"La selección invisible" es un documental
sobre el único equipo de fútbol de ciegos de Uruguay. El audiovisual
muestra a un grupo de jóvenes que "viven el deporte con pasión y
entusiasmo" a pesar de sus dificultades, contó a 180 uno de sus autores.
Mirá el documental completo.
Publicado el: 28 de diciembre de 2013 a las 12:45
Por:
Juan José Marti
Cuando Nicolás Soto se enteró de que
existía esta selección de ciegos se dio cuenta de que “era algo que se
conocía muy poco y que era re meritorio: no solo porque son ciegos sino
por la cantidad de dificultades que tienen”. “Ahí me quedé enganchado y
pensé: me parece que este tema da para más”, contó.
Primero se contactó con Enzo Casiraghi,
compañero en la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad
Católica, y luego fueron a presenciar una práctica. “Ahí vimos realmente
lo que era. Sin duda había que contar lo que estábamos viendo", relató.
Nicolás y Enzo, ambos de 24 años, eligieron tres testimonios para contar esta historia que presentaron como tesis de grado.
El protagonista es Anthony, la figura del
equipo. "¿Fútbol de ciegos? Me estás jodiendo", dijo Anthony luego de
que le ofrecieran un lugar en la selección.
“Lo elegimos porque es el jugador más
destacado. El tipo tiene un talento... Para la falta de recursos que
tienen, se destaca igual en torneos internacionales. ¿Cuánto más podría
desarrollarse como deportista si tuviera las condiciones para practicar
el deporte a nivel profesional?”, señaló Nicolás.
Además están los testimonios del arquero,
que se define como “los ojos del equipo” porque es el único jugador que
puede ver, y del entrenador, Ricardo Da Luz, que es el padre de
Anthony. “La propuesta es ayudarlos para que ellos hagan deporte, para
que se distraigan un poco y que no estén pensando siempre en el problema
que tienen”, explica Ricardo en el documental.
Filmar sin ser visto
“Quisimos generar un producto que pudiera
generar un cambio. Entendemos la comunicación como una herramienta de
un poder tremendo para generar cambios y posibilidades de reales de
desarrollo”, explicó Nicolás.
Hace casi tres años Nicolás y Enzo fueron
a un entrenamiento y le contaron su idea al equipo: “vamos a estar
visitándolos, grabando las situaciones cotidianas y la interna del
equipo. Vamos a ser como un ojo que va a registrar lo que pasa pero con
naturalidad, como si no estuviésemos”, les dijo. “Ellos aceptaron re
bien y se entusiasmaron con la idea”, contó.
“Cada vez que llegábamos saludábamos pero
durante el rodaje nos acomodábamos sin decir dónde estábamos y la
práctica se desarrollaba naturalmente”, explicó.
Para Nicolás “fue positivo” que los
protagonistas no supieran desde dónde ni cómo los estaban filmando, pese
a estar al tanto del trabajo. “Ellos al no ver la cámara no adoptan esa
actitud que adopta la gente en general: actuar distinto o ponerse más
tímidos. Ellos, al no ver que estábamos filmando, siempre eran ellos. Me
parece que en ese sentido el documental ganó en naturalidad”, dijo.
El sueño de la cancha propia
Brasil tiene 32 equipos de ciegos y Argentina tiene 18. En Uruguay hay solo uno.
“Nunca los vi bajoneados ni negativos. No
solo viven el deporte con pasión y entusiasmo y entrenan con ganas sino
que hasta toman con humor el tema de la ceguera. Ellos mismos hacen
chistes: ‘bo, ¿quién apagó la luz?’, dicen al entrar al vestuario. Eso
habla de un proceso de ellos, de asimilar lo que tienen”, opinó Nicolás.
La necesidad más urgente de “la selección
invisible” es tener cancha propia. “No es nada complicado de lograr”,
opinó Nicolás. “Es una cancha de fútbol sala común, de 20x40, de piso
liso, al aire libre -no hay que construir un lugar-, que debe tener a
los costados vallas de 1,20 metros. Nos sorprende que algo que no es tan
difícil de conseguir, a ellos les cambiaría radicalmente la situación”,
expresó.