Escritor y periodista Julio Dornel
Uno de los síntomas más evidente de que los años han pasado demasiado rápido, está relacionado con los regalos que recibimos en los aniversarios y otras festividades. Si el día de su cumpleaños, navidad, año nuevo, reyes o el día de los padres le regalan medias o pijamas (de tartán o franela) no tenga ninguna duda de que ha llegado a una edad que necesita de una atención especial de sus familiares. En el balance de otros aniversarios quedaron para el recuerdo las corbatas, los perfumes o alguna botella que por lo general había que vaciar el mismo día para que la felicidad se prolongara.
A partir de los 60 las medias se repetirán hasta el último aniversario con un razonamiento lógico de sus familiares “el abuelo necesita mantener los pies calientes, no sea cuestión que... Recién ahora nos dimos cuenta que los años que deseábamos tener en la infancia se fueron demasiado rápido y ni siquiera sabíamos de la existencia de las medias. Pero medias al margen y muy bien que sirven para abrigarnos el cuerpo, hay otras situaciones que nos dejan el alma a la intemperie. Un elevado número de personas con más de 60 años está viviendo en una sociedad que los discrimina permanentemente valorizando solamente a los jóvenes. Jubilados, pensionistas y viejos abandonados representan en la actualidad un porcentaje expresivo que debería preocupar a la sociedad uruguaya.
Las comodidades de la vida actual no llegan a la mayoría de los ancianos, dando la sensación de que los más jóvenes están discriminando a quienes ya no están en condiciones de producir. En algunos asilos y “hogares” existentes en nuestro país, muchos internados aguardan ansiosos la única visita que recibirán en muchos años: la muerte. Pobres, enfermos y abandonados por amigos y familiares, cansados de dormir sobre colchones malolientes, vestir ropas contaminadas y comer muy poco los ancianos se van cansando lentamente de vivir. Se trata de un tema reiterado que lejos de mejorar ha empeorado en los últimos años, basta visitar algunos de estos establecimientos para comprobar una situación de abandono que en algunos casos se desea la muerte como única salida.
Al margen de los sufrimientos naturales que provocan las enfermedades, cuando se superan los 80 años algunos ancianos padecen de un mal incurable que es la soledad. De esta manera y en estas circunstancias comienzan las crisis de depresión, encerrándose en sus problemas y sintiéndose inútiles después de haber trabajado durante toda la vida. Se habla mucho de proteger a la familia mediante programas de asistencia a la maternidad, a la infancia, al menor y a los incapacitados pero muy poco se habla de los ancianos. Las Naciones Unidas calculan que en el año 2020, solamente en Brasil habrá más de 30 millones de personas con más de 60 años. Esta realidad nos está demostrando también que muchos valores tienden a desaparecer y cada día se respeta menos a los padres, maestros, profesores, abuelos y vecinos con una falta de consideración nunca imaginable.
Antiguamente los jóvenes confiaban en los adultos del barrio con la seguridad de que llegado el momento encontrarían una mano amiga y solidaria. Hoy todo ha cambiado. Rejas en puertas y ventanas, ancianos que sobreviven entre el frío y la soledad del asilo, mochilas con celulares junto a los pañales y una realidad que golpea cada vez más fuerte a la tercera edad. En todas las etapas de la vida el hombre necesita del apoyo y del afecto de sus familiares, amigos o vecinos. Sin embargo nunca se necesita tanto como en la vejez o en la tercera edad como se dice ahora. También debemos señalar que el promedio de vida aumentó considerablemente, mientras en 1900 apenas llegábamos a los 47 años en la actualidad ha sobrepasado los 70 y se encamina a vivir mucho más que todas las especies que habitan el planeta. Pero mientras aguardamos la eternidad de nuestros sucesores debemos recordar a célebres “viejos” que se metieron en la mejor historia de la humanidad; León Tolstoi murió a los 84 años de neumonía; Goethe murió a los 83 años cuando recién había terminado la segunda parte de Fausto; Víctor Hugo también murió a los 83 y Tiziano de cólera a los 99, cinco años después de terminar su famoso cuadro “Cristo Coronado de Espinas”. Miguel Ángel murió a los 89, Verdi a los 88 tras haber creado Othelo con más de 80. Stradivarius a los 93 y Bertrand Russell en plena vejez preside en Estados Unidos los tribunales de Crímenes de Vietnam. La historia uruguaya ha recogido el nombre de Anacleto Medina que murió a los 83 años atravesado por una lanza en la batalla de Manantiales mientras luchaba junto a Timoteo Aparicio en 1871. Ilustres ancianos que sin embargo nunca los vimos encasillados en la Tercera Edad.
