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domingo, 17 de agosto de 2014

Joven militante político Martín Veiga : "El poder somos nosotros"



En un país envejecido, donde la desigualdad está constantemente presente, donde se gobierna para unos y no para todos, los jóvenes nos despertamos poco a poco para manifestar lo que pensamos.
Quienes tenemos el placer de militar podemos claramente tener una idea de lo que es la política uruguaya. Siempre apunto a la experiencia, para poder recoger las cosas lindas y malas. Y la política es hermosa, pero lástima que con la mala gestión de algunas personas en el “poder” estos últimos años ha despertado en mi y en nuestro equipo de jóvenes, la necesidad de salir a la calle en busca del conocimiento real para tratar de combatir esos problemas que están dejando de lado las cosas que me preocupan a mi y a muchas personas más.
Va más allá del partido político en la cual representemos, sino desde el punto de vista humano, hay que buscar sentirnos satisfechos con nosotros y con los demás. Nosotros no estamos para que nos enseñen la mala historia de nuestro país como solución para explicar los por qué de la actualidad, sino estamos para aprender la historia en todos sus puntos de vista, porque de ahí tenemos el derecho y el deber de pensar y modificar con ideas, lo que a futuro vamos a vivir con fortaleza.
El ambiente se ha ensuciado de tal manera que ni la libertad de expresión tiene sentido, la educación va de mal en peor, la inseguridad cada vez vibra más. Es hora de despertar, no permitamos que el poder sea abusado, porque el poder somos nosotros y somos los que tenemos la obligación de elegir a quien nos represente y administre nuestro país. Y para eso lo mejor que uno puede hacer es incorporarse y ver desde adentro cómo funciona porque además nosotros ya vivimos en una política social que está teniendo irregularidades. Sean positivos y jamás trabajen con negatividad porque no es recomendable y menos es bueno para la salud.

Sendic reconoce el desafío que presentan las últimas encuestas



El sábado el candidato a la Presidencia, Tabaré Vázquez, había vuelto a criticar los sondeos


El candidato a vicepresidente por el Frente Amplio habló sobre el descenso de tres puntos que su partido sufrió en la intención de voto de cara a las elecciones de octubre.
“Yo creo que viene bien un sacudón para que todo el mundo tome consciencia de la fuerza que tiene que tomar la campaña y el protagonismo que cada uno de los frenteamplistas tiene que asumir para asegurar el triunfo en la primera vuelta”, dijo este domingo a Subrayado.

El último sondeo de la consultora Equipos Mori marcó un descenso en la intención de voto del Frente Amplio que cayó de 42% a 39% del electorado. Al mismo tiempo los blancos crecieron al 30% y el director de Equipos, Ignacio Zuasnabar, pronosticó un escenario abierto.

En tanto, el sábado en Tacuarembó, el candidato oficialista Tabaré Vázquez cuestionó otra vez a las encuestadoras. Semanas atrás el líder de la izquierda había criticado a Cifra y a su director, Luis Eduardo González. Ahora, el candidato fue contra la consultora Equipos, empresa a la que además el FA le compra sus mediciones.

“Yo no armo un medio de prensa escrito, ¿no? Pero pondría esa foto en la tapa, en colores, y arriba o abajo le pondría entre signos de interrogación ‘¿39%?’. La verdad porque nosotros vemos que esto crece y crece y sin embargo por ahí me preguntan en todos lados qué opino de las encuestas. Para mi la mejor encuesta va a ser el 26 de octubre y la otra es lo que estamos viendo acá y en todos los rincones del país”, aseguró en un acto.

EEUU: 200 manifestantes ignoran toque de queda tras disturbios en Ferguson


El estado de Misuri continúa conmocionado por la muerte de un negro a manos de un policía



Unos 200 manifestantes no respetaron el toque de queda la noche de sábado a domingo y siete de ellos fueron detenidos en la localidad de Ferguson (Misuri, centro de Estados Unidos), sacudida por la reciente muerte de un joven negro a manos de un policía.

