que tiene un hijo con la extraterrestre, llamado “Zarka” y que las infidelidades a su esposa no son todas las noches, pues ‘Cat Queen’ lo visita solamente cuatro o cinco veces al año.
El hombre dice que su amante extraterrestre es especial, y él no está interesado en su apariencia, sino en su alma. Simon dice que lo mismo le está ocurriendo a mucha gente, pero nadie se anima a contarlo por miedo a que lo tomen de loco.
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