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viernes, 2 de mayo de 2014
jueves, 1 de mayo de 2014
Comentario de Aldeano, asiduo lector del blog
- Quienes ejercen el control de la sociedad quieren imprimir la idea que tanto en el terreno ideológico como en el político practico es la construcción de un presente perpetuo, sin raíces históricas, sin procesos y sin futuro posible. Según el discurso y la práctica política dominante estaríamos condenados a repetir el presente más o menos mejorado, hasta el infinito. Romper esa trampa ideológica y colocar el tema del poder, tanto en el debate de ideas como en el plano político práctico es una necesidad del presente. Sylvio nos decía "desde el porvenir partieron sombras”. El gradualismo, esconde el propósito de querer frenar el avance que aportan los espíritus más inquietos. No tomar riesgos es regodearse en la seguridad de lo conocido. A su vez llenar de certezas el presentes es deconstruir la posibilidad del cambio, dejando a la inercia que campee impúdica frente a la dialéctica." L@s perezos@s y l@s cobardes se justifican diciendo que son prudentes"-Jodorowsky- yo le agregaría, quienes toman las decisiones en varios ámbitos saben flotar en la tabla de los mediocres y siempre andan pidiendo que no hagan olas, porque no tienen idea de cómo se corre una ola... El sustento filosófico de este engendro neoliberal es el postmodernismo que ha resultado atractivo a muchos ex intelectuales orgánicos al decir de Gramsci. Otros han tomado distancia de planteos revolucionarios, sólo por una cuestión de pragmatismo político. Es cierto después que se suicidó el Socialismo real, da más trabajo encontrar las claves del desarrollo de las fuerzas productivas fuera del Capitalismo, pero nadie dijo que es fácil.La transformación social, requiere de transformación económica, la transformación económica, requiere de abandonar la ilusión de que dentro del Capitalismo las grandes mayorías pueden vivir mejor. Las políticas de inversión extranjeras directas como motor de la economía, exonerando de impuestos y exponiendo los recursos naturales del Uruguay a la voracidad de las multinacionales del porte de MontSanto, es canallesco. Este Uruguay productivo, que lo es -ojo al piojo- deja ocupación plena y llena las arcas de especuladores y los salarios borden line con la pobreza. Por qué no le llevan al PCU el proyecto del frigorífico nodal multimodal administrado por el estado y los productores, porque ninguno de los que ejercen la administración del Estado, creen que puede haber alternativas al Capitalismo, son temerosos de la lucha de clases, pero la ofensiva ideológica debe darse desde los trabajadores agrupados, desde los pequeños y medianos productores de la ciudad y del campo, de los emprendimientos cooperativos en marcha, como Envidrio, que demostró al Capitalismo, que no necesita gerentotes para ejercer acción productiva rentable. Bienvenido el debate de ideas, pero si ese debate no incluye a la lucha de clases, la transformación revolucionaria de la realidad, quedará guardada en el cajón de los sueños rotos. Quiero creer que la humanidad avanza en un sentido de políticas redistributivas, de derechos humanos respetados, de no ser tan obsecuente con el neoliberalismo, la reflexión viene por cómo se maneja la comunicación, hay una suerte de oficialismo obligatorio.El estado refleja la coacción que los dueños del poder ejerce a través de él para perpetuarse y a su vez para volver sumisas o por lo menos funcionales a las masas de trabajadores/consumidores. Es en la transferencia de poder desde nuevas instituciones con una organización propia, de modo que vayan ocupando espacios de decisión política, económica y cultural, de dónde se puedan sacar fuerza de flaquezas para ganarle la disputa por el poder a las clases dominantes, por eso la disyuntiva es entre país productivo con justicia social o mayor dependencia. Negar la lucha de clases o no sentirse con la suficiente fuerza como para confrontar, nos quita fuerza, y calidad de vida que se va gastando en la lucha para que por lo menos vivan mejor mis hijos o mis nietos.
La patria camionera Lilly Morgan Vilaró
Después de leer, analizar, digerir y escupir las palabras del sindicalista-político-empresario argentino Pablo Moyano y las de su padre, el también sindicalista-político-empresario Hugo Moyano, he llegado a la conclusión que mi perro Alfredo tiene razón. Me he equivocado. No entendí bien la sabiduría detrás de esas frases.
Es que salvo a la hora de elegir pareja para andar de amores, Alfredo es un can extremadamente criterioso y poseedor de un admirable y envidiable sentido común, virtudes ambas que lo han elevado al puesto de líder de la manada. Liderazgo que ejerce con mano firme pero gentil, haciendo que todos los integrantes de mi casa se sientan seguros y protegidos la mayoría de los 365 días del año. Salvo en esos en que se enamora y todo su criterio y sentido común, ruedan barranca abajo y se hunden en el barro de la cañada. Se ha enamorado de una vaca perteneciente a un vecino, de la zorrina Dulcinea, de mi yegua Anaclara y de la gallina Rosita. De cada uno de estos amoríos ha vuelto con el corazón destrozado. Y en el caso particular de su romance con Dulcinea, oliendo además, muy mal.