El gobernador de Misuri, Jay Nixon, había justificado la instauración de un toque de queda a partir de la medianoche del sábado "para proteger a las personas y las propiedades de Ferguson" y para dar paso a la justicia a fin de que se establezcan las circunstancias de la muerte de Michael Brown.

Poco después del iniciada esta medida, unas 200 personas se reunieron en la zona en que Brown fue abatido el 9 de agosto y se negaron a dispersarse, según medios locales.

Miembros de la policía antimotines usaron bombas lacrimógenas y bombas de humo avanzando despacio para dispersar a los manifestantes, sin que se reportara violencia alguna.

Antonio French, un político local presente en la manifestación cuando llegó la policía, dijo en Twitter: "Les puedo decir de primera mano que algunas de las personas que quedaron esta noche estaban armadas. Estaban listas para pelear. Y querían lastimar a la policía".

Siete personas que se negaban a abandonar el lugar fueron detenidas, anunció Ron Johnson, el nuevo jefe de policía encargado de mantener el orden después de que la policía local, acusada de abusos, fuera sustituida.

El sábado, durante una rueda de prensa agitada, a menudo interrumpida por el público, el gobernador explicó por que decretó el estado de emergencia y ordenó el toque de queda entre medianoche y las 5 de la mañana en el barrio en el que fue abatido una semana antes Michael Brown, de 18 años, en circunstancias todavía sin aclarar.

La decisión no fue tomada "para acallar a la gente de Ferguson (...) sino para contener a quienes diluyen la voz del pueblo con sus acciones", añadió el gobernador al mencionar los disturbios de la noche anterior.

La noche del viernes, tres agentes habían sido heridos según la policía, y se produjeron saqueos en varias tiendas.

"Queremos respuestas acerca de lo que pasó la semana pasada y seguiré intentando obtenerlas", añadió Nixon. Pero "si queremos llegar a la justicia, primero tenemos que obtener y mantener la paz".

'Ensuciar' la memoria del joven

"Dormir no es una opción, gobernador Nixon. ¡Pedimos justicia!", lanzó una de las personas que asistieron a la rueda de prensa. "Gobernador, hay que inculpar a la policía por este crimen", exigió otra.

Un hombre que hablaba en nombre de dos grupos de ultrarradicales negros, el New Black Panther Party –sin vínculo con los defensores de la causa negra Black Panthers– y Nation of Islam, consideró por su parte que el toque de queda provocaría una "confrontación con la policía", y propuso llamar a entre 100 y 150 hombres para que la situación "no se deteriore".

La tensión subió en el barrio cuando la policía emitió sospechas, con una filmación como presunta prueba, de que el joven quería robar cigarros unos 20 minutos antes de haber sido abatido.

La familia se declaró entonces "escandalizada" por estas versiones de la Policía destinadas, según ella, a "responsabilizar a la víctima y desviar la atención".

El defensor de los derechos cívicos Al Sharpton también acusó a la policía de haber querido "ensuciar" la memoria del adolescente. "¿Qué tiene que ver esto con su muerte?, se indignó, "¿Acaso están diciendo que tienen derecho a denigrar a alguien y a matarlo por tres o cuatro cigarros?".

La policía local y federal (FBI) –de la cual unos 40 agentes fueron enviados a Ferguson– lanzaron sendas investigaciones sobre el homicidio, sobre el que divergen las versiones.

Según un testigo, Michael Brown iba a visitar a su abuela y estaba desarmado, caminaba por la calle cuando un agente de la policía lo interceptó y terminó abatiéndolo a pesar de que el joven tenía las manos en alto. Según la policía, Brown fue abatido después de haber agredido a un policía e intentado robarle el arma.

