La presentación del libro de Sergio Abreu
se excedió 40 minutos y cuando los organizadores reclamaron porque
había otra actividad prevista un asistente golpeó a la presidenta de la
Cámara del Libro, Alicia Guglielmo.
Publicado el: 15 de octubre de 2013 a las 09:59
Por:
Redacción 180
Sergio Abreu (adhoc ©Javier Calvelo)
En 36 ediciones de la Feria Internacional
del Libro nunca había pasado lo que sucedió el jueves 10 de octubre. En
el Salón Azul se presentaba el libro de Abreu “La vieja trenza”, de
editorial Planeta.
La actividad estaba programada para que
comenzara a las 20 y, como todas las presentaciones de la Feria, debía
durar 45 minutos porque a las 21 se presentaba el libro “Fóbal”.
Sin embargo eso no ocurrió. Guglielmo contó lo sucedido en No toquen nada (Océano FM).
“Desde la organización de la Feria se
pidió en reiteradas ocasiones a la gente que estaba presentando el libro
que fueran redondeando. A todos nos puede pasar. Salís y le pedís
disculpas al que está afuera, le decís que ya está terminando, pero nada
de eso sucedió”, explicó la presidenta de la Cámara.
Los asistentes a la presentación del
libro de Abreu se fueron molestando cada vez más entendiendo que eran
vulnerados sus derechos y los del autor. “A todo el que se molestó le
explicamos que la falta de respeto era hacia las personas que estaban
esperando por la actividad que venía", contó Guglielmo.
“El punto central es que la gente que
estaba en el Salón Azul entendió que los que estaban afuera molestaban,
cuando en realidad lo que hubo fue una falta de respeto total y absoluta
a la organización de la Feria y a la gente que estaba esperando para
presentar el libro que tenía ocho autores, 11 ilustradores y que tuvo 15
minutos”, explicó la presidenta de la Cámara.
Guglielmo dijo que cuando los minutos
pasaban la gente que esperaba para hacer su presentación se empezó a
molestar. “Los muchachos de la organización abrieron la puerta del Salón
Azul, que es lo que se hace siempre que una actividad se pasa de hora,
pero desde adentro se las cerraban. Eso sucedió dos o tres veces.
Entonces las abrí yo y me quedé en la puerta para que fuera claro que
desde la organización, desde la Cámara Uruguaya del Libro, era muy
necesario que esa actividad se terminara”, explicó.
“En ese momento se levanta una persona
que estaba sentada en una de las últimas butacas, hecha una tromba, sin
mediar palabra, cerró una de las puertas y a mí me pateó y no me llegó a
pegar un puñetazo porque le agarraron el brazo en el aire cuando me iba
a golpear”, señaló Guglielmo.
Según Guglielmo “ahí fue donde empezaron
las palmas, ahí empezaron los insultos”. La Policía, que nunca había
tenido que actuar en la Feria, consultó si detenían al agresor pero como
la presidenta de la Cámara tenía una agenda muy cargada al otro día
decidió que solo lo retiraran de la Feria.
Para la presidenta no se trató de “un
pequeño retraso” sino que fue “un desconocer las reglas, las normas, que
todos las conocen y que se avisan claramente”.
Al otro día Abreu mandó una nota a la
Cámara pidiendo disculpas y lamentando "el penoso incidente".
"Obviamente no solo fue un hecho totalmente ajeno a mi voluntad, sino
que además escapó a mi capacidad de poder controlarlo por estar en ese
momento haciendo mi presentación en el estrado”, dice la carta.
Abreu señala que no participa de "ningún
acto de violencia verbal ni física, ni de agresión de ningún tipo". "En
lo que me corresponda quiero extenderle mis disculpas por el mal momento
que todos pasamos", escribió el senador que dejó claro que la situación
"nada tiene que ver con aspectos institucionaes o político-partidarios"
sino que "lamentablemente una infeliz circunstancia, que no comparto,
se produjo con personas del público que estaban en la presentación".
La presidenta de la Cámara señaló en No
toquen nada que "si vos salís airadamente y te responden y te explican
“no mirá, ustedes están excedidos 10, 20 minutos, media hora”, porque
esa fueron las secuencias de los diálogos, tenés que entrar en razón.
Porque lo otro hubiera sido cerrar los micrófonos, cerrar el audio,
hubiera sido más violento”, dijo Guglielmo quien pidió que esto sirva
para “reflexionar” y para que “nunca más” suceda algo similar.