Pero como está pasando por una etapa de querer andar solo, cuando me dijo que analizara a fondo las declaraciones de la encantadora familia Moyano, decidí hacerle caso. Y me di cuenta que teniendo en cuenta la historia, el currículum vital y acciones anteriores de los sindicalistas (etc.etc.) en cuestión, estos están buscando lo mejor para el país.
Porque para que a un país le vaya mejor, lo primero que tiene que pasar, es que tenga menos gente. Obvio. De ahí que Pablo Moyano dijese que si estatizaban el servicio de recolección de basura de la municipalidad de Quilmes, habría no uno, sino dos o tres muertos. Y al día siguiente redobló la apuesta y recordó que hace un tiempo, un trabajador asesinó a un intendente.
Debo aclarar que cuando hablo de Quilmes, me refiero a la localidad de la provincia de Buenos Aires, no a la famosa cervecería. Digo, por si a alguien le entró la duda de que Moyano chico hubiese dicho lo que dijo luego de bajarse un barril de 50 litros de birra.
Coincidiendo con su hijo y obviamente orgulloso de él, Hugo Moyano anunció un paro general para el 14 de Mayo, cuyo leiv motiv será entre otras cosas, “Por la inseguridad”. (¡Se los juro por la Biblia, el Corán y el libro gordo de Petete! No es un invento mío).
Y coherente con la línea familiar, agregó: -“Si Cristina quiere guerra, le daremos guerra.” Gracias a León Gieco, todos sabemos que la guerra es un monstruo grande y pisa fuerte, sobre la pobre inocencia de la gente. Yo le agregaría que también pisa fuerte sobre la cabeza y resto del cuerpo de la gente. Y de ahí lo genial del plan de los Moyano. Ya no hablamos de tan solo 3 muertos. Hablamos de un montón de gente muerta. Menos gente, mejor le va a ir al país. Los chinos se dieron cuenta hace rato. ¡Y miren adónde han llegado!
La cuestión es que he decidido unirme a la campaña de los Moyano.
Y les voy a mejorar sus frases anteriores y agregar algunas para que ellos las digan delante de cuanto micrófono abierto encuentren. Para que más gente los apoye.
1) Habrá uno, dos o tres muertos. Y 30 mil desaparecidos.
2) Un trabajador asesinó a un intendente. Trataremos que esto se repita hasta que no quede ni uno solo. Y así tendremos más cargos vacantes para cubrir.
3) Si Cristina quiere guerra, tendrá guerra. Y si hace falta, le pediremos ayuda a Tabaré Vázquez para que nos apoye con sus tropas.
3) Primero mataremos a los kristinistas, luego a sus familiares, a sus amigos, y después a los tímidos. (Admito que esta es medio copiada de la que dijo el general Albano Harguindeguy, durante la dictadura militar argentina.)
4) Después de ganar la guerra, los colgaremos a todos de los faroles de la Plaza de Mayo.
5) Y última por hoy, que se me acaba el papel: Ni vencedores ni vencidos, ya que todos terminaremos hechos bosta.
Moreira criticó a precandidatos por no ir al acto del 1º de mayo
Día de los Trabajadores
espectador.com
La precandidata frenteamplista, Constanza
Moreira, criticó haber sido la única precandidata que participó del acto
que el PIT-CNT conmemoró el Día de los Trabajadores.
Moreira, que disputa la candidatura del
partido con Tabaré Vázquez en la interna del Frente Amplio, afirmó
que "trabajadores somos todos y los que hacemos política también".
Profesora obligó a alumno a practicarle sexo oral
espectador.com
En Princenton, Texas, EEUU, una docente de 30
años identificada como Saralyn Gayle Portwood podría recibir una condena
de hasta 20 años de prisión, luego de ser denunciada por un alumno por
haberlo obligado a recibir sexo oral.
El escándalo tuvo lugar dentro de la escuela secundaria Princeton High School,
donde la profesora utilizó una artimaña para engañar al joven, de 17
años. Le solicitó que se dirigiera de inmediato a su despacho, y una vez
adentro lo sorprendió con la particular actitud.
Durante la investigación, Saralyn fue suspendida de la escuela y detenida después de que el alumno contara los hechos acontecidos a las autoridades.
La docente en cuestión está casada con un profesor que también trabaja en el establecimiento educativo y con quien tiene un hijo pequeño.
Durante la investigación, Saralyn fue suspendida de la escuela y detenida después de que el alumno contara los hechos acontecidos a las autoridades.
La docente en cuestión está casada con un profesor que también trabaja en el establecimiento educativo y con quien tiene un hijo pequeño.
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