Últimas encuestas obligan a Vázquez a cambiar radicalmente su discurso




Últimas encuestas obligan a Vázquez a cambiar radicalmente su discurso
 Santiago Mazzarovich /adhocFotos
espectador.com
El Frente Amplio (FA) comenzará el próximo lunes una nueva etapa de la campaña electoral, luego del cimbronazo que significaron las últimas encuestas, en donde el oficialismo marca un retroceso. Habrá un cambio radical en donde se pondrá “toda la carne en el asador” y “se bajarán a tierra” las propuestas.
Las últimas encuestas señalan que si las elecciones fueran hoy, el FA lograría en octubre el 39%, seguido del PN que acorta diferencias con el 30%. El Partido Colorado aparece con el 13% mientras que el PI reuniría el 2%.
Este escenario, donde habría segunda vuelta en donde el triunfo no estaría asegurado, encendió todas las alarmas en la coalición, pese a que sus principales figuras salieron en las últimas horas a relativizar su significado.
Las cifras serán analizadas el lunes en el Secretariado Ejecutivo del FA, día en que comenzará a pleno otra etapa en la campaña. Fuentes del oficialismo dijeron a El Espectador que ese día se ajustarán los detalles de lo que es una de las propuestas principales de Tabaré Vázquez para un nuevo mandato: el Sistema Nacional Integrado de Cuidados.
También en los próximos días se resumirá en un libro de pocas páginas el Programa de Gobierno aprobado el año pasado. El objetivo es “bajar a tierra” las propuestas y que la población comprenda de forma cabal las diferencias entre este planteo y el de la oposición.
Las fuentes señalaron que en ese sentido Vázquez cambiará diametralmente su discurso y apostará a estas propuestas y “al futuro”, evitando toda mención al pasado para así zafar del brete que, consideran, lo metió Luis Lacalle Pou.
El FA se embarcará además en dos fuertes giras en todo el país de aquí a octubre, en donde estarán participando todas las principales figuras de la coalición.
En ese sentido Danilo Astori tendrá un rol principalísimo en explicar la propuesta económica de un eventual tercer gobierno de izquierda.
También se promoverá la participación de Constanza Moreira, como forma de involucrar a los frenteamplistas que la votaron en junio y que se considera son los más escépticos con el actual planteo del oficialismo.

Brasil: el voto luto puede hacer que Dilma pierda la presidencia


Denise Mota

Muerte de Campos abre incógnita en Brasil  

Pocas cosas son más desestabilizadoras que las tragedias. Por definición, la tragedia conlleva lo inesperado, lo brutal, el cese de expectativas más abrupto e inapelable. La muerte, en un accidente aereo de Eduardo Campos –político de 49 años claramente en ascenso, ex ministro, ex gobernador del Estado de Pernambuco, reelecto con más votos regionales en Brasil en 2010 (82%), padre de cinco hijos y figura máxima de su partido-- desestabiliza no sólo por lo que ocurrió, y cómo ocurrió, sino por lo que puede ocurrir de ahora en más.

180.com.uy

Por: Denise Mota
 
Campos era candidato presidencial al lado de Marina Silva, su vicepresidente en la fórmula. La unión entre el PSB (Partido Socialista Brasileño) de Campos y la Red Sustentabilidad de Silva (agrupación que no existe oficialmente, ya que no logró registrarse en tiempo para estas elecciones) está entre los inventos más inusitados de la política brasileña contemporánea. Aunque tengan puntos de contacto, son dos fuerzas antagónicas habitando un mismo cuerpo. Un perro con cabeza de gato.

La primera rareza de esta fórmula (a principio un detalle anecdótico pero que ahora cobra un rol capital) era que su líder era bastante menos popular y tenía menos capital político, en términos federales, que su vice. Campos era desconocido para una amplia cantidad de brasileños. Silva es conocida por todos, más aún después de haber conquistado 19,6 millones de votos (19,5% del electorado) en el pleito presidencial del 2010. Marina era una “sombra” de lujo. Y fue pensando en su capacidad de traer estos votos a su molino que Campos se las arregló para integrarla a su proyecto. Ella lo aceptó porque el intento de candidatearse por el partido que creó –la Red-- naufragó en la burocracia electoral. Era esto o desaparecer de la corrida por el Ejecutivo durante cuatro años más.

Más allá de las diferencias de superficie, están las diferencias de fondo. El Partido Socialista Brasileño, que era presidido por Campos, fue fundado en 1947 y tuvo como figura central a Miguel Arraes, abuelo de Campos. Arraes fue gobernador de Pernambuco en tres oportunidades y líder histórico de la izquierda en el Nordeste. Pero el PSB también cuenta con el apoyo de sectores tradicionales, vinculados al latifundio. Y entonces la cuestión es que una de las más grandes luchas de Marina Silva es justamente debilitar el poder de los terratenientes en pro de una mejor utilización de la tierra teniendo en vista, grosso modo, proyectos de sustentabilidad ambiental y social.

Además, en las alianzas armadas por Campos con el objetivo de cosechar apoyo en una eventual segunda vuelta, están incluidos tanto el PSDB paulista de Geraldo Alckmin (gobernador que busca la reelección) cuanto el PT carioca, que tiene en Lindbergh Farias su apuesta al gobierno de Rio. Bien. El problema es que una de las principales muletillas discursivas de Marina es terminar con la polarización PSDB-PT en el escenario nacional.

San Pablo y Rio de Janeiro son los dos padrones electorales más grandes de Brasil, y Marina, devenida candidata, no tendría otra alternativa que no fuera la de aceptar juntarse a ellos, para no perder un apoyo fundamental a los ojos del partido que, a esta altura, le “alquilaría” la candidatura.

Barajar y dar de nuevo

También puede ser que Marina no quiera este puesto. O que el PSB elija otro candidato. O que desista de competir. En cualquiera de estos casos, tanto Marina como el partido salen perdiendo en el corto (cortísimo) plazo –las elecciones son el 5 de octubre.

Como en política (por lo menos en la brasileña) imposible no existe, aunque sea ideológicamente ininteligible que Marina acepte seguir como cabeza manteniendo los arreglos de Campos (condición impuesta por el Ejecutivo del PSB para que pueda ocupar el puesto dejado por él), pragmáticamente la expectativa es que sí, que Marina se vuelva la nueva candidata presidencial del partido. Marina cuenta con el apoyo de la família de Campos pero no es unanimidad dentro del PSB.

Sin embargo, si pasa lo esperable –como ya lo avizoran los comandos de campaña de Dilma Rousseff, primera en las encuestas, y Aécio Neves, el segundo--, el juego político cambia radicalmente y el embate pasará a ser entre Dilma y Marina.

En un sondeo difundido la semana pasada por el instituto Ibope, Dilma Rousseff (PT) tenía 38% de las intenciones de voto; Aécio Neves (PSDB), 23%, y Eduardo Campos (PSB), 9%, en un escenario calificado por Ibope como de “estabilidad”. Hace cuatro meses, en abril, Marina, sin ser candidata, aparecía con un 27%, en una encuesta de Datafolha. En ese momento, Dilma contaba con 39%, y Aécio, 16%.

Es razonable pensar que la base de Marina es este 27%. Es decir que, si sale candidata, la pedagoga, ex empleada doméstica y legisladora que aprendió a leer a los 16 años ya tiene lugar matemáticamente garantizado en la segunda vuelta.

Y esta base tiende a crecer. Teniendo en cuenta el llamado “voto-luto” --noción que empezó a manejarse y que representa la unión de los votantes originales de Campos a los que pasaron a conocerlo (y quererlo) después de su trágica muerte--, más los votos de los que, habiendo sido votantes del PT, desean expresar su descontento con el gobierno (posición representada a la perfección por Marina, afiliada al PT por 23 años y ministra de Lula en sus dos gestiones), no hay razones para no creer que Marina, evangélica (otro aspecto nada despreciable en el país actualmente), pueda ser la próxima presidente de Brasil.